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La diosa alemana de Roquetas de Mar

La diosa alemana de Roquetas de Mar

Este año mis padres me mandaron de vacaciones a Roquetas de Mar una playa de la costa de Almería a la casa de playa de mis tíos.

Me mandaron de castigo pues este año no he estudiado mucho, y para alejarme de mi peña me mandaron 3 semanas a la casa de mis tíos.

Yo no quería ir y aunque ya tengo 19 años casi 20, me vi obligado a ir o entonces mis padres me quitarían mi paga, y me las tendría que solucionar solo.

Así que el día 5 de Julio ahí estaba yo rumbo a Almería, al llegar me fue a recibir mi tío, me dijo que no me quedar fastidiado por dejar mis amigos, y pues deprisa haría nuevas amistades, y tenia a mis primos o sea que no estaba solo.

Al llegar a casa, dejé de lado mi enfado, pues la casa estaba muy bien con una buena piscina, y casi al lado del mar. Y al instante me alegré al ver mis primos que ya no-vía desde el año pasado.

Mi primo tiene mas un año que yo y es un chaval estupendo, muy bromista, y su hermana en él ultimo año había crecido un montón, era mas joven un año, tenia recién cumplido los 18 añitos.

Al verlos me alegré, pero al verla a ella en bikini, sentí una sensación extraña, estaba una delicia, era rubia, con unos pechos normales unos ojos azules de esos que hipnotizan, y un culo que es una pasada, me quedé como tonto mirando su culo mientras ella me enseñaba el resto de la casa.

Yo me quedaría a dormir en la habitación de Jorge, mi primo.

Las habitaciones de Jorge y de Ana tenían en el medio un baño que era para la utilización de los dos, mi prima me explicó que así se conseguía mas espacio para lo demás, estaba muy bien la innovación.

Eran como las 4 de la tarde, así que después de ordenar mis cosas me duché y merendé con toda la familia en el jardín, estaba riquísimo todo, el resto del día lo pasamos entre chapuzón y chapuzón en la piscina…

Cenamos, y nos fuimos de copas, yo mis primos, y unos amigos de ellos que vivían en un casa al fondo de la calle, eran dos chicas y un chico, el se llamaba Diego y tenia 18 años, y las chicas eran Ana Luisa que tenia 17 años y Rocío que tenia 22 años, estaba de muerte, tenía un cuerpo Danone, de esos de hacer envidia a cualquiera.

Estuvimos charlando un de todo un poco y a la 1 ya estábamos en casa durmiendo.

Al acostarme ya me había enamorado de todo aquello, ya tenía olvidado mis amigos y lo enfadado que estaba en venir hasta este sitio.

A las 9 horas mi tía nos despertó, y nos levantamos, yo tardé un poco mas, y después que mi primo salió de la habitación rumo a la cocina yo me levanté, y entré al baño en calzoncillos, y ni siquiera me recordé de tocar en la puerta pues ya no me acordaba que el baño era para las dos habitaciones, – mejor, pues así pude ver mi prima meando, no llegué a ver nada de mas pero aquella escena, ver mi prima en con sus bragas en sus pies sentada a mear, me produjo una profunda excitación, pero con el nerviosismo no tuve ni tiempo ni capacidad para mirar algo mas que sus piernas.

Ella me recriminó, – que haces, no sabes llamar a la puerta.

Yo mi disculpé, y pasado un par de minutos ella entró en mi habitación ya de bikini, llevaba puesto un bikini rojo que hacia contraste con su piel ya bastante bronceada, y una camiseta por encima que solo llegaba a su ombligo, o sea que ahí estaba mi prima en bragas y con una camiseta, pidiéndome perdón por su haber sido tan brusca, yo le dice que era yo que tenia que pedir perdón, pero ella añadió que yo no estaba habituado, y que ella había sido un poco brusca, nos disculpamos mutuamente y así yo me pude arreglar en el baño.

Serian unas 10 y media cuando nos fuimos a la playa, yo y mis primos, nos quedamos, en unas hamacas pues mi primo conocía el dueño era amigo de su hijo y él nos invitó a quedarnos ese día en las hamacas, aquello estaba lleno de alemanes e ingleses.

Yo me tire de cabeza al agua ya que estaba lleno de calor, al rato estábamos todos en el mar nadando para dentro y para fuera.

Al llegar a mi hamaca me fijé en una chica alemana que estaba con dos mujeres, una sería su madre la otra seria una amiga de su madre, mientras mis primos se habían acostado a tomar el sol, yo no podía tirar mis ojos de aquella diosa, tenia puesto un bikini amarillo, y que al estar acostada boca abajo se había desabrochado la parte de arriba de su bikini y dejaba entrever uno de sus pechos, pero ella estaba con el máximo cuidado para que no se pudiese ver sus pecho y se tapaba lo mejor que podía, mi espanto fue mayor cuando ella se volteó boca arriba y en vez de taparse los pechos con el cuidado de antes se quitó la parte de arriba de su bikini.

Y así pude ver las tetas enormes que tenía era un portento físico aquella alemana, estaba a unos escasos 3 metros de mi así que la vía muy bien, le hice un autentico repaso con mi mirada de arriba abajo, hasta su madre creo que se dio cuenta, y yo para disimular me acosté un rato a tomar el solo pero pasados unos segundos ya estaba de nuevo mirando aquella diosa, pude ver como ella se levantó a buscar la crema bronceadora a la bolsa, y al bajarse para cogerla sus tetas bamboleaban de un lado al otro, se sentó y se empezó a pasar la crema, uf la pasaba por sus tetas y sus pezones se animaban, fue en ese instante que cruzamos nuestras miradas, me había pillado con cara de bobo mirando como ella se masajeaba sus tetas. Joder!

Como me gustaba el verano, como me gustaba el castigo de mis padres. Yo no tiré ojo de la alemana, y ella se dio cuenta que yo no le tiraba ojo y aunque al principio se quedó un poco cortada, empezó a provocarme o eso creo pues, viró su hamaca hacia mi de manera que al acostarse le veía todo su cuerpazo, y no-contenta empezó a meter la braga de su bikini hacia dentro haciendo una especie de tanga.

Pasados unos minutos ella se fue al mar y yo mi fui tras ella, pero no llegué a decirle nada pues su madre apareció, al salir del agua se secaron y se fueron.

Serian unas 16 horas cuando me decidí dar me primer chapuzón de la tarde en la piscina, estaba solo en el jardín, mis primos aun dormían la siesta y mis tíos habían salido, la piscina estaba en la parte de atrás de la casa y como toda la casa tenia una gran cerca en el alrededor nadie podría ver a alguien en la piscina desde la calle.

Pasado una media hora de estar en la piscina tomando el sol, apareció mi primo diciendo que tenia que ir a casa de un amigo a arreglar no sé qué, se despidió y me dijo que tardaría como un par de horas, me invitó a ir con el para no me quedar solo, pero yo le dije que no se preocupara que estaba bien en la piscina.

Al rato de salir mi primo apareció Ana, llevaba puesta una mini-falda y una camiseta, y al sentarse en mi frente no pude evitar mirar sus braguitas blancas, eso me animó un poco, y tuve que disimular mi erección, mal escuché lo que ella me estaba diciendo; -Voy a la farmacia comprar una crema… – Ok. Tardas mucho?

-Una media hora… Porque no vienes conmigo. – No ve tu. Que yo me quedo aquí disfrutando del sol.

A si que me quedé solo en la piscina, me metí al agua pues aun estaba un poco caliente después de ver las braguitas de mi prima. Como el ser humano es interesante, si miras una tía en la playa de bikini, te sientes indiferente, pero si ves esa tía con una falda enseñando las bragas, ya te animas más.

Al salir de la piscina y como no había nadie en casa, me pasó por la cabeza desnudarme y tomar el sol un ratillo desnudo, o sea que me desnudé y me tumbé boca arriba tomando el sol, aquello de estar desnudo en el jardín di mis primos, sabiendo que mi prima podría entrar en cualquier instante, me puso a mil, y mi polla casi que reventaba, por eso me tuve que meter en el agua, y fue en ese instante que llegó mi prima, oí el ruido de la puerta de entrada cerrándose y apenas tuve tiempo de salir y cubrirme con la toalla, haciendo que me limpiaba, así me vio Ana cuando llegó a la piscina, preguntando si el agua estaba buena, yo le respondí afirmativamente, ella entró a cambiarse y yo pude ponerme el bañador.

Así pasó mi primera tarde completa de vacaciones.

Serian como las 9 de la mañana cuando me desperté, pues ese día quería estar temprano en la playa para ver aquella chica alemana que me dejó loco el día anterior.

A las 10 ya tenía desayunado y me fui solo hacia la playa, con la excusa de hacer un poco de footing antes, pero en realidad me fui directo a las hamacas donde tenia visto la alemana.

Al llegar inspeccioné la zona pero nada, ella no estaba (Mierda!), El día empezaba mal, mi fui al agua nadé casi media hora, y al salir del agua hice nueva inspección pero nada de alemana. Ya estaba harto de esperar por la alemana cuando llegaron mis primos.

Nos fuimos todos al agua y después nos tumbamos tomando el sol, yo me quedé dormido pues me desperté con el ruido de unos niños, y al mirar hacia el lado vi aquella diosa, que llevaba todo el buscando.

Que mujer, como la puedo describir, tenía 1,70 o más de altura, un culo de otra galaxia, el pelo rubio, la cara no era de aquellas que dejan fuera de sitio a cualquiera pero tenia una belleza in vulgar, ahora lo que más sobresalía de su cuerpo eran sus pechos, eran dos autentico melones, eran dos portentos de la naturaleza, eran simplemente perfectos.

Con solo mirarla me pene se quedó en alerta máxima, me senté en la hamaca de forma a poder ver todo su cuerpo, estaba tomando el sol con los pechos apuntando al cielo, que visión, dios mío que piba como dirían los argentinos. Estuve mirándola como que 5 minutos en aquella posición, pero si yo creía que todo estaba perfecto, ella buscó una forma de mejorar aquello, se levantó y se fue a las duchas que hay en la entrada de la playa, y se duchó.

Yo me quedé de piedra viendo como el agua corría por su cuerpo, como el agua transparentaba su culo, y como el agua dejaba entrever su rajita por debajo de su bikini.

Terminó de ducharse y se acostó de nuevo, yo ya tenia mi palo a reventar así que me fui al agua, cuando salí del agua ella y sus acompañantes ya se preparaban para irse, ( mas un día pasado sin que yo le dijera nada de nada).

No comenté nada con nadie de la alemana.

Por la tarde allí estaba yo de nuevo en la playa, pero ella no apareció, al día siguiente lo mismo.

Ya había pasado dos días desde el ultimo día que tenia visto mi diosa yo, ya solo pensaba en que ella se tenía ido a su tierra, y me recriminaba por no haberle dicho nada.

Ese día me fui de copas con mis primos y sus amigos, bebemos todos un poco demás pero la que se quedó peor fue mi prima. Nunca la había visto así tan fuera de sitio, tenia un pedo de muerte.

Como todos estaban animados, le dije a Jorge que no se preocupara, que se divirtieran todos que yo la llevaría para casa.

Demoramos unos 50 minutos en recorrer 400 metros, ella me contaba cosas que yo nunca esperaba escuchar de su boca, me dijo que se había quedado sola en casa el ultimo fin de semana y que había invitado a casa dos ingleses que había conocido en la playa y le había hecho mas que un par de mamadas a los dos.

Me contó como había perdido su virginidad.

Que ya lo había hecho con alemanes, ingleses, y con un italiano. Me costaba mucho creer todo aquello que ella me decía.

Llegamos a casa sin hacer ruido, la llevé hasta su habitación, le quité el top que llevaba, y ella me pidió que le ayudará sujetador, se lo quité, y me quedé impresionado con sus pechos, se quitó la falda y se acostó, se quedó dormida al instante.

Me fui a mi habitación me desnudé y me acosté. Por la mañana mi primo me despertó, y me encontré con mi prima en el baño, estaba lavando la cara, me dijo que no se acordaba de nada de lo que había pasado ayer.

Le conté lo que había pasado y ella se quedó alucinado y roja como un tomate.

Me dijo que esas historias eran mentira, pero lo cierto es que yo cambié la manera de mirar a mi prima.

Dejé de verla como mi prima, y pasé a verla como una mujer mas, que estaba para comerse.

Era jueves, sería mi sexto día en Roquetas, me lo estaba pasando muy bien.

Eran las 11 cuándo llegamos a la playa yo mis primos, Diego y Rocío. Pasado unos minutos me quedé asombrado, pues al mirar a la entrada de la playa vi que venía mi diosa, (y yo que pensaba que ella ya estuviera en Múnich o una de esas ciudades).

La vi llegar a las hamacas, se iba a quedar en las hamacas del lado (debería ser mi día de suerte), llevaba puesto una mini-falda deportiva en tonos azules, y un top blanco, ahí estaba mi diosa a mi lado desnudándose, al quitar el top sus pechos me parecieron aun mejores que de las ultimas veces, se quitó la falda, y el éxtasis vino, cuando se quitó la parte de arriba del bikini y se empezó a pasar crema en todo el cuerpo empezando por sus pechos.

Me di cuenta que mi primo también se había fijado en ella pero no comenté nada con ellos la quería para mí.

Seria una de la tarde cuando mis primos se querían marchar yo les dije que me quedaría mas media hora.

Se fueron y yo me fui al agua, pasado unos minutos vi como se encaminaba hacia el mar mi alemana.

Entró en el agua y pude ver como sus pezones se quedaban erectos, dio unas brazadas y de pronto quedamos a escasos centímetros de distancia, la suerte me acompañaba, yo me pensaba en algo para decirle, pero de alemán solo sé decir Bayern.

Esos segundos que estuve casi pegado a ella, fueron inmensos pues no se me ocurría nada para decirle.

– Hola eres de Almería ¿ , me atreví a preguntar, pero la cosa me corrió tan mal que tuve que repetir la pregunta pues ella debió pensar que yo hablaba solo. Me contesto en alemán, pero conseguí entender, me dijo que era alemana y algo mas que no entendí.

– Do you speak inglish?, la primera cosa de inglés que aprendí en la escuela me sirvió de algo. – Oh! Yes.

Y así empecé charlando con ella la conversación duró bastante, salimos del agua me presentó su tía y la amiga de ella (que yo pensaba que era su madre), charlamos de su vida, de Alemania, de España.

Era muy simpática Sandra, tenia 21 años estudiaba derecho, y trabajaba como modelo en sus ratillos libres, eran un hobbie, que le servía para viajar y para ganar alguna pasta, pero se quejaba del mundo de la moda, pues es muy instable, y no se puede contar siempre con ofertas de trabajo. Pero aun siendo una ocupación de tiempos libres ya había estado en Milán, Roma, Paris y Londres y en Alemania como modelo, conocía a un par de top-models.

Me habló de sus perros de sus aficiones, le encantaba el tenis, la F1, y por supuesto Schumacher. Combinamos encontrarnos por la tarde para tomar algo y me despedí de ella.

Yo me quedé alucinado no creía que mi Inglés fuera tan bueno, aun que al inicio me costó después era como si hablar Inglés todos los días.

Llegué a casa me duché, comí, y me dormí la siesta, estuve un par de horas en la piscina y serian las 6 y media ya yo estaba saliendo de casa para ir al encuentro de Sandra, habíamos combinado a las 7 horas. Estuvimos una hora o mas hablando y nos despedimos con un beso que me dejó buen sabor para el futuro, combinamos salir juntos esa noche.

Así que a las 23 estaba en la puerta de su hotel recogiendo para salir de copas. Había dicho a mis primos que me encontraría con ellos en el bar preferido de ellos, pero nada mas no sabían nada de Sandra.

Sandra estaba maravillosa, con un vestido negro, que contrastaba con su piel bronceada y  con sus ojos, el vestido era abierto de un de los lados, y llegaba un poco por debajo de las rodillas.

Fuimos a un bar, a otro, a otro, y en el 4º o 5º bar que fuimos encontramos mi pandilla, mi primo me preguntó de donde había sacado aquella locura de mujer, yo le conté como la conocí, y el me dijo que la llevara a casa si quería que el dormiría en el salón, le dije que no.

Presenté a Sandra a la pandilla pero mi intención era estar a solas con ella a si que le dije que necesitaba respirar, y salimos del bar, nos fuimos directos a la playa y recorremos mas de 1km junto al mar con el agua mojándonos los pies.

Y lo inevitable ocurrió, nos empezamos a besar, a acariciar mutuamente, nos desnudamos, ella se quitó el vestido que dando solo con un tanga beige puesto, yo me quedé en bolas, y ella me empezó a hacer una mamada de película.

Ya era mía, mientras me hacia la mamada, me pasó un montón de cosas por la cabeza, como podía yo venir enfadado cuando llegué, mis padres tenían razón cuando me decían que me haría bien estos días fuera de la ciudad, como había conseguido en un día que aquella diosa me hiciera una mamada.

¿Como? En ese momento, yo si que era el rey del mundo.

No llegamos a follar pues Sandra solo lo quería hacer con preservativo, y ninguno de los dos teníamos, pero al terminar de hacerme la mamada yo le hice lo mismo, y aunque mi fuerte no sea comer coños en esa noche me merecía una mas que buena nota.

Al terminar la juerga nos vestimos, y la dejé en el hotel, con la promesa de repetirlo de nuevo.

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