Siempre me ha gustado leer y disfruto mucho de los relatos. Si bien no me siento una escritora y hoy es mi primer intento, voy a contarles lo que le pasó a una amiga, a la cual quiero mucho y con ella he compartido gran parte de mi vida, como se suele decir «amigas inseparables».
A ella la llamaré Andrea, es una linda mujer, tiene 24 años, mide aproximadamente 1,75 m, es de piel trigueña, pelo negro y lacio, cortado en forma de melena, ojos verdes y grandes, nariz pequeña y respingada, labios gruesos y siempre están rojos, boca mediana, su carita es suave y redondeada, es muy atlética, colita redondita y bien formada y tiene un atractivo muy grande para los hombres que es su senos firmes y grandes (si bien nunca la he medido, calculo unos 99, 60, 90).
En la oficina suele utilizar un trajecito pret a porter, que realza su porte femenino.
Era el mes de abril y la temperatura era muy elevada para esa época del año y la presión daba idea que muy probablemente lloviera de forma fuerte y prolongada.
Ese día había sido de mucho trabajo, así que decidí una vez finalizado retirarme a casa junto a Andrea, pero ella decidió quedarse un poco más para terminar unos informes. Nos despedimos.
Andrea después de un par de horas considera que había terminado y apaga todo y se da cuenta que son las 22:30 h y que el próximo tren sale a las 23 h y si lo pierde deberá esperar hasta las 24 h. Sale corriendo de la oficina toma un taxi hasta la estación pero cuando llega al andén ve como su tren se va alejando, le produce un fastidio enorme y decide ir al bar de la estación a tomar una cerveza y hacer tiempo.
A medida que transcurre la hora ve como el perfil de las personas va cambiando en una forma muy rápida, pasa de personas que salen del trabajo a personas que son dueñas de la noche.
Se siente algo incómoda pero trata de no darle importancia… En eso siente truenos que la sobresaltan y toma conciencia que la noche se va a transformar en algo macabro y se maldice por no haber salido de la oficina a la hora que había salido yo.
Antes de marcharse al andén decide pasar al baño dado que la cerveza había hecho su acción diurética, pero con gran estupor el baño del bar estaba cerrado y le informan que el baño que estaba disponible era el de la estación. Esta situación la incomodó de sobremanera pero se repuso y se dirigió a ese sitio que le causaba cierto temor.
Entro lentamente y tratando de ver si había alguna persona, pero todo estaba silencioso y la luz era muy tenue. Entró en un reservado y pudo disfrutar de cómo su vejiga se vaciaba.
Al finalizar se higienizó con un par de pañuelos perfumados descartables, se bajó la pollera y se dirigió al lavatorio en donde había un espejo para limpiar sus manos, acomodarse el pelo y retocar su maquillaje.
Mientras realizaba esa tarea entró una mujer de unos 40 años, tan alta como ella, más fornida, sus senos llamaban la atención, eran mucho más grande que los de Andrea, de caderas más amplia, de piel oscura, pelo largo, negro y recogido, ojos oscuros, vestía unos jeans desgatados y un camiseta ombliguera que dejaba ver un abdomen bastante desarrollado y un ombligo grande y redondo, estaba desalineada…realmente daba una impresión desagradable.
Andrea decidió continuar con su tarea mientras que esta mujer entra en el reservado se baja los pantalones y se pone a orinar sin cerrar la puerta.
Andrea simula no notarlo y cuando está por dar concluida su tarea nota que la mujer se sitúa detrás de ella y comienza a mirar su trasero en forma descarada, ella trata de no darle importancia pero la mujer empieza a arrimarse a ella hasta poner en contacto su cadera con su trasero y las manos de la mujer se aferran a su cintura y comienza a acercarse y a respirar sobre su pelo.
– Que linda estás amorcito, le dice. Andrea queda dura y sólo atina a decir con una voz casi suplicante – Por favor….
La mujer apoya sus caderas con más fuerza sobre el trasero de Andrea y simula una penetración mientras sus manos empiezan a subir lentamente por su abdomen en dirección a sus senos, los acaricia suavemente y con una increíble ternura que sorprenden a Andrea.
Lentamente empieza a desabrocharle la camisa, su piel empieza a sentir las rústica manos de la mujer en tanto que la boca de esta intrusa recorre su cuello y besa y muerde en forma suave el lóbulo de su oreja, por momentos saca la lengua y juega con su oreja.
Mi amiga por temor y porque empieza a sentir un morboso placer tiene una actitud pasiva y se deja llevar.
Las manos de la mujer logran desprender su sostén y libera sus senos, ella trata de apoderarse de ellos y las yemas de sus dedos juguetean dulcemente con sus pezones. Andrea siempre los tuvo muy sensibles y esto logra que su vagina se llene de jugos.
Teme aceptarlo pero la situación le agrada y empieza a moverse al ritmo que su compañera de juegos, sus manos acarician el rostro de la mujer mientras sus ojos están cerrados saboreando el momento.
La mujer al darse cuenta de la aceptación de mi amiga se separa se saca la camiseta y deja en libertad dos enormes senos con sus pezones parados, se saca los pantalones y muestra una zona cargada de una mata de pelo negro.
Mi amiga la imita y se desprende de su ropa y le muestra su estupendo y cuidado cuerpo.
Ambas mujeres se abrazan y se besan salvajemente, las lenguas juguetean y las salivas se mezclan.
La mujer da vuelta a Andrea y le pide que se apoye en el lavatorio entonces la mujer empieza a besar, mordisquear la nalgas de Andrea, su lengua pasea de nalga a nalga hasta que decide entrar y saborear el ano de mi dulce amiga, Andrea gime de placer, la lengua de la mujer baja y empieza a subir hasta los labios y el clítoris de Andrea, mientras con los dedos juguetean alrededor del ano hasta que uno de ellos empiezan a entrar suavemente y profundamente en ano virgen de mi amiga.
Cuanto dolor y placer siente en ese momento sus caderas se mueven como pidiendo ser penetrada, así lo interpreta su amante por lo tanto introduce dos dedos dentro de la vagina de su amada y los mueve rítmicamente y con velocidad creciente, hasta que Andrea emite un grito fruto de su orgasmo. Se inclina se abraza en el suelo con su amante, la besa la acaricia y hasta le dice que la ama.
Lentamente se separan, la mujer se viste rápidamente y se va, Andrea se levanta se viste lentamente se lava la cara, se arregla el pelo y el maquillaje y sale del baño rumbo al andén … la noche estaba lluviosa.