Más que una fantasía
Es extraño relatar lo que paso en mi vida, nunca pensé que algo así me pudiera suceder ni a mí o mi esposa, ya que ante los ojos de la gente somos una pareja muy tranquila.
Para empezar con mi relato es importante mencionar que mi mujer, es hermosa, tiene unos ojos grises hermosos, un cabello radiante y es de rasgos muy finos, su piel es como un terciopelo, y entrando en detalles eróticos tengo que decir que tiene unas nalgas hermosas, en toda la extensión de la palabra, pues estas son grandes y muy paraditas, sus piernas son gruesas y torneadas, ya que ella hace ejercicio continuamente, sus pechos son de un tamaño standard, de esos que se ven en la televisión con las modelos, no son ni muy grandes ni muy pequeños, son del tamaño adecuado, sus pezones son medianos nada exagerados, el tamaño perfecto para la boca de cualquiera que quisiera succionarlos.
Llevamos una relación normal, pero eso si cuando entramos en nuestra recamara, o en cualquier lugar en el que podamos tener relaciones, nos volvemos unos locos, podemos ser amorosos y de repente pasar a algo más agresivo, pero siempre sin llegar a la violencia o lastimarnos.
Durante el matrimonio nuestra vida sexual se transformo, ella era tan linda y yo la sentía tan mía que empecé a imaginarla con otros hombres, a ella le encanta pasear en minifalda, mostrar sus piernas y sus nalgas bien pegadas a la tela, muchas veces salíamos a cenas, o fiestas e incluso en los paseos normales y yo me daba cuenta como los hombres la miraban con admiración y deseo, ciertas veces me gustaba alejarme de ella y mirar como la observaban, me excitaba el pensar que esos hombres la recorrían y la desnudaban con la mirada, incluso se la cogían con la mente, incluso en mas de alguna ocasión pude descubrir a algún hombre acomodándose sobre el pantalón su masculinidad al mirarla.
En fin de tanto ver esto e imaginar lo que podría pasar, pronto se convirtió en una fantasía y obsesión para mi aunque al principio, cuando teníamos sexo yo no le decía nada, solo imaginaba que era otra persona y no yo el que la gozaba mientras yo los observaba, poco a poco la comunicación se fue abriendo. Hasta que un día mientras teníamos sexo de una manera demasiado excitante le comente al oído que tenia una fantasía, y que deseaba contársela, pero que no sabia como lo tomaría.
Ella me dijo que le contara que le susurrara al oído esa fantasía.
Para empezar con calma, le explique que me encantaría estar sentado en una silla detrás de algún espejo a través del cual pudiera mirarla desnuda, poco a poco la fui calentándola con mi relato, le conté que parte de la fantasía era que yo saliera de viaje, como lo hago normalmente y que en ese momento en el que yo no pudiera estar con ella, le dieran unas ganas infinitas de coger, le recordé como ella se desnuda sin pudor frente a la ventana abierta, creo que le gusta la idea de ser admirada por algún vecino, es mas estaba seguro de que le excitaba que alguien la mirara y se calentara con tan solo mirarla.
Seguí desarrollando mi historia, imagina que te desnudas y que en un instante mientras te miras al espejo puedes ver al vecino de enfrente admirándote, incluso ves como tiene su verga en la mano y se esta masturbando.
Ella comenzó a calentarse con mí platica, y preguntó, y que pasaría después?. Tu estas tan caliente ,le dije, que volteas hacia la ventana y con una seña lo invitas a que venga a la casa, de repente él desaparece de su ventana y en menos de un minuto esta tocando a tu puerta, tu abres y él sin ningún pudor entra y de inmediato se abalanza sobre de ti, te sube a la mesa del comedor y comienza a cogerte ahí mismo, su verga es enorme y tu lo disfrutas como nunca.
En ese momento ella pronuncio la palabra mágica,… Sí, quiero hacerlo, quiero que suceda!! en ese instante como si lo hubiéramos planeado, yo me vine de una manera impresionante y al mismo tiempo ella logro su orgasmo, un orgasmo lleno de pasión y muy diferente a todo lo que nos había pasado antes.
Nos recostamos y yo la abrace, le pregunte si le había gustado, ella respondió que no, yo no supe que decir, se levanto molesta y me dijo, no quiero volver a oír ese tipo de fantasías, no me gustan.
Quede ahí, derramado y sin saber que decir, yo creía que realmente lo había disfrutado, pero al parecer no había sido así.
Por un tiempo no volvimos a tocar el tema, nuestro sexo volvió a lo habitual, pero en mi mente siempre estaban esas fantasías. Un día mientras teníamos relaciones yo tarde demasiado tiempo, creo que llevábamos mas de una hora, ella ya había logrado tres orgasmos y yo no podía concentrarme, me pregunto que pasaba, si tenia algún problema o una preocupación, respondí que no, recuerdo que solo le dije, quiero que me vuelvas loco, quiero que me hagas venir, necesito escuchar tu voz en mi oído susurrando algo, alguna fantasía, no se, algo que me mate de placer.
Yo supuse que me contaría alguna de esas fantasías que anteriormente me había confesado, en las que habitualmente yo era el protagonista y de pronto en algún sitio o situación acontecida recientemente, llegaba yo y la seducía antes de llevármela a la cama., eso era lo de siempre que ella me contaba por lo que sin sospechar nada fuera de lo habitual me dispuse a excitarme con lo que fuera que ella me contara para excitarme.
De repente, comenzó a susurrar en mi oído, y me dijo, …Siempre me has querido ver coger en los brazos de alguien más verdad? que algún hombre me tome y con desesperación me meta su cosota en mi cosita verdad??, pues tengo que contarte que eso ya paso.
Mi cuerpo sintió un escalofrió pero no dije nada, me invadió un celo enorme, pero en ese momento me sentía tan excitado que no importo demasiado.
Esta tarde me dijo, mientras tu trabajabas afanosamente en tu oficina y lleno de papeles, me fui al gimnasio como todos los días, entre a mis aeróbicos, y luego entre a las pesas, mientras me encontraba en uno de los aparatos en los que ejercito las piernas que tanto te gustan, observe frente a mí a uno de los chicos que ahí se encuentran, traía un short holgado, y una playera de tirantes, es moreno y sus ojos tienen un café brillante y claro, de repente mientras se sentó a descansar frente a mi, abrió sus piernas y comenzó a estirarlas, poco a poco y siendo precavida tome mi posición en el aparato, a través del espejo vi como el me observaba con verdadera lujuria, como admiraba mis nalgas y sus ojos me decían, quiero meter mi enorme verga dentro de esa vagina tan rica, cuando termine voltee hacia él, sin darse cuenta y por su posición, me di cuenta que cuando estiraba sus musculosas piernas dejaba ver sus huevos.
Realmente me excite, sin darme cuenta de que el también me estaba mirando, cuando subí mi mirada hacia sus ojos, él me hizo una seña, echo su mirada hacia abajo como invitándome a observar detenidamente, abrió las piernas y pude ver su verga, estaba parada y era enorme, la mas grande que jamás haya visto, no te imaginas como se me antojo que en ese momento no existiera nadie y acercarme a el y meterla en mi boca, mamársela hasta que no pudiera mas, y hacerlo venir dentro de mis labios.
En ese momento y sin mas, sentí como mi verga se contraía., en mi mente podía imaginar toda aquélla situación y me vine de una manera exquisita, creo que ella se dio cuenta cuanto me gusto y como me movía con desesperación, para poderme venir aun mas.
Fue algo que nunca había experimentado, sentí como mi verga derramaba todo aquel semen y sin miramientos seguía erecta dentro de ella, logre lo que se llama un doble orgasmo, me vine dos veces en menos de 5 minutos. Al terminar la abrace y mis primeras palabras fueron… dime la verdad…. fue cierto???. Ella respondió que no, pero que, le excitaba tanto verme enloquecido y fuera de control, que ella también se había venido.
No te preocupes mi amor me dijo cariñosamente, para mi solo existes tú y nunca podría coger con alguien más. Me sentí tranquilo y disfrute del momento, en mi mente la escena fue perfecta pero el corazón siempre oprime contra el pecho ante una situación así.
Dormimos muy juntos y cogimos 3 veces mas durante la noche, ya no necesite mas que el recuerdo de aquella historia tan erótica que ella me había contado.
A partir de ese momento, los dos jugábamos en el mismo equipo, y así fue durante mucho tiempo, los dos nos contábamos nuestras fantasías y nos hacíamos disfrutar uno al otro.
Algo importante es que nunca dentro de esas fantasías se me incluyo a mí con otra mujer, siempre era ella con otros, disfrutando de grandes vergas y manos ardientes tocando su cuerpo, pero yo nunca, mi esposa es demasiado celosa para aceptar eso, y sé que no lo disfruta, así que nunca tuvimos una fantasía de esa tipo.
Paso el tiempo, un año aproximadamente, las fantasías comenzaron a aburrirme y a ella también, un día mientras teníamos relaciones le platique como cuando íbamos a alguna fiesta o salíamos a bailar ella llamaba la atención de los hombres, a ella eso le excita muchísimo le encanta sentirse deseada.
Así mientras salíamos o íbamos a bailar yo le avisaba cuando me daba cuanta que alguien la miraba de esa forma, mientras bailábamos le platicaba al oído fantasías, le decía: Imagina que ahora me voy al baño y tardo un poco, y que de la mesa de nuestro lado se acercan 3 chicos a platicar contigo, y que te propusieran así sin mas ni más que te fueras con ellos a su coche y que pudieras tener tres vergas junto a ti
Eso a ella le excitaba muchísimo, mas de una vez salimos del antro gracias a la calentura que estábamos viviendo y lo hacíamos en cualquier parte, incluso yo hacia el papel de los tres, metía mis dedos por su vagina mientras me la mamaba, y con mi otra mano le metía los dedos en el culo, no imaginan cuanto le excita eso a ella.
Una noche después de cenar y disfrutando de nuestro 5to aniversario, tomamos unas copas de mas, y fue cuando por fin me descubrí ante ella y le dije que no aguantaba mas que quería que mi fantasía se volviera realidad, que moría de ganas por verla cogiendo con otro, por ver su cara de gozo cuando se la metieran hasta el fondo.
Esa noche termino en discusión, ella se molestó y me dijo que consideraba que me estaba yo dejando ir demasiado lejos, que le daba miedo, que las fantasías son eso, solo fantasías y que llevarlo al plano real era demasiado para ella, intente tranquilizarla, sabia que tenia un poco de razón, y como siempre lo tomé con calma, tienes razón, le dije, es demasiado pero que te parece esta idea. Esa idea es la que a continuación relato y la cual llevamos a cabo.
Una semana después, baje de mi oficina y me dirigí al bar de Sanborns (Una cadena de tiendas que siempre están abiertas y además de tener bares y cafeterías también venden revistas, cigarros y todo para el despistado ) que está en el Paseo de la Reforma en la cuidad de México, entré y me senté en la barra, pedí un whisky, mientras que escuchaba la música y trataba de calmarme, algo sucedería y yo lo sabia.
De pronto como lo habíamos planeado ella llegó, preciosa, con su pelo suelto, una blusa entallada de licra y una minifalda, pero en serio mini- mini falda negra, sus piernas lucían hermosas, sin medias, los contornos de sus muslos brillaban con las luces, era toda una diosa, se sentó en una mesa no muy alejada de la barra, pidió un Martini, prendió un cigarro y empezó a mirar a su alrededor, yo sabia por experiencia que ese bar era muy visitado por hombres solos o algún grupo de amigos, muy pocas parejas, y en el tiempo en el que yo lo había visitado muy pocas veces había visto a una mujer sola, y las pocas que llegaban siempre eran asediadas por diferentes hombres, así que el plan se realizaba a la Perfección.
En menos de quince minutos se le acerco un hombre, como de unos 45 años, bien vestido, pero no era su gusto yo lo sabia, platico unos minutos con él y luego el se retiro, no sin antes observarla y comérsela con los ojos. Paso un poco mas de tiempo, muchos la miraban con un morbo indescriptible, como podía estar una mujer tan hermosa sola en un bar.
Junto a mí había un joven, de unos 30 años, bien parecido y por su facha se veía que gozaba de una muy buena posición económica, le hice la platica, yo sabia que a ella le encantaría charlar con él, así que le dije, oye tu también vienes solo, me respondió que si, después de unos minutos de platica normal, le hice notar a mi mujer, le dije ya viste a esa niña, que daría yo por ligármela.
Por que no le mandas una copa le propuse, creo que a ti si te haría caso, yo mejor no me arriesgo creo que es demasiado para mí, seguramente no le voy a gustar.
Él la volvió a mirar, llamo al mesero y le pidió que llevara a la mesa de la damita una copa mas delo que fuera que ella estuviera tomando, el empleado ni tardo ni perezoso sonrió ante la expresión de «damita» que normalmente en nuestro medio de expresión sólo se usa para referirse de una manera un tanto peyorativa hacia una mujer que se le supone de dudosa reputación aunque de inmediato le respondió al joven que la «damita» estaba tomando un Martini.
llévale otro y dile que yo la invito le dijo. En cuanto el mesero llego con la copa a su mesa él me miro y me dijo, pues a ver que pasa. Le pidió permiso para acompañarla, ella dijo que si, haciéndose un poco del rogar, platicaron y él se acercaba a ella provocativamente, le tomaba de la mejilla y le decía secretos de los cuales ella se reía, desde mi lugar todo se veía perfectamente, el de vez en cuando ponía su mano en la rodilla de mi esposa queriendo insinuarle algo mas. Platicaron un poco, y después de 15 minutos, él se retiro, llego a la barra y pidió una copa.
Es muy apretada me dijo, hice el intento pero no se dejo, creo que no desea a nadie en este momento. Que extraño le dije, tal vez no eres su tipo…. sabes algo, lo voy a intentar ahora yo, veremos que sucede, el que no arriesga no gana. Me levante y fui a su mesa, platicamos unos minutos mientras él nos miraba, actuábamos como dos desconocidos, empecé a acercarme a ella y empezó a ceder, me dijo que estaba muy excitada, que dos de los hombres que se habían acercado a ella eran unos caballeros pero que le habían propuesto desde una cena romántica, una noche de pasión, y que incluso uno de ellos le había dicho toda clase de indecencias.
Comencé a besarla ante la mirada incrédula del tipo de la barra y de todos los que ahí se encontraban, empezamos a cachondearnos y yo le tocaba las piernas. Mi esposa me dijo, no aguanto mas quiero que me cojas en este instante, me levante y fui hacia la barra, pedí la cuenta y le dije al joven, creo que yo si soy su tipo, hoy voy a cogerme una hembra deliciosa.
Él pidió su cuenta también y me dijo… Vaya, que buena suerte, parece que te ira bien. Salimos del bar hacia el estacionamiento, yo me di cuenta que él nos seguía y se lo dije a mi esposa, cuando llegamos al 3er piso nos acercamos a mi coche él nos miraba desde las escaleras, comencé a besarla y a meterle mis dedos bajo su vestido para encontrar sus empapadas pantaletas que estaban que húmedas que nunca, ella sabia que nos estaban mirando y eso le gustaba.
Abrí la puerta del coche en ese instante él desapareció de la escalera, pensé que se había resignado. Encendí el coche y baje por la rampa, en ese momento salió ante nosotros un automóvil precioso, era un Jaguar verde ingles, precioso él pinché coche, digo yo no estoy tan mal económicamente pero aquel muchachito de la edad de uno de mis sobrinos andaba ni mas ni menos que en aquella preciosidad de auto que definitivamente si mataba al mío.
Según él, el encuentro fue fortuito, pero sé que lo hizo a propósito como dándole a entender a ella que se había perdido no solo de una cogida deliciosa sino también de un tipo con mucho mas dinero que yo y que le podía dar mas de lo que yo pudiera ofrecerle.
Nos sonrió y arrancó estrepitosamente, nosotros nos dirigimos hacia el motel más cercano y ahí yo le conté mi fantasía, le dije lo poderoso que me había sentido al ver que esa mujer era mía y que ningún pendejo me la podía quitar, ella se excito muchísimo, pero no como antes, así que le pregunté … Te imaginas??, cierra los ojos, se te antojo ese tipo verdad???
Ella respondió sin miramientos, la verdad es que si, cuéntame que hubiera pasado en este instante, cuéntame como me hubiera cogido.
Yo comencé mi historia, pero ella me interrumpió y formo su propia fantasía, se excito demasiado, tuvo un orgasmo múltiple como ella lo nombra y yo, hice a un lado cualquier tipo de pensamiento y me deje llevar por el momento.
Tal vez pensaran que la historia termino aquí, pues tengo que decirles que no, ahora es cuando las cosas se pusieron más candentes que nunca.
Unos días después de aquel encuentro, y después de una semana en la cual cogimos en toda la casa, yo tuve que salir de la ciudad a arreglar unos asuntos legales., y aunque intenté tomar un avión de regreso para antes del sábado pues tendríamos una reunión familiar, esto me resulto imposible y sin más que hacer llame a mi esposa para hacerle saber de mi imposibilidad de regresar a tiempo.
Pero resultando que para el jueves estando en mi hotel, recibí una llamada de uno amigos de mi generación de la universidad a quienes me había encontrado durante mi viaje y me propusieron que en vez de irme por avión saliera con él de regreso por carretera ese mismo jueves aunque me invitaría a conocer a una de sus «amiguitas» que en la ciudad de México lo esperaría , y ahí se desato todo.
Nos regresamos juntos mi amigo y yo pero cuando llegamos a su hotel y estaba yo por llamar a mi esposa, él me invito a que aprovechando la cuenta de gastos de su empresa nos diéramos la gran vida al menos esa noche y la del viernes , por lo que yo en vez de llamarle a mi esposa, cogí el teléfono y le mentí diciéndole que aún estaba en Guadalajara y apenas saldría el viernes por la noche o Sábado en la mañana pero que le avisaría en cuanto tuviera mi boleto de avión y que regresaría hasta el fin de semana, y planee con mi amigo salir con él y otros conocidos a un table dance, (cortesía de su empresa por supuesto), ponernos hasta la madre y por que no darme un lujito y aventarme un privadito(¿) con alguna de las chicas de variedad. Como sabia que si a mi esposa le comentaba mis planes se enojaría, pensé, que sólo era una mentira piadosa, y pues ya me hacía falta ver otras curvas y sentir otras caricias distintas a las suyas.
El viernes cuando hable con mi esposa, ella se ofreció a ir por mi hasta Guadalajara, pero yo le dije que estaba loquita si pensaba que la dejaría yo irse sola por carretera para recogerme con tal de ir a la fiesta, por lo que le dije que no era necesario, que mejor se quedara a atender su consultorio.
Y yo vería como llegara tiempo ya el sábado. Ella no puso mayor resistencia, creyó en mi y me dio la bendición.
El viernes después de haber celebrado como reyes junto con mi amigo, a eso de las 7:30 me llevaron a mi oficina a recoger mi carro para después de que termináramos nuestro segundo día de juerga me pudiera yo ir a mi casa acordándonos de ver en aquel mismo Sanborns donde hacía unas semanas había estado yo con mi mujer, la cita era a las 8.30, pero como yo no tenia nada que hacer, pues decidí llegar antes y tomarme unos alcoholes para darme valor.
Llegue a las 7.40 aprox. , nadie había llegado, entonces, me senté en una mesa en un rincón del bar, por miedo a que alguien conocido me viera y le contara a mi preciosa esposa que yo estaba en la ciudad. De lejos y con algo de impresión logre ver hacia la barra, ahí estaba el tipo del Jaguar verde como siempre al acecho de alguna mujer.
A las 8.00 en punto pedí otra copa, y en el instante en que el mesero me la traía, me lleve el susto de mi vida, al ver entrando a mi esposa por la puerta del bar, con una minifalda volada, y por si esto no fuera poco con una abertura en el costado derecho.
Pero como carajos, ya me cacho pensé… seguramente llamó a la oficina y alguien le dijo que ya me había visto llegar… pero por que vino aquí, que pasa???.
La observe, mire como se sentó en una mesa alejada de mí, en ese instante reaccione y cuando estaba a punto de pararme e inventarle algún cuento de esos increíbles, como de la nada el joven Jaguar se le acerco. Me quede pasmado, en cuanto la saludo me di cuenta de todo, ella fue a ese lugar pensando que yo no estaba en la ciudad y con el fin de encontrarle.
El se sentó y yo casi oculto tras la carta de vinos los observaba desde mi mesa, sin mas ni más, le empezó a tocar las piernas, mientras que ella apenas mostrando un poco de pudor ante tan impropio contacto se dejaba acariciar y contestaba a sus besos.
Quise pararme pero no pude, de alguna forma lo estaba disfrutando y me invadía la duda por saber hasta donde sería ella capaz de dejarlo llegar.
Tomaron una copa y cuando la hubieron terminado yo mire que mi reloj marcaba poco más de las 8.30 de la noche, pidieron la cuenta y salieron juntos de la mano, por lo que ansioso y movido por una extraña y hasta entonces desconocida sensación, pedí mi cuenta de inmediato y me apresuré a seguirlos hasta el estacionamiento, mientras subían las escaleras observé como él la tomaba de la cintura y mas de dos veces se detuvieron en alguno de los descansos para que ella le permitiera besarla mientras que él con sus manos la recorría por encima de sus ropas y ambos se cachondeaban como dos adolescentes de preparatoria, en todas las oportunidades él le agarraba las nalgas, la besaba en el cuello y se embarraba en los senos a placer.
Los seguí hasta su coche donde vi como, el bajo el pretexto de abrirle la puerta paso por detrás de ella., resultando que aprovechando que el espacio era tan reducido el muy cabrón no perdió la oportunidad para dejarle sentir su verga bien parada que restregó contra sus nalgas antes de que por unos instantes se la colocara su bulto sobre aquel pliegue de tela que claramente se formaba en la tela de su falda y denotaba la hendidura entre sus glúteos.
Y así estuvo apenas unos instantes hasta que antes de abrirle la portezuela del automóvil, tomo por detrás el dobladillo de su falda y se la levantó por completo.
Allí en pleno estacionamiento estaba mi mujer con ese pendejo dejándose hacer por él y mostrándole sus nalgas, mire como bajo su cierre y se saco la verga, hizo a un lado la tanga de mi esposa y le dejo sentir su verga, a lo lejos no pude distinguir bien, pero note que el tipo estaba bien dotado.
Se la metió ahí, en ese instante, mire la cara de placer de mi esposa, estaba que se volvía loca, algo le susurro al oído, el saco su verga de ella y abrió la puerta, seguramente le dijo lo mismo que a mi me había dicho ya tantas veces, muero por cogerte y volverte loco.
Subieron al coche, yo subí las escaleras rápidamente para buscar el mío, tenia en mi el morbo de saber a donde irían. Salí del estacionamiento, ya no los vi, acelere al máximo tomando paseo de la reforma, de repente ahí estaban, delante de mí en una luz roja, él besando a mi mujer, su mano derecha se veía estirada hacia sus piernas, seguramente estaba metiendo los dedos en esa vagina jugosa y lubricada.
Los seguí por el paseo, tomaron hacia el periférico, había mucho trafico como es normal un viernes en México, yo iba justo detrás de ellos cuando mire como me esposa se recostaba hacia su verga, con tanto trafico seguramente decidió entretenerse y mamársela ahí mismo, en mi mente pasaban las imágenes de cómo ella se metía en su boca esa gran verga, seguramente la estaría chupeteando, y mordiendo como lo hacia conmigo.
No lo sé pero me imagino que se vino en su boca, ya que en un momento el se inclino y movía la cabeza fuertemente, seguramente dejo que su boca se llenara de su semen.
Tomaron rumbo hacia Satélite, hacia allá existen muchos moteles, que lastima pensé, ya no eran celos, puedo jurar que con lo que había visto me hubiera venido con solo un roce de mi mano.
De pronto, sin darme cuenta, estábamos muy cerca de mi casa, de nuestra casa, y efectivamente, en unos cuantos minutos ella abrió el garaje de la casa, no tuvo que bajarse ya que a través de un control podía abrirse esa puerta. Metieron el coche, yo estacione el mío a unos metros, la puerta se cerro.
Me acerque con cuidado y por la orilla del portón logre ver como él le metía la verga mientras ella estaba sentada en el cofre del coche, pararon y ella lo tomo de la mano, así, como una puta que lleva a su cliente al cuarto de un hotel, entraron a la casa.
Espere unos minutos, y abrí la puerta muy despacio, escuche como subían las escaleras, espere un poco mas y abrí la puerta principal
Al entrar a la casa, podía escuchar sus gemidos, me deslice a poco por las escaleras, muy cuidadosamente para no ser escuchado, cuando llegue al pasillo que lleva a los cuartos, escuche su voz gritando desesperadamente, cógeme, cógeme, quiero tenerte dentro, quiero que me hagas tuya, vamos no me hagas sufrir mas, métemela ya.
El tipo le decía, espera, quiero disfrutarlo, quiero escucharte pedirme que te la meta, algo me excito como nunca en ese momento, escuche la voz del joven que le decía, dime que eres una puta, dime que quieres mi verga completa. En ese momento estuve a punto de interrumpir de súbito, me molesto que el estúpido ese le dijera eso a mi esposa, me pare y cuando estaba a punto de entrar escuche la voz de ella que decía… Si, soy una puta, soy la más puta de todas las que has conocido, cógeme ya, no puedo mas!!!
Me acerque un poco mas y logre ver desde las escaleras todo el acto, ella le pedía desesperadamente que se la metiera, él rozaba sus labios vaginales con la punta de su verga y yo no recordaba haberla visto tan excitada, me senté en la escalera y me saque la verga, no podía mas, comencé a masturbarme, ella estaba completamente desnuda pero con sus zapatillas aun puestas., no te las quites, dijo él, las buenas putas no se quitan los tacones cuando se las van a coger, Se arranco la camisa se bajo el pantalón y la puso de espaldas, así en cuatro, y la tomo de los cabellos y comenzó a besarle el cuello mientras que ella seguía balbuceando hasta que así, sin ser penetrada pude notar que se había venido.
Y él en ese instante aun antes de dejarla culminar con su primer orgasmo, le dejo ir su verga hasta el fondo arrancándole un desgarrador pero morboso lamento que nunca antes le había yo escuchado y ya después cuando ella se hubo acostumbrado a tener dentro de su ser aquella tranca que ella le ofrecía, él bombeó en ella por al menos unos 5 min., hasta que disminuyendo su frenético ritmo por un instante hizo algo que yo nunca había hecho, y así mientras la penetraba introdujo algunos de sus dedos dentro de la vagina de mi mujer, no se la estaba cogiendo por el culo, se la estaba cogiendo por la vagina y con todo y esa verga enorme que le estaba metiendo el muy cabrón también profanaba su intimidad con aquellos insolentes dedos .
Ella gritaba sin parar, su cuerpo parecía como estallar, en ese momento en que sin lugar a dudas fue alcanzada por un segundo orgasmo, gemía demasiado y muy rápido.
El paro, y con mucha fuerza la volteo, le separó las piernas de par en par y se dispuso a atacar hacia su vagina que total e incondicionalmente se le ofrecía para que él hiciera uso de ella, volvió a jugar con la punta de su mástil que recorrió de arriba abajo a lo largo de su húmeda hendidura, hasta que de pronto sin hacer ya más otro preámbulo, de súbito se la metió hasta el fondo, después, la tomo de las pantorrillas y juntó sus piernas a la altura de su rostro, yo veía como aquella verga entraba y salía, a veces rápido a veces lentamente, mientras que él se la fornicaba así por algún tiempo que a mi me pareció durar horas, aunque quizás fueron solamente 10 min., hasta que sobre la misma cama hizo girar el cuerpo d e mi esposa poniéndola de costado, pero sin él cambiar su posición para ahora continuar la cópula , y seguir cogiéndosela pero de lado y así , en esa posición fue como yo la vi alcanzar un tercer orgasmo,
Mi querida y linda esposa, por quien yo hubiera podido meter las manos al fuego estaba totalmente trastornada y se había vuelto loca, loca de placer por esa verga jugosa que aquel desconocido le entregaba y encajaba hasta lo más recóndito de su ser., mientras que yo dándome mi tiempo seguía masturbándome, pretendiendo dominar aquella deliciosa agonía de ver a mi mujer temblando de placer y actuando como una cualquiera que se pudiera uno levantar en algún bar para llevarla a algún hotel y cogérsela en la primera cita., quería venirme al mismo tiempo que aquel hombre que ahora la poseía
Ahora ven acá, le dijo él al mismo tiempo en que apartándose de ella por un instante se recostaba boca arriba sobre la cama dejando así la punta de aquel erecto miembro apuntando hacia el techo de nuestra habitación y le ordenaba que se lo montara …móntate en esta, aquí esta tu silla, ensártatela toda para que no te caigas, quiero ver como te mueves cuando la tengas hasta dentro, quiero saber si realmente eres tan putona como te ves…
Ella pareciendo como si de un reto a su feminidad se tratara instantes más tarde se dispuso a demostrarle bien claro sus cualidades de hembra dispuesta a complacer a su macho y se subió en él colocando sus piernas bien separadas a ambos lados del cuerpo de su amante y comenzó a moverse lentamente hacia abajo permitiendo que sus labios se apartaran y dieran cabida nuevamente a aquella sensacional arma que poco a poco comenzó a ir desapareciendo dentro de su ser, hasta que cuando finalmente acabo de empalarse por completo en aquella tranca, sus nalgas descansaron sobre los muslos de aquel garañón y la vi tremular de placer al saberse poseída por completo por aquel hombre.
Por un instante quedo ahí perforada y clavada en aquella estaca que seguramente estaba tocando partes intimas que yo jamás había podido siquiera imaginar en alcanzar y quizás celebrando la dicha de sentirte tan completamente llena por primera vez en su vida, mientras que yo mudo espectador sólo podía contemplar aquella estridente imagen de ver a mi mujer con sus zapatos de tacón, sobre la misma cama que compartía conmigo, unida de aquella manera al cuerpo de otro hombre y entregándosele como sólo una mujer debe hacerlo ante su propio marido.
Entonces después de unos instantes que más bien me parecieron momentos eternos, ella volteo su mirada hacia el tocador sobre el que descansa una de nuestras fotografías de nuestra noche de bodas y reaccionó convulsionándose por cuarta ocasión consecutiva, al tiempo que otra oleada de placer recorría su cuerpo por completo, aunque esta vez me pareció que al haber descubierto aquella imagen que era testigo de su placer, la hizo bajar la mirada al tiempo en que parecía llevar sus brazos hacia sus pechos con la intención de cubrirse y resultarle menos vergonzosa la forma en que aquella verga la hacía vibrar de emoción.
En eso estaba ella cuando aquel tipo no le permitió más descanso y llevando sus manos hacia las caderas de mi esposa , la hizo levantarse unos 10 o 15 centímetros hasta que, supongo yo, que apenas la cabeza de su órgano permanecía dentro de mi mujer, revelando así buena parte de su erección que apareció cubierta con los jugos femeninos que ella había producido para recibirlo.
Entonces la hizo caer nuevamente y como títere volvió a levantarla una y otra vez , hasta que ella por si sola comenzó a levantarse sobre sus piernas y encajarse rítmicamente sobre su tranca y el la ayudaba a producirle aún más placer, meciéndola hacia atrás y adelante tomándola por las nalgas con una mano mientras que con la otra ya había descubierto sus tetas y las pellizcaba sin contemplación alguna
Al mismo tiempo cada determinado tiempo también la nalgueaba y hasta donde yo estaba se escuchaba el sonido de sus manos contra sus nalgas y ella que ya se había repuesto de aquel momento de turbación, no paraba de moverse y parecía querer arrancarle su virilidad con el movimiento de sus caderas que parecían estar bailando un voluptuoso baile de ula – ula alrededor de su miembro.
El parecía aproximarse cada vez más al final y le cedió a ella todo el control …Tranquilo papito… ,le dijo, Soy una putita pero de las buenas, no nada mas así cualquier puta que tu te encuentres por allí pidiendo guerra cuando su marido no esta en casa sabes ¿??… Y luego se levanto por completo de aquella verga que salió de su cuerpo y ella pronto se acomodó para darle un beso en la punta y comenzar a mamarle golosamente, lo succionaba fuertemente, y cuando iba allegar al final le mordía la punta, eso hacia que el se retrajera y no llegara al final.
Ahora si, le dijo ella, muérete de placer, Y entonces lo monto de espaldas a el y ofreciéndole la redondez de sus nalgas para que las contemplara mientras que se lo volvía a acomodar dentro., yo al verla colocarse en tal posición solo pude estremecerme al saber de esa manera la verga siente un roce aún más intenso, y como fue ella misma quien me lo enseño.
Ella lo tuvo así, extasiado y victima ya de sus encantos femeninos, mientras que se movía fuertemente y él trataba de pararla y contenerse pero no pudo mas cuando se escucho el primer gemido del joven que me hizo dar algo de pena ante la posibilidad de que nuestros propios vecinos pudieran oírlo Y mi esposa al sentirlo palpitar y a punto de estallar salto de su lugar y apresuradamente acerco su boca a la verga, para con sus labios que se cerraron alrededor del enardecido falo succionarlo y recibir la sustancia que aquellos sacos de semen había producido para ella.
Se veía como él se movía agitadamente, con múltiples contracciones, y estoy seguro que nadie en este mundo antes se lo había hecho así, él dejo venir su semen dentro de su boca, que complacida recibió su descarga mientras que ella tragaba y tragaba y seguía succionando hasta que él dijo…Ya no puedo mas, me vas a sacar el cerebro si sigues manándomela y luego ya extenuado le decía , ya me sacaste toda la leche de las bolas, deja ordeñármelas con la boca.
Esa es mi mujer, pensé trastornado por la lujuria de aquel acto que le acababa yo de ver cometer y fue entonces que me percaté de que yo por mi parte también ya me había venido
Su invitado se quedo tendido sobre nuestra cama, tal vez pensando en quedarse un poco mas y recuperase para seguir cogiendo.
Ella le ofreció un trago de vino blanco y le pidió que se vistiera… Esto ya se termino, le dijo ella y camino hacia el baño para ponerse una bata, …no puedes quedarte, le dijo, estoy cansada y quiero dormir, el agarro su ropa y comenzó a vestirse, yo ya me disponía a bajar las escaleras cuando él para arreglarse el cabello, se acerco hacía el tocador y tras de mirarse en el espejo, encontró nuestra fotografía… Olé, pero si este mono es el tipo del otro día, exclamó sorprendido.
Si , es mi marido , comenzó a contestar mi esposa , cunado yo caí victima de un ataque de nervios por ser descubierto y lo más pronto que pude bajé las escaleras cuidadosamente y salí de las casa para calmarme un poco y pensaba que hacer al respecto de todo lo sucedido.
No pasaron ni 3 min., cuando se abrió la puerta del garaje, su coche salió y se perdió en la oscuridad.
Yo lo observe todo y regrese a mi auto, no podía mas estaba demasiado caliente, quería cogerme a mi esposa, así que espere y arranque el coche, abrí la puerta y como si nada entre a la casa, subí las escaleras, entre a la habitación aunque en vez de encontrar a mi mujer allí recostada sobre nuestra cama, solo distinguí la cama desarreglada, sus panties tirados sobre la alfombra cerca de la minifalda que ella había usado esa noche para seducir al muchacho y escuche la regadera,
Me desvestí y entre en el baño, cuando abrí el cancel sorprendida ella pregunto, quien es? Yo respondí, quien más, tu marido, o esperabas a alguien más.
No amor como crees, me respondió.
Me acerque a ella, aun se percibía el aroma de su sexo y su cuerpo estaba caliente. Cuando me dio aquel beso en el cual claramente pude aún distinguir la esencia de aquel otro macho que había estado entre sus labios.
No queriendo perturbarla , me hice el desentendido cuando minutos después apresuradamente salió de la regadera, para recoger las evidencia que había quedado de su ilícito amorío y no comenté nada sobre lo mismo, por lo que esa misma noche y quizás a modo de sanar su culpabilidad ella me ofreció una de las mejores cogidas que hayamos tenido hasta entonces.
En un punto mientras que yo la penetraba, ella se me acerco al oído y me susurró, ¿sabes? Que te había estado extrañando tanto que pensé en ir a aquel bar y buscar al muchacho aquel para que viniera a hacer lo que tu no podías…
Y que le hubieras hecho?, lo habrías dejado que te cogiera toda o sólo que te manoseara un poco? Le pregunté.
Entonces escuché como sus labios se apartaban cerca de mi oreja y con voz casi húmeda ella me decía… Todo , lo hubiera dejado hacerme todo lo que él quisiera… Hummm, incluso dejarlo que se viniera dentro de mi para que cuando tu volvieras vieras el recuerdito que él te había dejado por no estar aquí para atender a tu mujer
Sus palabras me volvían loco y estaba ya a punto de explotar aún cuando había dejado de moverme en un intento por contenerme.
Vamos mi vida cógeme todita y márcame como tu mujer antes de que venga otro como él y lo haga por ti….
Fue todo lo que pude resistir y sin más explote dentro del cuerpo de mi mujer, pensando que al menos por esa ocasión si había yo alcanzado a hacerlo y por dentro la había únicamente regado yo con mi semilla aquella noche.
Después de aquella noche y hasta ahora hemos cogido casi todos los días, de vez en cuando yo me invento algún viaje para que ella se pueda ver con el muchacho y coger sin parar.
Y fue apenas poco después que ella me dijo que tenía nuevos pacientes en su consultorio, y con el dinero que las consultas le dejaban ella había podido comprar una mercedes, y un nuevo aunque a veces un poco escandaloso guardarropa, aunque yo no he visto siquiera una sola de las notas de las supuestas compras o mensualidad de la camioneta y en cambio frecuentemente veo envolturas de regalos de algunas boutiques de lencería que ahora ella usa., pero no nos hagamos mensos, pues yo se que de todo eso ella no ha pagado un quinto y lo ha obtenido gracias a las cogidas que le da a su joven amante.