Inolvidables labios quiteños
¿Cómo nos conocimos? ¿Cómo fue la seducción?
Por motivos de trabajo viaje Quito en el año 2001.
Los primeros días de mi estancia fueron tranquilos, dedicados a mis actividades laborales, pero algo cambio esta monotonía, estaba en la planta baja de la empresa, en la dependencia que reúne al archivo y al centro de documentación, eran las 2 de la tarde y conversábamos de cosas generales, en ese momento llega ella, su nombre es Lidaine, una flaca de labios delgados, pelo a los hombros, mirada misteriosa y una sonrisa a flor de labio. Parecía que la charla iba a seguir por los causes que llevaba pero algo le cambio el rumbo, abrió la posibilidad y, posteriormente materializo una aventura que me enseño la capacidad de mamar que tiene esta quiteña.
Busco en mi memoria las palabras que permitieron el cambio en la conversación pero no las encuentro, solo recuerdo que Lidaine las pronuncio, hizo énfasis en lo aburrido que era y en mi interés por solo trabajar, que no tenía sino una propuesta la del trabajo.
Pude leer algo en el tono de sus palabras, no sé que es ese algo, pero de inmediato intuí que ella quería jugar y decidí jugar.
Le pregunte ¿Qué tipo de propuesta quería? No supo responder, pero la suerte estaba de mi lado; en ese instante, debíamos regresar a nuestras labores, así es que camine solo con ella hasta el ascensor, 10 o 12 metros, los necesarios para acorralarla con preguntas, para repetirle la pregunta…..
Sus respuestas fueron vagas…….. Abordamos el elevador, seguí, preguntado ella no respondía, quería besarla pero no me atrevía, después otras personas tomaron el ascensor y todo quedó aplazado.
Acompañe a Lidaine a su oficina, me senté al frente de su escritorio y seguí con mis preguntas, por fin contesto: salir a tomarse unas cervezas, conversar conocerse. Eso no tiene nada de anormal, le dije, eso lo hace todo el mundo, eso es una propuesta aburridora; me contentó, veras por algo se empieza…. Y enseguida me interrogó: ¿Qué tipo de propuesta tienes en mente?
Me incorpore del asiento y mis manos empezaron a jugar con su pelo, descendí a sus cejas y a su ojos, ella se dejaba acariciar y movía la cabeza, disfrutaba; propuesta, no tengo nada en mente pero podía ser y deslice mis dedos hacia su boca, ella dijo no, no por favor, sus labios se resistían a acariciar mis dedos, presione un poco y poco a poco sus labios empezaron a humedecer mis falanges (mi verga que estaba a mil por hora, acabo de pararse, me sentía mojado y sentía que los labios de Lidaine no estaban en mis dedos sino en mi polla, sentía que a ese paso me derramaría en mi ropa interior) después ella chupó mis dedos.
De pronto se escucharon pasos en el corredor y nos toco parar.
Alguien entró, rutina de oficina, no podía seguir el juego.
Lidaine me dijo: nos vemos al final de la tarde, no sabía que iba a pasar pero las cartas estaban sobre la mesa, todo era cosa de saber jugar.
¡De Camino A Casa: Una Jugada Inesperada, pero Maestra¡
El reloj marcó las horas más lento que de costumbre, casi segundo parecía una hora, al fin las manecillas rotularon las 5y 30 de la tarde.. hora de salir, nos encontramos en la planta baja, nos miramos, no cruzamos palabras, conversamos con otros compañeros de trabajo, al fin me dijo me voy te puedo dar un chance a casa, acepte…. Seguía en la incertidumbre, pero mi verga pedía a gritos los labios de esa mujer, tenía una medio erección, pero me sentía mojado y con mucha ansiedad …. Caminamos hasta su auto……. Salimos del estacionamiento.
Solamente tenía una cosa en mente retornar la conversación al punto donde quedó en las horas anteriores.
Tenía poco tiempo, mi casa quedaba cerca del sitio de trabajo.
Te gustó mi propuesta, su respuesta fue tajante, es muy loca…. Sonreí y decidí pasar a la acción, intensificar mi ofensiva.
Le pregunte, ¿te gusta mamar verga? Mi corazón palpitaba, me sentía un adolescente en su primera conquista.
Mientras le planteaba la pregunta, bajaba el cierre y saque mi polla, estaba a medio parar, pero estaba mojada…
Lidaine respondió, si me gusta, me gusta mucho.
Te gustaría mamar esta verga, y se la mostré.
Se puso roja, la miro, estas loco, la seguía mirando de reojo mientras conducía el auto……
Le tome la mano y la lleve hasta mi verga, la apretó dulcemente, sentí un escalofrío en todo el cuerpo, un corrientazo de placer, quería explotar, llenarle la mano con mi leche, mi mente trabajaba a millón para evitar el orgasmo…. Ella seguía apretando dulcemente, suavemente, placenteramente ……un semáforo interrumpió el juego.
El auto volvió a arrancar, y llegamos al apartamento, ese parecía ser el fin del encuentro, pero de pronto una imagen iluminó mi mente.
Espera le dije.
Baje del auto, abrí la puerta, mi sospecha se verificó, el apartamento estaba solo, mi corazón palpitó fuerte, y sentí ansiedad, mis labios se resecaron y mi verga se paro de nuevo…. Regrese al auto.
¿Quieres tomar un café? Sí, su afirmación me llevo a la gloria, entramos.
En la cocina de mi casa
Una vez en el apartamento, me dirigí a la cocina, coloque el agua para el café, el ambiente era tenso, sentía la boca reseca, el corazón palpitaba aceleradamente; nos miramos, nos abrazamos y nos besamos, nuestras lenguas se unieron frenéticamente, mis manos acariciaron su culo, la verga crecía, pero no tenía mucho tiempo para preludios, alguien podía llegar. Debía actuar y eso hice.
Mis dedos fueron a la boca de Lidaine, ella los chupó con ahínco.
De nuevo baje mi cierre y saque la verga, te gusta, no respondió se arrodillo y después de dos leves chupones, se engullo mi verga y empezó a mamar.
A recorrerla de arriba abajo, la cabeza, el tronco y las bolas, pera regresar de nuevo a la cabeza y repetir la operación.
Era demasiado para mí, la abstinencia sexual de esas semanas me tenían al borde del abismo y explote en su boca, mi semen salía a borbotones, una y otra vez, ella lo recibía feliz, no dejaba escapar una gota, se lo trago todo.
Bebimos el café y nos despedimos.
En las semanas siguientes los encuentros continuaron, sus labios disfrutaron de mi verga de mil maneras diferentes, pero esas mamadas corresponden a otros relatos.