Después de haber quedado embarazada Graciela y poco antes de parir se casó con su novio, pero igual mantuvimos la relación, durante el embarazo ella se aferró más aún a mí.
Me decía que le calentaba esta situación, pero por ningún motivo nadie se tenía que enterar de nuestros polvazos.
De a poco fue teniendo un mejor cuerpo por el embarazo, mucho más acorde a mis gustos, ya que era un poco flaca, sus pechos crecían a un buen ritmo y sus pezones eran mi tentación.
Se pasaba horas en mi casa donde cogíamos todo el tiempo, empezó a tener antojos, pero ahí es la cuestión, tenía antojos sexuales, como quería que la masturbase en un colectivo con mis manos u otras medio locas, la mejor fue la que ocurrió apenas dos meses de quedar embarazada y unas de las primera.
Quería hacerlo en un baño de un shopping, algo medio difícil por la cantidad de gente, pero decidimos hacerlo un jueves al medio día, donde casi no hay nadie.
Así un día fuimos, casi estaba desierto el lugar, entró al baño de mujeres y enseguida me llamó para que entre, cerramos con seguro el baño privado y enseguida me senté sobre el inodoro me bajé los pantalones y Graciela comenzó a lamerme con su hermosa boca toda la pija, me recalentaba la situación, pero su dulce boca me hacía olvidar todo y seguí metiendo mi pija hasta la garganta.
Después de un rato la subí a Graciela encima mío pero de rodillas dándome la espalda y dejando a mi vista su hermoso y negro ano, se lo comí y lo lubriqué hasta que me pareció suficiente, le pegue un par de chirlos en su culo y lentamente le comencé a meter toda la pija en su culo, empezaba a jadear de placer cuando oímos que venía alguien, le arranque su tanga y se la puse en la boca para que no haga ruido, Graciela estaba tan extasiada que eran muy fuertes sus gritos que aún tapada su boca se podían oír.
La persona que estaba en el baño hacía tiempo como para quedarse.
Yo seguía bombeando hasta que le llené de leche su culo y ella acababa por mi masturbación sobre su clítoris.
Graciela se paró se limpió con el papel su húmedo culo y me dijo:
-Mira lo que hago, te va a gustar.
Me quedé asombrado e intrigado a la vez, dejo la puerta entreabierta y salió, pude ver una chica de unos 17 años, una morochita hermosa, de pelo largo ondulado y un jeans ajustadísimo que le marcaba un hermoso culo, una remerita metida adentro del jeans que mostraba unos pezones erecto supongo de lo había presentido.
La chica hacia que no se había enterado de nosotros y se acomodaba la ropa frente al espejo, Graciela la observó por el espejo y la miró de arriba hacia abajo, la nena saco el culo hacia afuera como provocando a Graciela, pero nunca se imaginó lo que iba a pasar.
Graciela pasó rozando a la espectacular nena y s e detuvo junto a ella, sin decir nada la tomo del cuello y la beso apasionadamente poniéndole una mano en la espalda para atraerla más a ella, medio que se resistió, pero fue apenas unos segundos, después abrió la boca para tragarse la lengua de Graciela.
La verdad nunca esperé una situación así de parte de ella, aunque a veces era nuestra fantasías hacerlo con otra mujer, ahí me di cuenta que tenía la pija al palo, mientras Graciela metía su cabeza dentro de la remera de Débora (así se llama) para devorarse sus pequeñas pero redonditas tetas, después la tomó de la mano y me trajo como hacían los indios con las vírgenes.
Entraron las dos y Graciela le dijo que me la chupara, Débora se arrodilló y se la puso en la boca, no lo hacía bien, entonces Graciela le dijo que lo haga como hacía con los helados.
Débora aclaró que era virgen y que nunca había hecho nada. Graciela le bajó el pantalón comenzándola a masturbar. Cuando estaba mi pija a estallar, saque un preservativo y me lo puse y muy suavemente Graciela la ayudó a subir a Débora sobre mí, sentí su calor de su virgen concha. Avisé a Graciela que le tape la boca, porque seguro iba a gritar, le tapó la boca con su boca metiendo la lengua hasta el fondo.
Sin previo a aviso Graciela la empujo hacia mí y se clavé hasta el fondo, pegó un grito que fue ahogado por la boca de Graciela, se oía los golpes de mis huevos sobre las nalgas de Débora, ya que se había colocado de rodillas sobre mí dándome la espalda.
Cuando estaba por acabar le avisé a Graciela y ella la saco de mí y le puso la boca en mi pija, empujé bien fuerte hasta llenarle la boca de mi leche a Débora, dio varias arcadas, pero Graciela le cerro la boca y le dijo que se la tragara toda, que era el tito de iniciación.
Yo quedé exhausto, mientras se lavaban y salían del baño, no podía creer que me estaba comiendo una nena de 17 años. Al salir del baño la aguardaba su padre quien le preguntó:
-Que te pasó Débora que demoraste tanto?
-Nada. Solo me encontré con Graciela, la hermana de una compañera del cole y me quedé hablando un rato.
-Hola soy Graciela- se presentó la caradura de mi amiga, intercambiaron los teléfonos y Graciela acotó:
-Por qué no venís esta noche a casa total mañana no hay clases a ver unos videos?
-Dale pa, dale, si voy a la casa y no salgo para nada- dijo Débora recaliente por hacer cogida esa noche otra vez.
-Y se hace tarde se puede quedar a dormir- preguntó el padre, que acababa de entregar a su hija en las manos de los lobos.
Quedaron de acuerdo y el padre le dijo que arreglen todo mientras él iba a comprar algo más, que después se iban a encontrar ahí. Graciela me aviso para que saliera y que además le avise si alguien venía.
El baño está al fondo de un pasillo que desemboca en otro pasillo del shopping, así que me senté en un banco donde podía ver bien si alguien venia y verlas a ellas también, Graciela tomó de nuevo de sorpresa a Débora y se la comió a besos, se calentó con el culo de Débora y le pegaba mientras la otra levantaba aún más la cola para que le pegara, como deseaba estar ahí, pero no podía.
Graciela con dureza la obligó a arrodillarse y que le chupe el culo, fue algo que no podía aguantar, pero tenía que hacerlo, hasta que vi que venía el padre de Débora, le avise solo levantándome y vi que dejaban de hacerlo, me di media vuelta como si no tuviera nada que ver con ellas. Se fueron como buenas amigas, hablando mientras el padre iba unos metros delante de ellas.
Graciela le prometió que nunca se iba a olvidar esta noche y que se lave bien el culo porque se lo iba hacer bien hecho.
Durante el viaje Graciela tenía la cabeza a mil por horas, no sabía qué hacer, se ponía como loca cuando recordaba el hermoso culo de Débora y que a la noche iba a hacer nuestra.
A mí también se me hacía agua la boca, era lógico. Graciela le dijo a su novio que iba a la casa de una prima a dormir por era su cumpleaños, entonces el flaco no la iba a joder.
Fuimos al súper a comprar algo de vino y champagne para pasar una buena velada, solo bebidas y algunos sándwiches, a las 10 de la noche tocaron timbre y era Débora con sus padres, salió a atenderla Graciela, y le pedimos a una amiga en común que haga de compañera del cole de Débora, los padres la dejaron tranquila en casa, total para ellos iban a ver unos videos y comer algo.
Le dimos la propina a nuestra cómplice y nos tiramos en el sillón a escuchar música, no tardo mucho tiempo y la empezamos a manosear toda a Débora, me fui a buscar unos vinos y unos sándwich a la cocina y cuando regresé las dos se estaban matando a besos, comimos algo y tomamos un montón, la mimada de esa noche fue Débora.
Después se levantaron y se pusieron a bailar muy sensualmente, Graciela la manoseaba toda y le apretaba su culo cuando bailaban juntas. Graciela la llevó a mi habitación y cuando regresaron me dieron una grata sorpresa, las dos estaban vestidas de colegiala, se me paró enseguida mi pija, Graciela me desnudo y comenzó a tragarse la pija, mientras Débora se pajeaba. Después de un largo rato, le dijo a que siguiera ella, la nena, con una supercortisima pollerita y una remerita muy ajustadita siguió el trabajo que había dejado Graciela.
No creía lo que estaba viviendo y sobre todo que fue gracias a Graciela, para colmo la hija de puta sacó mi filmadora y se puso a filmar, la levanté y me comí los pequeños pezones de Débora, la dí vuelta y me quedó enfrente mío el monumental culito de la nena, que hermoso culo, la muy puta gozaba como loca, me arrodillé y me comí su concha que apenas tenía unos pelos púbicos, me acosté sobre el sillón e hicimos un hermoso 69, todo era grabado por Graciela, todavía era muy estrecho su conchita, aunque ya no más virgen.
Me mije bien mi dedo índice y quise introducirlo en su ano, pero su grito de dolor me paró por un rato, solo un ratito, Graciela puso fija la filmadora y se puso a besarla a mientras yo le empecé lentamente y muy suavemente a introducir el dedo.
-Mientras yo voy a buscar el lubricante ponla como para romperle bien el culo- le dije a Graciela.
Cuando regresé tenía a Débora acostadita en el sillón con el culo bien levantado por que Graciela le puso almohadones, le puse bastante lubricante en el ano y en mi pija me coloqué arriba de Débora, me pedía que lo hiciera muy lentamente ya que le iba a doler, pero mientras me lo decía, se la metí de una, me dolió hasta mí, era tremendamente estrecho su culito, sentí que se lo estaba rasgando todo, lloraba de dolor y Graciela la consolaba, la besaba y le decía que era por ser la primera vez, que después se acostumbraría a la pija.
No estuve mucho tiempo ya que la imagen de Débora y su culo me calentó al máximo, cuando iba a acabar le avisé a Graciela, que se tragó todo mi leche, después le hizo abrir la boca a Débora y se la dio a ella
No le gustó nada, Graciela le cerró bien la boca y le dijo que se la tenía que tomar toda, ya que era nuestra iniciación hacia ella, me levante a bañarme mientras el deje a Graciela consolándola, le puso una cremita en el ano y le empezó a chupar la concha.
Cuando volví ellas fueron al baño y se bañaron, tenía la pija hinchada y me dolía, pero el placer de haberle roto el culo a la bebe de Débora fue tremendo.
Lo que pasó después esa noche y lo que vino después se lo contaré más adelante.