Conozco a un hombre casado en un foro de internet

Lo que ahora os relatare es una historia que, por increíble que a algunos pueda pareceros, yo vivo casi cada día.

Me llamo Elena, tengo 30 años y mi aspecto físico queda lejos de ser atractivo, soy bajita y gordita.

Durante bastantes años tuve una relación con una persona pero aquello termino hace unos 3 años.

Desde entonces mis relaciones sexuales han sido esporádicas y ha habido de todo, bueno malo y regular.

Hace unos meses comencé a hablar con un chico desde un foro donde se hablaba de sexo, en concreto contesté a alguien que pensaba que la gente con sobre peso no sabe disfrutar del sexo, jajaajjajaja pobre iluso! En fin, al caso.

Desde el mismo día que nos conocimos no paramos de intercambiar mensajes por el foro y correos electrónicos e incluso nos dimos la dirección del messenger y cada uno desde su trabajo pasábamos horas hablando y… casi siempre de sexo.

Un tema que nos hizo conocernos, que nos unió y por el cual sentimos verdadera pasión los dos.

Un sábado por la mañana que yo me encontraba trabajando me llamó por teléfono (para entonces ya habíamos intercambiado los números de teléfono) y quedamos en un centro comercial cercano para vernos. El encuentro tubo su gracia.

Tardamos en encontrarnos entre tanta gente, ambos éramos muy tímidos y esto a él le hacia no poder articular palabra y a mi no parar de hablar.

Pasamos un par de horas juntos tomando un refresco que por cierto, el camarero olvido cobrarnos y bajamos al parking del centro comercial donde, casualmente, habíamos aparcado prácticamente al lado.

Durante la despedida ambos sentimos una necesidad increíble de besarnos pero…..nuestra timidez lo impidió.

Olvidaba contaros que, aunque yo estoy soltera el está casado, por eso tardamos algunas semanas en encontrar una excusa para poder pasar una noche juntos.

Esa noche quedamos, y yo me prepare para la cita, me había afeitado el coñito por completo, solo quedaba un triángulo de bello en el pubis y me puse un conjunto de ropa interior de raso y encaje gris que me había comprado para ese día.

Habíamos pasado muchas horas hablando de sexo por el messenger, calentándonos e incluso llegando a tener que mastúrbanos debido a los tremendos calentones que nos dábamos con nuestras conversaciones.

Bien, esa noche cada uno llegó por su lado, y yo no tuve necesidad de meter el coche en el aparcamiento de un hotel muy céntrico de Madrid donde habíamos reservado una habitación.

El si que hizo uso del aparcamiento no sin antes recogerme a mi donde había dejado estacionado mi coche.

De manera que, al aparcar su coche empezamos a besarnos en la boca uniendo nuestras lenguas en un beso profundo.

Sólo con el beso nuestras respiraciones se agitaron y quise hacerle que me deseara aun mas dejándole con la miel en los labios y saliendo del coche.

Cenamos en un restaurante justo al lado del hotel acompañados de música en directo, una velada muy agradable por lo suculento de los platos, por la compañía y por el morbo que nos producía la situación en la que estábamos inmersos.

Ambos sabíamos que unos minutos estaríamos uno dentro del otro, lo deseábamos con fuerza pero además la actitud del camarero que no dejaba de mirar mi generosísimo escote con el que quise obsequiar a José Manuel, nos incitaba a hacer comentarios, a mirarnos y reír con total complicidad.

Finalizada la cena subimos al hotel, una vez allí nos besamos escuchando nuestras respiraciones cuando yo interrumpí para ir al aseo.

Cuando salí de el prácticamente desnuda José había llenado la habitación del hotel de velas, la luz temblorosa hacia que todo fuera mas intimo y mientras yo cogía o dejaba algo sobre una silla el se acerco a mi por detrás, me cogió y comenzó a acariciar mis enormes teta haciendo que mis pezones se pusieran durísimos en solo unos segundos, yo notaba su polla en mi culo y eso me excitó aún más, así que me giré y besándonos llegamos hasta la cama donde me tumbe boca arriba mientras el comenzaba a bajar sus labios desde los míos hasta mi pecho, mi estomago, mi ombligo y finalmente mi coño.

Me hizo la mejor chupada de coño que me habían hecho hasta entonces, parecía no cansarse de beber todos los jugos que rezumaban entre mis piernas, hasta que le rogué que me dejara hacer a mi.

Le pedí que fuera ahora el el que se tumbara boca arriba y colocándome entre sus piernas con el culo en pompa, me acerque muy lentamente a su polla sin dejar de mirarle a los ojos, entonces, de una sola vez me la metí toda entera dentro de mi boca para succionarla con toda mi fuerza hasta el capullo, después, y siempre sin ayuda de mis manos volví a bajar por ella hasta que mis labios rozaron con sus huevos y así, muy lentamente le mame la polla todo el tiempo que el me permitió en la que, según él, es la mejor mamada que le han hecho en su vida. Entonces le pedí que me follara y me abrí de piernas completamente para que el me clavara su polla lo mas adentro de mi coño que le fuera posible.

El polvo no duró mas que unos minutos por que estábamos como locos, pero fue él el que se corrió antes que yo así que, sin parar un solo instante, sabiendo que yo aun no me había corrido bajó de nuevo su cabeza entre mis piernas para continuar comiéndome el coño.

Yo estaba que creía que me volvería loca y me pidió que me pusiera a 4 patas.

Lo hice y, por primera vez en mi vida alguien jugó incesablemente con mi ano.

Separó mis nalgas con sus manos y comenzó a pasarme la lengua desde mi coño hasta mas arriba de mi ano una y otra vez.

En ocasiones hacia pequeñas pausas para recrearse en él, en mi ano llegando a meter su lengua calentita dentro de mi haciéndome sollozar de gusto, de pronto noté uno de sus dedos queriendo pasar por ese mismo lugar y muy al contrario de lo que yo hubiera pensado unos días antes, esa sensación me excitó aun mas si cabe.

Cuando el caldo que manaba de mi coño resbalaba por mis muslos y caía en las sabanas José introdujo otro de sus dedos en mi coño pero sin sacar el de mi culo.

Comenzó a moverse muy despacio dentro y fuera de mi y yo estaba como loca, no hacia mas que pedirle mas y mas, entonces introdujo otro dedo en mi coño pero yo seguí pidiéndole mas hasta llegar a tener 2 de sus dedos taladrándome el culo y los 3 restantes copando mi coño y moviéndose con fuerza me arrancó un orgasmo increíble, fabuloso!

Cuando yo termine su polla volvía a estar dura pero entonces le dije que me tocaba a mi hacerle disfrutar, así que le pedí que el también se pusiera a 4 patas para mi.

Lo hizo y comencé a mamarle su culo lleno de pelito y a meter mi lengua dentro de el mientras le escuchaba gritar de placer contra la almohada.

Cuando tuve su culo bien lubricado le dije «relájate cariño» y muy despacio comencé a introducir mi dedo índice en él.

Le estaba encantando, se notaba por que me pedía mas si que seguí introduciendo mi dedo hasta que no pudo entrar mas, y una vez dentro y sin dejar de masajear su polla con la otra mano, busque ese punto unido a la próstata que les hace excitarse de una forma salvaje y a juicio de cómo se puso debí encontrarlo.

Se levantó, y sin decir nada, como loco me puso a 4 patas y me clavó la polla con todas sus fuerzas dentro de mi húmedo coño para empezar a joderme de una forma increíble durante unos minutos hasta escucharle gritar mientras se corría dentro de mi inundando mi chocho con una cantidad de lefa alucinante.

Bien, la noche continuo y no paramos de follar y hacernos el amor y de hecho quedamos siempre que podemos y aunque nuestro propósito sea hacer otras cosas, siempre terminamos en la cama y cada día que pasa es mucho mejor, si lo desean otro día os cuento mas cosas.