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Todo empezó navegando por internet

Todo empezó navegando por internet

Soy un joven de 28 años, de tez morena apiñonada y complexión media. Mi estatura es 1.78 metros y mi relato comienza un día que estaba en mi trabajo y conocí a una muchacha muy guapa, la psicóloga de la empresa.

Ella es piel blanca, cabellera obscura, rizada y abundante, mide 1.63 metros con unos ojos cautivadores, y bueno que mas decir que me impacto, y como siempre he sido tímido no me acerque enseguida a conocerla, ya que, en esos momentos estaba mas preocupado por una promoción en el trabajo.

Tiempo después ya que había adquirido el puesto y por motivo de trabajo, comencé a tratarla, y poco a poco me fui dando cuenta que además de su belleza física era una lindura como persona.

Una vez estábamos en amena charla cuando se me ocurrió preguntarle que si le gustaba chatear, a lo que me respondió que si que era muy asidua a estar chateando con amigos y personas que conocía en la red, a lo que le pregunte que si le podía escribir, y accedió, me dio su cuenta de correo y tiempo después nos escribimos hasta que una vez me la encontré en una sala de chat, y comenzamos a platicar, y le pregunte, que era lo que platicaba con sus amigos y me contesto que la mayoría le pedían que tuvieran cibersexo, algo que no desconocía, ella rápidamente me pregunto que si yo lo había echo, y como era alguien a quien conocía me dio un poco de pena pero, le dije que si que si lo había hecho con algunas personas.

Poco a poco la charla fue subiendo de tono hasta que terminamos haciéndolo, le pedía lo que todos alguna vez (o al menos eso creo ) hemos hecho claro, por la red, y aunque eso solo fue virtual, me daba mucha pena verla, y ya no fui a su oficina en esa semana.

Al llegar el viernes al estar en mi oficina haciendo unas capturas, me sobresalte al verla parada justo enfrente de mi y todo lo que nos separaba era la ventana, como un resorte salte de la silla donde estaba y abrí la puerta para que ella pasara; al entrar me pregunto ¿qué por que no había ido en esa semana a su oficina?

Y como todo tímido, le di mil escusas y todas ellas tontas, poco a poco se me acerco (algo que añoraba aunque no esperaba) y me abraso de una forma que pude sentir completamente su cuerpo pegado al mío, ese día llevaba una falda que dejaba ver sus hermosas piernas blancas, una blusita blanca y delgadita que hacia que sus pechos se resaltaran por encima de su ropa y al tenerla justo ahí pegando su cuerpo al mío, ni tardo ni perezoso comencé a besar su cuello, y acariciar poco a poco su cuerpo, baje con mis manos por su espalda hasta que llegué a sus nalgas, las tenia redonditas y duras, al estar acariciándolas comencé a sentir como se me hinchaba el pene, poco a poco algo que ella noto enseguida, por lo que se me pego aun mas, yo ya por demás excitado lleve mi mano por debajo de su falda y se la subí, comencé a acariciar sus nalgas, ya que llevaba unos panti de hilo dental, lo que me dio toda la facilidad para explorarla.

Le quite el sujetador y frente a mi aparecieron unos senos que aunque no muy grandes si estaban redonditos y parados, comencé a besarlos hasta que poco a poco se los fui lamiendo al mismo tiempo que mi mano alcanzo su concha, que ya para este momento, estaba por demás mojada así que la gire y la subí a una barra (escritorio) y comencé a comerme su conchita, poco a poco le metí la lengua y fui sorbiendo sus jugos le mordí su clítoris mientras no dejaba de escapar nada de sus jugo, que por cierto me sabían a gloria, ya para ese entonces mi pene estaba durísimo y con ganas de explorar aquella dulce concha, por lo que subí nuevamente a sus pechos mientras me desabrochaba el cinto y dejaba caer el pantalón, en ese momento ella pudo ver notar por debajo de mi trusa la erección que tenia a lo que ella me tomo el pene con una de sus manos y comenzó a acariciármelo por encima de la trusa, con la otra poco a poco fue bajándome la trusa hasta que asomo mi pene en todo su esplendor, en ese momento ya no pude mas y la acerque hacia mi y le introduje el pene de una sola estocada hasta el fondo al sentirlo adentro ella dejo escapar un leve gemido y coloco sus piernas alrededor mío como no queriendo dejar escaparme, comencé a moverme en un vaivén casi salvaje, no podía creer que esto estuviera pasando, y mucho menos en el trabajo lo que al parecer a los dos nos éxito de sobre manera, era grandioso ver como la estaba penetrando, en ese momento me pidió que le hiciera lo que le había hecho en el chat, por lo que se la saque y la puse de bruces sobre el escritorio y tras admirar sus hermosas nalgas y esa concha dilatada y lubricada mi pene pareció responder al llamado y nuevamente la penetre ahora por atrás, masajeando sus pechos y besándola en la espalda y a cada empeño ella dejaba escapar suspiros, hasta que no pudimos mas y terminamos en un orgasmo fenomenal.

Al terminar quede recostado sobre su hermosa espalda y la bese hasta que ella se acordó que tenia que ir a la escuela, por lo que se limpio se acomodo la ropa me dio un beso y se fue.

Al día siguiente vino de nuevo a mi oficina,, pero esa es otra historia

¿Qué te ha parecido el relato?


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