Unos días de descanso
Muchos me conocerán por mis anteriores relatos, pero para los que no, les cuento que soy de Argentina, tengo 28 años soy de pelo castaño, mido 1.70 y mis medidas son 100 – 62 – 92.
Estuve un tiempo sin escribir ya que debido a los problemas de mi país me quedé sin mi trabajo, pero por suerte ya encontré uno nuevo y este relato surge de este suceso.
Después de varios días y tocar varios contactos pude conseguir un nuevo trabajo, pero lo debía comenzar en una semana, por lo que decidí, tomarme unos días de descanso antes de empezar para recuperarme de los malos momentos que viví y tomar energías para el nuevo empleo.
Me fui a pasar cuatro días a la provincia de Córdoba, donde hay sierras y el clima es suave y tranquilo, en una hostería un poco alejada, quería estar sola y tranquila.
Al llegar comprobé que había elegido el lugar correcto, era muy tranquilo con mucha naturaleza y debido a que no era temporada casi no había gente.
Me recibió el administrador, fui a mi habitación, estaba algo cansada, así que solo me di una ducha y dormí un buen rato.
Me despertó el teléfono, diciéndome que era hora de cenar.
Bajé y junto a mí, en otra mesa solo había una pareja de unos 50 años aproximadamente.
Cené muy tranquila y sola, cuando estaba por terminar, entró al lugar un hombre maduro, canoso, de ojos claros, como de unos 50 años también pero lo note atractivo, vi como saludaba a la pareja, incluso me pareció que los conocía y luego se dirigió a mi mesa, me saludó y se presentó diciéndome que se llamaba Raúl y era uno de los dueños del lugar.
Me preguntó sí podía acompañarme, pero me negué elegantemente, en verdad no deseaba compañía, pero entonces me ofreció tomar una copa después en el bar, no pude rechazarlo, ya hubiera sido mucha mala educación, así que luego de cenar lo encontré en el bar.
Tomamos algo y charlamos un poco, quiso saber porque estaba sola, le conté sin mayores detalles, la charla no duró mucho, le agradecí su copa y antes de irme me pidió que por favor cenáramos al día siguiente, no pude rechazarlo, después de todo él era muy agradable, solo era yo que estaba tratando de mantenerme sola y tranquila, pero por lo visto era difícil que lo lograra, así que acepté y me fui a dormir.
Al día siguiente me levanté y fui a nadar a la piscina del lugar, me puse un traje de baño bastante pequeño, cola less, y fui a nadar un poco y tomar algo de sol, el día era espléndido.
Estaba en la piscina y llegó Raúl, noté como se sorprendió un poco al verme así vestida, me saludó, dándome los buenos días, lo saludé y hablamos solo un poco, estaba ocupado, pero me recordó la cena de la noche, le dije que no lo había olvidado y me levanté para entrar a la piscina, al verme me dijo que era realmente hermosa, solo sonreí y lo deje allí mirándome, sentí sus ojos clavados en mi cuerpo y sobre todo en mis nalgas cuando le di la espalda caminando hacia la piscina.
Pase el día sin volver a Raúl, por la tarde salí a caminar un poco y volví para bañarme y arreglarme para la cena.
Mientras lo hacía me di cuenta que sin quererlo estaba arreglándome demasiado y poniéndome bastante sexy para una cena que no significaba nada especial, pero inconscientemente creo que pensaba otra cosa y me prepare para la ocasión.
Elegí un vestido corto y ajustado de color negro, no me puse sostén y me coloque una tanguita negra.
Al llegar al comedor ya me estaba esperando Raúl, con una mesa preparada, gentilmente se levantó y me ofreció una rosa, y diciéndome lo bella que estaba, se lo agradecí y note en su cara como lo había impactado mi cuerpo, cenamos muy agradablemente, él era un hombre muy simpático, sabía que me estaba tratando de seducir, pero seguí su juego ya que de todos modos me agradaba y deje que las cosas fueran pasando.
Solo cenamos el y yo y la otra pareja que había en el lugar, al terminar de cenar, improvisó una pista de baile y ambas parejas bailamos un buen rato, Raúl se pegaba a mí, noté su cuerpo contra el mío y la excitación comenzó a crecer entre ambos, entonces me invitó a tomar champagne pero me dijo que podríamos disfrutarlo más en su habitación, acepte con gusto ya sabía que pasaría así que me propuse a disfrutar la noche.
Llegamos a su habitación, bebimos el champagne y luego él me abraza y me dio un beso en la boca apasionado, lejos de resistirme, mi boca se abrió para dar paso a su lengua que rápidamente se unió a la mía, sus manos recorrían mi espalda y apretaban mi cuerpo al suyo, sentí mis pezones ponerse duros y clavarse en su pecho, él también los notó y su boca bajó por mi cuello y mi pecho, recorrió mis pechos y besó mis pezones por sobre mi vestido, sus manos se posaron sobre mis hombros y lentamente bajo mi vestido, desnudando mis grandes pechos, que asomaron excitados y con los pezones duros y erectos, sentí su boca apoyarse sobre ellos y chuparlos, los recorría con su lengua y los apretaba con sus labios, mis pezones estaban como piedras, él los chupaba con maestría, me excitaba mucho.
Luego quitó por completo mi vestido, se quedó un momento admirando mi cuerpo, solo cubierto por mi tanguita, no dejo de elogiar mi hermosura y belleza, me sentó en un sillón y comenzó a recorrer todo mi cuerpo con su boca, beso mi boca, mi cuello mis tetas y bajo por mi vientre hasta mi sexo, lo recorrió con su boca por sobre mi tanga, notando mi humedad, corrió de costado mi tanguita y lamió mi sexo de arriba abajo, su lengua recorría toda mi conchita húmeda que cada vez se mojaba mas, tomó mi clítoris entre sus labios y lo chupó, me estremecí gimiendo fuerte, sin dejar mi clítoris, metió un dedo en mi conchita y me penetraba lentamente, mis jugos ya corrían abundantes sobre sus boca y dedos, cada vez gemía mas fuerte, metió dos dedos en mi concha y hundió su boca en mi clítoris, me hizo explotar de placer, acabé en su boca, chorreando jugos, tome su cabeza y la apreté contra mi concha, refregándola toda por su cara que quedó toda mojada de mis jugos, entregándole las ultimas convulsiones de mi orgasmo.
Me besó en la boca, pude sentir mis jugos compartidos en nuestras bocas, entonces comencé a desnudarlo, desabroche su camisa, besé su pecho, lo recorría con mi lengua, desabroché sus pantalones, acaricie su verga que ya estaba algo dura bajo sus calzoncillos, la besaba por sobre ellos, la recorría en toda su longitud con mi boca, metí mi mano y tome su verga sacándola de su encierro, era una verga de buen tamaño, algo gruesa, la empecé a pajear despacio, se puso mas dura en mi mano, la lamía con mi lengua en círculos sobre su cabeza roja e hinchada, luego lo lamía de arriba abajo recorriendo su verga ya totalmente dura y caliente, la puse en mi boca y lo comencé a chupar despacio, peor cada vez más profundo, él gemía del placer que le daba mi boca, su verga entraba mas en mi boca, hasta que la trague entera, mis labios chocaron contra sus huevos y su verga golpeo mi garganta y así lo chupe fuerte y profundo un buen rato hasta que me pidió que parara que aún no quería acabar.
Entonces nos fuimos a la cama, me acostó y me quito la tanga que aún tenía puesta y él también se desnudó por completo, se puso sobre mí y comenzó a penetrarme suavemente, despacio, pero hasta el fondo, luego aceleró sus movimientos poco a poco, cada vez más fuertes e intensos, nos besábamos, acariciaba mis tetas, cogíamos fuerte y duro y así ambos alcanzamos juntos un orgasmo intenso, sentí su leche inundar el interior de mi concha, era abundante y caliente, su verga se mojo toda con mis jugos también, nos quedamos así juntos abrazados, convulsionados ambos por el orgasmo gozando el momento.
Se acostó junto a mí, fui sobre su verga y la lamí y chupé para dejarla limpia de mis jugos y su leche, estaba ya un poco flácida, pero mi boca logró reanimarla, Raúl me dijo que nunca nadie había logrado ponérsela dura después de un orgasmo como lo hice yo, seguí comiendo su rica verga, hasta tenerla bien dura, entonces lo monté por la concha, me clavé en su verga y subía y bajaba por ella, mis tetas saltaban con cada embestida, me agaché un poco y le pedí que me comiera las tetas, lo hizo con placer, mientras yo no dejaba de cabalgar fuerte su pija dura y caliente, ahora el aguantaba después de su primera acabada y así lo monté un buen rato hasta que alcancé un nuevo orgasmo fuerte, no dejé de cabalgarlo hasta que sentí que estaba por acabar de nuevo, entonces me salí de su verga y me puse con mis tetas sobre ella, la apreté entre mis grandes tetas y la pajeaba fuerte, no tardó en explotar su verga y lanzar grandes chorros de leche que bañaron mis tetas, volví a limpiar toda su verga hasta la ultima gota de leche y luego nos dormimos juntos.
Al despertar, ambos desnudos, no tarde en comenzar a chupar su verga, él despertó sorprendido pero excitado, enseguida la tuve dura y entera en la boca, chupandola con deleite, entonces él me puso de costado y me clavó por la concha, así me cogió fuerte un buen rato poniéndome a punto de un nuevo orgasmo, pero entonces me hizo poner en cuatro patas y me clavó de un golpe por la concha, me cogía fuerte y duro tomando mis caderas, mi excitación crecía, entonces con mi mano, acaricie mis nalgas y fui deslizando un dedo dentro de mi ano, Raúl no paraba de cogerme, yo metí dos dedos y luego tres en mi culito y exploté en un orgasmo intenso, entonces lo sentí listo y lo miré y le pedí que me cogiera por el culo, me miró sorprendido, pero rápidamente sacó su verga de mi concha y la apuntó a mi culito que quedó abierto al sacar mis dedos, la metió despacio, poco a poco, pero sentía como mi culo devoraba su verga, hasta que la tuve clavada hasta sus huevos que chocaron contra mis nalgas.
Entonces le pedí mas y más que me cogiera fuerte por el culo, así lo hizo, me movía contra él clavándome su verga hasta el fondo, me cogía fuerte y duro, yo gritaba de placer, Raúl estaba por estallar y clavándome fuerte y profundo su verga explotó en mi culito, inundándolo con su leche caliente, al mismo tiempo tuve otro orgasmo fuerte, mi culito succionaba su verga exprimiéndola toda, caímos juntos rendidos, él sobre mí con su verga aún clavada en mi culo, así quedamos juntos y volvimos a dormirnos.
Desperté más tarde, Raúl estaba preparando un desayuno, lo tomamos juntos y luego él debía trabajar y yo fui a mi habitación para bañarme y cambiarme, quedamos en encontrarnos por la noche.
Pero a la tarde, Raúl me vino a ver con su socio que había regresado de viaje para presentármelo, su nombre era Ariel y tendría la edad de Raúl y era un poco más delgado. Quedamos para cenar por la noche.
Al bajar a la noche me vestí con una minifalda y una blusa, no llevaba sostén y una tanguita hilo dental, pensaba en disfrutar otra noche especial de placer y sexo y no me equivoque, pero me sorprendí un poco al ver en la mesa para cenar también al matrimonio que se hospedaba en el lugar, Raúl me los presentó y me dijo que eran unos viejos amigos y que todos los años venían allí de descanso.
Eran una pareja muy simpática y agradable, ella era una mujer de unos 50 años pero se conservaba muy bien y aun se veía muy atractiva, de pechos pequeños pero firmes y unas caderas abundantes, su marido era alto y delgado un poco mayor que ella.
La cena pasó y fuimos a tomar unas copas, en un momento, Raúl me apartó y me propuso algo, me dijo que esperaba que no me ofendiera, pero después de la noche que habíamos pasado, imaginaba que yo era una mujer liberal y lo tomaría bien, la pareja que cenó con nosotros hacía un tiempo deseaba tener un intercambio con otros hombres, y él y su socio estaban dispuestos a hacerlo, pero a Raúl se le ocurrió que yo podía participar y que no solo sería bueno para ellos, sino también para la mujer ya que estaba un poco indecisa y algo temerosa pero con otra mujer en la fiesta seguro estaría bien, acepté sin problemas, así que nos unimos al grupo y después que Raúl hablara con ellos comentando mi decisión la noche de sexo y lujuria comenzó.
Bebimos champagne y comenzamos a bailar, Raúl y Ariel estaban conmigo y Miguel y Cristina por su lado, luego los hice cambiar, Raúl quedo con Cristina y Ariel y Miguel conmigo, me acariciaban, me besaban y luego quitaron mi vestido, quedaron mudos de mi cuerpo desnudo cubierto solo por la pequeña tanga, animé a Cristina y ella también se quitó el vestido que llevaba quedando con sostén y bragas, aún conservaba un bello cuerpo, Raúl enseguida comenzó a besarla, ella empezó a responder sus caricias, mientras a mí Ariel me llevaba a un sillón y me quitaba la tanga para chupar mi concha ya húmeda, Miguel fue con su esposa y quitó su sostén, chupando sus tetas y dejando que Raúl también lo hiciera, luego la desnudaron por completo y ellos también se quitaron la ropa, Cristina chupaba la verga de su marido y Raúl vino hacia mí con su verga ya dura y me la ofreció para chuparsela, Ariel no dejaba de chuparme, yo gemía de placer con la verga de Raúl toda metida en mi boca y la lengua de Ariel hundida en mi concha, pero Ariel se puso junto a mí también para que chupara su verga y entonces Raúl empezó a cogerme, pude ver como Miguel ya se cogía a Cristina, Raúl me cogía fuerte y yo me comía toda la verga de Ariel entera hasta mi garganta, lo que me llevó a un orgasmo que invadió mi cuerpo, entonces Raúl se fue con la pareja y Ariel comenzó a cogerme, aún duraba mi orgasmo y el también lo hacía fuerte y rápido, me llevó a otro orgasmo el cual compartió junto conmigo acabando en mi concha, llenándola de su leche.
Entonces pude ver como Miguel se cogía a Cristina al tiempo que ella chupaba la verga de Raúl, me acerqué a ella y comencé a chupar sus tetas, se estremeció un poco, se notaba que nunca había estado con una mujer, pero pronto cedió a la excitación y tuvo un orgasmo fuerte e intenso, entonces Miguel se puso detrás de mí y me penetró por la concha, y Raúl se puso sobre Cristina cogiéndola por la concha también, yo la besaba y chupaba sus tetas mientras su marido me cogía fuerte y duro, no aguanto mucho y acabó dentro de mí, casi al mismo tiempo Raúl inundaba a Cristina con su leche que por primera vez probaba una distinta a la de su marido, los hombres quedaron exhaustos, pero yo me monté sobre Cristina, haciendo un 69, lamí su concha, aun chorreando esperma de Raúl, y puse la mía sobre su boca, se resistía un poco pero enseguida la tuve lamiendo con deleite mi concha, bebiendo mis jugos mezclados con la leche de su marido, así juntas alcanzamos un orgasmo que cada uno inunda la boca de la otra con sus jugos de excitación.
Esto puso a los hombres de nuevo a mil, se acercaron a nosotras con sus vergas ya tiesas, Raúl se acostó y yo lo monté y a Miguel parado junto a mí le chupaba la verga, Cristina lo montó a Ariel, así estuvimos un rato, luego cambiamos y las dos nos pusimos en cuatro patas, Raúl me cogió entonces por el culo, Miguel cogía a su esposa pero por la concha, que tenía la verga de Ariel en la boca, todo era gritos de placer, olor a sexo y excitación, me di vuelta y quede con mi cara frente a las nalgas de Cristina, viendo como Miguel la cogía, lleve mis manos sobre sus nalgas y pasé mis dedos por su anito, estaba cerrado y apretado, se lo notaba virgen, me acerqué bien y empecé a lamérselo, Raúl no dejaba de penetrar mi culo bien profundo, Cristina tragaba entera la verga de Ariel por la boca y la de Miguel por la concha y mi lengua comenzó a abrir su culito, luego metí un dedo, luego dos y hasta tres, ella se resistía pero las vergas que tenían la excitaban lo suficiente para soportarlo, se lo abrí bien y estaba listo para recibir la verga de su marido, la sacó de su concha, se la chupe bien, mojándosela toda, y con mi mano la dirigí a su culito, comenzó a entrar, despacio, ella dio un pequeño grito, Ariel le lleno mas la boca con su verga ahogando sus gemidos, yo metí dos dedos en su concha y así se aflojó y la verga comenzó a deslizarse en su culo sin parar hasta clavarse por completo, le dije que la dejara allí por un momento, hasta que su culo se acostumbrara y luego empezó a cogerla, cada vez mas rápido y fuerte, su culo apretado devoraba la verga, Cristina estalló en un orgasmo bestial descubriendo esas nuevas sensaciones, Ariel explotó en su boca y Miguel en su culo, y Raúl y yo acompañamos la cadena de orgasmos, acabando juntos.
Miguel sacó su verga chorreando leche y la chupé y lamí dejándola limpia, también lamí el culo de Cristian que desbordaba esperma.
Raúl y Ariel acercaron sus vergas para que se las limpiara también, se las chupé y lamí enteras, eso hizo que pronto estuvieran duras de nuevo, entonces Ariel quería cogerme por el culo, se puso acostado y me monté de espaldas a él, clavándome por el culo su dura verga, así lo cabalgué fuerte y entonces le pedí a Raúl que me la metiera por la concha, se puso sobre mí y me penetro, sentí mis agujeros llenos de verga, dos vergas cogiendome fuerte y duro hasta que me hicieron explotar de placer, acabé entre gritos y jadeos de excitación.
Entonces le dije a Cristina que debía probarlo, dudó un poco pero se animó, lo puse a Miguel acostado, ella lo montó por la concha y luego Raúl la penetro desde atrás por el culo, ella deliraba de placer, solo pedía mas, Ariel le puso su verga en la boca y la tomó por la cabeza cogiéndola por la boca, Cristina gritaba de placer y acabó de manera espectacular, su orgasmo duró mucho tiempo, mientras no paraban de cogerla por todos lados.
Yo me puse junto a ella y chupé la verga de Ariel que no tardó en explotar acabando en nuestras caras, me di vuelta y Raúl sacó su verga acabando sobre las nalgas de Cristina y yo lamí la leche y su verga, entonces Cristina se acostó y Miguel se puso sobre su cara para acabar en su boca, yo también apoyé mi concha sobre su boca y la refregaba por ella, Miguel empezó a lanzar chorros de leche que caían por mi concha y sobre la cara y boca de Cristina, yo me levanté un poco y vi la boca de Cristina llena de leche y mis jugos y le dije que necesitaba algo más, entonces comencé a orinar sobre ella, la lluvia dorada impactó directo en su cara y su boca, intentó correrse, pero puse mas mi concha apretada en su cara y la terminé de mear por completo, los hombres estaban quietos viendo la escena, pero entonces les dije que esperaban para mearme a mí, y así se pusieron frente a mi y tomando sus vergas comenzaron a llenarme de orina caliente, los chorros se estrellaban contra mi cara y mi boca, chorreaban por mis tetas, caian sobre la cara de Cristina que ahora bebía con placer, no pude evitar tener un nuevo orgasmo, mientras los machos terminaban de descargarse sobre mí.
Luego todos fuimos al jacuzzi y nos dimos un baño relajante y charlamos sobre la placentera experiencia que habíamos vivido, me agradecieron mucho por ser alguien tan liberada y gozar tanto del sexo, solo quedó tiempo para terminar la noche que Raúl me diera una cogida de despedida, al día siguiente, me despedí de ellos y por supuesto que cuando quisiera tomarme otros días de descanso, ese sería el lugar que elegiría.