relatos eróticos avion

6 relatos

La azafata lesbiana

0,00 (0 votos)
Al subir al avión y cuando estaba junto a la puerta de entrada, observe como una azafata de piel morena con ojos verdes que nos estaba esperando para darnos la bienvenida, no dejaba de mirarme, al pasar junto a ella, su mano rozo distraídamente mi culo, no le di mayor importancia y procedí a sentarme, junto a la ventana que daba al ala izquierda.

Despidiendo a mi marido en el aeropuerto

0,00 (0 votos)
Mientras me bombeaba yo seguía lamiéndole la verga al otro, logrando con esto sentir un orgasmo que me provocó risa y llanto a la vez. Daba gracias por el tipo de trabajo que tenía mi marido, ya que así yo podía gozar de cuanto macho supiera cómo lograr que le abriese las piernas.

Erika

0,00 (0 votos)
La polla había entrado hasta el fondo, y Erika se pasaba la lengua por los labios, subió su cuerpo hacia arriba, ahora mas rápidamente, y volvió a bajar, y a subir, y a bajar, cada vez con más velocidad.

Gozando en un avión II

3,00 (1 votos)
Después de un rato nos fuimos a la cama de mi tío que era muy grande , encendió la televisión y puso un vídeo porno el cual nos calentó y culíamos nuevamente, quedando exhaustos , hasta el extremo de quedarnos dormidos.

Gozando en un avión I

3,00 (1 votos)
Espere unos 5 minutos y abrí los ojos como disimulando que nada había pasado, pero note que mi verga estaba afuera del pantalón, entonces él me dice, te ha gustado la paja que te acabo de hacer, no respondí solamente sentí mi cara muy caliente, entonces se acerca a mí diciendo ¡¡¡¡ si quieres te la puedo chupar!!!,

De nuevo volvería a tener un encuentro con su tío, pero antes una aventura muy excitante le surgiría en el avión

0,00 (0 votos)
Se viste rápidamente mientras me lavo la cara y ordeno mis cabellos. Al salir había junto al hombre que golpea una aeromoza que nos miró un poco enojada y sorprendida de vernos salir juntos, ambos le sonreímos sin decir nada y nos fuimos a nuestros asientos, solamente faltaban unos minutos para aterrizar y los aprovechamos para darnos nuestros respectivos números telefónicos para contactarnos en un futuro no muy lejano.