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La hija de mis vecinos

La hija de mis vecinos

Soy Mauricio, el autor del relato “El que menos corre vuela“, el siguiente relato comienza la mañana siguiente de haberme follado a Alejandra, en cuanto entre en mi departamento, salude a mis padres que ya estaban levantados desayunando, me preguntaron que tal noche había pasado y si me había quedado bien el trabajo les dije que había sido una noche muy ocupada porque el trabajo resulto mas largo de lo esperado, pero que me había esforzado por hacerlo bien les pedí disculpas por no haberlos llamado en toda la noche y seguí para mi cuarto, donde conecte mi videocámara a mi TV, para verme follar a mi primera hembra y recordar esos dulces momentos en especial cuando me masturbe entre sus tetas, lo cual hice después de habérmela follado varias veces, mi erección disminuyo dentro de ella y mi verga se salió sola, estaba toda flácida, decidí probar como se sentiría mi verga entre sus tetas, fui por mi cámara y la coloque en la mesa de noche para que se viera bien lo que iba a hacer, me subí a la cama y me monte a caballo sobre su estomago y puse mi verga entre sus tetas, las cuales agarre una con cada mano y las empuje contra mi verga, eran macizas, bien redonditas y suaves al tacto.

Comencé a acariciar sus pezones con mis pulgares hasta que se pararon los tome entre mis dedos y los apreté con suavidad, mi verga había recuperado su erección y comencé a mover sus tetas con mis manos, con movimientos circulares mientras empujaba mi verga entre ellas, lo hice hasta que mi verga empezó a temblar anunciando una inminente corrida, me vine con tal fuerza que un chorro casi le da en los labios, llegando a su barbilla y el resto lo descargue en sus tetas, en el video se veía como le escurría mi semen hacia su cuello, le unte mi semen con mis manos por todo su cuello y sus tetas

Yo había oído hablar del foot-Job, la verdad sea dicha a mí los pies de las mujeres no me llamaban la atención, pero como dicen la ocasión hace al ladrón, ahí tenia a una mujer con unos pies suaves, bien arreglados, sin callos a mi entera disposición, me pudo mas la curiosidad y me levante la tome con ambas manos por uno de sus tobillos, le alce su pierna hasta que toque la planta de su pie con mi verga, la fui rozando por toda su planta hasta que acomode mi verga entre sus dedos gordo y índice del pie y comencé a moverme de atrás para adelante, como si la estuviera penetrando, sus dedos apretaban mi verga de una forma que no puedo describir, en cuanto me iba a venir libere mi verga de entre sus dedos y me vine contra la rosada planta de su pie.

Luego tome su otro pie y no resistí la tentación de besarlo, acariciarlo y hasta le chupe sus deditos, olían a jabón floral, luego junte sus dos pies frente a mi verga, la metí en medio y me masturbe con ambos pies, eyaculando en sus plantas, tome mi cámara y las filme mientras mi semen escurría entre ellas dándoles un hermoso brillo, desde esa ocasión me empezaron a gustar los pies de la mujeres, yo ya estaba agotado y mi verga ya no quería pararse mas así que fui al baño y me lave mi verga en el lavabo, regrese, apague mi cámara, descanse y luego le hice la limpieza que detalle en mi anterior relato.

Mientras veía todo esto en mi TV, no podía dejar de pajearme, a pesar de que la verga me dolía un poco, mi corrida fue escasa y muy débil, apague mi TV, mi cámara y saque el video guardándolo en un lugar seguro, no fuera que lo encontrara alguno de mi familia y me descubrieran, después me di un buen baño, me cambie de ropa y salí a desayunar, ya que como era sábado no tenia estudio, así podía quedarme todo el día en casa escogiendo a mi próxima conquista.

En él #3 vivía un matrimonio formado por Cesar y Ana María , 40 y 35 años de edad respectivamente, tenían una hija de14 años llamada Camila, casados hacia 15 años, vivían en el edificio hacia 10 años , Cesar era piloto por lo cual casi no estaba en casa y Ana María alquilaba un pequeño local donde vendía productos de aromaterapia, todos los días Camila le ayudaba al salir del colegio, ambas mas parecían hermanas que madre e hija, Ana media 1,75 mts y Camila 1,50 mts, tenían el cabello rubio, Ana ondulado y Camila liso peinado en trencitas adornadas con cuentitas plásticas de colores, Ana tenia ojos azules y Camila los tenia grises como el papa, Ana tenia una boca grande precisa para un blow-job ,Camila la tenia como un capullito de rosa, su piel era blanca, Ana tenia unas tetas tipo Pamela Anderson, Camila las tenia grandes para su edad y seguramente cuando fuera mayor las tendría como su madre, ambas tenían buen cuerpo, trasero y piernas ya que iban al gimnasio, eran un par de barbies de carne y hueso.

El único defecto que tenían Cesar y Ana era que les gustaba tomarse sus tragos y en mas de una ocasión llegaron ebrios al edificio, cuando ellos salían por lo general dejaban a Camila con mis padres ya que aunque yo era como el niñero oficial del edificio, Camila decía que como yo la iba a cuidar si teníamos casi la misma edad, el caso es que a Cesar le dieron sus vacaciones y ellos salieron a celebrarlo un sábado en la noche, desgraciadamente sufrieron un grave accidente de transito y Ana llevo la peor parte, los médicos no estaban seguros si volvería a caminar, Cesar se fracturo varias costillas y una pierna, como no tenían familiares cercanos, Cesar les pidió a mis padres que se encargaran de Camila mientras el podía salir del hospital, que el corría con los gastos que pudiera generar la estadía de ella con nosotros, mis padres aceptaron y así me vi de un día para otro viviendo con una barbie por hermanita menor.

Esto ocurrió a los 15 días de mi primera vez, al principio yo había pensado caerle a Ana ya tenia bien planeado como hacerlo, pero a raíz del accidente era imposible, así que tenia que buscar otra candidata, ya había escogido a una universitaria llamada Marcela que vivía en el Dpto. #2, pero no contaba con la llegada de Camila, lo cual trastorno mis planes, ella fue ubicada en el cuarto de mi hermana, por el cual yo tenia que pasar para poder salir del Dpto., mi primera idea fue drogarla para así poder pasar por su cuarto sin problema y así salir a caerle a Marcela, pero luego con el correr de los días me dije a mi mismo porque buscar afuera lo que el destino puso al alcance de mi mano, si bien era cierto que la chicas de mi edad no me atraían, Camila parecía mucho mayor de lo que era, si uno no la conociera y le viera en al calle diría que tenia al menos unos 16 o 17 años.

Así que el destino decidió por mí cual seria mi próxima conquista y lo que era mejor una virgen que tan escasas están ya, me dedique a ver que hacia Camila cuando estaba en la casa, que comida le gustaba, que tomaba, si sacaba algo de la nevera, sus hábitos en general, así descubrí que le gustaban mucho los pastelitos especialmente unos que traían azúcar refinada espolvoreada sobre ellos, mi padre se los compraba en la pastelería de la esquina y ella era la única que los comía en casa ya que era muy dulces para el gusto de mis padres, allí yo vi mi oportunidad.

Por lo general yo siempre los había tratado a sus padres y a ella, como buenos vecinos con amabilidad y cuando ella llego a vivir a la casa la trate como si fuera mi hermanita, ya después cuando empecé a verla con otros ojos, lo disimule lo mejor que pude intente varias veces verla desnuda en el baño o cambiándose de ropa pero con mis padres cerca era imposible, desde lo de Alejandra yo había desarrollado un gusto por los pies femeninos, el cual se acrecentó al tener que ver todos los días los pies desnudos de Camila ya que en casa andaba todo el día en sandalias o descalza tenia unos pies hermosos blancos con dedos largos, delgaditos y su uñas bien recortadas, un arco bien definido, provocaba untarles mermelada y comérselos, sus dedos índices eran un poquito más largos que los dedos gordos, por ellos me hice varias pajas pensando en el momento en que los tuviera en mis manos.

Por fin llego el fin de semana, yo prefiero las noches del viernes o sábado para hacer mis cosas, ya que el sábado no hay colegio, ni trabajo el domingo, por lo general las personas celebran esos días y se levantan tarde así no sospechan si se levantan con dolor de cabeza o mareos, lo cual seria sospechoso durante la semana ya que hay que madrugar al estudio o trabajo, el sábado por la tarde mi padre iba a ir por los pasteles pero yo me ofrecí para traerlos, por lo general compraba 1 diario, pero como al otro día era domingo me dijo que comprara 2 ya que al otro día no habría servicio, yo había estado planeando muy bien lo que iba a hacer, tomaría los pasteles y le retiraría parte de la azúcar y la mezclaría con la droga en polvo, la cual no tiene olor ni sabor y esperaría la hora de la cena, ella siempre se los comía de postre o con leche cuando se iba a dormir.

Durante todo el día me la pase preparándome para la noche, revise mi cámara, compre una cinta de video, varios condones, vaselina y toallas y las guarde en mi bolsa bajo la cama, durante la cena mi verga estaba que se salía de mi pantalón, no podía mirar a Camila a la cara por temor a delatarme, de lo nervioso que estaba, al fin acabamos de cenar a las 7 PM y Camila le pidió a mi madre que la pasara su pastel, el cual comió lentamente, luego le ayudo a mi madre en la cocina y se puso a ver televisión con nosotros como a las 8 estaba cabeceando de sueño y les dijo a mis padres que se iba a dormir, le preguntamos si se sentía bien y mi madre le toco la frente para ver si tenia fiebre y ella dijo que se sentía bien solo que tenia mucho sueño, así que le dimos las buenas noche y se fue caminando pausadamente a su cuarto.

Mis padres se acostaron como a las 10, yo por lo general me quedo los sábados en la noche viendo televisión en mi cuarto hasta la 1 o 2 de la mañana, mientras no tenga que reabastecerme de drogas o follar, a las 11 salí sigilosamente hacia el cuarto de Camila y abrí su puerta, allí estaba mi virgencita acostada de lado con su esponjoso culito apuntando hacia mí, estaba a medio vestir su blusa y sostén estaban en el piso, todavía tenia su jeans puesto, me acerque y la llame, le sacudí, le levante los párpados y tenia los ojos en blanco, empecé a sacar mis cosas de la bolsa, coloque mi cámara lista para grabar encima del armario, la tome por su hombro y la hale hacia mi, sus tetas se movieron como si fueran de gelatina, por fin las tenia ante mí, eran blancas como la leche con pezones rosados y bien firmes, las tenia bien desarrolladas para su edad, se las empecé a besar y me puse a chupársela s como recién nacido, lamí sus pezones con mi lengua y los acaricie de arriba abajo con ella, los mordisquee con ternura, comenzaron a crecer lentamente, me quite mi ropa y puse su pezón contra la cabeza de mi verga y parecía como si mi verga lo estuviera mordiendo.

Acerque mi verga a sus labios y deje caer algunas gotas de liquido adentro, le metí un dedo en la boca para abrírsela bien y en cuanto lo hizo ella lo empezó a succionar, allí lo deje mientras le acercaba mi verga a su boca donde reemplazo a mi dedo, mi verga fue lentamente introducida en su boquita, hasta la mitad, ella me la chupaba con suavidad como si fuera un helado, lo cual me dio una idea la deje como estaba, salí del cuarto fui a la cocina y busque algo dulce, lo primero que encontré en la nevera fue una botella de yogurt, vacié un poco en un vaso y me lo lleve al cuarto.

Allí unte con mis dedos un poco de yogurt en mi verga y se la volví a meter en la boca, al parecer a Camila le gusto el sabor del yogurt porque me la empezó a chupar con mas fuerza, era delicioso ser mamando por primera vez y por una virgen, para ambos fue nuestra primer mamada y es la que más recuerdo con cariño, en cuanto sentía que disminuía el ritmo le sacaba un poco la verga, le echaba otro poquito de yogurt, y para adentro de nuevo, así estuve por varios minutos hasta que sentí que mi verga estaba a punto de hacer erupción, se la saque y me vine en el vaso del yogurt, durante la noche hice esto otras 2 veces.

Yo había decidido que no tomaría su virginidad mientras viviera en mi casa, ya que si ella descubría que ya no era virgen, todas las sospechas recaerían sobre mí, Camila no tenia novio y cuando la invitaban a una fiesta Ana la llevaba y la recogía siempre, además yo había oído una conversación entre mi madre y Ana donde le decía que ella llevaba a Camila donde su mismo ginecólogo y se hacían revisar ambas al tiempo y Camila no se quedaba nunca por fuera de su casa, su vida era de la casa al colegio y del colegio a la casa, lo cual siguió haciendo mientras vivió con nosotros, por lo tanto el único que habría tenido la oportunidad de desvirgarla seria yo, así que su cereza no seria mía por ahora, pero su culito si.

El principal obstáculo para encularla eran sus jeans, los cuales estaban muy ceñidos al cuerpo, lo primero era desabotonarlos, al intentarlo podía sentir el calorcito de su piel contra mis dedos, ese maldito botón me dio mucho trabajo pero al fin pude sacarlo de su ojal, lentamente le fui bajando el cierre de su jean dejando al descubierto sus calzones de florcitas, le hale el elástico un poco hasta que pude ver el nacimiento de su dorada mata de pelos, le metí mi mano por allí y logre rozarle su coño pero no pude meterle mi dedo por que el Jean no me lo permitía.

Yo enganche mis dedos en los pasadores del cinturón y hale de ellos hacia bajo hasta que logre bajarle el Jean a los tobillos, me entretuve viendo lo que tenia frente a mí

Un par de piernas blancas y suaves como el algodón y un coñito virgen solo cubierto por una pequeña braga de cuyos lados salían dorados pelos rizados, la tome por sus lados y la fui deslizando lentamente hacia abajo descubriendo él más hermoso coño que hasta la fecha yo haya visto, era pequeñito, sus labios no eran tan desarrollados como los de Alejandra, estos eran exiguos, cerrados y de un color rosa pálido, le quite del todo su Jean y su braga y le abrí las piernas.

Acerque mi rostro a su coño y aspire su olor, era un olor entre dulce y picante, le comencé a lamer su coño de abajo hacia arriba, con lentitud y con mi nariz trataba de tocar su clítoris, en cuanto su coñito se empezó a abrirse como una flor le empecé a meter mi lengua y a moverla rápidamente de un lado a otro rozando su clítoris, el cual se puso rojo como un chile, luego comencé a mamárselo con pasión hasta que comenzaron a fluir sus líquidos, estos sabían muy distinto a los de Alejandra que sabían salados, los de Camila tenían sabor agridulce, me engolosine con ellos hasta saciarme, tome mi índice y de lo metí cuidadosamente hasta que me tope con su himen, el cual tantee delicadamente jurándome que algún día yo lo rompería pero no hoy, mientras la masturbaba con mi dedo yo me masturbaba con mi mano izquierda y nos corrimos casi al tiempo.

Decidí que ya era hora de darle por el culo, así que busque varias almohadas y las coloque en la cama una encima de otra, tome a Camila, la alce de la cama y la acomode dé tal forma que su estomago quedara sobre el motón de almohadas y su culito a la altura de mi verga, saque la vaselina de mi bolsa y me unte una buena cantidad en mi dedo medio y comencé a meterlo lentamente en su ojete, al principio opuso resistencia y gimió levemente, pero luego de una suave y constante presión fui abriéndome paso, sentí el calor de su anito y como sus músculos rechazaban mi dedo invasor, su cuerpo se movió hacia delante un poco tratando de rechazar mi intrusión, pero logre meter mi dedo medio hasta que los nudillos de los dedos vecinos tocaban sus nalgas.

Allí comencé a meterlo y sacarlo lentamente de su culito mientras giraba mi mano, en cuanto sentí que su esfínter ya estaba lo suficientemente dilatado lo retire y unte mi verga de vaselina, separe sus pálidas nalgas, acerque mi glande a su ojete y comencé a presionar al principio sé cerro instintivamente pero luego de insistir logre meter mi glande por él, era delicioso sentir como sus músculos apretaban mi glande, seguí presionando, metiendo un poco, retirándome y volviendo a meter un poco mas hasta que logre meterle toda mi verga, puse mis manos en sus costados y empecé a follarla con lentitud. ya que no quería hacerle daño, aunque Camila estaba dormida cada vez que yo la embestía ella suspiraba y gemía pasito.

Su culo era caliente como un horno y estrecho como un cuello de botella, pero gracias a la vaselina y los masajes digitales pude meterle mis 18 cms de carne maciza y follarla a conciencia, para tener solo14 años Camila aguanto mi avance muy bien, la folle lentamente al principio pero luego aumente mi ritmo eso si cuidando de no excederme para no lastimarla, su culo apretaba mi verga como si fuera un tensiómetro cada vez que me retiraba y volvía a avanzar, sus músculos trababan de cerrarme el paso pero yo los vencía cada vez mas fácil hasta que al final prácticamente entraba y salía con facilidad, en cuanto sentí que me venia me quede quieto y solté mi chorro dentro de su culo hasta que toda mi leche se vació dentro de ella.

En cuanto vacié mi carga dentro de su culo, espere que mi erección bajara y saque mi verga de su culo, en cuanto hice esto se empezó a cerrarse hasta que quedo como si nunca hubiera tenido una verga de 18 cms adentro, espere un rato hasta tener fuerzas de nuevo y me dedique a sus pies, Camila había tenido puestas todo el día unas viejas sandalias de tiritas que me fascinaban porque me permitían ver totalmente sus bellos y blancos pies, estaba besándoselos y oliéndolos mientras me masturbaba cuando oí que mi padre se levanto y fue a la cocina por agua, esto me hizo tomar conciencia del riesgo de ser descubierto así que decidí dar por terminada la follada de esta noche y vestir de nuevo a Camila, pero antes de hacerlo tome mi cámara y hice un primer plano de sus labios manchados con una mezcla de yogurt y semen, seguí filmando sus tetas y baje hasta su coñito el cual filme muy de cerca, seguí con sus piernas de marfil y termine con sus pies de porcelana.

Antes de ponerle su braga, tome una tijerita y le corte un pequeño rizo dorado de su peludito y lo guarde de recuerdo, ponerle su braga no fue difícil, pero no me decidía si ponerle su Jean o su pijama, al final le puse su pijama, ya que me dije que ella creería que se la había puesto ella misma, pero con el sueño que traía no se acordaba, una vez termine le limpie los labios del yogurt con semen y borre cualquier evidencia externa de mi visita, abrí la ventana del cuarto para airearlo, y revise que todo quedara igual a como lo había encontrado, fui al baño, me lave y me puse mi ropa y salí con mi bolsa y el vaso de yogurt mezclado el cual vacié con un embudo de regreso a su botella, me fui a mi cuarto a las 3 AM, escondí mi bolsa y dormí como un lirón, a la mañana siguiente Camila se levanto a las 9, mi madre había salido al mercado a hacer una compra y mi padre veía la prensa en la sala, Camila tenia una notoria cara de incomodidad, le pregunte¿ qué tienes? me dijo que le dolía la cabeza, él estomago y la garganta, me ofrecí a traerle el desayuno y una pasta antigripal ya que le dije que esos síntomas podían ser el comienzo de una gripa, le traje ambas cosas y un vaso de mi yogurt “especial” fortificado con mi leche para que se tomara la pasta al saborearlo me dijo que sabia un poco ácido, pero se lo tomo todo, ella era la única que tomaba yogurt en casa así que no había riesgo que mis padres tomaran mi mezcla “especial”.

Durante varios días Camila estuvo con él estomago suelto, pero tanto mis padres como ella se lo achacaron a algún virus que quería darle, nadie nunca sospecho la verdad, tenia planeado repetir la faena y terminar de homenajearle los pies el siguiente sábado pero Cesar salió antes del hospital y se la llevo con él a su Dpto. , así que esa noche no se pudo, mi consuelo era ver el video de Camila y acariciar mi rostro con su ricito dorado mientras me masturbaba, pero algún tiempo después cuando Ana ya estaba en casa, lo hice no solo con Camila sino con Ana también.

Mi próxima historia tratara sobre Marcela la universitaria del Dpto. # 2.

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