Valencia I

Esta historia que voy a explicarles es verídica, empezó hace un par de años y todavía continua pero eso dará para más relatos.

Les explicare la historia digamos que de una buena amiga mía. Susana esta a punto de cumplir los treinta y cinco. Desde pequeña vivió en un ambiente regido por las normas y una conducta severa. Su padre era el exponente máximo de ese ambiente. Por lo demás es una chica bien formada. Escultural, ojos oscuros, pelo largo, unos muslos bien formados y unas tetas que harían la delicia de cualquiera.

Se casó con un amigo del grupo a los veinte y pocos por tal de salir de la sumisión a la que se veía sometida en su casa y con la que nunca encajó. Con su marido todo era normal. Se les veía un matrimonio feliz. A los nueve meses escasos nació un niño al que vino a acompañar otro el año siguiente.

Toda la normalidad habitual de la casa se rompió cuando hace un par de años un amigo del grupo tuvo serios problemas económicos y solicitó ayuda al marido. Éste no dudo en ofrecerle su ayuda. Total que se les instaló en casa. Susana no estaba muy de acuerdo porque antes de casarse había salido con él. Le daba cierta vergüenza. Pero Juan ( el marido) no le dio demasiada importancia y lo acogió en su casa.

Desde el principio la cosa era extraña entre Susana y Marcos ( el ex). Habían tenido una relación muy tumultuosa. Ella se enamoró locamente de él con apenas dieciséis años. Salieron y él fue el primero en desvirgarla.

Marcos disfrutaba con el sexo. Así que era habitual que hicieran el amor. Susana se volvía loca con la polla de Marcos y disfrutaba como nunca después llegó a disfrutar con su marido. Le gustaba cuando Marcos se ponía violento y la follaba diciéndole lo puta que era.

Marcos no tenía límite y sus acciones fueron subiendo de tono. Acciones que iban adentrando a Susana en un mundo nuevo lleno de placer. Uno de esos días él invitó a sus amigos a su casa con la intención de que vieran agazapados cómo se tiraba a Susana. Se escondieron detrás del sofá y desde allí podían seguir con claridad todo lo que pasaba en el salón. Marcos había recibió a Susana con un fuerte morreo y estrujándole el pecho de tal manera que Susana pensaba que aquel era el día en el que estaba más salido.

Susana vestía una falda corta negra y una blusa blanca, zapatos de tacón y maquillada lo justo. Estaba exuberante como sólo ella podía ponerse. Iba sin bragas ni sujetador. Marcos gustaba del exhibicionismo y no la dejaba utilizar ropa interior. Susana se las quitaba en el portal de su casa para que no se dieran cuenta sus padres de que iba desnuda debajo de sus ropas. Le gustaba vestir así.

Le provocaba un calentamiento sentarse en el metro e intentar disimular para que no se dieran cuenta. En ocasiones cuando iba con Marcos tenía que dejar ver su coñito. Rasurado y expuesto. Marcos solía sentarla en el vagón delante de jovencitos a los que Susana ponía a cien. El espectáculo era digno de ver, Marcos sentado a su lado le abría disimuladamente las piernas y la obligaba permanecer en esa situación mientras miraba a la cara del chico, que asombrado no podía apartar la mirada de aquel coño que se le exponía rasurado y humedecido. Los chicos terminaban empalmadísimos y a buen seguro las pajas de aquel día serían en su honor.

Cuando Susana iba sola no se atrevía a sentarse, recorría el trayecto de su casa a la de su novio de pie para prevenir cualquier descuido. Eso le ponía a cien. Sobre todo cuando subía por la escalera mecánica pensando en que la persona que le seguía podía ver todas sus intimidades. Desde luego la visión debía ser de un buen culo y un chochito al aire. Aquel día en las escaleras le siguieron tres muchachitos sonrientes que comentaban entre ellos lo guarra que era la chica. Susana al escuchar aquellas palabras referidas a ella se le clavaban en el cerebro y aumentaban aún más su líbido.

Hola Marcos Hola preciosa, hoy voy a follarte como nunca Eso espero Sabes que nunca te decepciono

Marcos la besaba en el cuello mientras le quitaba el jersey y la falda.

Los que se quedaron boquiabiertos al pensar que su amiga no utilizaba ropa interior fueron los dos amigos del grupo que estaban agazapados y que no podían creer las bravuconerías que Marcos les explicaba de su novia. Pero no lo eran, Susana no parecía una furcia pero aquel concepto cambió a partir de entonces para ellos.

Marcos mantenía a Susana en medio de la sala completamente desnuda y ajena al espectáculo que estaba dando. Marcos la cogía por detrás y mostraba todos los atributos de su novia. Las tetas firmes y jugosas, el coñito rasurado y la cabeza ladeada de los lametones que le daba su novio.

La tumbó sobre la mesa y sin quitarse los pantalones le dijo:

Te voy a follar mi vida Aquí no, vámonos a la cama

Marcos no le hizo caso y siguió con lo suyo. La inclinó sobre la mesa y después de darle un par de pellizcos en el coño le abrió las piernas. Expuso todo el coño con sus labios rebosantes. Se la metió de golpe.

Susana estaba completamente mojada y no tuvo problemas en recibir aquella polla.

Sigue, Marcos, no pares Cállate, puta, yo sabré cuando debo parar -y paró. No, por favor, sigue, méteme la polla hasta el fondo. Te ha visto alguien mientras venías Los vecinos de siempre Y en el metro te has dejado meter mano como te dije No he tenido oportunidad pero sólo de pensarlo venía súper caliente así que por favor sigue Te gustan las pollas verdad mi amor- y siguió follándosela

Ella sólo pudo espetar un sí bien grande

Eres una putita Sí lo soy, me gusta que me trates como una puta. Y hoy he disfrutado más que nunca. Venían tres chicos que se han puesto las botas en las escaleras El próximo día quiero que te vean en el vagón, de acuerdo mi putita Sí Marcos- sólo pudo decir Invitaré a mis amigos para que te acompañen Será divertido Te gustaría que estuviesen aquí y te la metiesen ellos también verdad- y paró Siiiiiiii, pero sigue por tu madre Eres una buena perra, mi putita- y siguió

El metesaca duro un tiempo. La polla de Marcos llenaba toda la vagina. Al principio Susana tenía verdaderas dificultades para que nadie se diera cuenta que venía recién follada.

Marcos Duraba y duraba. Susana se estremecía con las folladas de Marcos. Cuando éste terminaba siempre le decía lo mismo

Susana me corro pon la boca-

Susana obediente y agradecida se arrodilló y esperó a que su amor pusiera la polla dentro de su boca y comenzase a descargarse. Los chorros de semen caían a borbotones dentro de su boca. Marcos nunca dejaba que sacara la cabeza y no le quedaba más remedio que tragárselo.

Quiero que seas una zorra.

Susana no podía imaginar cuánto de verdad ocultaban esas palabras.

Tienes alma de puta. Y precisamente de eso quiero hablarte. Ya podéis salir- gritó Marcos

Los dos amigos salieron de su escondrijo y no pudieron ocultar su sonrisa. Susana continuaba arrodillada con el miembro de su novio en la boca y llena de leche. Todavía quedaban resquicios de semen en sus labios y cara. Intentó taparse pero Marcos se lo impidió. Sus dos amigos pudieron comprobar más de cerca lo bien hecha que estaba.

Mira Susana necesito algo de guita y nuestros amigos me pagarán por hacer lo que quieran contigo.

Y tú ni mu- dijo Carlos

Susana entendió entonces las palabras de Marcos

Venga cariño no seas estrecha, podemos sacarle partido a tu coño- añadió Carlos

Carlos la besaba en el cuello buscando el punto de calentura y morbo que la hiciera empezar a desinhibirse. Mientras una mano la dirigía a su pecho. Él sabía que su punto débil era el cuello y los pezones. Susana tenía escalofríos no podía resistirlo y a fin de cuentas era su novio quien le proponía serle infiel. Pero ella no era una puta y su novio era lo que le pedía. Dejarse llevar y cobrar por follar, pero eran amigos de ella. Era una gran duda.

Mientras ella meditaba sus dudas sus amigos disfrutaban de la visión de una mujer desnuda y sometida. Marcos le tocaba el coño, entrando y sacando primero un dedo luego dos. Sin importarle los miramientos de Susana ya la había tumbado boca abajo, a cuatro patas. Toda su grupa estaba expuesta y su novio empezaba a montarla. Los amigos estaban desnudos masturbándose ante semejante espectáculo.

Ella dudaba pero ya no había marcha atrás. Estaba siendo follada delante de sus amigos. Las tetas se balanceaban al mismo ritmo de los envites de su novio. El placer era inmenso y el morbo añadía al placer un deseo febril.

Mientras Marcos la follaba no podía dejar de pensar que sus amigos habían escuchado toda la historia. Había sido engañada y humillada. Marcos se la follaba sin ningún miramiento. Ella estaba gozando más que nunca. Sentía ríos de placer. Estaba a punto de correrse. El placer era indescriptible. Ya no podía parar necesitaba ser follada. Necesitaba esa polla hasta el fondo.

Métemela toda- gritó loca de placer. Necesitaba sentirla dentro. El orgasmo era inminente Te gusta eh putita- Contestó Marcos Siiiii, me gusta tu polla Muy bien Susana, te has comportado como una verdadera puta- Marcos se separó de ella dejándola gritando de placer pero sin poder llegar al orgasmo. Sigue cabrón no te pares ahora Mira, yo te follo cuando quiero, ellos me han pagado y les toca disfrutar de la puta-

Marcos invitó a cada uno de sus amigos a ocupar su puesto sin ninguna protesta por parte de Susana. Ella necesitaba ser follada y no le importaba ya por quién ni las personas que miraran o abusaran de ella. Estaba disfrutando y el morbo añadido de cobrar la ponía a cien.

Antes de montarla tenéis que pagar- Antonio dejó 5000 pesetas en la mesa y se dirigió a coger lo que había pagado.

Antonio se folló a Susana y luego lo hizo Juan. Ninguno quiso acabar dentro de ella, se corrieron los dos soltando los líquidos en su culo para hacerla sentir más puta si cabía. Como premio Marcos volvió a follarla, la montó y comenzó su interminable mete y saca. Después de Marcos se la follaron entre todos 2 veces más cada uno. Se la follaron por el coño, el culo y la boca. Susana tuvo por lo menos 3 orgasmos. Rebosaba semen por todos los agujeros. Había disfrutado como nunca lo había hecho. Marcos cogió el dinero y se marcharon dejándola a ella sola sin poderse mover apenas. Se vistió y se marchó a su casa con el goce del día conseguido. A partir de entonces no pudo dejar de considerarse una puta más.

Marcos recuperó mucho dinero de las orgías de su novia. Ella cada vez necesitaba más polla. Hasta que un buen día su actual marido le ofreció en matrimonio. Él no sabía que ella ya estaba embarazada, y que el padre no era él. Nada sabía de las folladas de su puta esposa. A los ocho meses y medio nació un niño al que Susana no podría enseñarle su padre porque ni ella lo sabía.

El lector entenderá por qué a ella no le hacía gracia que Marcos volviera a su vida. Su marido no sabía que entregaba la gallina al zorro. Susana se había olvidado de todo aquello. Para ella fue una época de la que no se sentía orgullosa pero disfrutó todas y cada una de las folladas que su novio le preparaba. De hecho Marcos era el primer interesado en que Susana disfrutara.

Susana tuvo que soportar la entrada de Marcos en su casa. Su marido no sabía ni intuía nada de las congojas de Susana porque ésta no podía explicarle las causas. Los primeros días la relación con Marcos fue de lo más normal. No tuvo más que una ligera sonrisa cuando mostró a Marcos su habitación. Era una habitación amplia con una cama en el lado derecho y una mesita de noche.

Marcos se hizo pronto con los niños. Tenía una buena mano con los niños. Pronto le consideraron su modelo a imitar. Jugaba con ellos a todo lo que estos le ofrecían convirtiendo la casa en un lugar de risas y juegos.

Los días fueron pasando. Uno de esos días en que el marido se marchó al trabajo, Susana fue como todos los días al cambiador. Escogió una faldita a cuadros que tanto le gustaba y un top. Al buscar su ropa interior se dio cuenta que simplemente no estaba. Fue a ver si la chacha las había lavado pero no las encontró. Enseguida pensó en el culpable de aquella extraña desaparición.

Marcos, tienes algo que decirme- dijo enfurecida Yo no mi amor-Sonrió él Mira será mejor que entiendas que para mí aquello es historia pasada y no quiero que vuelva a suceder nada entre nosotros. Soy feliz en mi matrimonio y no quiero estropearlo. Mira Susana tú, quieras o no, tienes alma de puta y eso no puede olvidarse. Dime si tu marido te hace gozar tanto como disfrutaste conmigo Eso no te importa- esquivó Susana- Esta noche tenemos la fiesta en tu honor y vienen muchos amigos. Como comprenderás no puedo ir por ahí sin ropa interior. Mira si has perdido tus bragas tú sabrás en que polla las has dejado, a mí no me mires. Marcos quiero que aparezcan y pronto.- diciendo esto se volvió y dejó a Marcos con su sonrisa socarrona

Las bragas no aparecieron y Susana tuvo que ir todo el día sin bragas, sólo con su faldita a cuadros, disimulando para que sus hijos no vieran lo puta que era su madre. Los invitados iban llegando y ella como buena anfitriona que era los acogía a todos con una sonrisa. Pero no podía dejar de pensar que iba desnuda. Tenía la misma sensación que cuando joven Marcos la obligaba a ir en el metro sin ropa interior. Pensaba que los invitados podían darse cuenta de que no llevaba bragas y eso le hizo subir mucho la temperatura.

Eres un cabrón No me digas que no estas disfrutando

Ella no contestó. No debía reconocer que la situación le gustaba. De nuevo sentía un extraño picazón en él estomago. Sólo se atrevió a mirarlo despectivamente.

La fiesta se desarrolló como tenían previsto. Buena comida, bebida de la mejor y para acabar un buen baile. Marcos la asaltó mientras bailaba con Carlos. La pieza era un vals. Sus cuerpos tenían que permanecer juntos, notando el bulto que tantas veces había sido suyo y por el que se convirtió en una puta.

Toda la situación más los recuerdos de aquellas folladas estaban consiguiendo humedecerle todo el coñito como hacía mucho que no lo tenía.

Carlos sabe que voy sin ropa interior- Informó Susana- Eso es culpa tuya Susana, Carlos y todos los tíos de la fiesta, no pueden dejar de ver cómo se te mueven las tetas. Conociéndote es fácil saber que tampoco llevas bragas. ¿No te parece? Eres un cerdo Y tú una puta. Aunque para ti eso no es nuevo

El vals finalizó. Susana tuvo que salir a tomar el fresco. Carlos y Marcos la siguieron. Marcos comenzó a hablarle flojito en el oído

Sabes que no puedes resistirte- aprovechaba que estaba cerca de su oído para susurrarle más que en el oído en el cuello. Le empezó a besar en el cuello con alguna reticencia que cesó rápidamente.

Déjame Marcos, por favor- suplicó Susana. Piensa en mi marido, él se portó bien contigo- añadió Y ¿contigo se porta bien? No te has corrido nunca con el cabrón de tu marido ¿verdad? Bueno a veces tengo que acabar con consoladores Ves nunca dejarás de ser lo que eres

El ruido de la fiesta y las risas no le recordaba que su marido sólo estaba detrás de la puerta. No esta vez no cedería. Hizo un intento de marcharse con no demasiado ímpetu.

Marcos la retuvo mientras le daba un fuerte morreo que la dejó sin habla. Con los labios fue alisando el cuello mientras con las manos le subía la falda.

Ves Carlos va sin bragas, ya te lo dije

Carlos se abalanzó sobre ella y le arrancó la blusa dejando libres las tetas que siempre que quiso habían sido suyas. Bajó sus manos hacia el coño de aquella hembra. Lo recordaba más mojado. Aunque no pudo evitar mojarse toda la mano. Susana sólo podía emitir gemidos controlados. Estaba siendo poseída de nuevo pero temía que su familia pudiera descubrirla.

No le quedó ningún agujero por ser catado. Marcos la tumbó en el suelo. Le había subido la falda para que sus glúteos sintieran el frío suelo. Le abrió las piernas y comenzó a besarle el clítoris. Susana estaba recordando viejos tiempos. No pudo retenerse y esta vez se corrió enseguida. Marcos como si no hubiese pasado nada se bajó los pantalones y se dispuso a entrar en su coño. La polla, creía Susana, que le había aumentado de tamaño. Casi no le entraba si no hubiera sido porque su coñito parecía un río. El mete y saca estaba consiguiendo que estuviera en puertas de otro orgasmo. Carlos le puso su polla en la boca. Susana sabía cómo tratarlas produciendo un deleite a Carlos que no tardó en correrse. Los espasmos de leche eran increíbles. Carlos le obligó a tragarse todo lo que salía. Algunos restos le fueron a parar a la cara. Susana llegó en ese momento al segundo orgasmo de la noche.

No has perdido facultades Carlos- pudo decir Es de las putas que me tiro. Pero ninguna está tan buena como tú

Carlos tiró 5.000pts sobre las tetas de Susana. Se subió los pantalones y se marchó a la fiesta con su mujer.

Ese dinero es tuyo, te lo has ganado- Dijo Marcos No lo quiero- Contestó

Marcos paró. Y fue a salirse. Susana estaba llegando ya a su tercer orgasmo. Comprendiendo la acción, cogió rápidamente las 5000 pesetas y dijo

Soy tu putita pero no pares cabrón

Marcos siguió insuflándole polla mientras Susana agarraba su dinero, garantía de un tercer orgasmo. Marcos se corrió dentro de su coño. Susana no había podido llegar.

Por favor no me dejes así Las putas como tú estáis para dar gusto, recuérdalo Sí, lo recordaré pero sigue follándome El resto lo dejo para tu marido. Hoy se la comerás bien. Y no querrás que se dé cuenta supongo

Marcos se subió los pantalones. Se abrochó el cinturón y se marchó a la fiesta. Susana quedó tendida en el suelo. Se sentía muy sucia pero había disfrutado. Eso tenía que reconocerlo. Le gustaba el nuevo rumbo de su vida. Subió a su dormitorio y se duchó. Bajó cambiada pero sin bragas claro.

A partir de aquel encuentro no volvió a pedir ni querer saber dónde estaban sus bragas. Se las ingenió para que su marido le pidiera que no las utilizara. No sabemos cómo, pero el hecho es que no volvió a gastarse dinero en ellas.

Susana iba siempre medio desnuda por la casa. Al menos ella eso sentía. Marcos consiguió que volviera a su antiguo oficio. Incluso le tatuó cerca del coño la palabra «puta propiedad de M». Susana para que no se diera cuenta su marido se ponía a horcajadas y era ella la que tenía que montar. Su marido siempre follaba sobre follado pero pensaba que eran los líquidos de su puta esposa. Era según él un poco guarrilla.

Un día mientras comían Juan comentó que había pillado a su hijo mayor masturbándose con una revista de chicas.

Éste lo que necesita es una buena puta- añadió Sí todos necesitamos que alguna putita nos desvirgue, son las que más saben- Marcos miraba a Susana que completamente entregada ya no se atrevía a abrir la boca. Sí creo que lo mejor será que le traigamos una puta a casa antes de que la busque él, no crees cariño- Juan esperaba una contestación. No sabía qué pensaría la buena de su mujer. La mirada de Marcos y Susana se cruzaron Sí mi amor creo que sí- se limitó a contestar Tiene que ser de confianza. Marcos tú no conoces alguna que sea de fiar Ninguna puta es de fiar. Pero creo que tengo la persona ideal

Susana temió aquel comentario. Sabía que Marcos podía hacer de ella lo que quisiera. Pero no le creyó capaz.

Aquella noche Juanito estaba en su cuarto cuando entró Marcos. Juanito era un chico bien parecido. Era guapo como su madre y las chicas estaban coladitas por él. Medía 160, su cuerpo esta formado por el deporte, rubio, ojos claros. Su culito es… Y tiene una buena polla

Hola Juanito Hola tío Marcos Oye no me voy a ir con rodeos. ¿Tú lo has hecho alguna vez con una mujer? ¿Eh?. Esto-tartamudeó, sólo tenía 17 años- Pues no Y ¿te gustaría supongo? Claro por quién me has tomado Mira hoy he estado hablando con tus padres y quieren que te consiga una puta. Oye no necesito esoàA mí las putas no me van Bueno como quieras, si quieres dímelo- Marcos se fue a levantar Vale- se dio prisa en contestar, se le podía ir una buena oportunidad y no debía desaprovecharla De acuerdo será mañana. ¿No puede ser hoy? Tengo que preparar a tu madre

Juanito se quedó sin habla.

Juanito las mujeres tienen sus necesidades igual que los hombres. Tu madre se acuesta con muchos hombres sin saberlo tu padre y cuando me lo dijo tu padre enseguida pensé en ella. ¿Es una puta? Sí, lo es. Y muy buena por cierto ¿Tú te la has tirado? Yo y la mayoría de hombres que conoces. Pero no debes decírselo a tu padre. Si no se me acabaría el chollo

Marcos le explicó lo lanzada y caliente que era su madre. No se guardó ninguna de las experiencias que habían tenido juntos ni omitirle ningún detalle por escabroso que fuera. Le dijo que no debía avergonzarse. Que ella nació puta y que necesitaba vender su cuerpo. A lo que él la ayudaba para que no se metiese en líos.

Juanito estaba empalmadísimo. Recordaba que en la última fiesta su madre tuvo que cambiarse pero claro no sospechó la causa. ¿Quieres masturbarte? Estoy a reventar Tengo una foto de tu madre en un calendario ¿En un calendario? Sí tu madre se hizo unas fotos para nosotros, de hecho esas fotos están en Internet Y esas fotos ¿quién las tiene? – Se preocupó Juanito Todos los que nos la hemos follado. Ella las daba como agradecimiento- mintió Marcos Vaya cacho puta- dijo su hijo

Juanito cogió la foto y se bajó los pantalones del pijama. No utilizaba calzoncillos para dormir. Sin ningún pudor se cogió la foto y comenzó a masturbarse. Marcos le dejó masturbándose con la foto recordándole lo que iba a pasar mañana.

El día amaneció nublado. Susana intuía que a su hijo le pasaba algo. Pero no se preocupó por lo servicial que estaba con ella. Extrañamente Juanito y sus amigos cambiaron el lugar de juegos para ponerse debajo de la escalera donde había una mejor visión. Allí comprobarían que lo que Marcos decía era verdad. Marcos no paraba de hacerla subir y bajar. Recoger unas cartas, hacer su cama, llevar unos calzoncillos limpios a su cuartoà

Los chicos estaban empinadísimos. Juanito había invitado a dos amigos suyos.

¿Habéis traído el dinero chicos?- preguntó Marcos mientras Susana subía de nuevo al cuarto Sí contestaron ¿Yo también?- preguntó Juanito Juanito las putas son putas. Pero tranquilo el dinero ya me lo dio al cabrón de tu padre.

Aquella tarde Marcos ordenó a Susana tumbarse desnuda en la cama de matrimonio. Empezó con sus juegos preparándola para dejarla en el punto desde donde no podía tener fin. El mismo que tanto le había servido a él. Se preguntaba si esta vez no iba demasiado lejos.

Una vez tuvo preparada a la puta, le ordenó que se pusiera a cuatro patas.

Venga putita, vas a ser la delicia de esos chicos. Si te portas bien luego te follaré yo.

Abrió la puerta y dejó entrar a los tres chicos que nerviosos esperaban tras la puerta . Los tres lo hacían por primera vez. Se quedaron sin habla contemplando aquel cuerpo que se les ofrecía. Sólo habían visto tetas y coños en revistas pornográficas, pero nunca tan dispuestas para ellos como aquella mujer. A pie de cama sólo podían dirigir sus miradas hacia las tetas que libres parecían balancearse en la cama. Aquel enorme culo y un coño que separaba los dos glúteos. El coño estaba depilado como en los viejos tiempos de Susana dejando ver con claridad el tatuaje que no permitía ver a su marido.

«Puta propiedad de M», Marcos- Leyó Juanito en voz alta

Seguían embobados contemplando lascivamente aquel cuerpo que iba a ser suyo, del que dispondrían igual que lo habían hecho sus padres

Dejar el dinero en la mesilla y desnudaos – ordenó Marcos

Uno a uno se fueron acercando a la mesilla sin poder dejar de mirar. Depositaban 5000 cada uno y comenzaban a desnudarse.

Quién será el primero en probarlo

Susana esperaba que su hijo fuera él ultimo pero Marcos le brindó la oportunidad de ser el primero. Susana había visto aquella pollita muchas veces pero no pensaba que fuese tan grande. De un vistazo revisó todo el cuerpo de su hijo. Se sintió orgullosa de él, intentaba disimular pero fue imposible. Su vista se centraba en el culito de los chicos. Eran culitos prietos que harían las delicias de toda mujer. Recordaba el lunar que Juanito tenía en su culito, seguía en el mismo sitio. Era un culo pequeño, blanquito con una manchita negra en un glúteo. Repasó el resto de las pollitas pensando que la iban a penetrar No podía dejar de mirar aquellas pollas. Eran amigos de sus hijos y la de su hijo. Esta ultima intentaba no mirarla. Pero no podía evitarlo.

Marcos aquel día estuvo más duro que nunca:

Te gustan estas pollas eh putita- Susana no contestaba Contesta zorra. Sí, me gustan. Me gustan mucho Pues van a follarte putita

Puedo tocar- preguntó Juanito Hoy os dejara hacer lo que queráis. Hoy podréis catar el material.

Los tres se acercaron y comenzaron a tocar. Susana sólo notaba manos en su cuerpo, aquellos diablillos le estaban tocando hasta el ultimo centímetro de su cuerpo. Estaba expuesta como un animal a la merced de esos tres jovencitos que no desaprovechaban la ocasión de hacer realidad sus pajas. Susana estaba llegando a un orgasmo y Marcos se daba cuenta:

¿Te gusta zorrita? Siii Meterle los dedos en el coño

Juanito fue el primero. Se comportaba como el propietario de aquella mercancía, le metió los dedos como buscando la profundidad de aquel agujero mientras Marcos les iba explicando cada parte de la hembra. Estos pezones si están empinados como estos es que esta dispuesta para daros gusto dijo. El clítoris es necesario para ponerla nerviosa y que os obedezca en todo. Ellos iban siguiendo los pasos que les indicaba su instructor. Susana llevaba rato intentando contenerse pero no pudo e irrumpió la clase con un fuerte orgasmo que espantó a los chicos.

Tranquilos, sólo es que la puta esta disfrutando. Venga Juanito fóllatela ya.

Juanito se subió a la cama y se puso en posición de follada.

No así no. Perra ponte a cuatro patas.

Susana obedeció enseguida, se dio la vuelta y levantó el culito. Su hijo la cogió por la cintura y con la polla en la mano buscó el conejito. Entró poco a poco y lerdamente provocando un gemido de su madre. Le metió la polla hasta los huevos.

Marcos le susurró al oído:

Aprisiona esa polla como tu sabes, dale el gusto que sabes darles. Quién te iba a decir que estarías así. Cuando Juanito era pequeño y le explicabas lo del conejito no esperabas que su polla estuviera algún día en tu conejo.

Fóllame Juan, fóllate a tu madre- gritó Susana

Putita tienes la polla de tu hijo bastardo en el coño. Disfruta de este machito.-le gritó Marcos

Y a una orden de Marcos, Juanito empezó a moverse dentro de ella. No tardó mucho en correrse. Fueron tres o cuatro embestidas nada más y cayó desplomado encima de ella mientras gritaba de placer. El semen le corría por las piernas desde su conejo, Juanito se incorporó y le llevó la polla para que se la limpiara de los restos de semen.

Tengo la polla llena de semen por tu culpa puta, límpiala- espetó su hijo

Metió la polla en la boca de su madre mientras uno de sus amigos retomaba el puesto que le había correspondido al hijo. Siguieron por turnos follándosela en dos o tres espasmos. No duraban más. Le dejaron el chochete lleno de leche. Mientras le tocaba el turno a uno, el anterior le hacía limpiar la polla con las mismas palabras que había utilizado su hijo.

Los tres se corrieron dos veces. Una vez en la boca y otra dentro del conejo. Susana se quedó inmutable, para ella es como si le hubieran hecho cosquillas. Necesitaba más, necesitaba explotar.

Marcos fue él ultimo en follársela por el culo mientras los chicos miraban cómo se la tiraba. Susana empezó a gemir y tuvo dos orgasmos más. Pero parecía no tener fin aquel día.

Así que Marcos se decidió a ir todavía más allá. La ordenó que se levantara y salieron todos de la casa tal y como estaban. Los chicos por pudor se pusieron los calzoncillos. Marcos se dirigió a las cuadras. Allí tenían buenos caballos y un pony que le había regalado a Juanito. Abrió una de las cuadras que estaba vacía y hizo entrar a Susana.

Ponte a cuatro patas.

Marcos cogió los arreos del pony y se los puso. Buscó una silla de montar, se la colocó en la grupa y apretó las tirillas. Las tetas quedaban libres moviéndose a cada paso que ella daba. Una de las cuerdas de los arreos los ató en una argolla de la pared. Mientras, los tres chicos miraban desde fuera de la cuadra. Marcos le dio un buen azote en el culo que hizo mover a aquella yegua hacia delante. Cogió un cesto con comida y se lo puso delante. Finalmente le dio a comer un azucarillo como si de una yegua cualquiera se tratara. Los chicos sacaron sus herramientas y empezaron a masturbarse. Uno a uno fueron entrando y descargaban en el culo de la yegua.

Venga chicos dejarla ya.

Espera Marcos, tengo que orinar- dijo Juanito

Se fue hacia una esquina y se puso a mear. El chorro daba contra la pared formando un charco que se iba agrandando hacia donde estaba su madre. Los otros dos le imitaron llenando la estancia de un olor a pis.

Venga, vamos, Ya habéis meado.

Putita te dejamos aquí. Ya ves que si te tumbas caerás en meados. Mejor que no lo hagas si no no podríamos follarte nosotros.

Salió de la cuadra cerrando el porticón.

Vámonos, esta noche le daremos a esta yegua lo que necesita.

Te quedarás aquí hasta la noche. No se te ocurra levantarte. Si tienes hambre ahí tienes tu comida. Sólo puedes relinchar no se te ocurra hablar de acuerdo.

Hiiiiiiiiii – contestó