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Su buen corazón para conmigo IV

Su buen corazón para conmigo IV

Continuando mis cornudos relatos (Su buen corazón para conmigo III, II y I) os voy a contar la vez de como me enteré que ya había sido cornudo con mi buena novia Ana sin que yo me hubiera dado cuenta, eso sí.

No un cornudo consentido dado que mi primera experiencia como cornudo sumiso y consentido que os relaté fue la primera.

A lo que vamos, después de aquel viernes primerizo en cuanto a mi condición, la semana pasó, nos llamábamos todos los días y la cosa transcurría como en una relación normal sin faltar alguna que otra alusión a mis cuernos (cosa que a mi me llenaba de gozo), ese fin de semana, no la vi, estuve aguardando su llamada sábado y domingo pero como su amante esporádico regresaba el sábado por la tarde a Lanzarote y como ella el domingo saldría con sus amigas a narrar sus nuevas experiencias, pues…….. no le di mayor importancia; aunque no me pude apartar del teléfono como un tonto enamorado.

No le quise preguntar porque no llamó, puesto que ya me había advertido que las cosas las sabría en su justo momento y cuando ella estimase oportuno contarlo, yo no tenía derecho a pedir explicaciones de ningún tipo, ella en su justa medida era juez y verdugo para mí, como se suele decir, o también que yo solo tenía derecho a ver, oír y callar y a corresponderla, en cuanto a mi condición.

El siguiente fin de semana, no habíamos hablado nada y ella se había hecho la remolona no diciendo ni una palabra de lo que íbamos a hacer y tampoco nada referido a mis primerizos cuernos, parecía otro fin de semana de aquellos de antaño, cuando la conocí, de ir a una cafetería, al cine, a cenar, a pasear, esos fines de semanas normales……

Habíamos quedado que cuando yo acabase de entrenar, pasaría a buscarla a su casa, y así fue, ese día en el entrenamiento conseguí marcas excepcionales, gracias al buen corazón de mi novia Ana, me estimulaba en todo momento no saber que me esperaría cuando acabara, y si eso no lo hacía en sumo grado, tenia miles de imágenes mentales de la cogida del anterior fin de semana, me sobraba, tenía más sensaciones y recuerdos por minuto que en la mayoría de las relaciones tradicionales de muchos de mis amigos….

En el trayecto hacia su casa me iban asaltando multitud de dudas ¿qué haría?, que me haría?, con quien me pondría esta vez los cuernos?, puesto que Carlos se había ido……., que habría maquinado su inocente y a la vez tan temida mente……….?????.

Pronto se sabría.

Cuando llegué llamé a su piso y pensando como siempre que bajaría puesto que sus padres casi siempre están en casa le dije, cuando contestó

-Baja, ya estoy aquí, pero ella me respondió……..

*No, sube un momento malo, pensé para mí, mis temores se iban a confirmar??.

-Tus padres? (nunca he sido partidario de subir mucho a casa de mis novias estando sus padres, dice mucho de la persona)

*Tu sube, no te preocupes vale, vale

Cuando llegué a su puerta, me abrió y me dijo pasa, (estaba vestida, así que todos mis pensamientos se diluyeron al instante a parte de pensar que sus padres estaban como siempre en casa.

Es que estoy esperando a mi jefe que tengo que darle unos gráficos que necesita y que me pidió esta tarde para la reunión del miércoles.

-Nada, tranquila amor

Debe estar al llegar, dijo que vendría a las 22:30, y eran las 22:26, así que estaría al llegar

-Vale, contesté yo

Pasé al salón

Me preguntó si quería tomar algo

-no, gracias, respondí yo atentamente

Allí estaban sus padres acabándose de vestir puesto que salían a cenar con unos amigos (vaya con la coincidencia, no???????, pensé yo para mis adentros), ya les conocía (les había conocido unos meses atrás, puesto que me invitaron a cenar para conocer al nuevo novio de su hija, siempre habían dicho de mí que era un buen chico, no sólo físicamente sino que era muy agradable y educado y ella siempre les había dicho que quería que yo fuese el hombre definitivo en su vida y su madre lo veía con buenos ojos.

Ay Dios, si supieran que la buena de su hija traía a su novio de cabeza y que lo trataba como cornudo y él lo consentía en toda regla.

Que pensarían Dios mío, pensaba mientras los veía acercarse para saludarme.

El padre vino a darme la mano y a preguntarme como me iba todo, y la madre me dio dos besos y me dijo que ya llegaban tarde, por lo que no estuvieron mucho rato allí.

Ana vino y nos sentamos a ver la tele mientras esperábamos a su jefe

+Sácale algo de picar, igual quiere comer algo y no beber(dijo la madre).

-No gracias, no me apetece nada.

+jejejeje, siempre igual no me extraña que estés tan delgado, nunca comes nada

*Ya le conoces mamá, se cuida mucho para mí (y esa en parte no era toda la verdad, me cuidaba para mi y luego para ella)

A lo que su padre añadió desde el hall, pues tanto ejercicio como haces sino comes…………, malo

Entre tanto llamaron abajo, era el jefe de Ana

+Ya le abro yo, dijo su padre

Subió, le saludaron puesto que no era la primera vez que venía a casa de mi novia a buscar lo que le había mandado hacer y pasó directamente a la habitación a recoger los gráficos, venía como con prisa. Antes de ir a la habitación me presentó, había oído hablar mucho de él pero no le conocía

En ese momento sus padres se despedían y se marchaban

Este es mi novio

+Ah, hola no te había visto, me ha hablado mucho de ti Ana, así que tu también le das a esto del ordenador (él tiene una empresa de publicidad en Internet), eh?

*Un poco,

+bueno nada, encantado

+lo mismo digo

Me quedé en el salón mientras ellos, iban al ordenador a mirar los gráficos, bueno los diagramas de flujo que le había mandado hacer.

*Cariño, no te quedes en el salón solo, ven si quieres me levanté y me fui.

Ellos estaban allí delante del monitor mirando atentamente cada uno de los gráficos que le había pedido

En un momento dado….. como a los 3 minutos

*Cariño, tengo que decirte algo, dijo en voz alta y sin mirarme

En ese momento su jefe intuyó algo, por su rápido movimiento de cabeza, mirándola con cara de despavorido como si supiera lo que iba a decir

Te he puesto los cuernos con Isaac (su jefe)

Su jefe estaba más acojonado que yo, a mi a decir verdad me estaba descojonando por dentro, después de lo del otro día eso me sonaba a chiste, quizás me jodiera pensar que me engaño antes de hacerme su cornudo consentido, pero eso ahora era lo de menos, si yo estaba allí era porque yo quería, y además todo eso es lo que me producía tantas nuevas sensaciones

+Ana, pero que dices? (replicó su jefe como con cara de inocente y a la vez de falso)
*venga Isaac, cuéntale lo del mes de Diciembre cuando lo de la convención en Lisboa, tranquilo, no pasa nada, cuéntale como me follabas y me comparabas con tu mujer, y cuantas ganas me decías que tenías desde que me conociste de meterla en un chochito joven como el mío. Anda cuéntale, todo lo que me prometiste si accedía a acostarme contigo, lo de la nueva sucursal, el puesto en la dirección, lo de mi propio despacho…..

+Oye Ana, si tenéis líos entre vosotros os dejo y ya vendré en otro momento, decía medio tartamudeando y enrojecido y pensando que así correría el bulto ( se pensaría que iba a empezar a meter ostias a diestro y siniestro, o que iba a empezar a montar el número de la cabra o a jurar en arameo), acabó de decir esto y de nuevo abrió la boca mirando a Ana y dijo, bueno yo me voy.

*no te preocupes Isaac, a él no le importa, pero que dices?, añadió él, se acercó aún más a Isaac y cogiéndole por la mano Ana le dice
*mira
y llevando su mano derecha hacia sus pantalones se la restriega sobre su paquete
en ese instante Ana me dice:
*Ya sabes cornudo lo que tienes que hacer

Y efectivamente ya sabía lo que tenía que hacer
En posición sumisa me acerqué a mi novia y me arrodillé suplicándole que me pusiera los cuernos con su jefe, que me humillara delante de él, que mi amor de novio y mis posibilidades sexuales para con ella eran pocas para satisfacerla como hembra.

*Saca nuestro compromiso, mi vida
y saque de mi cazadora la fotocopia que ella me había hecho de su póliza de cornudo y dándosela a su jefe comenzó a leer con cara de gilipollas porque no acaba de entender y estaba poco más que desconcertado

Pero en el momento en que iba leyendo, una sonrisa se dibujaba en su rostro soltando una sonrisa como menos insultante

En ese momento él comprendió todo
+Joderrrrrrr, Ana, eres la ostia, tienes a tu novio de cornudo consentido, la leche, y yo acojonado porque le habías contado que la habías metido los cuernos conmigo.

*Levanta cornudo, ya sabes lo que tienes que hacer

Prepárate quiero que veas como te pongo los cuernos con mi jefe.

En ese momento mi novia ya estaba pillando con su jefe, en un morreo sin más, siempre me había dicho que le ponían los hombres de más edad, pero este tenía 51, y aunque no estaba mal para la edad tampoco era un adolescente, tenia ese aspecto que le gusta a las mujeres de madurito, pero eso sí tenía una curvita de la felicidadddddd, que según ella le daba una visión ante mis ojos de más puta cuando se la mamaba y por tanto más humillación para mis entrañas.

Ella que siempre me había considerado su atleta, su niño, su chico de complexión atlética y bien definido, y era verdad, todo era verdad, practicaba atletismo, era delgado, fibroso, complexión atlética y cara de niño porque aunque que tenia 29 años aparentaba 5 menos, había veces que dependiendo de como se vistiera ella parecía mayor que yo, pero bueno esa es otra historia que no viene a cuento ahora.

Pero si, amigos contemplar que aquella persona no era como yo, me llenaba de satisfacción y a la vez de humillación, puesto que tenía derecho a tirarse a mi novia y yo como un cornudo sumiso y consentido a mirar, empalmarme y a disfrutar en la medida que pudiera, ah y a ser feliz ante todo; eso era lo que a mi novia le llenaba más de gozo y a mi…………… también.

+Mira chico, me dice, sé que Ana es tu novia, pero ahora el que se la va a tirar de nuevo es su jefe, o sea el menda
*Bien dicho Isaac, que se entere de una vez por todas de lo que significa ser un cornudo

Me mandó desnudarme sin más, mientras ellos se sobaban por encima de la ropa.
*Hoy cariño tengo 2 sorpresas para ti, cual quieres que te de primero, la buena o la más buena?

Yo ya me temía lo peor, por un momento pensé en todos los vecinos de su portal vitoreándola o sus padres escondidos en el cuarto de baño, o….. bueno fue interminable la cantidad de cosas rimbombantes que se me pasaron por la cabeza.

-La que tu quieras primero, mi amor
*está bien

*Cuando te acabes de desnudar quédate con los calzoncillos abre este paquete, es un regalo.

Así lo hice, me quedé con los calzoncillos y me dispuse a abrir un paquete más o menos voluminoso y torpemente envuelto cuando…….

*Fíjate Isaac, que calzoncillos se gasta mi hombre, te quedan muy bien amor, estás para comerte, te favorece y a la vez te hace más irresistible; lástima que no puedas sacarles partido enseñándoselos a alguna chica para luego quitártelos y pasártela por la piedra, verdad amor?, lástima que ese cuerpo no pueda estar dentro de mi y lástima que ese PITO no pueda hacerme sudar como lo va a hacer Isaac, Verdad?, verdad?, verdad?

-Si vida tienes razón, soy tuyo y solo tuyo, mientras tu te entregas a cualquiera yo disfruto solo conque lo hagas.
+Joder Ana, como lo tienes de domado, añadió su jefe

Y efectivamente esos calzoncillos me quedaban bien, mis últimos Calvin-Klein, unos especiales de microfibra que marcaban más de por sí mi prieto culo y que me daban un toque más agresivo a lo Bruce Lee, marcando músculos por doquier, y es que amigos, yo me cuidaba, flexiones, abdominales, gimnasio, atletismo y todo por una razón evidente, quería darle a mi novia lo mejor de mi, ¿por que? porque ella me daba a mi en su justa medida lo mejor de ella. Aunque también es verdad que me reforzaba mi autoestima con las chicas y eso se notaba es sus miradas cuando me veían en calzoncillos, pero eso es agua pasada, de eso ya no podría sacar partido, me había convertido en su cornudo sumiso y consentido y todo esto se quedaba en simples recuerdos gratos del pasado.

*A que esperas?, ábrelo de una puta vez que tenemos prisa por ponerte los cuernos que te mereces…

Continuará

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