Una familia regresa de vacaciones cuando una tormenta los obliga a refugiarse en una casa aislada. Tres hombres brutales los capturan y comienzan a violar a Romina, la madre, ante su familia aterrorizada y paralizada por el miedo.
Helena adoptó la primera pose, de pie, piernas separadas y manos en la cadera, el traje de pantalón proyectando una imagen de control que la blusa desmentía. Lucas tomó fotos de cerca del escote, capturando la seda luchando por contener su carne.
Lucas gruñó en el trasero de su madre, la combinación de la estimulación oral-anal y la penetración digital lo hacía vibrar. Helena gritó de placer, sus nalgas se contraían con cada embestida digital, sintiendo el placer más bajo y sucio que habían experimentado.
Helena comienza a desvestirse. Lentamente, desabrocha y desliza el vestido de tubo de licra por su cuerpo, revelando la silueta perfecta y el sujetador de encaje y las bragas debajo. Lucas, sin ropa en el torso, retira su pantalón de chándal.
Helena arqueó su espalda, intensificando la presión del contacto. Sintió un temblor profundo en su centro, la seda mojada por la humedad de su deseo.
Lucas rompió el beso solo para descender con sus labios hasta el cuello de Helena, besando con avidez el borde de su escote.
Si me dejas terminar con la lección y quitarte estos pantalones y las bragas, para que tu cuerpo quede totalmente liberado de la tensión, te prometo que mañana por la mañana nos vestiremos juntos y hablaremos de cómo podemos seguir siendo cercanos sin este juego de la atracción prohibida.
Dios, Lucas,” suspiró ella, con la derrota en su voz. “Solo por el frío. Y no te pases.” Lucas asintió solemnemente, sus ojos brillando con una mezcla de triunfo y deseo.
Mi madre tiene 46 años y es de familia católica,siempre fue muy dura con migo,pero un día descubrí unos videos de ella en su ordenador y gracias a eso acabó demostrando me lo puta que es ¡¡¡
En la asfixiante soledad del ático, Teresa se entrega al placer frente a un espejo antiguo dejándose seducir por una entidad maléfica. Pero al abrir los ojos, descubre que quien la observa desde el umbral no es un demonio, sino su propio hijo.
Mi tía Sofía, que había cerrado los ojos para tomar el sol, notó la tensión. Abrió un ojo y vio la escena: a su hija, hipnotizada por la erección de su primo. En lugar de enfadarse, sonrió. Se acercó a Camila y le susurró algo al oído que no pude escuchar, pero que hizo que el rostro de mi prima se.
Les comparto cómo la ausencia de Roberto, que trabaja lejos y largas horas, crea un vacío en casa. Con Sofía también afuera mañana y tarde, El vínculo con Tomás, que estudia en el mismo liceo en el turno nocturno, se va intensificando. Esa conexión sutil, despierta en mí preguntas sin respuestas.
Elena no dudó en aceptar la invitación de su hija. Lo que nunca imaginó es que el hogar de su muchacha no solo le ofrecería un techo, sino que derribaría las barreras de su propia reserva, mostrándole un mundo de pasión, confianza y un tipo de unión familiar que jamás había concebido, todo al calor.
Tras un divorcio traumático, Elena vive anestesiada y aterrorizada con su hijo, Julián. Al comprender que la autoridad materna ya no es suficiente para contener la furia que habita en su casa, la línea entre madre y mujer se desdibuja cuando decide usar el único recurso que le queda.
Siete meses después de haber sido desvirgada. Con mi cuerpo ardiente de lujuria, la sensualidad y erotismo que irradiaba de mi aura. Me entregué a los brazos de mi padre, cual si fuese poseída por el demonio de la lujuria, que me condujo a la realización de mi más glorioso encuentro sexual.
Jamás imaginé que en mi casa, tenía al mejor amante que pude haber tenido en toda mi vida, y que su coraje en contra mía, se transformó, por obra de la excitación y el deseo, en amor salvaje, puro, tierno y a la vez desenfrenado.
Las primeras veces suelen atravesar un camino complejo e inolvidable. El de este relato es reflejo de una pasión escondida y contradictoria, cimentada en un pasado cercano (Y contado en un relato anterior).