Hola les voy a contar como me iniciaron. 

Antes que nada les diré que no soy una belleza, más bien soy algo común, morena, ojos negros medidas, 96, 70, 98 aproximadamente.

Por aquel entonces, tenía 21 años y era bastante mojigata, me refiero que, a pesar de haber tenido novios, nunca había hecho el amor, sin embargo encontré, según yo, a quien iba a ser mi hombre ideal. 

Me entregue a él y fue una experiencia muy dolorosa para mí, tanto que me prometí a mí misma no volverlo hacer nunca.

Mi novio me dijo que lo gozaría la segunda vez pero yo no acepte y terminamos estaba destrozada emocionalmente, en esos días llego una amiga de mama que está muy guapa y aunque mayor que yo es muy alegre cuando me vio tan triste me invito a ir de viaje con ella, Paula es su nombre una mujer muy hermosa, ella tiene todo en su lugar y de la medida exacta. 

Sobre todo tiene un hermoso culo. 

En fin fuimos a Cancún a unas villas estábamos más ahí y ella trataba de animarme fuimos a la playa, a las discos sin embargo yo seguía triste, al tercer día no pudimos salir porque había anunciado huracán y el tiempo estaba pésimo así que tuvimos que quedarnos en la villa. 

Estaba viendo la televisión y me acorde de Raúl y empecé a llorar ella se acercó y me dijo ya estuvo bien quiero que me digas la verdad no creo que estés así por haber terminado con él explícame.

Entonces yo le dije entre sollozos que creía que tenía un problema al hacer el sexo ya que todas mis amigas decían que era lo máximo. 

Ella puso cara de seria y me dijo, estas dispuesta a probar si eres o no normal. Si… en ese caso yo seré tu guía no te asuste nada déjate llevar…

Nunca había tenido una experiencia con una mujer, siendo yo mujer.

Te acercaste a mí, yo intranquila pero pasmada. 

Ardiente pero quieta, toda tiesa. 

Me tomaste por la cintura y me desarmé. Quedé para ti, entregada, confiada, relajada. Quedé mujer.

Mi falda no fue problema, cubría ahora mis pies. Mi braga beige te abría sus secretos. Suavemente metiste tus tibias manos bajo ella, para sacarlas con suavidad. Desnudarme mientras tus manos rozaban mis piernas y tus ojos miraban a los míos.

Eres linda, dije, en un esfuerzo de valentía. Tu temor me excita, dijiste mientras sacabas los botones de mi blusa.

Me dio un beso. Fue la primera vez que una mujer me besaba… y me gustó, al instante ya estaba follándole la boca con su lengua, me gustaba su sabor, su suavidad. Ella tomó mis pechos entre sus manos y terminó sacándome lo poco que quedaba del top. Cada contacto era mágico, eléctrico, cada poro mío estaba sensibilizado al máximo. Lo máximo llegó cuando sus dedos tocaron mi pubis, estaba totalmente mojada, mi clítoris expectante, lo deseaba. Ella jugueteaba con una mano en mi clítoris, lo tomaba, lo apretaba suavemente, me insertaba los dedos, y con la otra me acariciaba los pezones que ya estaban más que duros, esto era el paraíso. 

En ese instante sentí los labios de ella en mis pezones y me introdujo dos dedos, no pude evitar gritar sobresaltada. 

Esto me encantaba era fascinante, Paula sabe muy bien cómo dar placer a otra, los lugares donde tocar, los tiempos, era especial. 

Siguió jugando un rato con mi pubis hasta que ya estaba hecha una catarata y cuando pensé que nada más podía seguir excitándome, comenzó a follarme con la lengua. 

Era hermoso sentir cómo me recorría los labios, el clítoris, cómo seguía insertándome los dedos y los movía cada vez más rápidamente. Me tomaba el clítoris con la lengua, lo movía, lo apretaba, sus dedos hacían maravillas dentro mío, en un momento incluso me pareció que jugueteaba con mi ano. Paula era una amante maravillosa y no tardó en llevarme a mi primer orgasmo de mi vida, grité como una loca me sacudí, era fascinante…

Ella me miro y me dijo mmmm creo que eres muy normal…

Por supuesto esto tiene que continuar…