Desde muy joven, Pilar descubre que tiene deseos de ser castigada. Inicia una serie de experiencias que la llevan por fin a encontrar la satisfacción, pero se desengaña. Decepcionada, por fin encuentra el amor de su vida y tiene las experiencias de sumisión más gratificantes de su vida.
La doctora Elizabeth Pain continúa castigando y humillando a su victima, aprenderá a no entrometerse más en asuntos ajenos. No le da la más mínima posibilidad de escapar.
Continuación del relato de la Doctora Elizabeth Pain. Comienza el castigo .
El olor a café me hizo suponer que el castigo había terminado o que se trataba de un descanso, pero no, era lo primero, fui desatada, entre las dos me sentaron en una silla, me ataron las manos al respaldo y las piernas muy abiertas a las patas.
Una enfermera sádica decide dar una buena lección a un joven curioso, no lo volverá a hacer más.
Mi hermano como pudo se la paro y comenzó a masturbarse, en ese momento por cortesía de la borrachera y la calentura que tenia le agarre la verga a Lalo (mi cuñado) él comenzó a masajear mis tetas que son pequeñas como ya dije , de repente sentí una verga en mi cachete, cuando gire un poco la cabeza me encontré enfrente de mi boca, la verga de mi hermano Rafa.
Estaba pensado en él porque su señor deseaba castigar sus partes traseras, y no otra cosa más placentera, cuando de repente al aire silbó, un segundo después la marca de la vara en su culo, anticipada por el grito de dolor.