Otro sueño V
Como recordarán estábamos en la casita de la ciudad, Mari, Josi, Migue y yo esperando la llegada de Miriam, luego de una sesión hermosa de sexo múltiple, para continuar los cinco.
Mientras nos reponíamos, Mari en la cama y los chicos y yo en el salón, tomábamos unos refrescos.
Al cabo de unos quince minutos los chicos y yo que ya nos habíamos lavado, escuchamos la ducha del cuarto en donde Mari se bañaba mientras tarareaba algo de música.
En eso se cerró la regadera y unos minutos después apareció Mari esplendorosamente desnuda en el salón, contoneándose como una gatita en celo, mientras secaba su cabello con una toallita; se sirvió un refresco y se sentó sobre mis muslos dándome un dulce morreo.
Tenías razón papito, me lo estoy pasando genial con vosotros.
Me habéis hecho sentir maravillosamente.
-Y espera que todavía no ha llegado lo mejor. -Lástima que no está Miriam, me gustaría compartirlo con ella y además me siento en inferioridad de condiciones, con tres machos alzados.
No había acabado de decir esto cuando sonó el timbre de la puerta.
Era Miriam, que al vernos a los cuatro descaradamente desnudos puso una carita de asombro y lujuria al mismo tiempo y se relamió los labios.
-Pero que es esto?, dichosos los ojos que pueden admirar este panorama!.
Se acercó a nosotros, dejando su bolso sobre una silla y hechas las presentaciones (al único que no conocía es a Migue) me dio un profundo beso en la boca, otro a Mari acariciándole los pechos, y al llegar a Josi, se agachó y le pego tremenda lamida en la verga, que inmediatamente se le puso dura como un tronco.
Acto seguido repitió lo mismo con Migue que ante el espectáculo observado ya se había erectado, y con la sensación de su verga engullida por esa primorosa boquita, no tardó ni un segundo en correrse, llenando la cara de Miriam con su semen, que ella enjugó con sus dedos y se los chupó para acto seguido terminar de succionar lo que seguía brotando de la polla del chaval.
Bueno, dije yo, que llegada triunfal tesorito.
Por que no te pones cómoda y terminas de unirte al grupo.
Vale, me acompañas al cuarto, Mari? Y allí se fueron las dos cuchicheando.
-Que te parece Migue?,pregunté yo.
Es una hembraza de cuidado!
Pero que bien la chupa, no? Bueno sí, pero yo no quería correrme tan rápido y sin siquiera avisarle, pero era tal mi calentura que se me escapó.
Si no pasa nada, además a ella le gusta, o no Josi?. Ya lo creo, y además me pareció que lo disfrutó.
En tanto en el cuarto: Che Mari cuéntame que estabais haciendo los cuatro en bolas.
Bueno en realidad hace rato que llegamos, primero jc y Yo y luego Josi y Migue.
Hemos hecho de todo.
No sabes lo que es tener tres pollas para ti sola. Tía que delicia. Tenía la polla de JC adentro de mi coño, sintiendo que me quemaba por dentro, podía sentir cada milímetro de su polla en contacto con las paredes de mi vagina y su punta hinchada y caliente contra el fondo.
El calor me invadía hasta lo más profundo de mi ser.
Y encima estaba saboreando las pollas de los otros dos, también calientes e hinchadas y palpitantes hasta que hice que se corrieran al mismo tiempo en mi boca y cara, y al simultáneamente JC me inundó la vagina con sus chorros de lava hirviendo. Tuve un orgasmo tan increíble que luego necesité descansar un ratito en la cama para reponerme.
-Jodeeeeeer! dijo Miriam. -Y eso no es nada, dice JC que ahora probaremos una triple penetración una vez cada una con ellos tres.
-MMMMMMMMMMMMMMMM apurémonos que me estoy poniendo cachonda.
Ayúdame a desvestirme. Eso hizo Mari mientras acariciaba todo su cuerpo, caricias que Miriam devolvía hasta que se cruzaron un inmenso beso con la lengua de ambas entrelazada.
En eso irrumpimos nosotros tres en el cuarto (preocupados por la demora en volver al salón) y ante tamaño espectáculo nos lanzamos los tres sobre ellas, y comenzamos a besarlas y sobarlas.
Ellas por su parte nos cojían las pollas y devolvían nuestros morreos. Yo tenía intención de poner a Miriam muy caliente para que no se negara a lo que seguiría, ya que no había hablado con ella de ser penetrada por los tres, desconocía que ella se moría de ganas luego de lo que le había contado Mari.
Migue calentísimo y con una erección descomunal, y sin poder sacar los ojos del culo de Miriam se la llevó aparte y comenzó a besarle y lamerle el culo mientras ella se apoyaba con sus manos en el respaldo de la cama y nosotros veíamos como por sus muslos corrían sus flujos, entre sus gemidos y jadeos.
Mari estaba arrodillada chupándonos alternativamente la polla a Josi a mí que también estábamos calentísimos. Yo la levanté y acostándome en la cama atraje a Mari hacia mí y poniéndola en cuclillas sobre mi pelvis dejé que ella se ensartara suavemente hasta el fondo de su cueva, en medio de un profundo suspiro. Inmediatamente comenzó a balancear su pelvis haciendo que mi verga entrara y saliera provocándome un intenso placer.
Le hice señas a Miriam para que se acercara y la hice poner arrodillada sobre mi cara para deleitarme con su culo ya caliente y lubricado por Migue.
En esa posición mientras una gozaba con mi polla, la otra lo hacía con mi lengua y manos, y alternativamente se agachaban y lamían mutuamente el coño y las tetas.
Los chicos, no pudiendo aguantarse se arrimaron a mis costados ofreciéndoles sus respectivas lanzas que ellas se ocuparon de chupar, hasta que los cuatro se corrieron en medio de gemidos, suspiros, ayes de placer, etc., llenándose ellas las bocas de leche caliente y yo mi abdomen de flujo espeso y también caliente, que ellas lamieron rápidamente con deleite.
Como los chicos seguían con sus aparatos inmensamente grandes, duros y calientes pensé que ese era el momento ideal. Sin dejar que Mari abandonara su cabalgata sobre mi verga, envié con una seña a Josi y a Miriam a su retaguardia.
Este ni corto ni perezoso se agachó a lamer el delicioso culito en pompa de Mari ayudado en la tarea por Miriam y al mismo tiempo fue introduciéndole sus dedos para dilatarlo. Mari no podía casi respirar de lo excitada que esto la ponía. AAAAAAHHHHHHH, chicos, que bien, OOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHH, SSSSSIIIIIIIIIIIIII, MMMAAAS, dame un beso papiiiiiiiiiii, ASIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, se agachó a besarme, cosa que aprovechó Josi para introducirle su enorme e hinchado glande por el culo, mientras Miriam le separaba las nalgas y chupaba mis bolas delicadamente.
AAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYY, despacito porfa, Josi, hazlo suavecito como tu debes saber, dame tiempo a acostumbrarme a ese pedazote de carne. ASI, eso, ve entrando despacito, AASIIIIIIIIIIIIII, OHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, que bien, siento las dos pollas hirviendo en mi interior, me abrasan por dentro. Mientras yo sentía que ella me abrasaba y su vagina abrazaba mi polla y el calor de la polla de Josi a través de las paredes de su vagina.
Que sensación, diosssssss.
En eso Migue que quería participar y no sabía como, medio se sentó sobre mi pecho y le ofreció su verga a Mari que se metió rápidamente en la boca mientras con las manos le acariciaba dulcemente los huevos.
Yo en medio de mi calentura no sabía si ese hermoso par de nalgas que tenía ante mis ojos eran los de un chico o una chica, así que lo atraje hacia mí y empecé a acariciarlo y lamerlo, eran unas nalgas tersas, suaves, firmes, deliciosas, que me esmeré en saborear para luego llevar la punta de mi lengua hacia ese ano palpitante y aparentemente virgen.
En un momento dado llevé mi lengua hacia adelante y me topé con sus cojones, momento en que caí en la cuenta de que era Migue.
Aún así seguí entusiasmado con mi tarea de lubricar y dilatar ese ano que me apretaba la punta lingual en cada contracción, mientras pensaba: este culito me lo tengo que follar aunque sea mi primera vez con un tío.
Miriam sentada ahora en un sillón junto a la cama no paraba de masajearse su clítoris y sus pechos, excitada ante la escena que tenía lugar ante sus ojos y jadeaba como si ella misma formara parte del espectáculo.
Mari estaba disfrutando como nunca y mantenía una cadencia deliciosa en sus movimientos pélvicos.
En un momento aumentó el ritmo de sus movimientos de cadera y también los de su boca y lengua, con lo cual los tres nos corrimos en un increíble orgasmo simultáneo, y Mari ante esa erupción volcánica que por triplicado inundó sus entrañas, tuvo el mejor y más sensacional orgasmo de su corta vida, gritando, gimiendo y al borde del colapso de placer, se desplomó sobre mi pecho, con lágrimas de placer en sus ojitos.
Josi se la sacó y adivinando la necesidad de Miriam se acercó a ella ofreciéndole la verga para que le limpiara con su boca.
Mari enseguida se incorporó y sacándose mi tronco de adentro se levantó.
La visión que tuve del semen que se escurría por sus comisuras labiales y el que fluía por el interior de sus muslos, proveniente de sus dos calientes volcanes, me produjo una tremenda erección pese a haberme corrido hacía solo un par de minutos. Migue al ver mi verga enhiesta colorada e hinchada y al mismo tiempo mojada con mi semen y el flujo de Mari, parece que se cegó y se inclinó hacia ella tomándola con sus labios y engulléndola saboreando los líquidos que la bañaban y ensalivándola mientras la metía y sacaba de su boca.
Ante esta inusitada reacción del chaval y pensando, esta es la mía, comencé a meter mis dedos en su anito virgen cuyo esfínter me apretaba con firmeza. Solo aguanté así unos segundos, porque inmediatamente lo deslicé hacia adelante dejándolo en cuatro y poniéndome de rodillas detrás suyo, lo ensarté sin piedad, aunque con suavidad y paciencia porque adivinaba que era su primera vez.
Sobre todo por el grito de dolor que pegó en cuanto sintió la penetración. No!!!, por favor, nunca me imaginé que me harías esto, no quiero, dijo, sácala, me duele!!!!!. SSHHHHHH, quédate quietecito que en seguida te acostumbrarás y lo disfrutarás, le dije y sosteniéndolo por las caderas para que no se safara, comencé a moverme suavemente entrando y saliendo entre esas duras y deliciosas nalgas sintiendo su palpitante culito que desmentía sus palabras.
Al ratito se acopló al ritmo de mis movimientos y sus gritos de dolor se transformaron en gemidos de placer, bombeando cada vez con más fuerza para meterse la polla más adentro. Hasta que no aguantó más y se corrió sobre las piernas de Mari que estaba de pie junto a él observando con la boca abierta la escena, mientras se tocaba su coño.
Y yo al sentir su corrida y las contracciones de su esfínter volví a correrme inundando su recto.
Entretanto, Miriam se había acercado a Mari por detrás y le estaba lamiendo el interior de sus muslos y su culito, comiéndose con fruición esa mezcla deliciosa de jugos sexuales, hasta que la llevó a otro delicioso orgasmo que coincidió con el que ella sola se produjo pajeándose el clítoris.
Quedamos todos agotados y además estábamos muertos de hambre, así que luego de ducharnos y descansar un poco pedimos unas pizzas y cerveza. Y nos quedamos platicando sobre lo vivido.
Todos coincidimos en que había sido una experiencia intensa, muy rica en sensaciones y gloriosamente deliciosa.
Solo Migue estaba un poco apesadumbrado por su desvirgue anal porque no pensaba que eso iba a pasar y no quería parecer gay ante las chicas.
Entre todos lo convencimos de que no era así, que todo había sido fruto de las circunstancias y del frenesí sexual, y le hicimos ver que las chicas no eran lesbianas y sin embargo también habían tenido lo suyo.
Al fin se quedó más tranquilo y esperando lo que seguiría, que era algo similar pero con Miriam como protagonista activa.
Pero ese será el final de esta saga y lo podrán leer el próximo año. Je, Je, es decir después de estas fiestas tan entrañables para todos.