Cierto día Rogue buscaba afanosamente entre sus cosas un lápiz labial que había comprado y por más que buscaba no lo encontraba. Repentinamente recordó que se lo había prestado a Kitty, fue a buscarla para pedirle que se lo devolviera y al encontrarla dijo:

– Kitty…, ¿tienes el lápiz labial que te preste la semana pasada?

– ¡Oh, sí!, lo siento…, olvide regresártelo, está en mi habitación…, ahora mismo te lo traigo.

– No te molestes, iré por el yo misma, ¿dónde lo tienes?

– Esta en el primer cajón de la cómoda.

Se dirigió a la habitación de Kitty y al llegar busco el lápiz labial en la cómoda encontrándolo fácilmente, pero también encontró una película cuyo título decía ¨Fantasía Realizada¨. Sintió curiosidad…., tuvo una ligera idea de lo que se trataba debido al nombre, así que encendió la videograbadora de Kitty, coloco la cinta y al ver las escenas confirmó sus sospechas…., ¡era una película XXX!.

Molesta, saco la cinta para llevarla consigo de regreso a donde estaba Katherine y la encaró diciendo:

– ¡¿Cómo obtuviste esto jovencita?!

Kitty vio la película en su mano y al reconocerla, recordó que la había puesto en el mismo lugar que el lápiz labial, luego avergonzada pregunto:

– ¿La viste?

– ¡Si! – contesto enérgicamente.

Inclino la cabeza apenada por el hecho sin saber que decir, Rogue sintió algo de lástima por la pobre y levantándole la mirada dijo:

– Solo quiero saber quién te dio esto Katherine, aún no estás en edad para ver estas cosas.

– Una amiga me lo consiguió…., sentía curiosidad por ver una.

– ¿Tienes más de estas? 

– ¡No!… es la única que tengo…, ¡lo juro! – contesto, cruzando los dedos en la espalda.

Rogue la miro fijamente, sabía que estaba mintiendo pero no la obligaría a confesarlo, ella también paso por esa etapa cuando joven así que decidió dejarlo así, pero le dijo :

– Si quieres saber algo sobre la sexualidad puedes preguntarme con confianza Kitty, gustosamente responderé cualquier duda que tengas…., no busques estas cosas para aprender, no son buenas consejeras.

– ¿Preguntarte a ti?….., no te ofendas Rogue, pero creo que eres la persona menos indicada para hacerle ese tipo de preguntas.

Comprendió a lo que se refería, pues como nadie sabía que ella y Remy estaban teniendo relaciones, pensaban que aún desconocía los placeres sexuales. Prefirió dejar que creyera eso y dijo:

– Tienes razón, pero no porque sea intocable, dejo de ser mujer.

– Sí, creo que tienes razón. – contesto Kitty.

– De todos modos, puedes preguntarle cualquier cosa a Storm, Jean e incluso a mí, que estoy segura que podemos orientarte.

– Este bien Rogue, así lo haré. 

– Bien, espero que esta conversación de mujer a mujer te haya servido de algo y si no tienes ninguna pregunta me retiro. – dijo Rogue, disponiéndose a marcharse.

– ¿L-Le dirás a alguien lo de la película? – pregunto Kitty, asustada.

– Descuida…, no se lo contare a nadie, pero la película queda confiscada. 

– Y…., ¿qué harás con ella?

– La tirare a la basura. – respondió, mientras se alejaba.

Una vez sola, Kitty se reprochaba a si misma:

– ¡Que tonta soy!…, ¡¿cómo pude olvidar que esa película estaba ahí?!…., ¡y era una de las mejores que tenía!…., ¡qué lástima!

Se dispuso a salir al jardín, no sin antes esbozar una sonrisa malévola diciendo:

– Suerte que tengo otras escondidas…. jejeje.

Mientras tanto Rogue fue a su habitación y olvido tirar la película a la basura, estaba algo apurada pues pensaba salir al centro comercial. Cuando llego a su habitación se percató que aún tenía la película en su poder y se dijo:

– ¡Olvide tirarla!…, lo haré cuando regrese de compras.

Y sin más demoras salió de su habitación dejando la cinta sobre la cama, pero el día se tornó muy agitado para ella, pues no pudo realizar sus compras normalmente ya que el profesor Xavier llamo al equipo completo debido a una emergencia, un peligroso enemigo amenazaba con destruir la ciudad de Los Ángeles por lo que fueron a detenerlo tomándole varios días derrotarlo y cuando por fin lo lograron volvieron a la Mansión-X extremadamente agotados.

Rogue se dirigió a su habitación dispuesta a descansar, se ducho, se puso ropa de dormir y al recostarse sobre la cama se percató de la cinta que aún se encontraba ahí.

– ¡¿Qué diablos es esto?!…. – expreso intrigada – ¡Ah!, ya recuerdo…., es la película de Kitty, olvide tirarla…., lo haré mañana entonces, ahora estoy muy cansada. 

Y sin pensarlo dos veces, la puso sobre la mesa de noche, para luego quedarse dormida.

A la mañana siguiente se levantó sin percatarse de la película y una vez arreglada salió olvidándola por completo. Por la noche regreso a su habitación algo triste, Remy no estaba con ellos en la Mansión, tenía varios días de estar ausente debido a que tuvo que atender un asunto en New Orleans, así que estaba extrañándolo muchísimo, se sentía sola y deprimida.

Se ducho para ponerse la ropa de dormir y se recostó sobre la cama, pensando en él, cuando de pronto vio la película que estaba sobre la mesa y dijo:

– ¡Rayos!…, otra vez olvide tirarte a la basura…., ¿será que quieres que te vea?

Pensó en lo ridículo de sus palabras y sonrío por ello, luego leyó el título en voz alta diciendo:

– ¨Fantasía Realizada¨….., ¿a qué se referirá?

Sintió curiosidad por saber y decidió ver la película…, de todos modos la tiraría así que pensó que no tendría nada de malo darle un vistazo.

La puso en su videograbadora y se acomodó sobre la cama para verla, una vez comenzada, poco a poco comprendió la razón del título.

 

La historia en si trataba sobre un chico que deseaba muchísimo a una joven de su edad, pero que la misma no mostraba ningún interés por él, mas sin embargo gozaba provocarlo con insinuaciones que lo ponían muy caliente, el muchacho sentía tantos deseos por ella que en sueños la hizo suya por la fuerza. Un día no pudo resistirlo más y en una oportunidad que tuvo en la casa de la chica, cuando esta lo provoco, la tomo por la fuerza, lo cual al parecer la muchacha disfruto bastante, a pesar de resistirse levemente. Al acabar, la joven le confeso al chico que hizo exactamente lo que quería que hiciera, pues ella también sentía deseos hacia él, pero tenía la fantasía de que la tomara por la fuerza, así que planeo todo eso para provocarlo, de ahí la razón por la que el título era ¨Fantasía Realizada¨.

De esta forma finalizo la película, dejando a Rogue muy caliente por las escenas de sexo que tenía la misma, era obvia su excitación, no había tenido un orgasmo en días.

Apago la videograbadora y puso la cinta sobre la cómoda, luego se recostó en la cama pensando en la historia de la misma, obviamente era ficticia, pero le pareció interesante lo de provocar a su pareja para que este le hiciera el amor a la fuerza, se dijo:

– Me pregunto si Remy haría eso conmigo.

Pensó en la posibilidad y al imaginárselo haciéndole el amor salvajemente, se excito un poco, sintió el impulso de acariciar su sexo por encima de su ropa interior y repentinamente decidió quitarse la ropa para masturbarse, mientras acariciaba sus senos, mencionado el nombre de Gambito constantemente.

– Mmm…, ¡Remy!…, ¡sí!…, ¡¡Oh Remy!!

Alcanzó el orgasmo rápidamente, al imaginarse tener sexo con él de la misma forma que en la película, después se acomodó para disponerse a dormir pero quedo pensando en todo lo que había hecho, se preguntaba si sería posible que Gambito le cumpliera esa fantasía y al poco rato se quedó dormida.

A la mañana siguiente, despertó recordando lo que había hecho, pensó que era una locura y decidió olvidarlo así que se vistió para disponerse a salir cuando de pronto vio la película sobre la cómoda y pensó :

– No esta tan mal después de todo…, creo que la conservare.

La guardo entre sus cosas para luego salir rumbo a la cocina a desayunar, mientras lo hacía, pensó en lo sola que se sintió anoche y se preguntó:

– Remy…, ¿cuándo volverás a mi lado? 

Durante la tarde, para distraerse, salió de compras con Ororo y en el centro comercial en una tienda de lencería femenina, vio algo sexy que le encanto, pensó en comprárselo para darle una sorpresa a Gambito cuando regresara, pero tenía que hacerlo sin que Storm se diera cuenta, pues se preguntaría para quien era, así que cuando Ororo estaba comprando unos zapatos, le dijo que mientras ella hacia eso volvería al auto a buscar algo que había olvidado.

Al volver a la Mansión las dos mujeres entraban cargando los paquetes de ropa y zapatos cuando de pronto, ambas escucharon una voz que salió del fondo de la sala diciendo:

– Veo que se estaban divirtiendo, chicas.

Al voltear la cara ambas quedaron sorprendidas y gritaron al unísono:

– ¡¡Remy!!

En efecto, Gambito yacía sentado en un sillón observando a las dos beldades llegar con sus paquetes.

– ¡¿Hace cuánto que llegaste?! – pregunto Ororo.

– Como una hora…., me dijeron que habían salido de compras. – contesto, mientras se les acercaba.

– Cierto…, mira todo lo que compramos.

Gambito miro los paquetes que ambas llevaban y sorprendido dijo:

– ¡Mon Diu!…, ¡¿compraron en todos los almacenes?!

Ambas sonrieron por su comentario y en respuesta Storm dijo:

– No exageres, solo son unas cosas nada más…., por cierto ¿arreglaste tus asuntos, Gambito?

– Por supuesto. – contesto mientras miraba a Rogue que no había pronunciado palabra hasta el momento.

Storm comprendió que querían estar solos así que los dejo para que se saludaran en privado diciendo:

– Me alegro que estés de vuelta cajun, esto no ha sido lo mismo sin ti, ahora si me disculpan, llevaré estas cosas a mi habitación.

Y se alejó dejando a los enamorados solos, fue cuando Gambito dijo:

– ¿No dices nada chere?…., ¿no te alegra verme?

Rogue soltó los paquetes para abrazarlo y decirle:

– ¡Claro que me alegra verte Remy!…., ¡no sabes cuánto te extrañe!

– Y yo más mon coeur, todos estos días sin verte se me hicieron eternos.

Ambos tenían deseos de besarse, pero estaban en la sala y alguien podría verlos, así que solo se limitaron al abrazo.

– ¿Quieres que te ayude con tus cosas? 

– De acuerdo. – contesto ella, aunque no lo necesitara, pero sabía que en la habitación estarían lejos de las miradas indiscretas.

Una vez ahí, Remy tiro los paquetes sobre la cama y beso a Rogue apasionadamente mientras la abrazaba con fuerza, quería sentir su cuerpo muy cerca del suyo, tanto que le propuso:

– ¿Que dices si hacemos el amor, chere?

– Me encantaría, pero los demás podrían darse cuenta.

– Pero te deseo Rogue y no me puedo resistir más.

– Yo también Remy…., anoche pronuncie tu nombre muchas veces, pero no llegaste. 

– Pero ahora estoy aquí…, a tu lado…, queriendo amarte con desenfreno.

– Pero no es el momento ni la hora apropiada para nosotros, podrían darse cuenta los demás. 

– ¿Y esta noche?

– Por la noche si…, cuando todos duerman, ven a mi habitación…, y te estaré esperando con una sorpresa. 

– ¿Una sorpresa?… ¿cual?

– Si te lo digo no sería una sorpresa…, ven y lo averiguaras. – contesto con picardía.

Resignado a tener que esperar hasta la noche para saber cuál sería esa sorpresa, la beso tiernamente y se despidió diciendo:

– Hasta luego entonces, chere.

Y se alejó saliendo de su habitación, mientras Rogue lo seguía con la mirada sonriendo, pensando en la sorpresa que le daría.

Al llegar la hora acordada, cuando todos dormían, Remy salió rumbo a su habitación, encontrándose para su sorpresa que la puerta de la misma estaba entre abierta, por lo que sigilosamente entro y busco a Rogue con la mirada sin éxito pues todo estaba oscuro, de pronto escucho su voz sensual diciéndole :

– Cierra la puerta, querido.

Él obedeció, pero le pareció algo extraña la situación, así que un poco nervioso pregunto:

– ¿Porque tienes las luces apagadas chere?…, no puedo verte.

– ¿Quieres verme? – pregunto sensualmente desde las sombras.

– ¿Estamos jugando a algo? – pregunto, medio nervioso por el tono de sus palabras.

– No querido…, es solo que…. olvide encender la luz. – contesto, justo antes de encender la lámpara junto a su cama, dejando a Gambito con la boca abierta por lo que estaba viendo.

Rogue llevaba puesto un babydoll negro transparente con encajes, que dejaba a traslucir su voluptuoso cuerpo en especial sus enormes senos, además de una tanga que le quedaba espectacular y se encontraba recostada sobre la cama en una pose muy sexy, mirándolo con ojos de niña traviesa, dejando a Remy paralizado por la impresión e incapaz de pronunciar una sola palabra.

Al ver su reacción, supo enseguida que lo había impactado con su sorpresa más de lo que se imaginaba, así que decidida a provocarlo aún más se levantó de la cama, se acercó a él contoneando su cuerpo y dijo :

– ¿Que pasa querido?…., ¿te impresione?.

Remy alcanzo a reaccionar a duras penas para decir entrecortadamente:

– ¡¡M-Mon Diu chere!!….. ¡¡T-Te ves… maravillosa!!

– ¿Te parece?…., temí que no te gustara. – expreso coquetamente.

– ¡¿Gustarme?!…. ¡¡Me encanta!!…, ¡¡te ves espléndida con eso puesto!! – contesto, reaccionando al fin para comenzar a besarla y amarla con desenfreno mientras la conducía a la cama. 

– ¡Al fin te tengo mon amour!…., tantos días sin sexo…., me estaban volviendo loco. – expreso Gambito, entre gemidos y besos que le daba.

Rogue se alegró de escuchar esto, significo que había pasado todo este tiempo fiel a ella y no había estado con otra entonces, pues cuando él hace esos viajes a New Orleans solo, siempre teme que se encuentre a alguna chica conocida en su juventud.

Gambito estaba como loco, deseaba tanto a Rogue que le quito el babydoll para poseerla mejor, dejándola solamente con su tanga, luego beso toda su anatomía hasta llegar a la misma, para después quitárselo y lamerle su sexo con frenesí, incluso metió su lengua en el mismo, también jugueteo con el clítoris, todo esto mientras le metía un dedo en el culo.

Rogue gemía…, el gusto que le estaba dando era mayúsculo…, lo disfrutaba al máximo. Chupo hasta sentir las contracciones y gemidos que le indicaban que había logrado el orgasmo en ella, luego subió a sus pechos para mamárselos magistralmente, incluso llego a morder los pezones levemente, arrancándole gritos de placer a ella.

– ¡Oh!…. ¡si!…. ¡muérdelos querido!…. ¡mas!…. ¡si!…. ¡¡Ah!!

Gambito saboreaba sus pezones con deleite, era obvio que disfrutaba chuparle los pechos, fue por eso que Rogue le pregunto extasiada:

– ¿Te encantan mis senos, Remy? 

– Muchísimo mon chere, están de número dos en mi lista de preferencias. – respondió, mientras la colocaba de medio lado y se ponía detrás, levantándole una pierna para cogérsela en su sexo.

– ¿Y cuál es la numero uno? 

– Te lo diré después. – contesto mientras la penetraba suavemente.

Estuvieron haciéndolo en esta posición por un rato, hasta que alcanzo el clímax y exploto su carga de semen acumulada todo este tiempo dentro de ella, la cual fue tal, que lleno completamente el sexo de Rogue, hasta el punto de escurrirse entre su pene y los labios vaginales.

– ¡¡Oh!!…. ¡¡Qué maravilla!!…., ¡me llenaste el tanque querido! – expreso satisfecha.

– Y sin embargo…, el mío aún está lleno. – respondió sorprendiéndola, pues al parecer Remy estaba muy caliente, era como si hubiese tomado un afrodisiaco o algo así y tenía energías de sobra para quemar esa noche, lo cual para Rogue resulto ser una buena noticia.

– ¿Y dónde piensas vaciar el resto, querido?

– En la número uno de mi lista de preferencias.

– ¿Y cuál es? 

– ¡Tu culo! – respondió mientras sacaba el pene, que asombrosamente permanecía erecto aún, para acomodárselo en su ano y luego comenzar a penetrarla lentamente.

Sintió su enorme miembro abriéndole paso en su interior otra vez, hacía tiempo que no lo hacían, de modo que casi había olvidado aquella sensación. 

-¡Oh Remy!…., ¡eres enorme, cielo!…., ¡cada vez que me rompes el culo recuerdo nuestra primera vez! – expreso extasiada.

– Por eso la tengo como mi favorita, mon chere. 

Comenzó a cogérsela con movimientos lentos, para después irlos incrementando a medida que sentía menos estrecho el ano. Al poco rato la penetración se tornó muy placentera, al punto de golpear las nalgas con sus embestidas, produciendo que su cuerpo se estremeciera y los senos se movieran de una manera majestuosa. 

Gambito levantaba lo más posible la pierna de Rogue para mantener abierto su trasero, mientras que con su otra mano le acariciaba los senos, la imagen era realmente excitante, (Rogue con la pierna levantada de medio lado con Remy dándole por el culo). 

– ¡Oh!… ¡Gambito, eres increíble!…, mmm… – suspiraba Rogue.

– ¿Te gusta chere?

– ¡Si querido!…., ¡Se siente divino! – contesto, mostrando síntomas de que pronto tendría otro orgasmo.

La sujeto de la cintura para cambiar de posición, colocándola en cuatro patas, todo esto sin sacar su pene de ella.

Una vez así, comenzó a hacerla suya nuevamente, pero esta vez ella también aportaba en la labor, moviendo su trasero levemente de atrás hacia adelante con sumo placer y deleite, pues disfrutaba su enorme miembro dentro de ella.

La hicieron por un rato, sintiendo sus cuerpos alcanzar el clímax, cuando de pronto ella grito:

– ¡¡Oh, Remy!!…. ¡¡Descárgalo afuera, querido!!

– ¡Tus deseos… son ordenes, mon amour! – dijo Gambito, sintiéndose acabar primero que ella.

Sacó su pene y disparo un chorro de esperma que la salpicó desde el culo hasta la nuca. Al sentir su semen caliente en su anatomía Rogue llego al orgasmo, al parecer la sensación le resultaba muy placentera.

– ¡¡Gambito!!…, ¡¡que potencia tienes!! 

– Te dije que mis acabadas son así, además…. llevaba varios días sin tener sexo. – respondió orgulloso.

Rogue recogió con los dedos todo el semen que pudo de su espalda, para tragárselo con sumo placer y dijo:

– Mmm…., que rica esta, casi había olvidado lo deliciosa que es. 

– Es mi dosis de vitamina ¨S¨ qué te debía…, disfrútala. – dijo Remy, esbozando una sonrisa.

– Me temo que esta ¨dosis¨ no es suficiente, cajun. – contesto Rogue maliciosamente, reclamando más.

– En ese caso…, ¡recibirás una ¨dosis extra¨ chere! – exclamo sonriendo, mientras la recostaba de espalda sobre la cama y le habría las piernas con la intención de penetrarla nuevamente por el culo, ya que a pesar de haberse venido dos veces, aún tenía el miembro erecto. Al parecer aún estaba excitado y con energías, así que estaba dispuesto a desfogarse esa noche.

 

Gambito la poseyó levantando sus caderas por los muslos, arqueando su cuerpo lo suficiente para facilitar la penetración en su ano, la cual fue profunda. Se lo hizo de una forma casi salvaje que por momentos parecía estar violando a Rogue y esto le estaba gustando mucho a ella, tanto que tuvo otro orgasmo antes que él.

– ¡¡Remy!!…, ¡¡estuviste increíble!!…., mmm…. – alcanzó a decir, mientras se sentía descender del clímax alcanzado.

Al verla tan satisfecha se sintió acabar también, por lo que saco su pene para venirse sobre ella y termino salpicando de semen una vez más su anatomía, luego Rogue unto sus dedos con el mismo para llevárselo a la boca y tragarlo con deleite. Mientras recogía todo el esperma de su cuerpo, le acariciaba el pene con su mano libre en señal de agradecimiento. 

Este, una vez terminada su faena se dejó caer sobre ella para besarla por tan dulce gesto, se recostó a su lado para abrazarla y luego se quedaron dormidos.

A la mañana siguiente, Gambito se despidió de ella para volver a su habitación antes de que los demás se dieran cuenta y al marcharse, Rogue quedo pensando en lo maravilloso que había estado Remy esa noche, le había hecho el amor de una manera increíble, hasta le pareció en un momento sentir como si la estuviera violando, parecía que estaba sediento de sexo.

Fue cuando recordó la película que había visto la noche anterior y pensó:

– Es curioso…, lo que hicimos fue casi parecido a esa película.

Recordó lo excitante que fue sentir a Gambito cogiéndosela de esa manera y repentinamente se hizo una pregunta:

– Si Gambito me hizo sentir tan bien tomándome de esa forma casi salvaje….., ¿cómo sería si me hace suya a la fuerza? 

La excito el solo pensar en eso y decidida expreso:

– ¡Al diablo!…., ¡haré realidad esa fantasía a como dé lugar!…., ¡ardo en deseos de que Remy me haga el amor a la fuerza!

Ideo un plan para llevar a cabo su perversión, el cual consistía en mantener a Gambito en un completo abandono amoroso, para llevarlo a la desesperación total por ella, luego lo provocaría con insinuaciones y coqueteos pero sin tener relaciones con él, hasta lograr hacerlo perder el control de sí mismo y llevarlo a cometer esa locura.

La idea era casi parecida a lo que había visto en la película y comenzaría a ejecutarlo a partir de ese momento.

Días después de aquella noche, Remy, que ni se imaginaba lo que planeaba Rogue, quiso volver a tener sexo con ella, pero esta para su sorpresa, se negó a complacerle, con la excusa de que no tenia deseos de hacerlo. Extrañado por su respuesta, le pregunto:

– ¿Que no quieres hacer el amor?…. ¿Te sientes bien chere?

– ¡Por supuesto que estoy bien!…, ¡¿por qué será que ustedes los hombres piensan que las mujeres debemos hacer el amor con ellos cuando quieren?!…., ¡¡si no estamos de humor no lo hacemos y punto!! – respondió, fingiendo enojo por su pregunta.

– Solo preguntaba, querida…., no te enojes…., es que me pareció extraño….., tú nunca habías rechazado hacer el amor conmigo.

– ¡Pues acostúmbrate, porque no pienso tener relaciones contigo cada vez que quieras! – contesto ella, poniéndolo en su lugar.

Gambito no tuvo más remedio que resignarse, encogerse de hombros y dejarla en paz, decidió no darle importancia al asunto, pues pensó que en cualquier momento lo buscaría desesperada por sexo, pero se equivocaba, en esta ocasión sería él quien se obsesionaría con ella, ya que después de aquella charla, Rogue lo tuvo en un completo abandono por un tiempo y cada vez que le rogaba hacer el amor, se negaba rotundamente diciéndole que no tenía tiempo, que se sentía mal, etc. Tanto fue su abandono, que Remy llego a pensar que ya no lo amaba así que decidido a descubrir la verdad le pregunto:

– Rogue…, ¿ya no me amas acaso?

– Por supuesto que te amo, ¿qué te hace pensar eso? – pregunto sonriendo.

– Tus rechazos…., ya no quieres estar conmigo.

Sonrío divertida por su reclamo y lo abrazó diciendo:

– Te amo Remy…., nunca dudes eso….., eres el amor de mi vida. 

– ¡Pero me tienes abandonado!……, ¡me muero de ganas de hacer el amor contigo y tu ni me haces caso! – reclamó.

Rogue se deleitaba viéndolo así, lo tenía exactamente donde quería, desesperado por ella, así que la primera parte del plan había dado resultado, ahora vendría el segundo paso.

– Tranquilo querido, te prometo que esta noche haremos el amor. – dijo para contentarlo.

– ¿Esta noche?…., ¿por qué mejor no ahora?

– Tranquilo, se paciente y serás recompensado. – contesto, dándole un beso para calmarlo.

Remy tuvo que resignarse a esperar impacientemente hasta la noche y al llegar el momento la busco en su habitación, toco a su puerta, pero inexplicablemente no se encontraba, la busco por toda la casa sin ningún éxito así que le pregunto sobre su paradero a Hank que se encontraba en su laboratorio y este le respondió :

– ¿Rogue?…. Se fue al cine con Kitty y Betsy, creí que te habían invitado.

– ¡¿Al cine?!…, ¡¡pero si….!!. – contesto Gambito, ofuscado por la noticia y a punto de explotar en su enojo frente a Hank pero afortunadamente se controló.

– ¿Sucede algo malo? – pregunto McCoy, extrañado por su reacción.

– Nada…, olvídalo. – respondió malhumorado, mientras se retiraba dejando a Hank en el laboratorio indignado por su actitud.

Remy llego a la sala y se sentó a esperarlas pensando que no llegarían muy tarde, pero sin darse cuenta se quedó dormido.

Despertó a la mañana siguiente y se preguntó a qué hora se quedaría dormido, pensó en Rogue y fue a buscarla encontrándola en la cocina tomándose un chocolate caliente de lo más tranquila.

– ¡Al fin te encuentro!…, ¡¿dónde demonios estabas anoche?! – pregunto molesto.

– Fui al cine, ¿por qué? – pregunto, fingiendo extrañeza. 

– ¡¿Como que por qué?!…, ¡¡teníamos una cita!!

Haciéndose la que no recordaba, se quedó pensando unos segundos de lo que hablaba y de repente dijo:

– ¡Oh sí!…, ¡lo olvide!…, perdóname querido, es que me invitaron a ver una película al cine que estaba muy buena.

Gambito la observo indignado, se preguntaba cómo pudo olvidar algo así, al parecer no estaba tan interesada en él como creía.

– ¡¿Olvidaste nuestra cita de anoche para ver una película?!…., ¡¿qué pasa Rogue?!…., ¡¿es que ya te aburriste de mí?!

– Vamos querido….., solo lo olvide es todo, podemos hacerlo otro día si quieres. – contesto, mientras lo abrazaba para tranquilizarlo. 

– ¡Quiero hacerlo ahora! 

– ¡¿Ahora?!…, ¡imposible!…, nos podrían descubrir.

– Vallamos a un hotel, rentamos una habitación y listo. – dijo acorralándola.

– No puedo, le prometí a Betsy que iríamos de compras hoy. – respondió mintiendo.

– ¡Cancélalo entonces!…, ¡¿o prefieres ir de compras que estar conmigo?!

– No puedo, se lo prometí…. además vi un vestido hermoso el otro día y no quiero que….

– Veo que no te intereso en nada, Rogue… – respondió Gambito, interrumpiéndola en lo que decía y apartándose de ella – creo que me equivoque contigo.

Y se alejó visiblemente molesto, dejándola un tanto preocupada por sus palabras y no era para menos, estaba tan enojado que no quiso hablarle a nadie cuando salió de la cocina y abandono la Mansión en su motocicleta rumbo a un destino desconocido.

Todos en la casa se percataron de la salida repentina de Gambito y sospecharon que habían peleado ellos dos, pero nadie se atrevió a preguntar de lo sucedido, excepto Storm que como era la mejor amiga de la pareja, le preocupaba lo que les pasaba, así que se acercó a la cocina donde se encontraba ella y le pregunto.

– ¿Se pelearon Remy y tú?

– N-No…, ¿por qué lo dices? – pregunto un tanto nerviosa.

– Es que Gambito salió de la casa en su motocicleta y por lo visto no piensa volver.

Rogue se mostró sorprendida por la noticia, se dio cuenta que se le había pasado la mano con su plan, pero no podía decirle a ella la razón por la que se había marchado, así que le pregunto:

– ¿Crees que no volverá?

– No lo sé, conoces a Remy, toma sus propias decisiones. 

Su respuesta la preocupó aún más, temió que se fuera a buscar con otra lo que ella no le daba…., amor….. Y nerviosa miro hacia la ventana esperando verlo regresar. Storm la vio en ese estado y le pregunto:

– ¿Te sucede algo?

– Todo está bien Ororo…, no me pasa nada. – contesto, tratando de disimular lo que sentía. 

Storm pensó que preferiría estar a solas así que se marchó y cuando lo hizo Rogue se dijo a sí misma:

– ¡Que estúpida soy!…, ¡¿cómo pude pensar que podría manipular a Remy así?!…., ¡él tenía razón, lo tenía abandonado!

Nunca se perdonaría que estuviera con otra porque ella no lo atendió como debía, todo por una fantasía, estaba furiosa consigo misma. Tuvo la esperanza de que volvería pero las horas pasaban y nada, así que al llegar la noche subió a su habitación para llorar recostada sobre la cama.

A todo esto Gambito, que después de haber rondado errante por la ciudad, se encontraba en un salón nocturno ofuscado, tenía la intención de seducir una chica y dejar salir toda esa tensión guardada por falta de sexo. Pero a pesar de todo se negó a hacerlo, pues amaba a Rogue demasiado y no quería serle infiel, además de que si le hacia el amor a otra no sería lo mismo, así que prefirió tomarse unos tragos para tratar de olvidarla.

– Rogue…, ¿por qué me tratas así?…., después de que te entregue mi corazón. – se decía mentalmente.

Se tomó un par de tragos, pero no lo hacían olvidarla, es más lo obsesionaba más y más con ella, así que pago la cuenta y decidió volver a la Mansión para tratar de dormir, pensó que tal vez mañana vería con más claridad su situación.

Mientras tanto, en la habitación de Rogue, esta se encontraba llorando en su cama, sufría al pensar que estuviera con otra por su culpa.

– Remy vuelve por favor…., fue mi culpa, perdóname. – se decía arrepentida.

– Nunca debí planear esa salida al cine con las chicas para dejarte plantado intencionalmente…, fue la gota que derramo el vaso. – añadió, refiriéndose a la razón por la que Gambito se molestó.

Tomo la decisión de ir a buscarlo para disculparse, así que se levantó de la cama, se arregló y mientras lo hacía encontró la película guardada entre sus cosas y molesta dijo :

– ¡Todo por esta estúpida película!.

Se disponía a romperla cuando escucho el sonido de una motocicleta llegando al patio de la casa y pensó:

– ¡Remy!…, ¡¿eres tú?!

Coloco la cinta donde estaba para asomarse a la ventana, descubriendo con alegría que en efecto era él y exclamo:

– ¡¡¡Sí!!!…, ¡¡es él, ha regresado!!

Tuvo el impulso de salir a recibirlo en la sala, pero pensó que sería poco prudente hacer una escena en ese lugar, así que decidió dejarlo llegar a su habitación donde podrían hablar en privado.

A todo esto, Gambito entro a la casa sin decir palabra alguna, los demás lo vieron pasar pero no se atrevieron a decirle nada, era obvio que estaba molesto así que prefirieron no meterse en sus asuntos, subió a su habitación y se tiro en la cama para tratar de organizar sus ideas, pero en lo único que pensaba era en Rogue, la deseaba muchísimo.

Sacudió su cabeza tratando de olvidarla, pero no podía, pasaron los minutos y pensó en ducharse para ver si así calmaba su calentura por ella, pero le fue en vano. 

Salió del baño y mientras se miraba en el espejo se dijo:

– ¡¡Demonios!!…., ¡no puedo sacarte de mi mente, Rogue!

Pensaba tanto en ella que decidió masturbarse para ver si así calmaba su ansiedad, no quería hacerlo mas no le quedaba otra salida, pero cuando estaba por comenzar, alguien toco a su puerta obligándolo a detenerse, se cubrió con la toalla para ver quién era, encontrándose para su sorpresa que se trataba de Rogue, quien al verlo así supuso que se estaba bañando y le dijo :

– ¡Oh!…, disculpa, veo que estabas ocupado, quería hablar contigo sobre lo que paso esta mañana, pero esperare a que termines lo que estabas haciendo.

Sin querer, se había burlado de él con ese comentario, de ¨esperare a que termines lo que estabas haciendo¨, si lo que estaba a punto de hacer era masturbarse por su culpa. Fue una ofensa terrible y término perdiendo el control de sí mismo, así que le agarro la mano, el halo hacia la habitación, cerró la puerta y dijo:

– ¿Quieres que termine lo que hacía?…, entonces tú me ayudaras.

– ¿Q-Que haces Gambito?, me haces daño. – pregunto asustada, por la manera tan brusca como la trato.

– Estaba a punto de desahogar mis deseos por ti masturbándome, pero ya que estas aquí cambie de opinión. – contesto mientras la abrazaba con fuerza para besarle el cuello y acariciarle el trasero. 

Rogue se dio cuenta de que estaba fuera de sí, que sin pensarlo su plan había dado resultado, que Gambito estaba decidido a tomarla por la fuerza, así que feliz por su triunfo decidió seguir con el plan trazado, fingiendo resistencia :

– ¡No Remy!…, ¡¿qué haces?!…., ¡no quiero hacerlo!

– ¡Vas a ser mía Rogue!…, ¡quieras o no! 

– ¡No te atrevas, o voy a ….. – trato de responder pero no pudo porque Gambito la silencio con un beso forzado, el cual ella resistió levemente.

Después la desnudo a la fuerza, casi al punto de desgarrarle la ropa, ella ofreció resistencia pero levemente, era obvio que le estaba gustando lo que hacía. Después la levanto en el aire, separando sus piernas al máximo y apoyándola contra la pared comenzó a penetrarla profundamente, como queriendo llegar al fondo de su sexo, todo esto mientras Rogue decía:

– ¡No Remy!…, ¡espera!…, ¡no sigas!…. ¡AH!

Sus suplicas tenían un tono placentero, dando la impresión de que lo estaba disfrutando mucho. Él lo percibió así por lo que le resultó como un estimulante, se excito tanto hasta el punto que creyó acabar más pronto de lo que deseaba, así que la llevo cargada hasta la cama donde se tumbaron, quedando encima de ella, para luego seguir cogiéndola con fuerza y profundidad. 

– Ahora sabrás cuanto te deseo Rogue. – alego Gambito entre suspiros.

– ¡No, detente!…. ¡AH!…. ¡No sigas!…., ¡espera! – gemía ella, pero sin gritar lo cual demostraba que le estaba gustando.

– Silencio niña, tus suplicas solo harán que acabe pronto. – dijo Remy besándola para acallarla, ya que sus gemidos lo excitaban demasiado.

Siguió cogiéndola con tal frenesí, que provoco en Rogue el orgasmo rápidamente, el cual fue tan intenso que le hizo clavarle las uñas en la espalda a Gambito, haciendo que este dejara de besarla para decir:

– ¡¡Mon Diu!!…., ¡¡cuidado con esas uñas!!

– T-Te lo mereces…., por lo que me estas… haciendo. – contesto susurradamente, mientras descendía del clímax alcanzado.

Gambito se percató de ello y de manera cínica dijo:

– ¡¿Pero que veo?!…, ¡¿tuviste un orgasmo chere?!…., al parecer lo estabas disfrutando.

– Espero que estés satisfecho, ahora te exijo que me sueltes. – dijo, fingiendo molestia por lo que hizo.

– ¿Satisfecho?…, si apenas me estoy calentando. – respondió burlándose.

– Si no me sueltas, gritare. – dijo, amenazándolo falsamente.

– Por supuesto que gritaras….., pero de placer. – respondió Remy mientras se disponía a besarla por el cuello y descender lentamente hasta llegar a sus senos para mamarlos con frenesí, nunca lo había hecho de esa manera, llego incluso a morder sutilmente los pezones para jalarlos con delicadeza, provocando en ella gemidos y leves gritos de placer mientras se resistía.

– ¡¡NO!!…, ¡¡AH!!… ¡alto no sigas Gambito!…, ¡no los…. muerdas! 

Luego descendió por el abdomen recorriéndolo con su lengua para llegar a su sexo y disponerse a darle una mamada espectacular. Al sentir aquello su resistencia casi toco el límite y estuvo a punto de desistir en su plan de negarse a él, pero su pervertido juego le estaba gustando mucho, así que siguió diciendo:

– ¡Basta!….., ¡no sigas!…., ¡no lo hagas, mas!….., ¡¡Oh Dios!!

Gambito percibió un nivel de excitación en sus palabras y satisfecho subió hasta ella para decirle:

– ¿Quieres otro orgasmo, chere?…. Ahora mismo lo tendrás.

– ¡No espera!…, ¡detén…. – trato de decir pero Gambito corto la frase silenciándola con un beso apasionado en el que le metió la lengua dentro de su boca.

Después comenzó a cogérsela en su sexo otra vez, pero despacio primero para luego aumentar el ritmo a medida que los gemidos de Rogue dentro de su boca se tornaba más desesperante, hasta provocarle el orgasmo. Pero él no se quedó atrás, cuando se sintió venir, se apartó de ella y agarrándola de las manos la atrajo hacia su pene mientras se recostaba sobre la cama, para obligarla a que le diera una mamada. Se vio forzada a hacerlo (lo cual no represento ningún desagrado para ella) y segundos después disparo un chorro de semen que lleno su boca hasta ahogarla, teniendo que apartarse para recibir el resto de la descarga en su rostro. Al acabar todo, le escurría esperma desde su barbilla y de las manos que rodeaban el pene, fue una visión excitante para Gambito quien con un gesto le indico que quería que se lo chupara todo.

Rogue obedeció dócilmente, su comportamiento cambio a la de una chica dominada (lo cual formaba parte del engaño), así que sin oponer resistencia cumplió su mandato, saboreando cada gota de esperma que le escurría de la cara y de las manos. 

Mientras hacía eso, estimulaba a Remy nuevamente, poniéndolo en condiciones para continuar y satisfecho por su labor dijo: 

– Buena chica…, has hecho un excelente trabajo…., te mereces una recompensa.

– ¡Ya no más por favor!…., ¡hiciste conmigo lo que querías hasta satisfacerte, ahora déjame ir te lo ruego! 

– ¿Dejarte ir?…, pero si aún falta lo mejor. – respondió Gambito, mientras la ponía en cuatro y se colocaba detrás de ella.

Rogue supo lo que planeaba y haciéndose la desentendida pregunto: 

– ¿Qué piensas hacer?…. ¿no me digas que…. 

– ¡Exacto! – respondió, cortando la frase adivinando lo que iba a decir, mientras se disponía a lamerle el culo.

Cerro los ojos por el placer que tuvo al sentir su lengua hurgándole el ano, hacía tiempo que no se lo había hecho, desde su primera vez y la sensación le resulto muy gratificante, pero debía continuar negándose a que continuara. 

– ¡Oh no!…., ¡basta, no sigas!…., ¡me harás daño con tu salvajismo!…, ¡¡Oh Dios!!

Pero Gambito no la escuchaba y siguió lamiéndole el culo con deleite, después escupió el mismo para ensalivarlo y disponiéndose a penetrarla le dijo:

– Ahora recibirás tu ¨recompensa¨, chere.

Y acto seguido comenzó a hundir su enorme miembro en el ano paulatinamente, arrancando un leve grito de dolor a Rogue, que recostó su cara sobre la cama arqueando su cuerpo aún más, ofreciéndole una posición más gratificante de su culo a Remy.

Cuando logro metérselo todo, comenzó a embestirla a un ritmo lento primero, para ensancharle la entrada y cuando lo sintió menos estrecho acelero sus penetraciones. Rogue comenzó a sentir dolor por la forma tan brutal como se lo hacía y empezó a suplicar en serio:

– ¡¡Remy por favor detente!!…, ¡¡me estás haciendo daño en serio!!…, ¡¡no sigas!!…. ¡¡AH!!

Afortunadamente Gambito se dio cuenta que la estaba maltratando realmente, pues sus gritos eran de verdadero sufrimiento así que suspendió todo para ensalivar su pene y escupirle el ano para lubricarla mejor, al parecer sabía lo que hacía pues el cambio fue instantáneo, ya que al comenzar a penetrarla nuevamente dejo de sentir dolor para disfrutar de un placentero sexo anal. El gusto que sentía fue tan grande, que termino por rendirse en su plan, para gritar como una posesa:

– ¡Oh sí!…, ¡vamos!…, ¡eres grande!…., ¡se siente divino cuando me jódes el culo querido! 

Gambito la escucho expresarse de esta forma y sonriente por su reacción le pregunto a manera de burla:

– ¿Te estas divirtiendo chere?…., ¿quieres que me detenga ahora?

– ¡Cierra la boca y termina lo que empezaste cajun!…, ¡dispara tu vitamina ¨S¨ en mi culo de una vez! – respondió Rogue, al borde del clímax y dispuesta a llegar al final de todo.

Remy guardo silencio para dedicarse a embestir su trasero, pero se percató que no era el único que se movía, ella también lo hacía moviendo su culo de atrás hacia adelante, así que decidió dejarle el trabajo a ella para dedicarse a acariciar sus nalgas con suavidad y mucho tacto. No tardaron mucho en alcanzar el clímax y al conseguirlo Rogue grito: 

– ¡¡Oh Dios!!…, ¡¡ya lo siento venir!!

Y fue en ese instante que Remy disparo su carga dentro de ella, llenándole el culo literalmente, tanta fue la descarga que cuando saco su miembro del mismo, escurrió el semen hasta sus piernas.

Después se recostaron unos momentos, recuperándose de todo lo que habían hecho, pero Gambito estaba algo distanciado, ya estaba satisfecho y fue entonces que su cabeza volvió a tomar el control de sus actos, así que al darse cuenta de lo que había hecho comenzó a tener un sentimiento de culpabilidad, el nunca habría forzado a Rogue de esa manera, pero estaba turbado y fuera de sí, comenzó a sentirse mal consigo mismo. Ella percibió esta actitud y extrañada pregunto:

– ¿Que pasa Gambito?….., ¿sucede algo malo?

– Perdóname por mi comportamiento esta noche, – dijo él – no sé lo que me paso, sé que hice mal tratándote así…, yo no….

– Sssssssh. – lo silencio, poniéndole un dedo en sus labios – No te preocupes Remy…, lo que acabas de hacer fue exactamente lo que yo quería.

– ¿De qué hablas?…, si te forcé desde un principio. – alego extrañado.

– Fue una farsa mía, la verdad es que lo que hiciste fue el resultado de un plan que fragüe para cumplir una fantasía que tuve.

– ¿Una fantasía?…, no te entiendo. – expreso aún más extrañado.

– Si…., quería que me hicieras el amor por la fuerza…., ser tuya salvajemente…., ¡que me violaras! 

– ¡¿Que te violara?! – pregunto sorprendido.

– Si…, por eso te mantuve abandonado todo este tiempo para que me desearas tanto que terminaras tomándome a la fuerza…, pero debo confesarte que estuve a punto de desistir en mi plan, pues creí que te había perdido para siempre por la discusión de esta mañana.

– ¡¿Quieres decirme que tu abandono hacia mí fue intencional?! – pregunto aún más sorprendido.

– Y lo de dejarte plantado ayer por ir al cine… Yo fui la que invite a las chicas. – agrego ella.

– ¡Te desconozco Rogue!…, ¡¿cómo has podido sacar esa idea?! – expreso Gambito extrañado.

– Fue por una película que vi, me pareció muy buena y quise experimentar esa sensación contigo, cariño…, fue una locura, lo reconozco pero…., ¿no te gusto?

Se quedó pensando por un rato y luego dijo:

– Tu abandono no me gusto en lo absoluto…., pero la forma en que te negabas cuando te hacia mía…, ¡me encanto!

– ¿Lo ves?…., valió la pena entonces. – alego Rogue posando su mano en el rostro de Remy.

– Si, pero me hizo sentir muy mal, me comporte como un abusador y eso es algo que detesto.

– Lo siento si te hice sentir mal, cariño….. Pero si te sirve de consuelo piensa que yo no era una extraña para ti, pues soy tu novia…. y tú amante. – respondió mientras le daba un beso romántico con sus cuerpos entrelazados.

Esto reconforto el ánimo de Gambito y sintiéndose mejor le pregunto: 

– Y dime…, ¿te gusto?

– ¡Muchísimo!…, ¡estuviste fenomenal! – contesto ella.

– ¡¿En serio?!…., creo que esa fantasía tuya no es tan mala después de todo, tal vez debamos repetirla.

– Pues si quieres, lo volveremos a hacer…., ¡pero mejor! – dijo ella.

Se abrazaron para descansar un par de minutos en la cama, después le pregunto si quería ducharse con él, a lo que respondió que sí. Se fueron juntos al baño donde refrescaron sus cuerpos exhaustos y mientras lo hacían, se enjabonaban entre si excitándose nuevamente, tanto que ella propuso:

– ¿Alguna vez hemos hecho el amor en la ducha?

– No…, pero ahora mismo cambiaremos eso. – contesto para después besarla y acariciarle el culo, tocando su sexo con la mano.

Luego ella se agacho a mamarle el huevo, poniéndoselo erecto nuevamente y después de un rato haciéndole esto, Gambito la puso en volandas, para penetrarla apoyándose contra la pared del baño, lo hacía con delicadeza, asegurándose de metérsela lo más profundo posible. Sus cuerpos estaban mojados y tenían jabón en ciertas partes, lo que causaba que el contacto cuerpo a cuerpo fuera realmente placentero, al poco rato le dijo al oído:

– Cuando te sientas venir, me avisas…, quiero que me la descargues en mi boca…., para tragármelo todo.

– ¡Eres insaciable chere!…., ¡pareces adicta a mi semen! 

Momentos después Remy alcanzo el clímax y le aviso por lo que inmediatamente bajo a mamárselo, esperando deseosa su descarga en la boca y cuando Remy exploto en la misma, asombrosamente se lo trago todo sin dejar salir ni una sola gota, sorprendiendo a Gambito.

– ¡¡Mon Diu!!…, ¡te has vuelto una experta, chere!

Cuando termino su labor, seco sus labios y se dirigió a Gambito diciendo:

– ¡¡Wao!!…., ¡no dejan de sorprenderme tus acabadas cajun!…., ¡por poco y no logro tragármelo todo, pero ya le estoy agarrando práctica!

– Ese es mi don mutante mon amour…., además de mis besos. – expreso Gambito, para luego besarla intensamente.

– Mmm…., no me acostumbró al sabor que te queda en la boca después de una mamada. – añadió, en reproche.

– Pues tendrás que hacerlo, porque siempre probare tu semen…, es mi vitamina ¨S¨ y me encanta saborear las ¨dosis¨ que me das. Además, tú siempre me has besado después de mamar mi sexo y tu boca queda con un sabor extraño…, pero no me quejo…, solo por complacerte. 

Comprendió que estaba en lo cierto y dijo:

– Tienes razón, chere…, ambos hacemos lo que nos gusta entre nosotros mismos…. y no hay nada de malo en eso después de todo, por el contrario…, es un lindo gesto de amor entre dos personas que se aman.

Dicho esto se besaron románticamente, para luego salir de la ducha y disponerse a dormir juntos por el resto de la noche.

Una vez superado el malentendido, su relación volvió a ser la misma, por lo que unos días más tarde Gambito la invito a cenar, para tener una velada romántica, la cual termino con éxito en la habitación de un hotel para culminar así la noche, pero cuando estuvieron ahí, Rogue dijo:

– ¿Qué te parece si hacemos algo diferente esta vez, cariño?

– ¿Algo diferente?… ¿cómo qué?

– Como ver una película tú y yo. – respondió, buscando algo dentro de su bolso para luego sacar a relucir la dichosa película de Kitty.

– ¿Ver una película?…, ¿estás hablando en serio?

– Comprendo tu extrañeza, pero no es una película cualquiera…, es para adultos solamente.

Comprendió sus intenciones y le pareció que no era mala idea después de todo, aunque prefiriese tener sexo con ella de una buena vez.

– Y… ¿es buena chere?

– ¡Buenísima!…, cuando la veas lo sabrás.

Tomo la cinta y leyó el titulo ¨Fantasía Realizada¨, pensó que debía tratarse de alguna fantasía sexual por lo que la coloco en la videograbadora de la habitación para después sentarse en la cama junto a Rogue que lo abrazo sonriendo pensando en la sorpresa que se llevaría.

A medida que transcurría la cinta Gambito comprendió que esa era la dichosa película que le había dado la fantasía de que la violara y sorprendido la miro diciendo:

– Supongo que de aquí sacaste esa idea tuya de la otra noche… ¿verdad?

– Si querido…, pensé que te gustaría verla.

– Y… ¿solo quieres que la veamos o… que la protagonicemos? – pregunto insinuante.

– ¿Crees que te la mostré solo para que la vieras? – respondió con sensualidad, provocándolo intencionalmente.

– Eres una chica traviesa ¿lo sabias?…., tu comportamiento merece un castigo. – alego Gambito, asumiendo una vez más la actitud dominante sobre ella, recostándola por la fuerza sobre la cama para comenzar a desnudarla salvajemente.

– ¡Espera Remy!…, ¡detente!…, ¡veamos la película primero!… ¡¡Oh!! – grito, comenzando ambos su juego pervertido.

Como podrán imaginar, esa noche en el hotel Rogue pudo hacer su teatro de resistencia con más libertad, al punto que sus gemidos y expresiones se escuchaban en el pasillo del hotel, resultando ser muy conveniente el haber escogido un lugar así para repetir su ¨fantasía¨.