Capítulo 2

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Internet historias reales II: Atracción…

Aclaración

Si bien este relato no es estrictamente de una relación que conocí a través de la red. Como mis relatos están en la categoría sexo virtual, deseo incluirlo en ese sector ya que la PC tiene algo que ver.

Prólogo

Si han leído mis relatos anteriores, habrán comprendido que mi búsqueda siempre fue a nivel sexual, ya que nunca quise involucrarme a nivel afectivo con ninguna de las mujeres que tuve de compañeras ocasionales, debo explicar muchos preconceptos que tenia en el tema del amor.

Confieso que nunca me gustaron las mujeres jóvenes, es decir, de menos de 25 años, si bien sus cuerpos son hermosos, firmes, muy deseables, las encontraba un poco inexpertas en todo sentido, tanto a nivel sexual, como emocional, es decir poco fiables, así rechace algunas proposiciones de chicas de esa edad, saben que tengo 40 años y por mi forma de sentir el sexo, jamás encontré una compañera que me enseñara algo, tienen un techo ( esto no me gusta, esto me da asco..! ) siempre debía enseñar con la practica.

No quiero parecer ni fanfarrón ni jactancioso, al terminar el relato verán que la única verdad es la realidad y que todo preconcepto o idea, no son más que frases que caen por la borda en el momento que se te cruza una mujer de verdad.

Espero que al leerme no me juzguen, como me paso a mi, le puede pasar a cualquiera, escribo esto como es habitual, para ustedes, para que traten de aprovechar mi experiencia.

Si bien cronológicamente este relato lo debería publicar dentro de un tiempo, siempre doy prioridad a los que me parecen mas relevantes, a su tiempo, ire publicando en esta pagina de relatos, a la cual descubrí y me parece excelente, los escritos publicados en otras paginas.

Les agradezco sus mail, me estimulan para seguir escribiendo, con algunos de mis lectores y lectoras nos hemos conocido personalmente y espero seguir conociéndolos.

El Relato

Estaba chateando en un ciber, propiedad de un amigo, escribía y charlaba con Martín (así se llama el) que estaba en otra PC. No había notado que junto a mi se había ubicado una chica. Mi amigo me dice, – Dany, haceme un favor, ayuda a la chica a configurar el correo, observé a mi derecha a una niña de anteojos, que me miraba expectante, al mirarla se sonrojo y me dijo – No se mucho de esto, le molestaría ayudarme?.

-Yo – Para nada, es un minuto.

Le pedí los datos de la cuenta y mientras le configuraba el correo entablamos una conversación, reconozco que mi primer impresión sobre ella, no fue buena, una niña de unos 16 años, menudita, a pesar que la veía con mucha ropa, lentes de aumento, de esas chicas que los hombres a primera vista no tienen en consideración.

-Yo- Como te llamas?
– Sandra – Sandra, vos?
– Yo- Dany, bueno hace mucho que una chica de tu edad no me trata de vos, me haces sentir mas joven, sonreí.
– Sandra – Es que no te veo tan grande, además, estoy acostumbrada a tratar a gente de mas edad que yo, los de 20 son sonsos y me aburren.
– Yo – Bueno… que revelación, pero. para serte sincero y no lo tomes a mal, me encanta la onda de los pendex, me re divierto con ellos, pero pienso como vos.
– Sandra – No todos son iguales, hay mayores también bastante tarados.
– Yo – Ja ja ja, tenes razón y eso me preocupa.
– Sandra – Riéndose, por que te preocupa, sos machista?
– Yo – No, no, es que darle la razón en una conversación a alguien, no es habitual en mi y mas si es una chica de unos 15 o 16 años.
– Sandra – Perdón, te corrijo, 18 para 19.
– Yo – (Para mi era casi lo mismo, 16 o 18), tenes razón, obviemos los preconceptos.
Ya había configurado su correo, pero no bajo ningún mail, note en su rostro una cara de decepción, le dije,
– Yo – Esperabas un mail importante?
– Sandra – Si, de mi novio, pero siempre me hace lo mismo.
– Yo – Que te hace.
– Sandra – No se, es como si no le interesara, lo busco y se niega, no me llama, no me escribe, nada.
Me dio pena verla así, trate de animarla.
– Yo – Pero sabes algo, no sabe lo que se pierde, además no te entiendo.
– Sandra – A mi? , Por que?
– Yo – Es que una chica bonita ( no la consideraba bonita para nada ), inteligente como vos, con 18 años, no debe estar así por ningún hombre, cuando tengas mas edad me vas a entender y te reirás de estas cosas y veras que serás vos la que deje plantada a los hombres.
– Sandra – Y vos, como sabes eso?
– Yo – Dejalo ahí. No me interesaba explicarle sobre mis videncias y todo eso, no estaba en tren de conquista y no es que utilice mi trabajo para conquistar mujeres, pero ayuda y mucho.
Así nos despedimos, ella agradeció mi ayuda y yo le agradecí su frescura.
Pasaron unos días, pase por la puerta del ciber y la vi en una maquina, entré, había un empleado, al cual saludé y me dirigí a su máquina.
– Yo – Hola…, como esta mi amiga.
– Sandra – Aburrida de que no baje un solo mail.
No entiendo aun bien el por que, le dije.
– Yo – Te quedas mucho?
– Sandra – No, son las ocho y a las nueve y media me espera mi mama.
– Yo – Tengo el auto acá a la vuelta, queres que te lleve?
– Sandra – Dale.
Al salir, ella delante mío, note que tenia un muy buen cuerpo, subimos al auto, le pregunte?
– Yo – Los lentes son permanentes?
– Sandra – No, los uso por dos motivos
– Yo – Como es eso?
– Sandra – Uno, por que no veo bien de verdad, pero no necesito tenerlos todo el tiempo.
y segundo y principal, mi papa es chapado a la antigua, así que me visto así, ropa un poco holgada, el cabello recogido, lentes, me explico?
– Yo – Me sorprendes, me harías un favor?
– Sandra – Por supuesto, además te debo uno, ja ja ja que queres?
– Yo – Sacate los lentes y soltate el cabello.
Al hacerlo casi me da un infarto, lo digo de verdad, no es ninguna exageración, se acuerdan de Bety la fea, el mismo caso, es una mujer muy hermosa, cabello negro, ojos negros, cara de pícara, comenzó a desenredarse el cabello de una forma muy seductora
– Yo – Bueno que cambio, tiene razón tu papa, sos hermosa, me encantaría sacarte fotos, tenes una cara especial, picara e ingenua, debes ser fatal vos.
– Sandra – Un poco.

A medida que transcurría el tiempo, mas me gustaba, sentía una sensación extraña, por un lado, ganas de besarla frenéticamente y por el otro pensaba, estoy loco, a mi no me puede pasar esto, si las de esa edad no me gustan, además es para problemas, tengo una hija de 17 y esta parece menor que ella.

Pero como dicen las viejas brujas amigas, el diablo metió la cola y mi suerte estaba echada, comencé a jugar en su oreja con uno de mis dedos, mientras ella me hablaba, no ponía resistencia, tampoco acusaba recibo, de pronto la atraje hacia mi y la bese en la boca, ella se quedo quietita, como con miedo, la aparte y le dije,

– Yo – Perdoname, creí que te gustaría .
– Sandra – Es que me gusto, pero me tomo de sorpresa.

Me acomode mejor en el asiento y comencé a besarla otra vez, ella se comportaba como si ya lo hubiéramos hecho anteriormente, es una mujer muy dulce y cariñosa, mordía despacito mis labios, como a mi me gusta hacerlo, nos intercambiamos mordidas y sonrisas, definitivamente me sentía bien con ella, en otras ocasiones, suelo tener mas tacto y trato de no apresurarme en los momentos de reconocimiento, pero algo dentro mío hacia que no pensara, que solo actuara, que estaba todo bien. Entre besos y manoseos transcurrió el tiempo, debía ver a su madre, la llevé, le dije,

– Supongo que te volveré a ver? –
– Sandra – Que tenés que hacer ahora ?
– Yo – Solo pensar en esto, nada mas, por que?
– Sandra – Es que después de ver a mi mamá, hablámos por teléfono a mi papa, así me controla y después tengo dos horas más.
– Yo – ( Mientras le decía que si que la esperaría, pensaba… donde me estoy metiendo?, la madre le hace pata, que saldrá de todo esto…, ma si….).

Detuve el auto, ella bajó y cruzó la calle en dirección de una mujer con dos chicos, mientras sacaba conclusiones a mil por hora, veo que Sandra se acerca al coche con la mamá a la cual me presenta ( glup), un amigo, le dice, La madre la mira y le dice, a las 23.00 hs. en la parada del colectivo.

Todo venia confuso, inexplicable, placentero, incierto, decidí seguir adelante, me gustan esas situaciones extrañas, hasta el momento, mis mejores amantes eran las mujeres casadas, veremos que pasa con Sandra, aunque interiormente me sentía extraño, no era una conquista más, de hecho parecía haber sido conquistado por ella una mujer de solo, 18 años.

– Yo – Donde vamos?
– Sandra – No se, donde quieras.

Esta chica me sorprendía constantemente, decidí solo hacer unos escarceos, ahí nomás, en el auto, ya que no estaba aun decidido de mi conducta futura, si bien estaba excitado, aun podía decidir con mi mente y no con mi pene.
Busqué un lugar oscuro donde detener el auto, odié al intendente de La Plata, pues se le había ocurrido alumbrar toda la ciudad, jajaja, pensaba, cuanto hace Dany que no haces esto en la calle?.

Encontré un lugar no muy oscuro pero bastante solitario, aunque algún curioso siempre oteaba por la ventanilla. Seguimos besándonos, pasé mis manos por debajo del suéter, tenia un sostenedor de algodón, de esos sin ganchos molestos de desabrochar en un auto, wowwwww, cuando le saqué los pechos afuera, hacia tanto que no tocaba algo así..!, serán de talla 80 mas o menos, pero firmes, duritos, casi sin pezón, mientras se los chupaba, le dije sonriendo, aca voy a tener que esmerarme, sino el bebe no tendrá de donde agarrarse.

Ella se sonrió y dijo – Estás loco, sabias – No me conformaba la situación, pues no la oía a ella para nada, ni hablar, ni gemir, ni respirar profundamente, esto me perturbaba, ya que si quería seguir viéndola debía de hacerla gozar, seguí esmerándome en sus pechos, mis manos acariciaban su espalda, saque una mano, desabroche su jeans, traté de meter mi mano en su conchita, fue imposible, muy ajustado, saqué mi boca, la besé, le mordí los labios, comencé a bajar el pantalón, pensando, ahora se pudre todo hay mucha luz, sin embargo ella solo atino a levantar la colita para que el pantalón rodara hasta sus tobillos.

Ahora si tenia el control de su vulvita, al tocarla, me serené, estaba mojada, caliente, anhelante, subí con mi boca a su boca, mientras la masturbaba la besaba, ya no eran besos, me encanta meterme los labios de ella dentro de los míos y chupar con fuerza.

Ahora mis dedos buscaban su clítoris para darle una buena estimulación, en la incomodidad del auto me cuesta bastante ya que es muy chiquito, casi inexistente, lo encontré, lo froto, ella sigue igual, parece fría, pienso, en que fallo, quisiera poder chupar esa conchita, seguramente la hago delirar con mi lengua, no puedo hacerlo, la iluminación, me intimida, mis labios dejan los suyos buscando nuevos horizontes por descubrir, llego al cuello, que piel hermosa..!, chupo, paso mi lengua, hasta que llego a su oreja, con mi nariz toco el aro, es grande, me molesta, se lo digo, se lo saca, le paso mi lengua, ella comienza a gemir.

Estoy feliz, lo encontré… Aprovecho su debilidad, le muerdo el lóbulo, le digo palabras atrevidas, la chupo, ella delira, sus manos buscan mi pene, lo toca por sobre mi pantalón, – No así no, espera, le digo, me lo bajo, ella comienza a pajearme, sus vibraciones me indican su orgasmo, sigo chupando su orejita, sigo frotando su clítoris, la suelto, le tomo la cabeza, la atraigo hacia mi pene, mojado, colorado, a punto de explotar, ella obedece, me dice, no me acabes en la boca por favor, pienso, no tengo profilácticos, bueno me la aguantaré, seguiré caliente aun después de ella, eso me ayudara a recordarla mejor, me gusta como lo hace, no me lastima con sus dientes, se ayuda con su mano, casi una experta de 18 años, que putita divina..! mientras tanto he pasado mi mano por detrás de ella para terminar bien mi tarea, ahora froto desde su clítoris hasta su ano, que fuerte es todo esto, la siento estremecer, me susurra, mas..mas..así. Ella termina en un intenso orgasmo, yo la retiro para no acabar.

Nos vestimos, me mira y sonriéndose me dice, no me gusta este lugar, me rió, nos besamos con ternura, ella acaricia mi cabello, yo con mis dos manos su frágil espalda.

Ha llegado la hora, debo llevarla donde esta su madre, le insinúo que quiero volverla a ver, ella esta de acuerdo, se despide, al final no quedamos en nada, una sonrisa triste se dibuja en nuestros rostros, tristeza no por infelicidad, sino por no saber exactamente que pasó, si fue pasión, si fue locura, si tendrá una próxima vez.

Hoy en día la historia continua, hemos hablado mucho, ella, es una mujer especial, tiene a su novio, yo se lo permito, se que tarde o temprano se aburrirá de él, él le sigue mintiendo, solo la busca cuando sabe que ella tiene un candidato. Nos vemos dos o tres veces por semana, aun no sé si estoy enamorado, solo sé que deseo estar con ella y no por tener sexo, ya que nunca me falta.

No se es una «atracción fatal».

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