La vida de casado, con hijos, trabajo, perro, lleva a la monotonía y el letargo, y vas aparcando los pequeños placeres de pareja, escapadas, fines de semana, juegos sexuales, y al final el sexo más corriente. Los encuentros se vuelven más espaciados en el tiempo, y al final, te acostumbras tanto a no tenerlo, que el día que cae, es una fiesta. Nos fuimos metiendo en años, rondando casi los 50, y la vida va pasando no sé si lenta o rápida, pero aburrida. Vivimos en una urbanización a las afueras de una pequeña ciudad del norte. Mi mujer, Lara, es encargada de una conocida cadena de tiendas a nivel nacional, y yo, Miguel,jefe de ventas en un concesionario de vehículos. La urbanización ha ido creciendo en los 12 años que llevamos en ella. Es una zona muy tranquila, con mucho espacio verde, zonas para hacer deporte, para los niños, los perros, zona de restauración, etc. Mucha gente ha ido dejando el centro para comprar casas aquí, adosada, que son la mayoría, o pequeños chalets independientes, los primeros que vinimos. De esta última hornada, ha venido una pareja con la que hemos hecho gran amistad, Pablo y Belén. Las mujeres han hecho buenas migas, y nosotros, con muchas aficiones similares, y pasión por los perros, pues más de lo mismo. Su amistad, nos ha sacado un poco de la monotonía, hemos empezado a quedar y salir algún fin de semana, y este año, hemos planeado las vacaciones juntos, los 4, sin hijos ni mascotas. De edad similar a la nuestra, Pablo y yo somos de constitución fuerte, aunque el es un poco mas alto que yo, ronda el metro noventa, trabajamos gimnasio 5 días por semana, y a pesar de nuestra edad nos mantenemos agiles y fuertes, pero sin decir no a los placeres de la vida, como un buen vino o una buena comida. Pablo, es subinspector de la policía y un amante de la pesca desde embarcación.
Belén es totalmente contraria a Lara. Lara apenas mide metro 60 y pesa unos 48 Kg, no hace casi deporte y aun así, la genética es generosa con ella. A pesar de sus años, tiene la piel tersa y firme, sus pequeños pechos talla 85, totalmente erguidos como una adolescente, y un culito respingón y proporcionado. Belén, sin embargo, Directora de una marca de seguros, mide cerca del metro setenta y cinco, y aunque se machaca en Pilates y camina más de 2 horas diarias, le sobra algún kilo. Aun así, viste bastante ajustada, y cuando vamos a caminar o al gimnasio, suele llevar mallas, que le hacen un culo tremendo, y tiene un generoso pecho, calculo 95 o más. Reconozco que he fantaseado con ella en más de una ocasión, sobre todo desde el fin de semana que fuimos en el pequeño barco de Pablo a pescar. Las dos mujeres se dispusieron a tomar el sol, y Belén, pregunto si nos importaba que hiciera topless, pues odiaba las marcas del bikini. Tras no saber muy bien que decir, Lara contestó que no, y yo también, a lo que inmediatamente Belén respondió quitándose la parte de arriba. Como yo creía, menudo par de melones se gastaba, con unos pezones grandes y oscuros, erguidos por la brisa del barco. Animó a Lara a hacer lo mismo.
- Venga mujer, aquí no hay nadie, y los que estamos somos como familia ya
- De acuerdo, dijo Lara mirándome, como pidiendo mi aprobación, a lo que asentí con la cabeza
Belén tomo la crema solar y comenzó a ponerse a Lara, aplicando generosamente sobre sus pechos, que respondieron irguiendo los pezones, duros como piedras. Belén rodeo por detrás a Lara, y le aplico crema en la espalda, y desde detrás, volvió a masajear sus tetas, cogiendo sus pezones y girándolos un poco, a lo que Lara respondió con leve jadeo. Belén sonrió y continuó aplicándole la crema por el vientre, entrando ligeramente con la mano en la escasa tela del tanga, y después paso a las nalgas. Estaba embobado mirando y la voz de Pablo me sobresaltó:
- Vamos a prepar los aparejos, o voy a tener que terminar haciéndome una paja, dijo, con una mano dentro del bañador atrapando el tremendo bulto que se dejaba notar a través de la tela, y creo que no soy el único, dijo con una sonrisa, indicando mi entrepierna
Un poco ruborizado, me di cuenta de la erección que mi bañador ya no disimulaba, pero es que la escena era excitante al máximo. Las chicas nos miraron riendo, mientras Lara aplicaba la crema ahora a Belén de la misma excitante manera que antes se lo había hecho a ella, y se tumbaron en la proa, a broncearse. Pablo y yo nos fuimos a popa, a preparar las cañas.
- Lara está muy buena, me dijo sin tapujos, y parece receptiva. Creo que si Belén insiste mas, se la lleva al huerto
Un poco incrédulo por el comentario, acerté a decir:
- Ayer te habría dicho que no, sin pensarlo, pero después de lo visto, igual tienes razón, de todos modos, no te quejes, Belén es un mujeron
- Te pone verdad? Me he fijado como la miras
- Repito que es un mujeron, lo siento si te he ofendido por mirarla, es tan distinta a Lara
- No te disculpes idiota, yo también miro a la tuya, y he fantaseado con ella muchas veces, hasta lo he comentado con Belén.
- ¿Cómo?
- Si, hemos hablado de cómo sería follar los 4 juntos, intercambiando parejas, he incluso verlas a ellas dos solas. Belén te tiene ganas y a Lara ni te cuento, y yo, vamos, lo que haría con ella. Acaso tú no te follarias a mi mujer si tuvieras oportunidad? Niégame que has fantaseado con ello.
- No te lo niego, pero de pensarlo a hacerlo………..
- La oportunidad es hoy y aquí, solos los 4, sin opción de que nadie nos vea. Solo si estamos todos de acuerdo.
- Me excita pensarlo, la verdad, pero no creo que Lara acepte.
- Eso déjaselo a Belén, es muy persuasiva, jajajaja
- No lo dudo, viendo lo visto
Seguimos pescando y hablando del tema, ya sin ningún tapujo, alabando cada uno las virtudes de la mujer del otro, lo que más nos gustaba hacerles y que nos hicieran, así como lo que menos o lo que nunca habíamos hecho. Acabé reconociendo que nuestra vida sexual era muy monótona y aburrida comparada con la de mis amigos, que incluso habían probado locales de intercambio, y un hotel de temática Sado, en Barcelona. Varias piezas después, de buen tamaño, que nos garantizaban comida y cena para un par de días, decidimos dejar de pescar e ir a por unas cervezas, pues el sol apretaba, y de paso ver que hacían nuestras parejas. Pablo, que iba delante por el paso lateral de la embarcación, se detuvo, y me mando acercar despacio y en silencio. En la proa del barco, que tenía un pequeño espacio de solárium, con colchonetas que formaban un acogedor y cómodo triangulo, estaba Lara, tumbada, completamente desnuda, con Belén encima, desnuda también, con su cabeza enterrada entre las piernas de mi mujer, que se contoneaba y jadeaba, retorciéndose los pezones con ambas manos. Belén mantenía con sus manos las piernas de Lara separadas, y se veía su lengua recorrer su vagina de arriba abajo. Soltó una de las piernas e introdujo varios dedos dentro de ella, mientras seguía lamiendo, a lo que Lara respondió arqueando la espalda y teniendo un sonoro orgasmo, tras el cual quedó tendida. Belén acomodo un cojín bajo la cabeza de Lara, y se puso a horcajadas con su depilado sexo a escasos milímetros de la boca de mi mujer, la miro y le dijo:
- Venga, me toca, hazlo como te enseñe
Lara, sin mediar palabra, rodeo con sus brazos a Belén, agarró su culo con ambas manos y comenzó a comerle el coño a su amiga, que tardó menos de un minuto en correrse también, gritando como una loca, cogiendo la cabeza de Lara por la coleta, para que no se separara ni se detuviera.
Cuando las dos parecieron relajarse, nos acercamos
- Veo que os lo estáis pasando genial sin nosotros, dijo Pablo
- Sí, creo que estas dos son un poco egoístas, no? Dije yo
- Había mucha tensión sexual en este barco, solo liberamos un poco, dijo Belén
- Si, afirmo Lara, pero acercaros, que se os ve tensos, mirando pícaramente a su amiga
Pablo sea cerco a Belén desnudo ya, y yo me quite el bañador para ir también. Belén y Lara se pusieron de rodillas para esperarnos, y según llegamos, cada una tomó nuestras pollas en su boca y comenzaron a chuparlas golosamente. Lara, a pesar de ser bastante “clásica” en el sexo, hacía unas mamadas de escándalo. A Belén, le costaba tragarse el aparto de Pablo, de generosas proporciones y más largo que el mío, aunque menos grueso. Tras unos minutos, y perfectamente compenetradas, intercambiaron posiciones. Ver a mi mujer con la polla de mi amigo en su boca, mientras Belén se comía la mía, me puso a 1000. Pablo agarraba la cabeza de Lara y le follaba la boca lentamente, disfrutando de cada centímetro de mamada, y yo hacía lo mismo con Belén. Incremente el ritmo, porque estaba a punto de correrme, le miré a los ojos pidiendo permiso, algo que entendió muy bien, respondiendo con un parpadeo, y solté toda mi descarga directo al fondo de su garganta, un par de disparos mas, abundantes, y la deje retirarse un poco, mientras lamia y succionaba el resto de mi corrida.
Miré a Pablo y Lara, este tenía su polla en la mano, mientras varios chorros de semen se deslizaban en la cara y tetas de mi mujer, así como en el pelo. Belén se le acercó a terminar de limpiarlo, y después, con la lengua, recogió todo lo que pudo del cuerpo de Lara. Yo, estaba atónito y en éxtasis tras lo ocurrido. Ni en mis más húmedos sueños hubiera imaginado esta situación. Belén tomo de la mano a Lara, y dijo:
- Vamos a bañarnos, preparar algo de comer mientras, que el finde es largo, y necesitaremos fuerzas
Lara me miro, me guiño un ojo, y me lanzó un beso sonriendo, mientras saltaban al mar
- Miguel, obedezcamos, que este finde no lo vamos a olvidar, te lo prometo, mi mujer esta desatada, y la tuya, no le va a la zaga, dijo Pablo
- Ya lo veo, respondí, esto promete
Preparamos un poco de ensalada, un par de hermosas lubinas recién pescadas y abrimos una botella de Albariño bien frio. Las chicas subieron por popa, totalmente desnudas y mojadas. Lara me rodeo con sus brazos y me dio un morreo metiéndome la lengua hasta el fondo. Después tomo una copa de vino y le dio un sorbo. No solía beber, pero este fin de semana era completamente distinta, y eso me estaba gustando. Belén y Pablo estaban fundidos en un beso profundo mientras este masajeaba el voluptuoso culo de su mujer y separa sus nalgas, dejando descubierto su rosado ano, que invitaba a penetrarlo directamente. Una nueva erección creció en mí, a la cual Lara no fue indiferente, tomando mi miembro con su mano, e iniciando un movimiento firme pero suave, de masturbación.
- Chicos, chicos, vamos a comer que nos calentamos nosotros pero se enfría el pescado, dijo Pablo riendo
- No sé si podré sentarme así, jajaja respondí yo
Nos sentamos los 4 a la mesa y comimos con ganas, hablando de cosas triviales, mientras terminábamos la primera botella de vino. Pablo bajó a la cabina a por otra. Belen me miró y me comentó:
- Me dice Lara que te tiene muy abandonado, y que este finde es para que veas que te quiere y que todo va a cambiar. Sabe de tus fantasías y de su dejadez y está muy orgullosa de que la hayas respetado y no le pusieras los cuernos por ahí, aunque lo entendería
- Es cierto, dijo Lara, llevo unas cuantas terapias con Belén, en secreto, y me han cambiado mucho, soy otra. Y quiero hacerte este regalo, que llevamos preparando los 3 algo de tiempo ya.
- Vaya, así que esto estaba preparado? Pregunte, pues me encanta la sorpresa.
- Ya se lo habéis contado? Dijo Pablo saliendo de la cabina con la botella en la mano
- Si, respondieron ambas al unísono
- Habías pensado alguna vez en ver a esta belleza follar con otro? Dijo Pablo, mientras levantaba a Lara de su silla y la giraba sobre si misma, como en un paso de baile
- No, la verdad, respondí, la mera idea me repugnaba, sin embargo, esta situación es completamente distinta, y admito que verla chupártela mientras tu mujer me lo hacía a mi, me excitó muchísimo
Belén, que aún estaba sentada, se levantó, tomó las cabezas de Pablo y Lara y los juntó, a lo que respondieron fundiéndose en un profundo beso. Belén retiró un poco a Lara para tomar ella el lugar de Pablo en su boca, y alternaba esta con la de su marido. Pablo estaba, al igual que yo, completamente empalmado. Su hombría se aplastaba contra el vientre de mi mujer. La giró sobre si misma y deslizo desde detrás su polla, entre sus piernas, saliendo un buen trozo entre los labios vaginales de Lara. Belén se arrodillo y comenzó a chupar y lamer el glande de su marido, que se movía atrás y adelante, haciendo que mi mujer comenzara a jadear presa de la excitación. Belén aprovechaba cuando él se retiraba para lamer la vagina y el clítoris de Lara. Pablo tenía presos los dos pechos de Lara, y jugueteaba con sus inhiestos pezones, duros como piedras.
- Vas a seguir embobado mirando? O me vas a ayudar con estas dos fieras, me dijo Pablo
Me acerque a Belén por detrás, me puse a un lado, Lara apresó mi polla con su mano y la dirigió a la boca de Belén, que comenzó a darnos placer a los 3, alternando de uno a otro, durante un buen rato. Decidí tomar la iniciativa. Puse a Lara tumbada boca arriba, y a Belén sobre ella a horcajadas. Inmediatamente ambas comenzaron a comerse los coños mutuamente. Me coloque detrás de Belén y comencé a frotar mi polla en su vagina, haciendo que la lengua de Lara también me la lamiese, y en cuanto noté que Belén estaba bastante húmeda, se la metí dentro. Su coño me acogió dentro cálidamente. Vi como Pablo, que llevaba todo este tiempo, recibiendo una mamada de su mujer, que alternaba la polla de su hombre con el coño de mi mujer, se retiraba y se acomodaba, para penetrar vaginalmente a Lara. Separó las piernas de esta, levanto un poco su pelvis acomodando sus muslos sobre los suyos, y vi como hundía lentamente todo ese pedazo de carne, en la vagina que hasta hace unas horas, solo había probado yo. Me retiré un poco de Belén para ver la cara de mi mujer, que abrió los ojos, y al ver mi polla delante suyo, la tomo con las manos y se la metió en la boca, estaba fuera de sí. Pablo comenzó a bombear dentro suyo y cada envite hacia que mi mamada fuera cada vez más profunda, llegando a provocarle alguna arcada. Deje la boca de mi mujer para volver al coñito que tantas pajas me había sacado, pensando en cómo sería. Y allí lo tenía a mi completo servicio, empapado, latente, esperando que me lo follara. Lentamente, volví a meter mi miembro, hasta el fondo, deleitándome con cada centímetro, mientras Lara volvía a chupar y lamer con avidez el coño de Belén, y también mis bolas y polla cuando la sacaba, impregnada de los flujos de nuestra amiga, que parecía que no iba a tardar mucho en correrse. Un par de minutos después, así lo anunciaba
- Aaaaahhhhh! Aaaaaahhhh! Me corro, me corro, Aaaaaaaaaaaahhhhhhhh!
Según sacaba mi polla de su interior, un potente chorro transparente de flujo impacto en mi pelvis, arrollando todo sobre la cara de Lara, que tenía la cara desencajada del placer que Pablo y Belén le ofician simultáneamente
- Yo también me corro, seguir, seguir aaahhhh!aaaaahhhh!aaaahhhhh!!!
Me quedé viéndola correrse con los envites de Pablo, que metía toda su polla hasta el fondo de mi mujer mientras la suya lamía con avidez su clítoris. Le arrancaron un tremendo orgasmo entre los dos. Sin perder tiempo, Belén tomó un bote de lubricante, y se lo pasó a su marido, que se lo puso en el culo, metiendo primero un dedo, luego dos, hasta que este empezó a dilatar. Pablo se tumbo en el suelo, y Belén se puso sobre el, metiéndose todo su miembro en el coño. Se echó sobre su torso, poniendo el culo en pompa y me dijo
- Ven, métemela, quiero que me folleis los dos
Obedecí sin pensarlo, el culo que tanto había imaginado bajo las mallas, estaba lubricado y abierto esperando que me lo follara. Separé un poco aquel impresionante par de nalgas, acomodé mi prepucio, y comencé a metérselo dentro. Entró sin demasiado esfuerzo, a pesar de que tengo un diámetro bastante considerable, aunque no el largo de la de Pablo, que podía ser unos 8 cm mayor que la mía. Pablo indicó a Lara que se aproximara y se acomodara en su cara, así mientras los dos nos follabamos a Belén, el, la deleitaba con un delicioso cunnilingus.
Yo estaba a mil, y no tardaría en correrme. La escena era excitante al máximo, y lo prieto del culo que me estaba follando, así como sentir dentro la otra polla a través de la fina pared de piel que las separaba, daba un placer indescriptible. Tome las dos tetas de Belén con mis manos, pellizcando y retorciendo sus pezones. Pablo simplemente se dejaba llevar por el ritmo que yo imponía, mientras el también jugueteaba con las tetas de Lara. Belén no tardó en exclamar:
- Me vais a romper hijos de puta, aahh! Que placer, seguir así, seguir! Aaahh!!
- Ahhhhhh!!!!Aaaaaahhhhhhh!!!!!!!
Tras correrse se quedo exhausta, y Pablo dijo:
- Quiero terminar dentro de ti, mirando a Lara
- Por supuesto. Follarme también los dos
Volvimos a acomodarnos, esta vez yo abajo. Lara me cabalgo sin esfuerzo, estaba empapada. Pablo se deleito lubricando su ano y dilatando su esfínter, con lubricante abundante y sus dedos, preparando el estrecho y poco usado culo de mi mujer para albergar el tamaño de su imponente miembro. Cuando creyó que podía estar, cogió a Lara por la cadera, esta se inclinó sobre mí, como había visto hacer a Belén, y Pablo se dispuso a penetrarla analmente. Le costó pasar el glande, mi mujer tenía una mueca de dolor en la cara. Para aliviar un poco intente moverme dentro de ella para darle algo de placer. Belén se acercó también, puso lubricante en su mano, la deslizo entre nosotros y sentí como comenzaba a estimularle el clítoris. Lara entonces comenzó a jadear y Pablo por detrás, y poco a poco comenzó a moverse. Un par de minutos después, la mueca de dolor se convirtió en cara de placer y lujuria. Levante mis manos para juguetear con sus hermosas tetas. Pablo anuncio que no podía mas:
Me voy a correr, que placer, me voy a correr!! Tenso su cuerpo, y descargó todo su semen dentro del culo de Lara. La cara de placer de mi mujer era indescriptible, y casi al unísono, comenzamos a jadear los dos, para tener un gran orgasmo simultáneo
- Joder si, siii, siiii, me corro otra vez, siii, siii!!!!!!!!!
- Yo también, ahhh,ahhhh !!!!!!
Pablo y yo seguíamos dentro de Lara, que yacía sobre mi pecho, terminando de descargar, con leves espasmos, los últimos restos de nuestra hombría. Cuando por fin se retiro, esta se hizo a un lado y yo me levante. Estaba cubierta de sudor, y el semen salía de sus dos agujeros abundantemente, mezclándose con sus propios fluidos. Belén, que estaba tumbada, se arrodillo frente a nosotros y termino de limpiar nuestras pollas con la boca. Nos tumbamos alrededor de Lara y nos dormimos, completamente ajenos a la embarcación que ha escasos 50 metros había fondeado a babor de la nuestra. Estarían pescando? O habrían visto todo el espectáculo?
Continuará…