Ahora mismo hay 394 series de relatos eróticos.
Las series o sagas eróticas, son un conjunto de relatos eróticos que tienen un argumento central y que son publicadas por entregas por sus autores.
Lo último que recordaba de anoche era que una joven y hermosa mujer, delgada, de estatura mediana, blanca, de ojos y cabellos negros, se me había acercado en el bar y me brindó una bebida.
La mujer sale a pasear por el pueblo y se encuentra a su vecino, con la mujer y los niños. Conscientemente se remanga el vestido para excitarle...
Soy maestro mayor de obra y esa tarde iba con la intención de calcular los costos y las personas que necesitaban, para las reparaciones.
Sus recuerdos pasaban atemporalmente, a pedido de sus padres le fue a agradecer el regalo, sentado leyendo el diario, estaba en el living, le agradeció y en el oído le dijo que le gustaba "jugar" su sonrisa seductora, te mereces todo mi niña , cuando se vayan al río, el sábado quédate a "descansar", su esposa (una gorda tetona)
Yo una persona solitaria, mi hermana una persona dependiente de mis padres, al morir ellos Rosario llega a mi vida para cambiarla definitivamente.
Llegó la semana de los exámenes finales, yo le había prometido un regalo , pero haría lo que fuera para que saliera mal en los exámenes, así que empecé el juego, me puse un polo con un gran escote, una minifalda ajustada y me quité los zapatos, cuando Esteban regresó del colegio se sorprendió al verme así, es cierto que antes le había enseñado bastante, pero ahora parecía que yo era una prostituta.
La semana en que mi amante, fundándose en su apreciación de que mi biorritmo estaba bajo y había que excitarlo, me mantuvo sexualmente abstinente mediante un cinturón de castidad me obligó a utilizar la socorrida disculpa de la jaqueca con mi marido.
El presente relato es real y me ocurrió cuando tenia quince años con mi gran amigo Raúl éramos unas inocentes criaturas y todo comenzó como un juego inocente.
Él al ver que yo no reaccionaba y no me movía del sitio, volvió a llevar mi mano a su entrepierna diciéndome, tócala, no seas tonto, mira lo que te pierdes, yo sé que te gusta, me decía haciendo que mi mano volviera a palpar aquel bulto que al viejo le colgaba. Ya verás cómo te va a gustar más que la de tu amigo
Voy a contarles otra historia que me sucedió esta vez en Medellín donde fui a unas reuniones de trabajo y como siempre debo sacar el tiempo que se requiera para ir de búsqueda, siempre buscando buenas vergas, esto me ocurrió en un sauna que queda cercano a la catedral basílica.
Esta es una historia real, de cómo llegó el día que Perdí la poca inocencia virginal que me quedaba. Por fin llegó el día que estrenaron mi pequeño pero redondito y respingón culito.
Vagamente recuerdo de muy pequeños nuestros juegos en la piscina pequeña del camping donde veraneaba toda la familia, menos mi hermana que no había nacido aun.
Este es un relato de un lector que me pidió que contara y publicara su historia. El relato fue escrito por él, yo solo corregí algunos detalles. Primero va la presentación y como se inicié en el sexo gay como pasivo. Luego como descubrió el gloryhole, y donde conoció a El viejo del sex shop
Siempre desee follar con mi tía, una mujer madura y muy tetona, que debe tener por lo menos 180 de busto.
Quiero aclarar que ya había visto en revistas y películas a una mujer pero nunca en vivo y en directo. Mi corazón latía a 1000 por horas y estaba super excitado cuando bajo la parte de delante de la tanguita me llevo la sorpresa de mi vida.
Una detective privada espía por orden de un cliente a la esposa de esté y lo que descubre la pone tan cachonda, que no puede evitar masturbarse.
Mi madre es una mujer guapa a sus 40 años, es menuda (1´55m y 45kg más o menos) y tiene el pelo negro y corto. Sus ojos son negros y profundos, la nariz pequeña y los labios carnosos y sensuales.
Habría tranquilizado a un soldado lleno de metralla y chorreando sangre por todos lados en medio del campo de batalla, sólo hablándole, prometiéndole que todo iba a salir bien, que la ayuda estaba en camino, que su madre tardaría poco en llegar y todo tendría un final feliz de película de Hollywood.
Mi tía en ese tiempo debía rondar los 48 ó 50, no es espectacular, no es alta, no es guapa, no es joven, es mas bien tirando a baja, bastante gruesa, pero sin ser redonda, su culo no es llamativo, pero sus dos inmensas moles, me han traído de calle desde que era muy chico
En este relato contare como me fui dando cuenta de que yo debía de ser Julieta y no el niño que me habían impuesto, desde pequeño siempre desee ser diferente de lo que realmente era, no gustaba mucho de los juegos bruscos ni de coleccionar cosas raras como bichos o piedras, yo prefería ver cosas hermosas como los vestidos de mi hermana y de las demás niñas que lucían tan coquetas.