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La obsesión por la mama de mi amigo

La obsesión por la mama de mi amigo

Yo soy Dani, llegué a vivir junto a mis padres y hermanos a una sector residencial, que se encontraba cerca de una laguna, la cual frecuentábamos junto a mis amigos del barrio en el verano. A los 13 años ví por primera vez a la tía Anita en Bickini.

La familia Carrillo era mis vecinos, tres hermanos, Edgardo (19), Mauricio(17) ,Dieguito(8)( yo era amigo de Mauri )y mis tíos que en realidad les decía así por respeto, sin existir lazos sanguíneos, Leo y Anita.

Yo era amigo de Mauri.

Tía any el año 81 tenía 41 años pero que en realidad representaba como 33 yo tenía en aquel entonces 17 años fueron esos años de mi adolescencia que sentí una fuerte atracción Hacia mi tía.

Mi casa estaba colindante a la de ellos a través de una pandereta, muchas veces cuando niño para ir a jugar pin pon saltaba el cerco y evitaba dar la vuelta manzana, así también Mauricio a mi casa, en más de una vez el tío mandaba a pedir prestado un taladro que tenía mi papá y yo lo llevaba pasándolo simplemente por el muro. .

Nunca voy a olvidar cuando en más de una noche salte el cerco a través de mi patio a mirarla a través de la ventana que se encontraba con las persianas semi abiertas, como en una casa de cristal, se desvestía y después las cerraba, no sé si por descuido o por presumir y mostrar su buen contorneado cuerpo, esto cuando el marido trabajaba de noche.

Muchas veces llegué tarde y veía cómo ya con la camisa de dormir colocada se friccionaba crema en las piernas.

Ella era muy agradable y de buen trato, era profesora y mi tío empleado de una importante empresa, tenían buena situación económica, siempre vestía bien y con buenos perfumes ,3 autos, los hijos en buenos colegios y la casa siempre con empleadas y bien decorada.

En una ocasión recuerdo que pasé al baño y encontré un diminuto calzón colgado en la barra de la ducha, con un sponsor que decía en la parte de adelante “Dirección Obligada”, tal como aparece en la señalización de tránsito.

Usaba ropa interior muy sexy ya que la podía divisar a través del patio cuando estaba colgada o cuando nos encontrábamos jugando, este comenzó a ser el comienzo de la calentura con la mamá de mi amigo.

En una ocasión nos encontrábamos escuchando música con Mauricio en su pieza y cuando irme para mi casa la ví que ella estaba en un dormitorio contiguo tendida en la cama con Dieguito (6 años), recostada, con el pretexto de pasar a despedirme entre a la pieza, le dije a Mauricio¡ me voy a despedir de la tía!

Entré haciéndome el tonto y sin querer queriendo me comenzó a contar experiencias de cuando ella era joven y estudiaba, y yo parado al lado afirmado en una litera escuchándola, le hice un guiño con mi boca mostrándole cómo se movía mi abultado paquete, ella miró y sonrió pero siguió con su charla.

Recuerdo que una mañana de verano, me sorprendió que me llamara por teléfono, mi mamá me dijo ¡Dani te llama tu tía Any! Era para pedirme si la podía acompañar a la laguna con Dieguito pues se encontraba enyesado de las piernas y había que llevarlo en brazos, había mandado a Mauricio y este se demoraba en regresar, su esposo trabajando y Edgardo de vacaciones.

Fuimos, usaba traje de baño, era como de 1.60 mt de estatura, buenamoza, de perfil fino, una dama.

Mi segunda sorpresa fue cuando salió del agua, se tiró en la toalla a secarse bajo el sol con el niño, me dijo: ¡ dani: por favor échame bronceador en las piernas! Yo pensé pero ¿es verdad lo que estoy escuchando?

Recuerdo mis manos deslizándose por esas suaves piernas, comencé lentamente por los gemelos, ella estaba boca abajo, me dio un poco de vergüenza por que había más gente, pero lo superé, estaba comenzando a aplicar en la entrepierna cuando con mí el roce de mi dedo le pasé por encima de su sapito, realizó un pequeño y suave contorno de la pelvis y me dijo: ¡ ya hijo gracias! y siguió recostada durmiendo tomando sol como si nada.

Tenía sin duda el mejor poto del barrio, sin ser una mujer espectacular, era mi obsesión, Lo único que deseaba era poder tirármela ya que me daba como el lado sin embargo en ocasiones me mantenía como a cierta distancia.

Los Carrillo tenían una casa en el campo y un verano Mauricio invitó a varios amigos y por supuesto que a mi también, entonces yo le dije que sus papás debían hablar con los míos para que me autorizase, en realidad esa fué la respuesta de mi padre.

Fueron y permiso concedido, pero solo por una semana, después de ese lapso debía regresar para pedir una extensión del permiso.

Estábamos allá cuando un día domingo llegaron los tíos con familiares amigos a pasar un día de campo y cuando ya se regresaban, tía Any dijo”: Dany tiene que volverse con nosotros en el auto porque su papá dijo que hasta hoy duraba el permiso”, ante la burla y risa de mis amigos arreglé mis cosas y regresé, sin saber el premio que me esperaba.

Al día siguiente me pidió que la acompañara a la feria porque como me habían autorizado a regresar, yo llevaría frutas, carne y verduras, cuando regresamos me dijo: ” como te vas al campo mañana temprano ven a la noche a la casa para que te lleves las bolsas, te voy a dejar la puerta de la cocina sin llave para que entres, tu tío trabajará en turno de noche”.

Esperé a que pasara el bus que lo pasaba a buscar a la puerta de su casa para llevarlo al trabajo y salté la pandereta, eran como la 23.05 hrs.

Salté al patio, la luz en la pieza de la empleada, que estaba afuera, se encontraba apagada, abrí la puerta y entré como en cuclillas, estaba nervioso cuando escuché su voz que pronunciaba mi nombre ¿Dany? Como esperándome, fui hasta el cuarto de ella , estaba ya con una bata de levantarse sobre la cama y Dieguito estaba comenzado a dormirse, me dijo que me sentar en un lado de la cama y me comenzó a conversar y yo solo atinaba a mirarla y escuchar con un pico que parado y que lo único que deseaba era penetrarla cuanto antes.

De repente se levantó y me preguntó si quería una mentita a lo cual yo accedí.

Ella sabía que yo bailaba onda disco a lo Travolta con mi hermana y me dijo que le gustaría verme bailar y si le podía enseñar unos pasos, colocó un disco lp y ni tonto ni perezoso comencé a danzar al ritmo de la música, moviendo mi pelvis para todos lados, estaba fascinaba riendo.

Cuando salían los temas lentos entonces ella tomaba el brazo de la tornameza y buscaba un tema bailable, Hasta que después de un buen rato me la entré a jugar toda y le dije que bailara un lento conmigo,la tomé de su estrecha cintura y coloqué mi pierna izquierda entre las de ella parado y sin girar con nuestras caras tocandose y mi pene requetecontra lleno de sangre, se lo hacía sentir por sobre pelvis, sin darme cuenta nos estabamos besando en la boca, parece que ella había olvidado besar y recibía mi desesperada mandíbula en su boca, en un momento me dijo que parara, pero era demasiado tarde, estábamos en el living ella solo con ropa interior y yo besando sus piernas, bajé sus cuadros, lamí su sapo como 20 minutos hasta que acabó con un meneo que dio el aviso del primer orgasmo de la noche, estuvimos hasta las 5 AM.

Tirando sin parar me decía que parara pero yo arriba con toda la vitalidad de los 17 años,no podía creerlo cuando estaba arriba y abajo, tanto desearla y no sabía ni podía creermelo, cuando lo metía y lo sacaba era como un Potro salvaje

Al otro día regresé al campo como si nada hubiese pasado.

Me dijo que tenía ser un secreto ahora ya no lo es, después la volví a coger un domingo que su gente fue al fútbol, llamó pidiendo unas herramientas a mi mamá, si podía ir yo a dejárselas.

Ahora tengo 35 y ella 58.

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