Capítulo 3
- Oportunidades que te da el trabajo I
- Oportunidades que te da el trabajo II
- Oportunidades que te da el trabajo III
- Oportunidades que te da el trabajo IV
Siguiendo con esta historia, les decia en el anterior que estábamos ahí, yo todavía encima y dentro de ella, recuperándonos de semejante faena, con besitos, algunas tiernas caricias. Y ella diciéndome que jamás la habían cojido así y que disfruto mucho ese momento, que no sería la última vez.
Cuando de pronto escuchamos que la puerta de la calle se abrió ella cambio su cara de placer y satisfecha a una cara de espanto. Yo me he de haber puesto igual, inmediatamente salté, y comenzamos a vestirnos, ella como pudo se asomó media vestida a la ventana y vió a su hijo, metiendo su bicicleta, había salido antes de la prepa, terminé de vestirme y eso que les contaré es lo que solo en los chistes había escuchado, me tuve que meter en el closet, y ahí me tienen encerrado con el corazón al tope creí se me saldría, en la oscuridad y con los oídos más atentos que nunca, y ella hábilmente le dijo a su hijo, ya no entres, ahorita bajo quiero me acompañes al centro comercial.
Ella abrió el closet y me dijo espera unos cinco minutos después de que oigas cerrar la puerta y sales. Después te escribo. Yo me tranquilice un poco, esperé a que se escuchara la puerta cerrar y también oí que arrancó su camioneta, oí alejarse, yo recuperé el aliento, revisé tener toda mi ropa puesta y no dejar algo mío por ahí, volteé a ver la cama con el edredón arrugado después de haber sido testigo de tan rica cogida y mi sonrisa en mi cara sabiendo que en esa cama me cogí a la esposa de ese tipejo arrogante, que se las cree de todas todas.
Y más aún saber que su esposa quedó extremadamente complacida y pidiendo una próxima vez.
Aproveché para revisar sus cajones de ropa y encontrarme con sus calzones, pensé tomar uno como trofeo, premio y recuerdo de tal suceso. Pero me puse a pensar que no podía llegar a mi casa con semejante trofeo.
Decidí salirme de la casa y como la vez pasada como ladrón evitando ser visto. Llegué a mi coche y ahí recuperé todo el aliento que me hacía falta. Lo encendí y me alejé del lugar.
Pasada una hora ella me escribió y riéndose me dijo, ¿qué pasó, te asustaste? Jajaja, y yo le dije, te pasas, pero lo vivido nadie me lo quita, me encanto cojerte, y ella me escribió a mi también me encantó como me cojiste, como me hiciste tuya, como sentí tu verga en mi vagina, y ya sabes no pasará mucho tiempo para que tengamos la oportunidad de volvernos a ver, quiero ser tuya nuevamente.
Wow, leer eso era fantástico y sí, también me dieron ganas de volver a someterla. En los siguientes dias solo mensajes iban y venían en nuestros teléfonos, pero no se daba la oportunidad, su esposo no se iba de viaje.
Un dia me dijo, sabes amor, ya no aguanto más te necesito, quiero que me hagas el amor, yo le dije, pero tu esposo no se va de viaje, ella me dijo, lo sé, pero puede ser mañana, él entra a su trabajo a las dos, va a venir aca a las cinco por unas cosas y se va a una sucursal en otra ciudad a entregar unos papeles y pasado mañana esta de regreso. Y mis hijas las puedo dejar con una amiga a la cual por razones de trabajo, a veces le cuido a su hija. Y mi hijo fue a un campamento por parte de su escuela y regresa en dos días. ¿Qué te parece si mañana te veo a las seis? Y yo asombrado le dije, ¿en tu casa? Y ella me dijo, no, cómo crees, no se le vaya ocurrir regresar por algo, llévame a un motel, tu has de conocer alguno.
Yo dije que si, pero no sabía que decir en mi casa con mi esposa, generalmente yo regresaba del trabajo a las siete. Así que me puse a pensar como le haría, y lo que se me ocurrió es decirle que mis compañeros de la secundaria se juntarían a cenar y platicar de los tiempos de escuela, que nos veríamos a las siete, por lo cual le cambie la hora a ella que me había dicho a las seis, ella no puso objeción, y como era de esperarse me preparé, me bañe, y me vestí para la reunión, al llegar al punto de encuentro ella se sorprendió verme vestido asi, pantalón de vestir, camisa, chamarra, bien presentable a lo que me dijo, que a qué se debía, le comenté que era la única forma que encontré para salir de mi casa.
Ella me dió las gracias por hacer eso por ella, me dijo deja tu coche estacionado aquí y conduce mi camioneta y llévame a donde quieras. Y bien así lo hice fuimos a un motel a orillas de la ciudad, el cual estaba algo escondido, ideal para no ser descubiertos.
Llegamos al motel, entramos, pagué el lugar y la puerta se cerraba para dejarnos solitos, fuí y abrí la puerta de la camioneta para ayudarla a bajar, ella bajo y se abrazó de mi besándome apasionadamente, y me decia entre beso y beso, cuánto deseaba volverte a ver, siento que me estoy enamorando de ti, de tu forma de tratarme, de tu manera de hacerme tuya, quiero que entremos y me vuelvas a coger.
Entramos tomados de la mano, el lugar era medianamente bueno, pero limpio, aunque a estas alturas eso no importaba. Lo que importaba era lo que haríamos, asi que nos abrazamos y la empece a besar y a acariciar todo su cuerpo por encima de su ropa, ella se alejó como unos tres pasos y comenzó a quitarse la ropa, primero su blusa quedando con el bra y luego su pantalón dejándose solo una diminuta tanga. Yo fascinado viéndola casi desnuda.
Y me dijo ahora tu desvistete mi amor, yo me quite la chamarra, la camisa, los pantalones, y me dejé el boxer, ella clavó su mirada en mi boxer y podía observar mi pene erecto. Y me dijo, quítate el boxer, y me lo quité me quedé totalmente desnudo, ella me dijo que rica verga tienes, tan rica que me la voy a comer, se acercó se incó, lo tomó entre sus manos y me la empezó a mamar tan rico, lo metia y sacaba de su boca, pasaba su lengua desde mis testículos hasta el glande, una deliciosa lamida, me mordisqueaba y volvía a decirme, me encanta tu verga, me da un enorme placer. Después de rato comiéndose mi verga, se levantó, se acostó en la cama, abrió sus piernas lo más que pudo dejando expuesta su vulva y me dijo ven dame con tu lengua, hazme volar, quiero sentir un orgasmo como la última vez. Y yo me apresuré y comencé a lamerle los labios y su clítoris, empecé suavemente pero ella me tomaba de la cabeza y hacía que fueran mas vigorosas mis lamidas, metí mis dedos en su vagina, y entre lamidas y movimientos de mis dedos dentro de su mojada vagina, ella gemía y me decia más, más, cómeme, yo continúe esforzándome con más vigorosidad los movimientos de mis dedos y de mi lengua, hasta lograr su orgasmo que hizo que gritara y gimiera aún mas que la última vez, me dijo eres increíble, me gusta mucho como me haces venir, aún sintiendo su orgasmo me dijo, entierrame ahora tu verga, casi a gritos me lo dijo, e inmediatamente me puse sobre ella y se lo meti con fuerza ella gritó aún más, haciendo más intenso su orgasmo, y decía que rica verga tienes entierramela más, yo con apenas cinco envestidas ella se soltó como si se desmayara, yo me asusté, pero ella me dijo, tranquilo estoy bien, solo me has dejado sin fuerzas me has hecho venirme como nadie, yo me detuve, esperé a que se recuperara un poco, cuando ella me abrazó, comencé de nuevo a moverme con fuerza metiendo y sacando mi verga ella encantada y fascinada, solo me decía sigue no te detengas cabrón, quiero venirme de nuevo, yo con mis movimientos fuertes llegando a hasta el fondo de su vagina topando con su cérvix, ella volvió a gritar y gemir locamente esta vez comenzó a temblar toda y yo a eyacular dentro de ella, ella nuevamente se desvaneció y me dijo, que rico sentir como me hechas tu semen, puedo sentir como tu pene se contrae, me encanta.
Yo terminé y me quedé inmóvil, y ella me decía que rico me has cogido, nadie me había cogido así de fuerte y tan rico, nadie me había provocado orgasmos tan fuertes e intensos., después de un rato nos levantamos y nos bañamos, ahí la manoseé y la penetré de nuevo, pero ya fue algo mas relajado por parte de los dos, se retiró de mi y me la mamó, provocandome eyacular en su boca. Ese dia fue muy intenso e inolvidable, nos vestimos, salimos del lugar llegamos a donde estaba mi coche, nos despedimos y cada quien de nuevo a su casa.
Continuará