Mi cita con Raúl

Hola mi nombre es Julia y lo que les contare ocurrió hace 2 días.

Hace 6 meses me separe de mi novio y desde entonces no había tenido sexo.

Raúl era un antiguo enamorado que apareció en la palestra hacia unas semanas y quien me había invitado a salir en varias ocasiones, invitaciones que había rechazado, pero en esta oportunidad me sentía ansiosa y deseaba sentir por lo menos unas caricias y porque no, tener sexo.

En una conversación telefónica, una nueva invitación fue sugerida por mí, le informe que si me invitaba a salir seria esa noche su noche afortunada.

Efectivamente la invitación no se hizo esperar y quedamos de vernos a las 8 de la noche.

Raúl me informo que si quería iríamos a cenar, luego a beber y a bailar, le pregunte que si tenia un lugar tranquilo donde pudiéramos ir y conversar, que hacia mucho que no nos veíamos a lo que me indico que su hermano tenia un apartamento y que él tenia llave, que su hermano no estaba en la ciudad y que regresaría hasta la semana próxima.

Nos dirigimos hacia en apartamento no sin antes pasar por un supermercado y comprar unas cervezas para tener algo de beber, al llegar encontramos el apartamento vacío como él había dicho y nos pusimos cómodos, con buena música de fondo, nos sentamos en un sillón grande y cómodo, nos relajamos y bebimos un rato, pasado una hora al ver que estábamos algo entonados, coloque una mano sobre su pierna y lentamente comencé a acariciarlo, mire en su cara una sonrisa de satisfacción y dijo: «Pensé que nunca lo harías» ya había dado el paso y no había marcha atrás, sentí como su mano se posaba en mi pierna y comenzaba a subir, su expresión de sorpresa al notar que no cargaba pantaletas fue lo que más me excitó y mi humedad podía sentirse claramente, nos unimos en un ardiente beso y sentí su lengua recorrer mi boca, era delicioso volver a sentir eso, estos últimos 6 meses habían sido muy largos.

Su pene estaba creciendo y se veía un enorme bulto en su pantalón, mis manos corrieron, volaron hacia él, necesitaba sentirlo, tenia que tomarlo, debía ser mío, baje su cremallera y tome su pene, era hermoso, podía medir unos 20 cm, era grueso, coronado con un rojo y grueso glande húmedo de líquidos preseminales, lo mire a los ojos y sin decir palabra me acerqué y de un sorbo lo metí en mi boca, un profundo suspiro de Raúl me excitó como nunca, me quito la blusa y acaricio mis senos, luego los recorrió con su lengua, para terminar mamándolos, los sentía estallar, nuestras ropas fueron quedando en el sillón y camino a la habitación, al llegar a ella me tumbo sobre la cama para comenzar a mamar mi concha, metía un lengua en ella y lamía mi clítoris, estaba gozando como nunca, era tal la excitación de ambos que no nos percatamos de la llegada de alguien al apartamento y que ese alguien ya nos estaba observando, en ese momento me encontraba yo en cuatro mamando el pene de Raúl cuando sentí unas manos posarse en mis nalgas y salte, era Carlos, el hermano de Raúl.

No atinamos a decir nada, pero Carlos tenia su pene fuera del pantalón, ya erecto, con una sonrisa en sus labios y una mirada lasciva dijo: si me dejan quedarme no molestare y si me dejan participar lo disfrutaremos los 3, lo mire y estire mi mano a tomar su pene, estaba caliente, él emitió un suspiro, era tan grande como el de Raúl y decidí probar si sabia tan rico como el de él, iniciamos un trío, el primero en mi vida, mientras mamaba a Carlos, Raúl me penetraba desde atrás, en un mete y sacar delicioso, Carlos como pudo se desnudo y tomaba mi cabeza para imponer el ritmo de mi mamada, mientras Raúl tomaba mis caderas e imponía su ritmo al penetrarme, era fabulosos dos hermosos, grande y jugosos penes solo para mi, era increíble, luego intercambiamos posición y mientras mamaba a Raúl, Carlos me penetraba desde atrás.

Probamos muchas posiciones hasta que en una de esas Carlos introdujo uno de sus dedos en mi ano, nunca antes nadie lo había hecho y así se lo hice saber, era virgen por allí, a lo que Carlos me dijo que no me preocupara que solo me dedicara a sentir, que lo disfrutara, a decir la verdad lo sentí algo extraño pero no tan molesto como pensé que seria, Raúl reclamo el derecho a ser él el que jugara con mi ano ya que había sido él mi cita, Carlos retiro su dedo de mi ano y paso un frasco de crema a su hermano, quien coloco crema en la entrada de mi ano y en su dedo, sentí su dedo entrar y moverse dentro de mi, mientras Carlos se colocaba delante de mi para que lo mamara, luego sentí dos dedos dentro y su movimiento, yo jadeaba mientras Raúl jugaba con sus dedos en mi ano y su otra mano en mi concha, yo lamía y chupaba a Carlos, quien jadeaba y pedía más, de repente ya no sentí los dedos de Raúl en mi ano, pero no me importo, pensé que se había cansado y estaría mirando como mamaba a su hermano, nada mas lejos de la verdad, estaba untando crema en su pene, de repente sentí una vez mas sus dedos dentro para volver a salir y me pregunto si me gustaba yo dije que si, dijo ahora te va a gustar mas, sentí la punta de su pene en la entrada de mi ano y luego como comenzaba a entrar lance un quejido el cual acallo Carlos al volver a meter su pene en mi boca, trate de zafarme pues me dolía pero Raúl me tenia bien agarrada y decía tranquila solo duele un poco, después lo vas a disfrutar ya veras, sentí como entraban esos 20 cm y como mi ano apretado lo recibía, a llegar casi a la mitad paro, se retiro un poco para después volver a entrar esta vez hasta el fondo, sentí sus testículos golpear contra mis nalgas y volví a dejar escapar un quejido, Carlos susurraba su pene contra mi cara y yo lo buscaba para volver a mamarlo, Raúl se quedo quieto para luego comenzar su mete y saca, que yo comencé a disfrutar, sentía ese hermoso trazo dentro de mi ano, me sentía invadida, mamaba y era enculada, que rica sensación, Raúl no aguanto y se vino dentro de mi ano, mientras Carlos lo hacia en mi boca.

Carlos reclamo su derecho a penetrarme también por el ano a lo que accedí gustosa, ahora probaríamos de otra forma, Raúl se acostó y me pidió que me sentara sobre su pene una vez más ya erecto, lo introduje en mi vagina mientras Carlos se ubicaba detrás de mí e intentaba meter su pene por mi ano, estaba siendo doblemente penetrada(por mi vagina y por mi ano) y lo disfrutaba, ambos se vinieron dentro de mi, yo no recuerdo cuantas veces me vine o cuantas veces ello se vinieron lo cierto es que terminamos exhausto los tres, nos quedamos dormidos ya bien entrada la madrugada.

Al despertar lo hice con la más deliciosa sensación Raúl me chupaba la concha mientras Carlos me chupaba las tetas, nos bañamos los tres juntos y yo le retribuí su gesto mamándolos a los dos mientras nos bañábamos, terminamos una vez más en la cama con la misma rutina, uno por delante y otro por detrás al terminar me fui a la cocina e hice un delicioso desayuno para los tres.

Nos despedimos con un beso y la promesa de volver a reunirnos el próximo fin de semana.

Dos hermanos para mi sola, nunca imagine que fuera posible.