El verano pasado, con mi madre
Me decidí a escribirlo porque pienso que es la única manera de encontrar a alguien que me comprenda y me pueda aconsejar, porque estoy hecho un lio y todo esto no podría contárselo a nadie.
Lo que os quiero contar es una historia que ocurrió con mi madre hace casi un año, el pasado verano.
Me llamo Dani, tengo 15 años, así que por aquel entonces tenia 14. Mi madre es una mujer realmente muy atractiva, tiene 35 años (cuando ocurrió lo que voy a contar tenia 34), mide como 1,70, es delgada, blanca de piel excepto en verano que se pone muy bronceada, tiene los ojos castaños, el pelo castaño oscuro liso, y una melena muy espesa.
Tiene un rostro muy hermoso, juvenil, con una nariz pequeña y unos labios carnosos, y una bonita sonrisa, ya que tiene una dentadura perfecta.
Tiene unas piernas preciosas con unos muslos muy apetecibles, unos pechos medianos tirando a pequeños, yo diría que entre 85-95 cm, un vientre liso y tonificado ya que hace mucho ejercicio, pero lo que mas me gusta de ella es su trasero, tiene unas nalgas firmes, tersas y redonditas.
En cuanto a mi, pues soy un chico normal de mi edad, moreno, delgado y mido como 1,68.
Ahora voy a tratar de situaros para empezar con mi historia; nosotros vivimos junto con mi padre en un piso en la ciudad, bueno, eso durante 10 meses, ya que julio y agosto los pasamos en una casa que tenemos a las afueras, una zona muy apartada y aislada con pocos vecinos.
Mi madre trabaja como publicista, el mes de julio solo trabaja por las mañanas y en agosto se toma todo el mes de vacaciones, mi padre es abogado y solo toma unos días de vacaciones a finales de agosto y como nuestra casa de verano queda un poco lejos de la ciudad el no suele venir a comer los días que tiene que trabajar, porque apenas le daría tiempo a volver a la oficina, así que solo viene por las noches.
La verdad es que a mi no me gusta mucho pasar los veranos en esa casa, porque estoy lejos de mis amigos y me aburro mucho, así que por las tardes suelo tomar un autobús para irme a la ciudad y pasarlas con mis amigos, dejando a mi madre en casa sola, y los fines de semana en ocasiones invito a algún amigo.
Ahora empieza la historia propiamente dicha, un día del mes de agosto del pasado año, estaba pasando la tarde con un amigo en la ciudad, pero el se tuvo que ir, así que yo decidí volverme a casa; cuando llegue todavía hacia mucho calor, así que decidí darme un baño en nuestra piscina, al llegar me encontré con mi madre tomando el sol en el césped junto a la piscina, estaba en top-less, la verdad es que era la primera vez que le veía sus pechos y me parecieron preciosos, no muy grandes, con aureolas pequeñas pero pezones puntiagudos, ella al verme se avergonzó y se intento tapar, el dialogo fue mas o menos algo así:
– perdona, cariño, pensé que estaba sola en casa y por eso me puse así, es que me compre un vestido con un escote bien grande y no quería que se me notaran las marcas del bronceado…
+ esta bien, mama, no pasa nada, es normal para las mujeres ponerse en top-less, casi todas lo hacen en la playa, además las marcas del bronceado quedan muy feas, así que por mi puedes seguir haciéndolo, yo solo iba a darme un baño en la piscina.
Así que ella se tranquilizo y siguió tomando el sol, y yo no le di la mayor importancia, me pareció normal.
Después llego el fin de semana donde no paso nada digno de contar, y al llegar la tarde del lunes era yo el que estaba nadando en la piscina y luego me tumbe a tomar el sol, entonces llego mi madre y se tumbo a tomar el sol de nuevo en top-less, esta vez ya mas tranquilamente, y lo mismo siguió ocurriendo durante los siguientes días, aunque yo casi nunca estaba en casa, porque como dije suelo salir con mis amigos.
No volvimos a coincidir en la piscina hasta tres días después, entonces me di cuenta de lo bronceados que ya estaban sus senos, la es que estaba muy favorecida, hasta me pidió mi opinión:
– Como me ves? ya tengo colorcito, verdad?
+ Si mama, te ves muy bien.
Unos días después volvimos a coincidir, estaba yo nadando en la piscina cuando ella apareció, al llegar llevaba puesta la parte de arriba del bikini, y en la cintura llevaba un pareo que le tapaba hasta las rodillas, se sentó en la toalla y se quito el bikini, quedándose en top-less como de costumbre, pero al quitarse el pareo me lleve un pequeño impacto, ya que en lugar de la braguita habitual llevaba puesto un pequeño tanguita amarillo, entonces ella se puso de pie y me dijo:
– Fíjate, me vi tan favorecida con el moreno que quise broncearme aun mas, así que me compre este tanga, ¿Cómo me veo?
+ Te queda de maravilla mama, ya que tienes una bonita figura
La verdad es que le quedaba mejor que bien, apenas era un triangulito de tela que la tapaba por delante y por detrás un hilo que se metía entre sus nalgas, entonces pude apreciar realmente lo delicioso que era su culo.
Ella entro en la piscina y se dio un baño, luego salió y se puso a tomar el sol, su cuerpo estaba reluciente con el agua, yo empecé a sentirme raro y semiexcitado.
Me gustaba mucho verla así, los siguientes días decidí quedarme en casa y tomar el sol junto a ella.
Así transcurrieron varios días en los que yo intentaba verla todo lo que podía, yo mas o menos sabia como era el cuerpo de una mujer, principalmente gracias a las revistas, pero verlo en vivo y tan cerca era demasiado.
Una de las cosas que me llamaban la atención era que no veía ningún pelito en su entrepierna. Las cosas dieron un paso mas unos días después, estábamos los dos tomando el sol en el césped, ella estaba tomando el sol boca abajo mientras leía una revista, yo simulaba hacer lo mismo.
Estaba bellísima, cada vez mas morena, ese día tenia su linda melena mojada y recogida en una coleta.
Entonces, y sin venir a cuento, se incorporo y dijo:
– Dani, cariño, ya puestos, por que no tomamos el sol de verdad?
Entonces se quito el tanguita, yo me quede como alucinado, no podía creérmelo, veía su vagina casi libre de vello, tan solo tenia un pequeño triangulito en la parte superior, y muy cortito; entonces me dijo:
– Pero eso no vale, tu tienes que hacer lo mismo, anímate, ya veras lo bien que se siente uno sin ropa…
Sin pensarlo acepte, me quite el bañador quedando desnudo, y me di cuenta de que tenia el pene en semiereccion, así que para disimular me tumbe boca abajo, pero ella me dijo:
– Vamos al agua, veras que rico se siente
Entro en la piscina y yo detrás, nadamos un poco, la verdad es que si que se sentía muy rico, la sensación de libertad era fantástica, pero mi media erección no bajo. Ella salió de la piscina y se quedo un rato de pie de espaldas a mi, estaba dándose crema solar, primero por delante y después en sus nalgas, esa imagen fue una pasada.
Entonces salí de la piscina y me di cuenta de que el pene se me había puesto durísimo, aunque no lo tengo muy grande, unos 13 o 14 cm., pero se notaba mucho; pensé que lo mejor seria irme antes de que ella se diera cuenta, pero en ese momento me miro de reojo, se dio cuenta de como estaba y se sonrió, pero yo me puse muy colorado, me moría de la vergüenza, así que le dije:
+ Bueno, yo ya me voy a la ducha
Y rápidamente entre en la casa y me metí en el baño, empecé a lavarme de pie mientras el agua caía sobre mi, pero estaba tan excitado que empecé a masturbarme para aliviarme, mientras recordaba todas las imágenes pasadas, en ese momento entro mi madre en el cuarto de baño, había venido detrás mío así que seguía desnuda, yo me quede como paralizado con el pene en mi mano, ella me dijo:
– Pobrecillo, a ver, cariño, déjame que te ayude…
Y se metió en la ducha conmigo, tomo un poco de jabón liquido y lo puso en mi pene, entonces empezó a masturbarme de una manera deliciosa, muy suave y dulcemente, además veía su cuerpo desnudo ante mi, así que el placer era enorme, tanto que cuando llego el orgasmo perdí el equilibrio y tuve que apoyarme en la pared de la ducha.
Mi madre me siguió acariciando hasta sacarme toda la leche, entonces se lavo la mano y se marcho.
Los siguientes días no ocurrió nada, ya que ella actuaba como si nada hubiera pasado, y tampoco pude volver a verla desnuda porque mi padre empezó sus vacaciones, así que cuando estábamos los 3 juntos era para ir de compras, o hacer algún pequeño viaje.
El caso es que a partir de entonces empecé a obsesionarme, trataba de verla desnuda o en ropa interior pero no tuve la oportunidad, también intentaba verla hacer el amor con mi padre pero eso era mas difícil aun, porque se encerraban en su habitación por las noches y aunque pegaba el oído a la puerta casi nunca oída nada; creo que ellos aprovechan para hacerlo las muchas veces que salen de casa, o quizás cuando yo no estoy lo cual suele ser bastante a menudo.
De todos modos en alguna ocasión si pude oír algo, por ejemplo una vez me pase un buen rato escuchando detrás de la puerta, cuando de repente empecé a oír respiraciones aceleradas y susurros, y un par de frases muy claras, aunque no se interpretar muy bien su significado, primero oí una risita apagada de ella, entonces el dijo:
+ No cariño, me da miedo hacerte daño…
A lo que ella contesto:
– No seas tonto. Vamos, hazlo.
Un nuevo silencio, pero yo seguí escuchando, unos minutos después ella dijo algo como:
– Si, si, me duele, pero no te pares…
Luego mas ruidos, y una palabra muy clara, por parte de ella:
– Empuja.
Hubo un grito sofocado y luego una una pregunta en la voz de él:
+ Te gusta?
Luego un sollozo contenido y unas palabras de ella:
– Me abrasa (creí entender)
Luego un gritito y un largo suspiro, y al fin el silencio.
Este episodio consiguió que me excitara mas aun, de vez en cuando incluso tenia sueños donde se me aparecía mi madre y repetía lo de la ducha, en ocasiones haciéndome acabar con su boca.
Bueno, este es el fin de mi relato, espero que no se les haya hecho demasiado largo o les haya aburrido, ahora estamos casi en agosto, dentro de poco mi madre tomara sus vacaciones y estoy impaciente por saber si su actitud será la misma que el pasado año, espero que si y poder repetirlo, aunque no se lo que puedo hacer. He contado aquí mi relato esperando que lo lea alguien que haya vivido una situación parecida, o una madre que le haya hecho lo mismo a su hijo, ya que no se lo que puede pensar ella respecto a mi.