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El despertar de Alberto

Hola, soy programador de computadoras y les voy a contar una historia verídica que ocurrió hace unos días.

Estando próximo de visita en la empresa de uno de mis clientes, con el objeto de darle mantenimiento a los sistemas de cómputo, cuando se me ocurrió llevarle a Alberto, un amigo que trabaja allí, unas fotos cachondas para incentivarlo a que sea más agresivo sexualmente, yo estoy por los 30 y él tiene 24 años, de manera que pervertir a los menores, para mí es un placer.

Luego que le enseñe los cambios al Sistema, le dije que había traído unas fotos para su colección, desempaquete el archivo y comenzamos a ver unas estupendas fotos, la primera lo dejo mudo, se trabaja de 1 tipo con dos chicas abiertas totalmente de piernas, con sus coñitos al descubierto y sus anitos cerraditos, blanquitos y apetecibles, a mi amigo Alberto se le hizo agua al ver la foto, le mostré unas más de  voyeur, tomadas oportunamente en los parques cuando se sorprendía a las minas sentándose o cambiando de posición, oportunidad que era retratada en una memorable fotografía, en una había una mujer de raza negra mostrando todos sus encantos, estaba sentada con calzón blanco, pero parece que la transpiración le humedeció el  calzón justo en ese zona donde estaba su rajita, que linda la foto, en otra una chica, seguramente alumna de algún High School haciendo Educación física, sentada en el suelo, no reparo que su short estaba grande, su ropa interior se hizo a un lado seguramente por los ejercicios, de manera que su vulva se apreciaba claramente.

Desde un par de metros de distancia, seguramente el profesor de esa alumna habría hecho un esfuerzo sobrehumano para pasar por allí y disimular su erección.

Pero la foto que más nos agrado fue la primera, un par de estupendas nalgas con sus coñitos rasurados, con sus labios vaginales cerrados por la posición, y más abajo un culito de locura, con esos pliegues cerraditos, como que no comen por allí… eran una delicia esas chicas.

Le conté a Alberto que el año pasado me comí un culito de una amiga, fue realmente casual, estábamos jugando y ella me comenzó a cargosear, que quería salir a pasear a la calle, yo tenía otros planes 🙂 la verdad, horas antes le había hecho un sexo de un par de horas y estaba un poco cansado para salir, así que me molesto que mi amiga me insistiera para salir, así es que la asuste diciéndole que si volvía a decirme, la iba a llevar a la cama y le iba a romper su culito virgen, cuando le dije esto no advertí su rostro, la verdad no sé si se asustó o por el contrario le entro picardía por probar.

El asunto es que después de un momento, me dijo en voz conciliadora, que por favor salgamos.

– Ahhhh, le dije, te lo advertí. 

La cogí de los brazos y la lleve al dormitorio. Ella adivino mi intención y decía:

– No Luis, que me haces, yo solo quería salir, no me entiendes?

– No te entiendo mi reyna, le dije, mientras la desnudaba, y la dejaba calatita.

La eche boca abajo en la cama y me dijo:

 – Pero que haces? yo sé que me va a doleeeeeer, y puso su carita de pena, pero de nada le valió, soy un hombre de palabra y tenía que cumplir.

Si bien es cierto no estaba tan seguro de lo que estaba haciendo, pero en cuanto la vi echada allí, con sus nalgas expuestas, me entro una arrechura increíble, me saque la ropa mientras ella esperaba impacientemente, esa amiga se me entregaba todo, eso me súper-agradaba, después de todo no estaba tan asustada.

Me eché encima de ella, besando su espalda, su cuello, ella se comenzó a excitar y repetirme que la haga suya, que como yo nadie la había hecho sentir en la cama, en realidad yo era su segunda vez de ella, el hombre que le había enseñado lo que era el placer sexual, y como se lo enseñe.

Le comencé a tocar sus senos,  y poco a poco me comencé a salir de ella, me fui alejando para atrás para apoderarme de sus nalgas, que ricas nalgas tenia, redonditas, un poquito gorditas, pero así es rico, así uno siente la carne.

Me senté en sus piernas y comencé a masajear sus nalgas, se las abría para ver su anito virgen…. Uauuuuuu que rico. Iba a desvirgar un anito de esta chica, ella se dejaba hacer…   

Mientras tanto que le contaba esta historia a mi amigo Alberto, este se comenzó a excitar, porque incluso le hacía gestos de tocar unas nalgas, tocaba con un dedo la pantalla de la computadora, donde precisamente estaba el anito de una de las chicas de la foto, parece que Alberto estaba a 100, porque se le notaba el sudor en su nariz.

Bueno, siguiendo con el relato, le comencé a besar sus nalgas ella respondía con gimoteos. Le dije que si estaba preparada para una penetración, me dijo que sí.

Entonces tome mi pene, lo masturbe un poco, de manera que me saliera liquido preseminal, embadurné con este líquido todo mi pene, hasta la base y me eche encima de ella, directo a penetrarla, cogí mi pene con la mano y le preguntaba a mi amiga, si allí era, no me dijo es más abajo, baje entonces y sentí un delicioso orificio que hizo que en un instante entrara la mitad del glande, ella lanzo un gimoteo, y le pregunte si le dolía, me dijo que no.

Entonces empuje un poco más y más hasta que mi amiga se puso a quejarse de dolor.

Me decía:

– Basta Luis, me duele mucho.

A mí me gustaba, verla, escucharla así, me complace ver sometida a mi pareja y lo disfrutaba. Pero el momento era para parar y pare, descansamos unos segundos, le di ánimos y reanude con la tarea, dentro de poco, ya se encontraba totalmente mi pene dentro de su ex-virgen culito, entonces empecé a bombear y ella estaba como el semáforo, cambiaba su cara de verde a rojo en poco tiempo, es decir sentía dolor y placer intercaladamente.

El relato lo hizo calentar más a Alberto que cogió su celular y llamo a su enamorada, quería salir corriendo de la Empresa donde trabajaba y encularla a ella, mala suerte, no la encontró en su casa, a esas horas debería estar en la Universidad, por lo que se exaspero y me dijo que regresaba 🙂

Seguro se fue al baño por un pajazo de campeonato.

Mientras tanto, yo con la más naturalidad del mundo me puse a ver la música que hacía en su computadora.

Ese era el objetivo, calentar a mi amigo, para que sea más agresivo con las mujeres 🙂 ahora que les cuento esta historia, le estoy mandando a el también una copia de este email, y lo incito a que nos cuente a todos, como fue su encuentro con su enamorada, después de haberme escuchado… que malas compañias  no?

Jajajajaja. Tengo planes estupendos para hacer orgias con Alberto, me aprovechare que tiene un carrazo deportivo con capota para salir por allí y atraer a bellas doncellas a las que iniciaremos en estos y otros agradables menesteres.

Así es que Alberto, anímate… cuenta tu también como la pasaste el viernes en la noche.

¿Qué te ha parecido el relato?


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