Este relato cuenta la historia de una de las nuevas familias modernas, las denominadas “integradas”. Padre separado con un hijo y madre divorciada con una hija. Cuarentena y sexo.
Comencé a notar que mi hijo me espiaba, vivíamos solos él y yo en casa. Siendo él un joven, muchas veces me cambiaba con la puerta de mi habitación abierta sin preocuparme de que él pudiera verme desnuda, soy su madre, pensé.
A pesar de tener 78 años, yo pensaba que las mujeres mayores pasaban del sexo pero me equivoqué totalmente... Las mujeres mayores todavía pueden hacerlo si encuentran la ocasión y disfrutan con ello.
Celia cree que su sobrino Enrique puede ser un gran hipnotizador. Él vive rodeado de mujeres a las que adora: su madre, su hermana y sus primas. Celia usará todas las armas disponibles para tentarlo y llevarlo a su máximo potencial.
Celia cree que su sobrino Enrique puede ser un gran hipnotizador. Él vive rodeado de mujeres a las que adora: su madre, su hermana y sus primas. Celia usará todas las armas disponibles para tentarlo y llevarlo a su máximo potencial.
Celia cree que su sobrino Enrique puede ser un gran hipnotizador. Él vive rodeado de mujeres a las que adora: su madre, su hermana y sus primas. Celia usará todas las armas disponibles para tentarlo y llevarlo a su máximo potencial.
Todo empezó cuando mi clima se descompuso y tuve que dormir en la cama de mis padres, sabía que mamá no estaría así que dormí con papá y cuando se despertó excitado no pude resistirme.
En todo grupo familiar existe una de esas tías a las que todos los sobrinos le hincaríamos el diente sin ningún tipo de dudas, y en esa categoría estaría clasificada Olga indudablemente.
Me acerqué a la cama de mi hija Lanie con mucho cuidado. Arrodillándome a su lado, le acaricié el pelo y le di un ligero beso en la mejilla. "Buenas noches, cariño", susurré.
El búnker ya no es seguro para Astrid y Lars y deben idear un plan de escape. Mientras se piensan como enfrentar al peligro más temido, Astrid confiesa una de sus fantasías más perversas.
El miedo a lo que hay afuera rompe todas las barreras, y los hermanos dan rienda suelta a sus más oscuras fantasías y perversiones, sabiendo que probablemente deban quedarse en ese búnker toda la vida.
Pasan los días y los hermanos empiezan acostumbrarse a la nueva rutina. Sin embargo descubren que no están solos en ese paraje desolador. Lo que van a encontrar los hace unirse de una manera que nunca hubieran imaginado
Astrid y Lars continúan encerrados en el búnker. Mientras intentan adaptarse a la nueva rutina empiezan a hacer descubrimientos inquietantes sobre lo que ocurrió en Suecia. Al mismo tiempo, también inician un camino de exploración y aprendizaje muy alejado de una relación fraternal.
Detuvimos el beso por un breve instante, en donde nos miramos fijamente el uno al otro; yo diciéndole con la mirada que ya no aguantaba más y quería metérsela ya; ella, pidiéndome con la suya que lo hiciera.
La joven Astrid recibe un llamado alarmante. Con desesperación toma a su hermano y llegan a un búnker oculto en el medio de un bosque Sueco. Mientras las bombas atómicas caen sobre el territorio, los dos tienen que aprender a convivir solos en una intimidad inquietante.
Clara lleva a su sobrino a pasar un fin de semana en la playa con la esperanza de mejorar la relación, pero pronto los dos descubrirán que ese viaje los cambiará para siempre.