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Inspiración vía e-mail I

Se colocó a mi lado y compartió un trago conmigo, me pidió que me pusiera cómodo y no lo pensé dos veces. Me quité toda la ropa a la vez, dejando sólo un slip bajo el cual se podía notar mi tremenda excitación, aun cuando no tengo una verga grande, aunque sí me puedo jactar que es gruesa y cabezona.

Nuestra fantasía erótica

Su boca busco’ la de mi esposa pegandose en un beso interminable, pues paso' a sus tetas para chuparle los pezones que estaban erectos y duros como piedra mientras sus manos bajavan acariciando sus formas y se entroducian en el corte del vestido para explorar con avidez todas sus intimidades…