En el salón Ernesto cogió a Helena de la cintura y la besó dulcemente, un beso suave y agradable que Helena agradeció profundamente, Ernesto sin prisas, muy despacio fue desnudando a Helena sin dejar de besarla ni un solo momento, Helena no permanecía ociosa ella también fue desnudando a Ernesto, según le quitó la camisa se quedó admirada del cuerpazo de él, se notaba que Ernesto practicaba algún tipo de deporte, su cuerpo no tenía ni una pizca de grasa, era puro músculo y muy bien trabajado, le quitó el pantalón y al bajarle el calzoncillo Helena hipó de gusto Ernesto no tenía entre sus piernas una polla él tenía una obra de arte con las medidas justas tanto en longitud como en diámetro era la polla con la que sueña toda mujer que realmente disfruta haciendo el amor, ella sin poder evitarlo se agachó la acarició suavemente con sus manos y de improviso se la metió a la boca haciéndole una mamada fenomenal, Ernesto es de las personas que disfrutan del amor haciendo disfrutar a su pareja por lo cual la cogió dulcemente y la recostó sobre la mullida alfombra del salón, ella viciosa volvió a tragarse la polla de Ernesto y él se apoderó del coñito, ambos compusieron un 69 perfecto, los dos lamían y chupaban con verdadero deleite. Magdalena y Gerardo que habían regresado al salón se sentaron en el suelo contemplando a la pareja, ambos estaban como hipnotizados con la mirada fija en ellos, de improviso la polla de Gerardo comenzó a elevarse como si de un mástil de bandera se tratase, Magdalena que hacía rato tenía dos dedos metidos dentro de su vagina con un gesto invitó a Gerardo el cual no se hizo de rogar y ambos compusieron otro 69 perfecto.
Ernesto con su boca hizo que Helena se corriera por dos veces entonces retiró delicadamente su polla de la boca de Helena se posicionó sobre ella y se la fue metiendo suavemente en su vagina hasta que sus cojones tocaron las nalgas de ella, iniciaron un movimiento cadencioso y sincronizado sin prisa con estocadas profundas pero delicadas saboreando todos los pliegues de sus respectivos sexos y ambos simultáneamente entre gritos y gemidos llegaron a la cúspide del amor perfecto, mientras Gerardo y Magdalena volvían a tener otro orgasmo descomunal. Las dos parejas se quedaron mirándose entre sí entre sonrisas de satisfacción.
¡Helena! Qué suerte tienes, querida, tu cuñado es una maravilla. No sé de qué te quejas, o qué es lo que echas de menos querida, tu marido es algo fuera de serie. ¡¡Sí!! Y los dos lo sabemos pero nos encanta la variedad, al mismo tiempo cada vez nos queremos más aunque suene a contradicción, después de hacer el amor con otras personas nos compenetramos muchísimo más entre nosotros mismos. Qué os parece si pasáis unos días con nosotros, este barrio es muy tranquilo y aquí la gente nos aprecia, al mismo tiempo eso permitirá que se enfríe un poco el ambiente que os rodea. (Dijo Ernesto) Mejor será desaparecer lo antes posible de aquí, es posible que la policía os interrogue a vosotros sobre lo acaecido en Madrid, a estas alturas es posible que sepan quién se encontraba en el piso esa noche. Tienes razón Gerardo, casi seguro que pasará por aquí la policía, desde luego a nosotros no nos preocupa, tenemos la coartada perfecta que además es la verdad.
Capítulo (VI): BARCELONA
Nos despedimos de Ernesto y Magdalena con la promesa de regresar a La Coruña en cuanto el problema esté solucionado, se despidieron de nosotros con lágrimas en los ojos, tomamos la ruta del Norte circulando por carreteras poco transitadas, no teníamos prisa y queríamos evitar en lo posible un encuentro con la policía. A los tres días de salir de La Coruña llegamos a Barcelona sin contratiempo de ningún tipo, de allí fuimos a la localidad de Malgrat, nos alojamos en un pequeño hotelito muy acogedor y Gerardo salió inmediatamente a realizar una serie de indagaciones sobre las personas que andábamos buscando, cuando al cabo de unas horas regresó al hotel me relató todo lo que había averiguado.
Los Sandoval habitaban en un chalet a tres kilómetros del pueblo la mayor parte del año aunque solían desplazarse a Madrid dos o tres días por semana, se comentó en el pueblo lo del crimen de su piso en Madrid y sin embargo la policía a ellos no les inculparon en absoluto, con respecto al día de los hechos, pudieron justificar que aun estando ellos en el piso con unos amigos, habían salido de Madrid antes de producirse el crimen dato que reveló la autopsia, según la hora establecida por la misma al mismo tiempo que moría Raúl, Sandoval y esposa volaban hacia Barcelona, el hecho de que en el piso quedara gente estando ellos fuera parece ser algo habitual. Este hecho a nosotros nos sorprendió tremendamente, entonces si los Sandoval salieron de Madrid antes de producirse el crimen ¿Quién se quedó en el piso con Raúl y conmigo? ¿Quién asesinó a Raúl? Por otro lado los Sandoval eran tremendamente apreciados en el pueblo, eran muy generosos y participaban en todos los eventos del mismo, nosotros en principio no sabíamos que hacer, después de meditarlo profundamente decidimos que al siguiente día esperaríamos la salida de casa de Sandoval para a continuación presentarnos ambos ante Alicia y ver su reacción. Gerardo averiguó que Sandoval salía habitualmente de casa sobre las 9 horas, a las 8,30 nos apostamos muy cerca y en cuanto le vimos salir y alejarse con su coche, Gerardo y yo llamamos a la puerta de su casa, a los dos minutos abrió la puerta la propia Alicia.
¿Qué desean?
En cuanto se fijó en mí y me reconoció palideció intensamente…
Pero… pero… ¿Tú que haces aquí? ¿Quién es este señor? ¿Qué es lo que queréis?
Alicia hablaba atropelladamente sin coordinar demasiado bien lo que decía estaba totalmente desconcertada, le presenté a Gerardo como el hermano de Raúl y nos mandó pasar al interior de la casa de inmediato, entonces hablé yo…
¿Qué paso en vuestro piso de Madrid Alicia? Tú sabes perfectamente que yo no pude asesinar a mi marido drogada como estaba ¿Quién le asesinó Alicia? Helena, cuando mi marido y yo escuchamos la noticia y al poco rato se presentó aquí la policía no lo podíamos creer, la policía nos dijo que la portera te viera salir sola sobre las 8 de la mañana del edificio y en una actitud muy sospechosa, luego el cuchillo tenía tus huellas dactilares y en el piso todo lo que había no decía nada por lo cual la policía quedó convencida de que habías sido tú, pero la verdad es que mi marido y yo teníamos serias dudas de que tú pudieras haberlo hecho no obstante no sabemos absolutamente nada. ¿De quién fue la idea de drogarme? La idea fue de tu marido, nos dijo que de no ser así no participarías y además fue él quien te suministró la droga, mientras las dos estábamos en la cocina, él preparó el vino que tú tomaste, luego mi marido se dio cuenta de que se le había ido la mano, cuando nosotros nos marchamos, tú quedabas profundamente dormida en nuestra cama, Raúl se enfrentó a mi marido y a Jorge reclamándoles no sé qué dinero y mi marido muy enfadado decidió marcharse, cuando salimos del piso eran las cinco de la mañana y en él quedabais tú, Raúl, Jorge y Ana y no puedo decirte nada más, es todo lo que sé.
En ese preciso momento entró en casa Sandoval al mirarnos se quedó un poco sorprendido pero al reconocerme al igual que su mujer palideció intensamente…
¿Alicia qué pasa? ¿Qué hacen aquí? Cálmate, no pasa nada, Helena trata de averiguar qué pasó aquella noche en nuestro piso y como tú y yo sospechábamos, ella no ha tenido nada que ver con la muerte de su marido. Entonces… Jorge y Ana… ahora que pienso desde la noche de marras no hemos vuelto a saber nada de ellos ¿Serán ellos los culpables? Fuera quien fuese estoy dispuesta a descubrirlo, no puedo permanecer con este cargo sobre mi conciencia y huyendo constantemente de la policía.
Sandoval me ofreció su ayuda incondicional, él y Gerardo se acercaron al pueblo y cancelaron la habitación del hotel, hasta que de alguna forma el problema se aclare viviría más o menos oculta en su casa. La policía ya no les molestaba en absoluto por lo cual podía permanecer allí muy tranquila, lo que menos podía sospechar la policía es que yo me encontrase en casa de Sandoval. Alicia me cogió de la mano y me llevó a la cocina…
Ahora ya más calmados dime Helena ¿Qué piensas de la experiencia del otro día? ¿Te parecen terribles las inclinaciones sexuales que tenemos?
En pocas palabras relaté a Alicia lo que habíamos hecho en esos días y quedó totalmente patidifusa, no se podía creer que realmente pasara lo que le estaba relatando, cuando terminé me abrazó tiernamente y al igual que la otra vez me besó en la comisura de mis labios. Alicia, he de decirte algo, no soy lesbiana y además esa inclinación la detesto. ¡¡¡Ha!!! No te preocupes, a mí me pasa lo mismo, lo del beso es una costumbre mía que no significa nada, a mí me encantan los hombres y… por cierto, tu cuñado está para comerlo vivo ¿Abría algún problema sí yo… él? Ahora que está todo bastante claro he de decirte que Gerardo no es mi cuñado, Gerardo es un antiguo novio que yo tuve y es detective particular, con respecto a lo que preguntas, a pesar de estar enamorado de mí me imagino que no, el muy cabrito te come con los ojos. ¿Y ahora qué piensas de estas experiencias? Te diré, en principio me parecía irracional, en mi cabeza no entraba la idea de acostarme con otra persona que no fuera mi marido, hoy me he dado cuenta que hay más personas en el mundo con las cuales lo puedes pasar realmente bien.
Sandoval y Gerardo trazaron un plan para tratar de descubrir si realmente los asesinos de Raúl fueron Jorge y Ana para ello Sandoval que era un experto en cine prepararía una película trucada en la cual sin demasiada definición pero lo bastante convincente aparecería la orgía del piso de Madrid y donde al final de la película podrían aparecer imágenes del crimen. Se diría que Sandoval tenía cámaras ocultas en el piso y tenía por costumbre grabar todas las orgías que allí se celebraban, como la policía ya había liberado el piso, con el pretexto de limpiarlo al siguiente día él se iría a Madrid para con una cámara tomar una serie de planos del mismo, con ellos montaría la película.
Sandoval era un vivo y claro habría que darle cierta veracidad a la película por lo cual proponía que después de cenar se podría intentar rememorar ciertas escenas que realmente ocurrieron ese día en Madrid, se refería claro está a las escenas protagonizadas por él y yo misma y detalle curioso según él decía eso yo notaba cierto cosquilleo y humedad en mi parte más íntima al mismo tiempo me puse rojísima tanto que todos se echaron a reír.
¡Vaya Helena! (Me dice Alicia) Parece como si fuera la primera vez. No sé qué me pasa pero no tiene importancia, estoy de acuerdo, quiero aclarar este asunto lo antes posible.
Después de cenar en el salón principal que curiosamente tenía una mesa similar a la de Madrid Sandoval montó una cámara y fue sacando planos según nosotros nos intercambiábamos de sitio cambiando ropas peinados e incluso Alicia tintes para el pelo, más tarde Sandoval cogería todo aquel conjunto de planos y les iría dando forma hasta montar una película que podría pasar por los hechos reales acaecidos en Madrid, cuando llegó el momento de imitar la orgía y como en cierta forma la protagonista era yo Sandoval colocó la cámara en posición fija para tomar realmente lo mismo que ocurrió en Madrid pero esta vez con mi total complacencia y con todos los sentidos. Gerardo estaba como un poco apagado y parecía desconcertado, mientras la cámara nos grababa a Sandoval y a mí Alicia apareció ante Gerardo con una batita totalmente transparente sin sujetador y con una tanguita que realmente no tapaba nada, lo que se veía era para despertar a un muerto y Gerardo estaba muy vivo, según la vio su pene se puso a mil y Alicia viciosa se echó sobre él liberándolo de su encierro, se le quedó mirando embelesada y sin más se lo metió en la boca chupándolo con verdadero deleite, Sandoval rápidamente tomó unos planos de la escena pues recordaba que era muy similar a la de Madrid cuando Alicia le chupó el pene a Jorge nada más empezar la orgía, por otro lado Gerardo al no vérsele la cara se podría confundir perfectamente con Jorge, prácticamente tenían los mismos atributos. Sandoval montó otra cámara en su habitación, en cuanto la tuvo bien situada regresó y colocó la cámara del salón enfocando nuevamente hacia él y Helena, seguidamente se dedicó de lleno a ella y con todo el placer del mundo rememoró los hechos de Madrid, metió la mano bajo la mesa y se dedicó a acariciar suavemente los muslos de Helena, ella recordaba la vez anterior y su cuerpo se electrizaba, abrió sus piernas para permitir que aquella mano llegara a la meta que deseosa la esperaba con impaciencia, la mano llegó y la yema de los dedos acariciaron aquella húmeda rajita sobre la suave tela de las braguitas, luego hicieron la tela a un lado y se introdujeron dentro de aquel ardiente túnel, Helena gemía suavemente, su cuerpo vibraba y deseaba ardientemente aquellas caricias, ella bajó su mano apoyándola sobre el gran bulto de Sandoval rogándole que la poseyera ya, el gentilmente la cogió en sus brazos, con un pie giró ligeramente el trípode de la cámara con el fin de que grabara lo que estaba ocurriendo en ese momento entre su esposa y Gerardo.
Gerardo estaba de espaldas sobre el piso y ella le cabalgaba desenfrenadamente, él tenía su cara metida entre las tremendas tetas de Alicia por lo cual era irreconocible y sin embargo salía en primer plano su polla entrando y saliendo a toda velocidad del coño de aquella adorable hembra.
Sandoval con su dulce carga se encaminó al dormitorio principal depositando a Helena sobre el lecho se desnudó rápidamente, todo esto era ya recogido desde el principio por la segunda cámara, al igual que la vez anterior Sandoval acarició con su boca y lengua aquel precioso cuerpo que le volvía loco, Helena se moría de gusto, las caricias de Sandoval eran sublimes, cuando su boca y lengua se apoderaron de su clítoris, ella tuvo un orgasmo fantástico. Al igual que la vez anterior Sandoval se retrepó sobre el cuerpo de Helena y como si de un imán se tratara su pene quedó encajado entre los labios de su vagina, sólo tuvo que presionar ligeramente y éste comenzó a deslizarse por el interior de aquel ardiente tubo, Helena cruzó sus piernas sobre las caderas de Sandoval y comenzó a mover cadenciosamente sus caderas, Sandoval se movía de una forma tal que daba la sensación de que en lugar de follar tocaba el más fino de los instrumentos, su polla conseguía sacar las más brillantes notas de las cuerdas interiores del coño de Helena, los dos se coordinaron para prolongar hasta lo indecible aquel acto de amor para estallar al unísono en un prolongado y profundo orgasmo que les llevó al paroxismo, cuando se repusieron ambos se sonreían mutuamente agradecidos por el placer que tan generosamente se habían proporcionaron el uno al otro.
Sandoval apagó la cámara y los dos se dirigieron al salón, Alicia y Gerardo hacía rato que les estaban esperando, entre los cuatro se apañaron para montar todavía una serie de tomas simulando un mayor número de personas haciendo de todo, más tarde Sandoval se apañaría para darle forma a todo aquello.
Al siguiente día bastante temprano salió Sandoval hacia Madrid, lo primero que hizo al llegar fue un reconocimiento del estado del piso, todo estaba prácticamente igual, sólo se notaba el paso de la policía por los registros y el polvo esparcido para el reconocimiento de huellas dactilares, la gran mancha de sangre seguía igual aunque totalmente reseca, Sandoval se dedicó entonces a preparar el escenario, de una maleta sacó dos muñecos de goma, los hinchó y a uno lo vistió con ropas de mujer, cuando terminó tenía un tremendo parecido con Ana, al otro lo vistió con unas ropas muy parecidas a las que portaba Raúl el día de su muerte, al finalizar se fue al baño y comenzó a maquillarse, cuando terminó se miró satisfecho en el espejo, se le podía confundir perfectamente con Jorge, montó la cámara y comenzó a realizar tomas estratégicas según los lugares que más le interesaban para dar la máxima veracidad a la película, el montaje final fue la reconstrucción del asesinato, por la policía sabía que sin lugar a dudas el apuñalamiento lo hizo una mujer por la trayectoria, altura y profundidad de las cuchilladas, todas ellas dadas por la espalda, Ana y Helena tenían la misma estatura y más o menos tendrían la misma fuerza por lo que evidentemente la asesina parecía ser Ana, Sandoval se imaginó una muy fuerte discusión entre Jorge y Raúl, en un momento dado se aproximaría Ana por la espalda de Raúl clavándole repetidamente el cuchillo. Sandoval cogió el muñeco disfrazado de Raúl y lo posicionó de pie en el lugar del crimen, situó a continuación el muñeco disfrazado de Ana a su espalda, con cinta adhesiva fijó un cuchillo en su mano derecha apoyando la punta sobre la espalda del muñeco Raúl, preparó la cámara, esta se podía accionar con un mando a distancia, se situó él a continuación con las manos del muñeco Raúl en su cuello cogiendo él con las suyas al muñeco por los antebrazos, hecho eso accionó la cámara dejó pasar un tiempo prudencial y apagó otra vez la cámara. De la maleta sacó una especie de tinta roja y la vertió sobre la gran mancha de sangre situando el muñeco Raúl tal y como había quedado, desnudó el muñeco Ana y lo maquilló lo suficiente como para y entre sombras ser confundido con Helena, le colocó el cuchillo en la mano y grabó la escena limpiando y recogiendo todo a continuación.
Capítulo (VII): LA PELÍCULA
Alicia y Helena el mismo día cuando salió Sandoval hacia Madrid ellas se fueron a pasar el día fuera con el fin de distraerse, a ambas les encantaba visitar y contemplar paisajes y parajes solitarios, Rogelio les pidió le disculparan, decía que estaba muy cansado y prefería quedarse en casa, a ambas les dio la risa y Alicia le dijo… Descansa querido que te hará mucha falta, lo que empezamos ayer no lo terminamos todavía. Desde luego Gerardo le hizo caso, pasó todo el día comiendo y durmiendo, por la noche cuando ellas regresaron él estaba hecho un toro.
A las 22,30 horas llegó Sandoval a casa terriblemente cansado, dio las buenas noches a todo el mundo se acostó y quedó profundamente dormido. Rogelio, Helena y Alicia estaban en el salón viendo la TV, Rogelio estaba sentado entre las dos hermosas hembras, el perfume que ambas desprendían le tenía enervado, a pesar de las batallas libradas los días anteriores después del descanso y ocio de todo el día de hoy estaba bastante inquieto y ellas lo intuyeron, ambas como impulsadas por un resorte se levantaron, le dejaron solo y él quedó totalmente desconcertado, al poco rato llegó Helena vistiendo una batita semi transparente, sin sujetador, con las tetas agresivas y los pezones de punta señalándole como si fueran puntas de dedos, se sentó a su lado cruzándose de piernas como si no pasara nada, a los dos minutos llegó Alicia que al ver a Helena le dio la risa…
Parece que las dos tuvimos la misma idea ¡Gerardo! ¿No te dará un infarto verdad?
Gerardo se quedó alelado, si le había impresionado Helena la walkiria Alicia le dejó helado la bata de ella en realidad era una gasa y debajo no tenía puesto absolutamente nada, estaba completamente desnuda y su cuerpo a través de la fina gasa lucia descomunal, Gerardo durante un rato miró a una y luego a la otra de pronto se levantó de un salto y tranquilamente salió del salón, las dos hembras se quedaron mirando la una a la otra con ojos interrogantes pero sin decir absolutamente nada, a los cinco minutos regresó, como toda vestimenta lucía un Calzoncillo Calvin Klein tipo Bóxer de color blanco y sema transparente donde su paquete de 23 centímetros lucía esplendorosamente, ahí las dos se le quedaron mirando con los ojos como platos, él muy ufano se dio una serie de vueltas por el salón luciendo el palmito, las dos empezaron a reírse y Helena dice…
Venga payaso, ven y siéntate aquí a nuestro lado, vas a saber lo que vale un peine. Cuidado con lo que hacéis, igual lo considero un acoso sexual.
Los tres nos reímos. Gerardo se sentó en medio de aquellos dos monumentos de mujer y podría sentirse el hombre más dichoso del mundo, sin mediar palabra le quitó la gasa a Alicia y se dedicó de lleno a sus tetas, las tenía deliciosas, mientras Helena se metió en medio de las piernas de Gerardo, bajó ligeramente su calzoncillo y liberó de su encierro el instrumento que estaba ocultando, se dedicó a acariciarlo dulcemente con sus manos y la punta de su lengua muy despacio lo recorría centímetro a centímetro, después de un buen rato entre ambas tumbaron a Gerardo sobre la alfombra, Alicia se situó a horcajadas sobre la cara del macho colocándole todo el coño en su boca mientras, Helena cogió con sus manos el hermoso pene y también a horcajadas se lo fue introduciendo poco a poco en su ardiente horno, al rato Alicia le pidió cambio a Helena la cual le cambió de mala gana, se encontraba muy a gusto, Gerardo estaba medio sofocado, con tanto coño en su boca casi no podía respirar, entonces el cambio lo pidió él, colocó a las dos hermosas hembras de rodillas, Alicia le rogó…
Querido, a mí métemela en el culo, es mi debilidad y hace mucho tiempo que no pruebo una buena tranca por ese conducto.
Gerardo no se hizo de rogar, primero se la ensartó totalmente a Helena e introdujo dos de sus dedos en el chocho de Alicia para impregnarlos con sus flujos vaginales, a continuación se los introdujo en el culo con el fin de dilatárselo convenientemente, ambas se retorcían de placer, en cuanto le provocó un buen orgasmo a Helena cambió de hembra y agujero, quería correrse en el culo de Alicia, ella tenía un culo fantástico, su polla se adaptaba a él como un guante y por añadidura ella sabía utilizarlo de una forma perfecta, su esfínter anal funcionaba al igual que un anillo elástico, apretaba y soltaba la polla de Gerardo como si realmente la estuviera chupando, al mismo tiempo ella movía las caderas como si fuera una bailarina Turca, Gerardo comenzó a gemir y resoplar como un toro, en su vida se había pegado un polvo semejante, Alicia con su culo era una verdadera Diosa, Gerardo emitió un gemido sordo y comenzó a lanzar un río de esperma en el interior de Alicia la cual al sentir el tremendo calor que emitía empezó a correrse también entre alaridos de placer. Los tres se quedaron dormidos sobre la alfombra y así de esa guisa se los encontró por la mañana Sandoval cuando se levantó, se les quedó mirando e inmediatamente su polla reaccionó, Helena dormía plácidamente panza arriba, sus tetas apuntaban al techo como dos obuses, tenía las piernas ligeramente separadas y los labios de su vagina estaban ligeramente abiertos y apetecibles, Sandoval separó un poquito más sus piernas y pasó su lengua suavemente entre aquellos labios vaginales que eran como terciopelo, el clítoris comenzó a estirarse y empezó a notarse el brillo de los primeros flujos, él con su lengua acarició dulcemente aquel hermoso clítoris, ella dio un respingo y se despertó, se quedó mirando a Sandoval y le rogó…
Ven, fóllame por favor, estoy ardiendo.
Él no se hizo de rogar, se colocó sobre ella y la penetró a fondo, ella cruzó sus piernas sobre su espalda y simultáneamente ambos comenzaron a moverse cadenciosamente, entre suspiros y jadeos los dos llegaron a la cumbre del éxtasis entre los aplausos y risas de Alicia y Gerardo que todavía estaban exhaustos del polvazo anterior.
Después de desayunar Sandoval le pidió a Gerardo le ayudase en la preparación de la película, necesitaba de él su experiencia como detective. Los dos se encerraron en un cuarto que Sandoval tenía preparado para realizar sus creaciones como buen aficionado al cine. Fue necesario llamarles para comer y en cuanto terminaron volvieron a encerrarse de nuevo, salieron a las 7 de la tarde con cara de satisfacción, nos llamaron y Sandoval montó la cinta sobre un proyector comenzando el pase de la misma, de entrada Alicia y yo nos quedamos con la boca abierta, realmente daba la sensación de que había sido rodada en Madrid y pasando por alto lo poco reconocibles que eran las caras de los participantes allí daba la sensación de encontrarse el grupo al completo, según pasaba la cinta la sensación de realidad era total, los planos estaban también escogidos que no daba lugar a dudas, la apoteosis fue la reconstrucción del asesinato, si realmente fue Ana la autora del crimen la película no le dejaría lugar a dudas, parecía totalmente real.
Capítulo (VIII): EL DESENLACE
Sandoval tenía un gran amigo en Barcelona que era inspector de policía, le llamó y mantuvo una entrevista con él, ese fin de semana el Señor Ángel Saavedra se personaría acompañado de su esposa en Malgrat invitados por Sandoval. Este señor en principio entraba dentro de los planes de Sandoval y Gerardo ellos lo tenían planeado todo y le necesitaban por lo cual después de dudarlo bastante decidieron exponerme, contárselo todo y tratar de obtener su aprobación y a ser posible ayuda, a mí cuando me dijeron que el invitado era un policía me puse muy nerviosa, ellos trataron de calmarme y esperar los acontecimientos.
Llegó el domingo y a las doce horas llegaron a la residencia de los Sandoval el Sr. Ángel Saavedra y su esposa Carmen, era un matrimonio más bien joven, él tendría sobre 43 años y Carmen bastante menos, ella tenía 29, no tenía un cuerpo tan espectacular como Helena y Alicia pero tampoco tenía mucho que envidiarlas, sus pechos aunque más bien pequeños se notaban duros y firmes el vientre lo tenía totalmente plano, las caderas redondas y un culo espectacular, sus piernas largas y muy torneadas, total una mujer que no tenía desperdicio alguno si además al conjunto le sumaba un rostro muy agradable, Ángel era alto y atlético, un buen ejemplar de macho. Cuando nos presentaron en principio Sandoval omitió mi verdadero nombre, Ángel se me quedó mirando fijamente, me di cuenta que lo que realmente estaba mirando era mi cuerpo no me reconoció en absoluto, tampoco se podía imaginar ni por asomo que la asesina de Madrid estuviese en casa de su amigo. Después de las presentaciones todos dimos un paseo antes de comer charlando un poco de todo, después de comer ya tomando café y unas copas Sandoval abordó el tema principal, me presentó a Ángel como quien era realmente, este que estaba sentado dio un salto y se puso de pie como si le picase una serpiente, pálido como un cadáver…
Pero… ¿Qué dices Sandoval? ¿Qué broma es esta? Siéntate Ángel, por favor, te ruego que te calmes y me escuches con atención, después haces lo que tu conciencia te dicte ¿De acuerdo? ¡Bien! Procura ser muy claro, a partir de este momento nuestra amistad está en juego.
Sandoval se le quedó mirando muy serio y comenzó a relatar los hechos de Madrid desde el principio, Ángel y Carmen sabían que Sandoval y Alicia eran un poquito raros pero no tanto, ambos nos miraban alucinados. Sandoval continuó con el relato sin inmutarse por la cara que ponían sus amigos, no obstante yo noté como a Ángel empezaba a abultársele el pantalón aunque él trataba de disimularlo como podía, sobre todo cuando relató de cómo me habían drogado y lo que el mismo me había hecho, lo contó con pelos y señales, relató a continuación las averiguaciones nuestras tanto en Madrid como en La Coruña. Ángel que estaba muy tenso empezó a relajarse, su forma de verme era mucho más dulce, al finalizar el relato Sandoval propuso visionar la película que había realizado, aun siendo un montaje podría perfectamente ser la realidad de los hechos, Ángel aceptó sin problema.
Sandoval preparó el proyector, apagó las luces y comenzó a pasar la cinta, cuando finalizó Ángel estaba totalmente congestionado, su erección era más que evidente pero lo curioso es que Carmen no lo estaba menos, Ángel sobreponiéndose preguntó cuál sería el plan, él también creía que realmente los asesinos fueron Jorge y Ana y que podíamos contar con su ayuda incondicional, Gerardo entonces explicó su idea…
Primero, la cinta original habría que transformarla en formato vídeo y realizar varias copias.
Segundo, Helena sola se personará en casa de Jorge y de entrada les pedirá protección como amigos que eran de su marido, ante eso sería de suponer que le franquearan la entrada sin problemas, ya dentro, ella les dirá crudamente que tiene pruebas de que ellos fueron los asesinos de su marido y les mostrará una de las cintas de vídeo. En el exterior muy cerca estarían ellos apostados escuchando la conversación a través de un pequeño micrófono que ella portará.
Tercero, es necesario que les acompañen un par de policías de uniforme por lo que pudiera pasar y a partir de ahí esperar los acontecimientos e intervenir según las circunstancias.
Estudiaron los pros y los contras y al final acordaron que Sandoval se seguiría encargando de la película y su transformación en formato vídeo, Gerardo como no era conocido de nadie, se desplazaría a las inmediaciones de la residencia de Jorge y Ana con el fin de estudiar sus movimientos cotidianos, en cuanto tuviese datos suficientes, se escogería el día adecuado para la intervención, previo aviso a Ángel, que se acompañaría de los policías de uniforme.
Estando todo el mundo de acuerdo Ángel se dirige a Sandoval…
Por favor Sandoval ¿Quieres poner la cinta otra vez? Creo que se me escapó algún detalle.
Todos nos dimos cuenta qué era lo que se le había escapado, Sandoval colocó la cinta y bajó la luz, él hacía mucho tiempo que le había echado el ojo a Carmen y pensó ¡Qué diablos, esta es la mía! Por lo cual inmediatamente se sentó a su lado y bastante pegado a ella, Carmen le miró y le dirigió una sonrisa encantadora, parecía que la cosa marchaba bien. Los demás más o menos estábamos emparejados no sé si por casualidad o a propósito, estábamos Ángel, yo, Gerardo, Alicia, Carmen y Sandoval. Según se inició la película Ángel no perdió el tiempo, parecía que ya nada le importaba, él tenía una idea fija y ésta era que tenía que follarme por lo cual sin mediar palabra su mano se introdujo de inmediato entre mis muslos acariciándolos suavemente, yo abrí las piernas para facilitarle la labor, en el otro lado como si se hubieran puesto de acuerdo Sandoval hizo exactamente lo mismo con Carmen que muy roja se le quedó mirando alternativamente a él y a su marido, entonces ella se fijó dónde tenía metida la mano su marido y sin pensar en consecuencias al igual que yo se abrió totalmente de piernas, se notaba que estaba ardiendo, Gerardo y Alicia como veteranos ya no sentían corte de ningún tipo, Alicia tenía su cabeza sobre el regazo de Gerardo y le mamaba la polla con verdadero deleite, Carmen al ver aquello se puso más caliente todavía si es que eso era posible, Sandoval en esos momentos le estaba acariciando la rajita sobre las braguitas y ella que ya no podía más levantó el culo, metió sus manos bajo la falda y se las arrancó de un golpe, Sandoval que aprovechó el movimiento para sacar fuera su hermosa polla la cogió de la cintura y la sentó suavemente sobre su regazo, Carmen suspiró de satisfacción al sentir aquel enorme pedazo de carne y músculo en su interior, Sandoval que había metido sus manos bajo su suéter amasaba suavemente las pequeñas pero preciosas tetas de Carmen sobre el sujetador. Ángel estaba tan desesperado que en un santiamén me desnudó y se desnudó totalmente, me tumbó en el suelo sobre la alfombra y me clavó con verdadero ímpetu, estaba desesperado, sus manos acariciaban todo lo que encontraban a su paso mientras bombeaba a un ritmo frenético, yo con mis piernas lo sujeté de la espalda y con mi culo y caderas traté de controlar sus movimientos para que no se corriera todavía, él es una persona muy inteligente y enseguida se dio cuenta, frenó en su ímpetu y empezó a follarme con verdadera maestría, sus estocadas entonces empezaron a ser largas y profundas, con sensibilidad, con su boca me acariciaba los pezones que los tenía totalmente erizados, por mi cuerpo empezaron a recorrer ramalazos de corriente eléctrica y él en un golpe rotundo, potente y profundo, lanzó un sonoro gemido acompañado de mis grititos de placer llegando ambos a la cumbre del paraíso simultáneamente.
Gerardo y Alicia eran increíbles, ellos dos se lo montaban divinamente parecía que se conocieran de toda la vida por lo bien que se compenetraban, Gerardo simplemente se quitó el pantalón y calzoncillo, Alicia solamente las bragas se colocó de rodillas sobre el asiento del sofá y Gerardo de pie por atrás la tenía enculada a tope, no se movían en absoluto, ella le estaba chupando la polla con su esfínter anal, se notaba por las ligeras vibraciones que emitían sus nalgas. Sandoval llevaba tanto tiempo deseando a Carmen que ahora que por fin la tenía quería disfrutarla a tope, la desnudó poco a poco mientras la follaba sentada sobre su regazo, en cuanto la desnudó totalmente la tomó en sus brazos y la depositó en el suelo en un rincón del salón, él se acostó a su lado, su boca y lengua iniciaron un recorrido lentísimo sobre el cuerpo de ella desde las orejas hasta los dedos de los pies, en el recorrido inverso se paró considerablemente acariciando los muslos de ella, los tenía tersos y muy suaves, sus manos no paraban ni un momento y por fin su boca se apoderó de la sabrosa fuente de placer, Carmen tenía un coño con labios gordezuelos con una suave curva de cierre sobre su rajita y un monte de Venus no demasiado poblado pero con una distribución de pelo suave y muy uniforme, con los dedos separó ligeramente aquellos labios gordezuelos y su lengua inició un recorrido enervante por el interior de aquella vagina que él tanto deseaba, Carmen al sentir aquella maravillosa caricia en su parte más íntima se electrizó pero no era de las que permanecían ociosas, se giró rápidamente sobre su espalda situando su cabeza a la altura del pene, lo cogió con sus dos manos y comenzó a friccionarlo delicadamente al mismo tiempo lo acariciaba con sus labios y lengua, los dos acompasaron sus movimientos y las caderas de uno transmitían las señales al otro como si de mensajes telegráficos se tratara, cuando él cogió con sus labios y lengua el clítoris de ella, ella engulló totalmente el pene chupándolo con deleite, ambos simultáneamente comenzaron a mover sus respectivos sexos de una forma desenfrenada inundando con sus jugos sus respectivas bocas, Sandoval se giró rápidamente y la besó apasionadamente situó su pene que para nada se había bajado en la entrada de la vagina de ella y comenzó a penetrarla lentamente, ella abrió sus carnosos muslos y elevó su culo para recibir aquella delicia de pene en lo más profundo de su empapada gruta iniciaron ambos un movimiento cadencioso que les llevó a un segundo e impresionante orgasmo entre gritos de placer de ambos, Ángel mirando con la boca abierta a su mujer exclamó…
¡Quién lo diría! ¡Parecía frígida! Creo que a partir de hoy cambiaran un montón de cosas y todo gracias a vosotros queridos amigos. Ya ves lo que nosotros hacemos para romper la monotonía (Dice Sandoval) a partir de ahora los dos tenéis un hueco en nuestro escogido grupo.
Ángel y Carmen se quedaron mirándose un rato y de pronto comenzaron a reírse, Carmen dice…
Él no sé, yo sí me uno, esto es una maravilla, no podía creer que realmente se podía disfrutar tanto del sexo. ¡Joder! Esto lo haremos los dos juntitos y de seguro que después lo aprovecharemos mucho más, a partir de hoy sé que el sexo será para ambos totalmente distinto (Dijo Ángel)
Al siguiente día lunes, Gerardo se encaminó a la residencia de Jorge y Ana, dedicándose muy discretamente a vigilar todos sus movimientos, el lugar donde vivían facilitaba su labor puesto que era una zona aislada y semi boscosa, se armó de unos bocadillos, cerveza, prismáticos más block y lápiz y se dedicó a anotar todos los movimientos de la casa que no eran muchos. Por lo que se constató al cabo de tres días de vigilancia intensiva, Ana salía de casa sobre las 9 de la mañana para realizar la compra del día (lo hacía personalmente) Regresando a las 10,30 con una señora de mediana edad que se supone realizaba la limpieza de la casa, a las 12,30 salían las dos regresando Ana media hora más tarde. Jorge salía a las 8 y regresaba a las 17 horas aproximadamente, esto se repitió exactamente los tres días, comunicado a Ángel este dijo que era preferible seguir toda la semana con la vigilancia y si el lunes y martes de la próxima semana los movimientos eran repetitivos el miércoles se llevaría a cabo la acción.
Sandoval ya tenía las cintas preparadas y Ángel se ocupó del equipo electrónico de vigilancia acústica. El miércoles a medio día se personó Ángel en Malgrat en casa de Sandoval, comimos y luego procedió a instalarme el micrófono y darme una serie de instrucciones sobre cuál debería ser mi comportamiento, estaba muy preocupado por mí, él me había tomado verdadero afecto. A las 17,30 horas llegamos a las inmediaciones de la casa de Jorge en un lugar oculto dejamos el coche y yo me dirigí sola hacia la casa, ellos (Gerardo, Ángel y dos policías) Dieron un rodeo y se situaron en la parte trasera de la casa, un lugar donde eran invisibles desde la misma y lo bastante cerca como para escuchar perfectamente lo que allí dentro se hablara. Helena llegó a la puerta de la casa e hizo sonar el timbre, al cabo de unos segundos Jorge abrió la puerta, se me quedó mirando inquisitivamente y de pronto palideció hasta la raíz del pelo, me había reconocido…
Pero… ¿Tú qué haces aquí? ¿Cómo me has localizado? Es una larga historia, parece que maté a mi marido aunque yo no me acuerdo, en aquella noche fatídica donde me drogaron algo pasó entre mi marido y yo y lo maté, conseguí despistar a la policía y a ti te localicé en el PC de mi marido donde descubrí que erais amigos y vengo a pedir vuestra ayuda.
Ana estaba detrás de Jorge escuchando atentamente y salió al exterior evidentemente a ver si había alguien más, no vio a nadie, Jorge estaba más calmado y Ana le hizo una seña casi imperceptible, Jorge me mandó pasar muy amablemente al interior de la casa, me guiaron hasta el salón y Ana me pidió que les contara lo que sabía de lo acontecido aquella noche en el piso de Sandoval…
Todo lo que queréis saber está en esta cinta ¿La queréis ver?…
Ellos me miraron interrogantes y bastante pálidos…
¿De dónde sacaste esta cinta? (Dijo Jorge) Por casualidad antes de salir corriendo del piso vi un vídeo encendido y me fijé en una cámara que estaba instalada cerca del techo oculta entre unas cortinas, sin saber muy bien él porque la saqué del vídeo y me la llevé.
Ana muy enérgicamente ordenó a Jorge colocar la cinta en el vídeo para comprobar su contenido, parecía ser ella quien mandaba en esa casa, Jorge la colocó y evidentemente la parte erótica no les interesó en absoluto, desde luego se creyeron a pies juntillas que los participantes eran los de la noche de marras. Ángel y uno de los policías de uniforme habían conseguido penetrar en la casa por la parte trasera al piso superior y Gerardo con el otro policía habían entrado por la puerta de la cocina que se encontraba en la parte baja y en un lateral de la casa, por casualidad esa puerta se encontraba abierta. Ángel con una grabadora recogía absolutamente todo lo que en el salón se hablaba.
Cuando la cinta llegó al momento del crimen no sé de donde la sacó pero Ana portaba en su mano derecha una pistola con la que me estaba apuntando, Jorge al verla palideció…
¡Ana! Pero… ¿Qué pretendes hacer? ¿Es que también vas a matarla a ella? Tú eres un inútil, fuiste lo bastante estúpido como para incluir al idiota del marido de ésta en el negocio, cuando trató de chantajearnos he tenido que matarle ¿Qué quieres, que la dejemos libre y se lo cuente todo a la policía? ¿Pretendes que nos metan a los dos en la cárcel?
Ángel y el policía de uniforme habían bajado las escaleras pistola en mano y con mucho sigilo Ángel estaba situado a las espaldas de Ana, apoyó el cañón de la pistola en su cabeza y…
Me temo querida que los dos pasareis una larga temporada a la sombra.
CONCLUSIÓN
Helena quedó totalmente libre de cargos y a los tres meses se casó con Gerardo, ni que decir tiene que a la boda asistió el grupo al completo incluidos los nuevos fichajes Ángel y Carmen los cuales eran el matrimonio más feliz del mudo. Ángel al conocer a las otras féminas se relamía de gusto, el hombre se había convertido en un obseso sexual y Carmen andaba con las bragas mojadas constantemente. Realmente eran un matrimonio fantástico.