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Que bueno que Bety me lo presento

Que bueno que Bety me lo presento

Hace unos días que vi el relato de Bety; ese que dice bruto es enorme!!!!! O algo asi, y pues pensé que sería buena idea contactarla para ver si me presentaba a Luis y checar aquello de lo que Bety estaba tan impresionada, creí que Luis talvez seria bueno, pero vaya que me lleve una enorme sorpresa.

Este niño es lo mejor que he visto en mi vida, nunca me imagine que un jovencito la llegara a tener de tal forma, casi me mata.

Así que esto es en parte para agradecerle de todo corazón a Bety que accediera a presentarme a esta ricura de niño.

Pero bueno creo que lo conveniente hubiera sido presentarme antes; en fin, me llamo Ángela, tengo 42 años, soy morena clara, 1.65 m de estatura y la verdad que todavía estoy bastante bien pese a mi edad y a que soy casada, pues tengo tres hijos: dos mujeres y un pequeño niño; por lo que mi cuerpo obviamente es voluptuoso, mis senos son grandes, generosos y aun se mantienen muy bien en su lugar, siempre me he cuidado mucho, pues me gusta que los hombres noten mi cuerpo y me deseen; mis caderas son anchas, muy grandes y mi trasero tiene bonita forma, mi cintura aunque no es la de una quinceañera (como Bety, la verdad ella es muy bonita) esta muy bien delineada y no tengo barriguita; me gusta lucir mi cintura con vestidos entallados y muy sugerentes, me resaltan mis senos y mi trasero; siempre me he dado cuenta como en la calle los hombres (maduros y también los jovencitos) se me quedan viendo, como queriendo hacerme el amor ahí mismo; casi siempre me dicen cosas y algunas veces se me han arrimado y me han intentado tocar, pero de ahí no pasa.

Por lo que respecta a mi marido, aunque lo quiero mucho, ya no es igual que antes, y no es por mi, ya que él fue quien desde mi segundo embarazo cambió su comportamiento y ahora, si tenemos relaciones sexuales tres veces en toda la semana es mucho; tal vez sea porque creo que él tiene otra mujer; después de todo no me preocupo demasiado por el sexo, ya que nunca me sentí satisfecha con lo que él me daba.

Y opte por buscar algo que me diera una experiencia muy placentera y por suerte di con Bety y su historia, porque me llevo a conocer a este muchachito que UUFFFFF!!!

Me dio mucho más de lo que nunca me hubiera imaginado.

Nunca en mi vida me hubiera imaginado que conocería algo como eso, en verdad que Luis lo tiene hermoso, cuando leí el relato de Bety me imagine que tan solo sería un hombre “x” con un pene de no más de 20 cm, pero cuando lo conocí no supe ni qué decir.

Me puse de acuerdo con Bety para que le hablara a Luis de mi y me lo presentara, ella por su idea esa de que le gusta verlo con otras mujeres hasta gustosa me dijo que si y mejor para mi no?

El caso es que arreglo que nos conociéramos en mi casa, y para que no pareciera que todo había sido planeado para que me lo hiciera, Bety le dijo a Luis que tenía que venir a mi casa a recoger unos vestidos que yo le iba a vender y que quería que la acompañara para que le diera su punto de vista; y pensé que cuando lo conociera, sino me gustaba, tan solo les diría que había sido un gusto y adiós, ahí terminaría; pero vaya que no fue así.

Llegaron a mi casa como a las 11 de la mañana, hora en que mi esposo esta en el trabajo, mis hijas en la escuela y a mi pequeño hijo lo fui a dejar a la casa de mi hermana para que lo cuidara; yo estaba más que lista.

Me puse una blusa entre blanca y transparente, muy ajustada para que mis senos se notaran lo más posible, desabotonada en la parte de arriba y sin sostén, se me notaban claramente mis grandes pezones erectos por el roce con la tela, todo el tamaño de mis senos y hasta el color de mi piel; una falda arriba de la rodilla, la más pegada que tenia, de color rojo, debajo unas bragas color blanco que cubrían solo la mitad de mis nalgas pues tengo un trasero bastante amplio y respingón; un liguero con medias negras que daba el último toque; por lo pegado de la falda se me marcaban mis bragas y se me notaban perfectamente mis glúteos y mi raya, hasta de verme en el espejo me excite.

Cuándo abrí la puerta para recibirlos y vi a Luis, inmediatamente decidí que me pondría una cogida como nunca lo había hecho, es joven, muy joven a pesar de que tiene 22 años parece de 17, y la verdad es bastante atractivo, pero yo no perdí el tiempo y mire rápidamente su bragueta, eso que escribió Bety de que se le nota un enorme bulto, es cierto!

Luis obviamente se dio cuenta de que le vi ahí y como no, si hasta la boca abrí; los hice pasar y les invite un poco de agua, después de intercambiar algunas palabras sin importancia le dije a Bety que tenia los vestidos listos y que estaban arriba en mi cuarto, y que podía subir a probárselos para que estuviera segura que le quedarían a la medida; ella le dijo a Luis que la esperara ahí sentado mientras se los iba a probar y que bajaría a enseñárselos para que le diera su opinión.

Luis no dijo nada y permaneció quieto, y claro que no diría una palabra, se quería quedar ahí conmigo, pues en la entrada de mi casa me di cuenta como se me quedó viendo, miraba mis tetas y mis caderas con un deseo!!!

Que me prendió!!!

Ya que Bety había subido al cuarto, le hice la platica a Luis, le dije:

Pareces muy joven, cuántos años tienes?

22.

Y eres muy tímido?

Pues… no, no

A veces yo sí lo soy, pero cuando estoy en confianza todo es mejor, no crees?

Bueno, no estés tan tenso; no muerdo, o no creo que te ponga nervioso por como ando vestida o si?

No, no, no es eso, solo que…

Crees que no se me ve bien lo que traigo puesto?

No. Se ve muy bien. Esta muy linda.

Creí haber visto que me mirabas muy atento.

Pues…si, es que es usted muy…

Te gusto? Te gusta como se me ve la ropa?

Si, si claro.

Te gustaría verme sin ella? O como me la quito? Te gustaría tocarme?

En ese momento Luis estaba ya muy nervioso por lo que le decía, pero yo lo seguía mirando y ponía mi cara de cachonda; note como su hermoso pene crecía dentro de su pantalón, se veía tan grueso y tan largo, ya lo quería tener en mi boca.

Así que le seguí diciendo:

Crees que mis tetas son grandes?

Y comencé a apretarlas suavemente para él.

Me di la vuelta, me acerque, me incline un poco, le pare el culo y le volví a preguntar:

Crees que estoy buena? Te gustan mis nalgas? Se me notan mis braguitas verdad?

Tócame, tócame, quiero que me acaricies, Bety está arriba y va a tardar, además se escucha cuando abre la puerta, no se dará cuenta, ándale, aquí tienes mi culo, hazme lo que quieras.

Luis tenía una cara de lujuria, que no quitaba la vista de mi trasero, se puso una mano en su gran bulto para acomodarse, pues ya lo tenia bastante parado.

Ándale Luis, hazme lo que quieras, te deseo, ya te vi ese gran bulto, creo que eres muy guapo y quiero que me enseñes tu pene.

Señora Ángela no quiero que Bety se de cuenta.

Ni siquiera se va a dar cuenta, ya te dije.

Lo cierto es que Bety estaba arriba viendo todo a través de la puerta entrecerrada de mi cuarto; y yo ya estaba tan cachonda que sentía como me mojaba todita.

Entonces Luis se levantó y me puso una mano en mi trasero y comenzó a acariciármelo, me mantuvo inclinada y con su dedo pulgar me frotaba en medio de las nalgas y por encima del vestido; comencé a sentirme muy caliente y le sonreí.

En eso sentí que me recargo en mi trasero su enorme bulto, se me repego tan rico que sentí todo el enorme tamaño de su animalote, me lo frotaba entre mis nalgas y me daba unos empujones agarrandome de la cintura; después tomo mis tetas con sus manos y me las acariciaba y apretujaba suavemente, mientras seguía dándome empujones con su enorme pene por detrás; vaya que Luis me estaba mojando tanto y ni siquiera se la había sacado.

Comenzó a subirme la falda y mis nalgas quedaron al aire, hizo a un lado mis braguitas y de un golpe quiso penetrarme pero tardaba en entrar su gruesa verga en mi rajita, sentía como me partía con su gran fierro, Ohhh, si Luis, cogeme, solo podía pensar en el enorme placer que me proporcionaba Luis con su hermoso pene.

Inmediatamente quise darle una chupada a esa gruesa y enorme cosa, se me hacia agua la boca, le dije que se la quería mamar, que quería su lechita en mi boca y en mis senos; me la saco y yo sentía como me abandonaba esa maravilla, me di la vuelta y con la boca recogí su rojisima cabeza, Uuuhmmmm!!!!!, estaba tan caliente, dura, roja y tan gruesa, que casi me corro de solo probarla, recorrí con mi lengua esa belleza, le chupe y succione la cabeza con tal entusiasmo que Luis ponía sus ojos en blanco; me hacía abrir toda la boca, ese pene era descomunal.

Mientras se la mamaba comencé a acariciarle sus huevos, son grandes, gruesos y pesados; como en mi boca no entraba más que la mitad de su enorme cosa, lo recorría con mi lengua por todo lo largo y ancho, salía de su fierro gran cantidad de líquido, que ya me escurría desde la barbilla hasta los senos, olía tan rico, que me lo pasaba; seguía lamiendo ese gran chorizo y baje hasta sus bolas, se las chupe y lamí hasta cansarme; después le pedí que me lo hiciera por detrás y válgame el cielo, es lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.

Me hizo pujar, gritar y llorar como una loca, me destrozo toda, y después de hora y media de follarme por todos lados, seguía con su verga tan firme que grite: mas, por favor!!! Y Luis seguía dándome por mi conchita, que ya parecía una enorme cueva, hasta que por fin llegó lo que pensé que nunca llegaría, sacó su enorme pene de mi y sentí en mi espalda un chorro caliente, estaba toda llena de su líquido, me lo embarro en la espalda y en mis nalgas, me di la vuelta y se lo chupe, seguía saliendo semen de su manguera y me lo hecho en mis senos y en mi cara, yo estaba exhausta y feliz, tan complacida que me quede tumbada en el sillón, ahí toda desnuda y llena de semen, escuche que Bety bajo y Luis le dijo: gracias por traerme, estuvo muy bien, se que lo planeaste y la verdad me gusto mucho, vámonos, quiero hacerlo contigo en la casa.

Solo dijeron: “Adiós, nos vemos luego” y salieron de mi casa, yo me quede todavía un buen rato acostada en el sillón, pensando en la mejor cogida que me habían puesto en toda mi vida, y la verdad es que ya quiero verlos de nuevo para decirle a Luis cuánto deseo que me lo haga otra vez.

Espero que Luis todavía quiera hacerlo conmigo, pues ya muero de ganas por tenerlo dentro de mi y la próxima invitare a unas vecinas amigas mías para que lo conozcan y se mueran de la envidia.

¿Qué te ha parecido el relato?