Capítulo 2
- Primera vez con Analu, la vecina cuarentona del 6to B
- Analu y Vero en una primera experiencia sadomaso a tres
I – Preliminares
Analu me invitaba a sua casa de vez en cuando. A la mañana raramente la podía atender, pero después de las siete hicimos varias fiestitas particulares.
En general tomábamos un café que ella preparaba con algún budín o bizcochos (de grasa, clásicos de la época) y después comenzábamos nuestra fiesta. En general ella jugaba a un strip tease, desnudándose lentamente, o mientras tomaba el café se sacaba la remera para mostrarme sus pechos invitándome a chupárselos. Otras veces ya me atendía con una blusita que se iba sacando durante el café para chuparle las tetas, algo que ella le encantaba.
En esas sesiones me enseñó a comerle el culito, que después voy a contar con detalles. Pero ahora quiero contar una de esas ocasiones pero algo diferente.
Ella misma sugirió que hoy podría ser diferente. Y cuando terminaba mi bizcocho y ella me mostraba su ombro desnudo ya con ganas de tirar el corpiño, sonó el timbre. Ella se alegró, me hizo una señal de que espere, y fue abrir la puerta. Escuché un efusivo saludo de voz femenina, y pronto vinieron Analu de ojos brillantes anunciando su amiga Vero. Ella dejó su mochila marrón oscura en la puerta de la cocina y se juntó a la mesa del café extendiendo su mano para que la salude.
Por la conversación pude sacar que Vero había sido representante comercial de un fornecedor de donde Analu trabaja, y después continuaron su amistad más allá del trabajo. Analu ya me había dicho que era bisexual y que después del divorcio pudo desabrochar ese lado de su sexualidad.
Vero tenía unos pechos grandes, era más baja que Analu, teñía su pelo de rubio y sus ojos color de caramelo me miraban entre deliciada e intrigada.
Y en el medio del café, Vero, que era muy directa, me preguntó:
– Y qué es esto entre vos y Analu? Ella te gusta ?
Me quedé entre chocado e intrigado, y boquiabierto, no pude decir nada.
Analu intervino:
– Es todo muy casual…
– Sí -respondí, pero quería mejorar la respuesta. -Analu es espectacular, pero sí, es algo casual.
– Lo pasamos bien -añadió Analu
– Eso -dije-, lo pasamos re bien…
Vero sonrió con gusto preguntándome, directa como siempre:
– Y qué te parece de pasarla re bien, nosotros tres ?
Me quedé medio atónito y sin pensar miré a Analu, tal vez buscando alguna explicación.
-Ah, eso sí-Vero continuó- soy algo peculiar.
Y me explicó en un café de quince minutos sobre el placer y el dolor hasta el límite del placer, en fin, que quería ser nuestra señora del BDSM por un tiempo. Y me explicó cómo podía parar o cambiar algo si las cosas iban para donde yo no quería, palabra de seguridad, y eso.
Algo en mí en ese momento me dijo que era lo que estaba buscando hace tiempo, e inconscientemente sonreí. A lo que Vero sentenció:
– Parece que te agarró el bichito de la curiosidad, eh? Así que esperen que vengo de lejos, voy a sacarme el polvo del camino, me tomo una ducha y los llamó, eh?
Y desapareció junto con su mochila.
Analu me explicó rápidamente su relación de sierva dejando claro que aunque algo sadomaso, Vero era muy dulce, permisiva y una persona cautivante -algo que ni precisaba decir porque su magnetismo ya me había atrapado.
– Estás preparado? -me preguntó.
– SIEMPRE estoy preparado
II – Comienza la acción
Mis recuerdos de esa tarde son totalmente nítidos, detalle a detalle. Estaba entre admirado y mentalmente dominado.
Vero nos llamó y fuimos a la sala. Nos esperaba de bombachita negra, los pechos con un mini soutién que dejaba sus pezones a vista, y un látigo negro en su mano derecha. La llamó a Analu que fue hacia atrás del sofá. Vero ya tenía preparado un pequeño plug que puso en el culo de Analu, aún de bombachita.
Me mandó chuparla. Exigió que me arrodille atrás de ella que estaba inclinada atrás del sofá. Así que le separé las piernas, y chupé su conchita por sobre la bombacha. Yo veía su plug negro bien en el ano, lo que me dejaba muy excitado. Chupé y mordí y pasé mi lengua en toda la concha hasta que Vero le arrancó de un tirón la bombacha y me mandó salir.
Ella misma le metió la lengua en la concha escuchando cómo suspiraba de placer, y le sacó el plug, para untar en gel otro mayor, cónico y transparente, que fue metiendo en el culo. Analu gemía loca y yo mirando extasiado.
A todo esto me ató rápidamente las manos, al lado contrario del sofá, obligándome también a inclinarme, y paso un gel en mi culo, encajando el plug que antes estaba en Analu. Era la primera vez que me ofrecían un placer en el ano… y me gustó.
Vero me mandó dar la vuelta, y dio la vuelta conmigo. Le puso unos clips en los pezones mientras Analu gemía que le encantaba eso y sí señora, cuando Vero me mandó plantarme frente a Analu. Ela se inclinó a mi pija y la chupaba pasando las manos en mis bolas como le gustaba, despacio cada vez más metiendo mi pija en su boquita, hasta meterla entera y sentir mis vellos en sus labios. Ab«nalu muy putita masajeaba mi plug en mi ano y me miró sonriendo, y a mí sorprendentemente me encantó sentir el plug en el culo y ella que me chupaba. Parecía que mi pene estaba más encajado con el plug. Inconsciente o talvez embebido en el momento, le agarré el pelo de la nuca obligándola a ir y venir en mi pija, irremediablemente engulléndola toda hasta toser y atragantarse, con lo que Vero me miraba extasiada.
Ella dio la vuelta. Mientras no le prestaba atención se había puesto un dildo que embadurnó en gel imitando una glande enorme y venosa, y se lo fue metiendo a Analu, entregada a nosotros dos. Mientras me devoraba la pija, el vaivén se mezclaba con los golpes de ancas de Vero que la penetraba en toda la concha, manejando sus nalgas. Era delicioso ver los pechos con sus pezones con clips que iban y venían mientras le llenábamos la boca de mi pija ya enorme, los dos de plug en el culo, y Vero que le comía con fuerza su conchita roja.
Yo entrecerraba los ojos entregándome a sentir los labios carnudos de Analu en mi pija y sus manos agarrando fuerte mis pelotas, yendo y viniendo con las metidas de Vero con su dildo rosa enorme.
-Vení -me dijo Vero, dando la vuelta. Era mi vez de comerle la concha rojita a Analu. Vero me sacó el plug para que me concentre, me latigó mis nalgas, que fue algo inesperado que me excitó mucho más de lo que esperaba. Y aún Vero le pegaba latigazos a Analu, de abajo para arriba en los pechos, obligando a que se ponga todo el dildo en la boca, y yo la agarré fuerte de las nalgas encajando mi pija en su sexo castigado. Ella gemía lindísimo con el dildo de Vero en la boca, Vero llamándola de todo, de putita, de ovejita linda, ordenando que no llore, castigando sus pechos con el látigo negro.
– Aaaah -dijo Vero en éxtasis, -vengan a chuparme !
Analu se arrodilló aún con el plug en el ano, mientras Vero de atrás le daba su culo para que chupe. Yo me arrodillé. Esperaba ese momento. La concha de Vero era carnuda, con vellos en triángulo sólo arriba de los labios. Me embadurné de esa concha carnuda mientrás ella gemía como un cabrito, la chupaba fuerte, sugando sus labios, mordiendo su carne, jugando con su coñito, atreviéndome a meter mis dedos mientras la chupaba. Ella me sujetaba la nuca para que se la chupe más dentro mientras Analu se deliciaba en su culito, yo la escuchaba esforzándose entre gemir y chuparla.
-Son deliciosos ustedes dos ! -soltó Vero. Me atreví a alzar las manos y manosear esos pechos enormes de Vero. Ella dirigió mis manos para que le apriete los pezones y las tetas, le encantaba que se los apriete.
Gemiendo ella me sacó de su concha y mandó a Analu que la chupe mientras se estiraba en el sofá. Analu levanto sus ancas para chuparla, y yo magnetizado le saqué el plug, que salió en un ‘flop!’ con el culito parpadeándome hacia mí.
-Dale, comele el culito que quiero ver-me incentivó. Yo le pasé más gel en el culo, entrando en el ortito con dos dedos, entrando y saliendo, mientras también embadurnaba mi pija.
Yo era más experto después de las clases de Analu, y además verla chupando a Vera y ofreciéndome el culo, era lo que necesitaba para que mi vara super dura se exitase lo suficiente. Golpeé su ano con mi pija, ella intentaba abrirlo lo que podía. Y le pasé mi cabecita en su entrada, hasta que entró entero, ya resbaladizo y regalado por el plug enorme. Mi pija penetró en su ano, dándole palmadas fuertes en las nalgas mientras Vero me miraba deliciada. Analu me miraba mientras chupaba a Vero y sentía toda mi pija en su ano, ahora entrando enterito.
Yo iba y venía loco, cada vez más fuerte, incentivado por Vero para que le coma el culo fuerte, y Analú pasó de gemer a gritar como loca, gozando por no sé, segunda, tercera vez. Vero la sujetaba de la cadena de sus pechos y gozaba con su lengua en los labios de la concha, ritmando con mis fuertes embestidas en el culo de Analu, rojo y deliciado.
-Quiero chupar tu leche hijo de puta -me soltó Vero bien cuando estaba casi por correrme en el culo de Analu, Así que saqué mi pija. En eso momento fue el éxtasis, vinieron las dos a acariciar y chupar mi pija, Analu masturbándome toda loquita, elas dos riendo. Gozé y solté toda mi leche en las dos, principalmente en la Analu toda putita que estaba enfrente a mi pija, un chorro fuerte golpeando en los pechos de Vero, que no se contuvo y engulló mi pija y la limpió mirándome bien puta.
Todavía tuve el placer de ver a Vero masturbando a Analu que se limpiaba sorbiendo mi leche en su cuerpo mientras los dedos de Vero la dejaban loca gozando otra vez, las dos exaustas echadas en el sofá.
Nos reímos y tomamos una ducha comentando los momentos más calientes.
Fue la primera vez que tuve una experiencia algo sadomaso, a tres, y a partir de ahí Vero me influenció mucho en mis acciones de ahí en adelante.