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Las infidelidades de Laura

En un reconto de mi vida a fines de ese verano, junto con mis nuevas amigas, no pude dejar de recordar la metamorfosis producida en mi manera de ser hasta llegar, a hoy pasaron tres años, la fiesta donde conocí al autor (Esteban) de esta nueva persona, que mantiene su cuerpo sensual, bien armado, con senos bien manejados con caricias propias y extrañas, con esas ganas de sexo, ahora imparables, un hijo concebido en una orgía organizada por mi marido, disfrutando a pleno de las relaciones dignas de una puta como soy.

Se que mi actitud se complementa con la aptitud del cuerpo que me ha dado la naturaleza, al ver mis amigas no hace falta que digan que son yiros, pero algo en común nos une las tres estamos casadas y somos infieles y bisexuales, pese a que mi amante a veces recordando momentos me entretiene.

Como lo prometí les contare algunas de mis aventuras de infidelidad:

De mi recato de dama y maestra, pase a hoy a verme en el espejo como lo puta que soy, esa cara de trampa, más marcada cuando me masturbo frente el espejo y refriego mis senos calientes de una mujer madura, impensada en mi filosofía anterior, ahora satisfecha en cada recuerdo cercano de sexo.

Cuando mi bebé cumplió los tres meses, lo deje de amamantar, llevándome un mes retomar a pleno el sexo, no me extraño usar a mi marido para fantasías, como lo hago actualmente, Clara y su marido nos invitaron a un viaje a Europa, mi suegra se quedó con la criatura y allá fuimos, al bajar en Barajas, desempacamos en un Hotel muy cerca de la puerta de Alcalá , recorriendo el centro nos quedamos solas con Clara, mientras los hombres alquilaban un auto, no me extraño que dos jóvenes se nos acercaran , fue ella quién le dio pie para la charla y en minutos se hizo del teléfono, sonreí y mire la figura de los chavales (sangre joven) .

Como convenció Clara a su marido que se lo llevara al mío en un viaje a Montecarlo (para jugar) no lo sé , esa noche ambos chicos estaban esperándonos para pintar con sus pinceles nuestro cuerpo, después de dar una vuelta de tapas y pasar por un tablao , Clara los invito a nuestros dormitorios, los purretes con su sangre en ebullición, ni hicieron escuchar su afirmación.

Los cuatro desnudos nos contemplábamos, era mi primera vez de una orgía en compañía con otra mujer , me arrodille y empecé a mamar al más viejo, acostumbrada con Esteban, los gemidos de goce se mezclaban con los del compañero de Clara, ante la misma secuencia, tomándolo con mi mano lo senté en la cama y lo jinetee hasta acabar, cambiamos la pareja , hice que me penetrara analmente mientras con su mano refregaba mis tetas y vagina, el éxtasis me invadió, volví a tomar conciencia cuando me encontré en un sesenta y nueve lamiéndonos mutuamente las vaginas con Clara, sintiendo mi culo lleno y sacudido en un entre y saca frenético.

Nos duchamos aceptando los juegos enjabonados , mirando a mi amiga de correrías , pude tener algo de la percepción de mi cornudo marido,( en verdad calienta ver como se sacuden en éxtasis) , disfrute de esa imagen, todos en la cama quedamos exhaustos, la invitación de los circunstanciales amantes de ir a Valladolid, termino en intercambio de mails y de los teléfonos móviles.

Cuando mi marido llamó que se quedaría unos días ( ante la buena racha de juego) , hizo que con Clara llamáramos a los chavales, con la excusa de conocer, quedamos en encontrarnos en El Escorial, previamente pasamos por Segovia, el acueducto romano, obra de ingeniería realmente espectacular, me llevo a pensar en hacer un trencito de sexo, mi blusa contenía mis senos calientes que se paraban, rápidamente vimos la ciudad antigua sus tejas tradicionales, visitamos El Alcázar y almorzamos el cochinillo al plato, nos extraño que no se acercara ningún buen mozo , para jugar a nuestra diversión preferida, la llamada al móvil de nuestros amantes, nos hizo salir rápidamente a Avila, cambiando el lugar de nuestro encuentro, las regordetas murallas, al pie del cerro, nos reunieron nuevamente, Carlos tenia 23 años y Sebastián 24, (en verdad parecían más jóvenes) , no pudimos aguantar, nos dejamos llevar a un hotel, ahí recordando la ducha, le pedí a Clara que dispusiera de esos falos , mientras la otra miraba, ella prefirió que sea yo, lo hice poner al menor acostado, ambas les pajeamos los penes una vez erectos, monte esa hermosura y le pedí a Carlos que me ensartara el culo, el éxtasis llego a mi cuerpo, en un momento vi a Clara masturbandosé , mientras nos miraba, acabar por repetición me dejo extenuada, tras un breve descanso mamando esos falos, se transformaron en nuevamente en estacas , ver a Clara disfrutar me llevó a masturbarme con un frenesí de ganas , que ahogaba mi respiración .

Fue Clara que pidió el sesenta y nueve mientras ambos amantes intercambiaban nuestras vaginas y culos, siendo las cinco de la tarde, ambos se disculparon de no ir nuevamente a Madrid, indicándonos el camino, llegamos a El Escorial, estacionando el auto, entramos prontamente por que nos informaron de que en media hora cerraba, los patios y muros, la enorme Iglesia, no llegamos a ver las tumbas de los reyes, al salir una llamada al móvil me llamo la atención, un amigo de Internet al cual le di mi número por intermedio de hotmail , me llamaba , al saber que estaba en El Escorial , me dijo de acercarse como tardaría dos horas, le pedí que fuera a Madrid, si es posible con un amigo.

Ambos hombres maduros llegaron dos horas después que nos cambiamos de punta en blanco , disfrazadas de mujeres recatadas, contando los polvos que recordaban no bajaban en esos tres días de veinte como mínimo, cada una, del cansancio fue cubierto por maquillaje, la charla fue demasiado correcta para mi nuevo gusto, fue Clara la que invitó al amigo de Fernando a su dormitorio, mi amigo Alejandro mí interrogó con sus ojos, haciendo que asintiera, ambas reconocimos al otro día que dormimos extenuadas por el viaje, haciendo el amor por la mañana en la ducha, como gemelas ambas fuimos penetradas vaginalmente, apoyadas sobre la pared, las caricias por lo menos en mi caso fueron el camino de un goce que me dirige en esto de ser puta.

Cuando Clara llamo a la puerta no sabía que venía con el amigo de Fernando, a fin de que hiciéramos en trío la escena de la doble penetración.

Allí en la cama, jugando con ese falo hermoso de Fer, besándolo recibí por el culo un pene más, pero este era diferente , en algo que hasta el día de hoy me sigue y trato de repetir, !Nunca supe su nombre!

Nuestros maridos llegaron recién al otro día, con plata de todos colores, nuestras sonrisas de satisfacción decía de lo bien que la habíamos pasado, con el mismo auto fuimos a la costa del sol, parando en Fuengirola, en esa ciudad hice mi primer orgía lesbiana. Otra historia.

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