Kiyone finalmente llegó al límite de su paciencia. Si la rubia atolondrada quiere que se quede con ella, entonces tendrá que pagar el precio. Lo que Mihoshi nunca imaginó, es que el precio sería tener sexo con Kiyone. (Yuri)
Cuando encontré la mirada de mi pareja supe que debía probar ese polvo que usan animales en el altiplano. Lo hice de curiosa pero también por lo de adrenalina que tiene esta relación con cuatro hombres.
Mi esposa es brasileira yo chileno, nos vinimos a stgo a vivir, paseamos varios meses antes de irnos a vivir a otra ciudad de playa, mi mujer es muy abierta de mente y yo más aún.
A mi edad, por aquel entonces tenía 20 años, aún me resultaba conflictiva la experiencia que había tenido con mi pareja y el conserje, pues hasta antes de aquella si bien había tenido una vida bastante liberal en el ámbito sexual, siempre me había relacionado con personas que conocía socialmente, es
Cuando llegó mi pareja al bar, quedó sorprendido al verme, no andaba especialmente vestida para una ocasión como aquellas que nos gustan disfrutar de cuando en vez, sin embargo reí pues sabía lo que le estaba provocando.
No todas las historias que les cuento me han ocurrido ahora último, muchas ya han acontecido hace un tiempo, creo necesario hacer esta aclaración, pues de otro modo, ustedes pensaran que paso fornicando.
Mariela había enloquecido, tironeaba del perro y lo follaba con todo su cuerpo, Lucky emitía unos ligeros y agudos chillidos sintiendo los músculos de mi esposa que ordeñaban con fuerza su pene, tal y como lo hace conmigo
Lo deseaba cada vez más, así que prontamente me arrodillé, Fred se metió detrás de mi y continuo a lamerme, pero esta vez su lengua se ocupaba de mi culo enviando temblores a todo mi ser, sentí que Mario se acercó a mi y me desabrocho mi falda y bajó el cierre de la misma, levantando una pierna a la vez, le facilite el modo de quitármela y dejarme desnuda desde mi cintura hacia abajo
Me puso una almohada bajo mi vientre, sus dedos entraban y salían de mi culito, me abrió las piernas y lo sentí ubicarse entre ellas, después dirigió su pene enhiesto a mí orificio anal ...
Pasados algunos días, Carolina me avisó que le tocaba a ella hacerse cargo del turno de cuidar a mi suegra, así que iniciamos nuestro ritual de follar con mayor asiduidad y prepararnos para el periodo de abstinencia, yo ya sabía que la única abstinencia la estaba haciendo la Sole y ya me imaginaba de cómo estará de caliente y sedienta de sexo