Con Paula

Una amante de años, se muda, se casa, se embaraza pero no me olvida

En esta historia quiero decir que es cierta…

Cuando me separé de mi ex mujer, empecé a salir con una compañera de trabajo, que a su vez salía con su novio que llevaba en su vida desde los quince años…

Esto a mi me venía bien ya que no quería ningún compromiso… y ella lo tenía claro… Al principio era todo muy liviano… nos histeriquíabamos y nos dábamos algunos besos, pero a los pocos meses la llevé a un hotel y cogimos…

Claro ella solo había cogido con el novio y no sabía nada… así que le fui indicando y ayudándola a descubrir un mundo nuevo… Así fue que conoció la lencería erótica, el sexo anal y varias posiciones…

No es que yo sea un genio en la cama sino que ella no poseía casi ninguna, experiencia… Pero no es esto lo que quería contarles… sino esto que voy a relatarles, lo mejor posible…

Ella digamos que se llamaba Paula… dejó el trabajo al año de empezar nuestra relación, antes de eso dejó a su viejo novio y se enganchó con otro compañero de trabajo… sin embargo, cada tanto nos dábamos unas batallas que nos hacían bien a los dos… esto encuentros se hicieron más esporádicos, con la consolidación de su pareja y por las dificultades en los horarios de nuestros trabajos… ya que ella se había ido a trabajar lejos del lugar que solíamos compartir.

Bueno la cosa es que al tiempo me entero que se iba a casar… y pasó por la empresa a dejar algunas invitaciones…

Entró en un breck a el salón de descanso, donde nos encontrábamos varios compañeros, que muy sorprendidos fueron a saludarla y a felicitarla…

Yo me quedé más atrás y esperé que ella me saludara… Pero se tardó dando las tarjetas de invitación y el breck terminaba… yo seguí esperándola dentro del salón.

Todos la despidieron y volvieron a sus escritorios, mientras yo la esperaba con el corazón latiendo fuerte… Ella puso su mejor sonrisa y se fue acercando donde yo la esperaba…

– Hola dijo con su vos sensual.

Me acercó la cara para besarme en la mejilla y yo le busqué la boca y la bese como a ella le gustaba.

Primero se resistió, un segundo y luego su lengua jugó con la mía…

– Tengo que volver a trabajar… dentro de una hora salgo a comer espérame en la esquina…

– No puedo.

– Es por la despedida… quizás no lo hagamos nunca más…

– No, mejor no… decía ella y yo sabía lo que quería decir…

– Espérame, tengo muchas ganas de estar con vos… en la esquina en una hora… Le di otro feroz beso y me fui hacia mi escritorio los dos nos quedamos temblando.

A la hora yo estaba llegando a la esquina y la divisé. estaba muy bella, más bella de lo que la recordaba… sin hablar nos dirigimos al hotel que quedaba a dos cuadras del trabajo y el mismo que habíamos ido la primera vez.

La pasamos genial!!!. Ella se había convertido en una perra en celo… y después del primer polvo yo creí que no iba a poder con más pero ella estaba tan excitada que se propuso revivirme…

Empezó a jugar con mis fantasías a ronronearme y a untarme con la mezcla de sus flujos y los míos… que guardaba dentro de su coño, Lamía su mano la introducía en su vagina y luego me la daba de probar, me mojaba las tetillas y luego me las mordía, etc…

– Esto no te lo enseñe yo…

– Hay muchas cosas que aprendí en estos años… ¿querés ver?

Y empezó a masturbarse frente de mis ojos… mi miembro ya había recobrado su mejor estado y yo ya quería participar en esa escena…

Ella entendió que me había cautivado y se deslizó hasta mi verga y la empezó a lamer…

– Me gusta reconocer mis jugos en ti pija… y yo volaba de placer… verdaderamente había sido una buena alumna… Con su mano jugaba, delicadamente con mis huevos… hasta que su lengua también jugó con ellos… En una breve maniobra, se deslizó hasta mi culo y su lengua jugo con mi ano y yo estuve a punto de acabar así… pero fue más allá… y un dedo fue introduciéndose y haciéndome sentir sensaciones que nunca había experimentado… si saber como embocó mi pene en su conchita y nos penetramos ambos… ella con mi pija y yo con su dedo. Cabalgaba sobre mi y me penetraba. Después me enteré que fueron dos los dedos en mi agujero.

y nos corrimos los dos, yo en un solo chorro y ella en un solo gemido…

No fui a la boda… pero la historia no terminó allí… No la vi hasta un año y medio después… Ella estaba con una panza de seis meses…

El embarazo le había caído muy bien y estaba rozagante… era una de esas embarazadas de publicidad de algodón.

Sus tetas estaban enormes y su cuerpo se mantenía tan bien formado como la última vez que la había visto… me la encontré a en el pasillo de contaduría, un lugar donde nunca hubiera esperado encontrarla… ella iba a pedir unos papeles que necesitaba para hacer un trámite. y yo estaba escapando de mi jefe…

– Hola!!!

Volví a besarla sin que ella se esperara tal beso… quizás fue tan inesperado que no se resistió… pero luego de unos segundos me rechazó…

– Estás loco

– Estas bellísima

– Estoy embarazada

– Sos una hermosa embarazada. y volví a besarla y la volví a sorprender, ya que me lo volvió a responder…

– Vámonos

– ¿Estás loco?

– Si, ya lo sabías de antes…

– No. Como me vas a besar

– Estaría loco si no te besara… vámonos… a casa y hagamos el amor toda la tarde…

– Estás loco, ¿No ves qué estoy embarazada?

– ¿Las embarazadas no cogen?

– Si, con sus maridos…

– Bueno discutamos esto en casa… ¿A qué hora debes volver a tu casa?

– No tiene nada que ver… Ese «no tiene nada que ver» era con ese mismo tono que me había dicho una vez: No, mejor no.

Y así sin discutir más la llevé hasta el ascensor y salimos de la oficina ya sin más rodeos…

En el auto ella decía y repetía: Esto es una locura, esto esta mal y me besaba y me acariciaba… Cuando llegamos a casa y cerré la puerta nos empezamos a besar como adolescentes y su panza fue protagonista de está erótica tarde…

Fuimos a mi cuarto y la recosté en la cama…y le acaricié la panza, nuestras manos jugaban en esa suave superficie, primero a través de su ropa y luego en su piel… me arrodille al borde de la cama y la besé, como nunca la había besado, nos besamos con amor…

Nuestras lenguas se mezclaban y nuestras manos acariciaban su panza. Una patada vino del interior de su piel y fue como una señal que nos decía que estaba bien… o así lo entendimos en ese momento…

La fui desnudando y descubriendo por primera vez esa inmensa miel, que me tentaba a lamerla y lo hice.

Sus tetas estaban enormes y firmes y chuparla la excitaba muchísimo. Hasta su gran bombacha, tan diferente a las que solía usar para mi, le quedaban perfectas…

Nunca pensé en acostarme con una mujer embarazada por otro y mucho menos en ese momento. Nos parecía que en ese momento ella y yo habíamos engendrado ese bebé que pronto nacería…

Su panza me atraía como un imán, no dejaba de acariciarla y ella no dejaba de gemir… Le besé sus labios inferiores y si clítoris saltaba al sentir mis dientes y mi lengua. Su flujo era mucho y mucho más rico que el que recordaba…

Tuve que hacer piruetas para poderla penetrar… pero nuestros orgasmos fueron tan fuertes como lo habían sido siempre… pero mucho más lento y extenso. Caímos exhaustos… nada haría que me reponga… eso pensé

– ¿Sabés una cosa?

– ¿estás tan muerta como yo?

– No. La verdad es que a mi modo… te amo

– Yo también, a mi modo…

– Quiero más…

No contesté, pero me era imposible pensar en otro polvo como el de recién… pero me veía en la necesidad de comportame ante ella y comencé a acariciarla nuevamente… su panza, la acariciaba, como cuando las amigas quieren sentir como patea el bebé… pero no era lo que ella necesitaba…

– La última vez que estuvimos juntos, te di una clase que vos no esperabas… ¿querés que te enseñe algo más?

La verdad es que nunca había olvidado ese mediodía… y nunca lo había repetido con nadie… me daba miedo… ¿no sería yo homosexual? y esa clase de tabúes que tenemos los hombres con nuestro culo.

– ¿Qué te gustaría que te haga?

– No sé

– Yo sí. Y comenzó a jugar con sus dedos por mis hombros… y agregó: Mientras a vos se te ocurre algo yo te voy a malcriar… Yo la dejé hacer… ya que soñar con que me haga lo que ella desea ya era muy excitante…

– Te voy a morder, susurraba a mi oído. Mordió mi cuello, se zambulló en mi axila, me lamía con su lengua seca y un escalofrío me erizó…

– Te está gustando… dijo con vos de mujer fatal… pero no contenta con eso me fue besando, mordiendo, lamiendo la espalda hasta llegar a mis gluteos…

– Y ahora viene lo mejor… ¿Te acordás? Con sus manos abrió la zanja de mi cola y dejó caer un mar de baba en ella… con un dedo, la fue conduciendo hasta mi ano y su lengua se precipitó dentro de mi orificio… Había olvidado la sensación… y ese sentimiento era gloriosos, su dedo suplantó a la lengua y mis gemidos fueron sonoros… – Esto si que te gusta… a ver veamos si esto te gusta más… e introdujo otro de sus dedos… los dos jugaban y me deleitaban dentro de mi.

Yo había recuperado mi espíritu y ella lo presintió…

Como si me estuviera cogiendo me hacía mete y saca y yo ya no podía aguantar… y cuando ya casi acababa dejó de hacerlo…

– Mejor paro porque sino yo no voy a tener con que divertirme… dijo ella sabiendo lo que estaba haciendo… Dirigió sus dedos que antes jugaban en mi culo para hacérmelos jugar en la boca y jugué con ellos…

– Bueno espero que ya sepas que querés hacer…

– ¿Y vos que querés que te haga? Contesté yo sabiendo que hay que defenderse con un ataque…

– Eso no se le pregunta a una dama y menos si ella esta en cinta… Ese juego yo ya lo conocía y lo empecé a jugar…

Le pedí que por favor se arrodilla e se apoye en mi cabeza, dejando su sexo en mi boca… y le chupé la concha hasta que su flujo inundó mi boca, su clítoris había crecido y sobresalía de sus labios… parecía un pene de un niño… ella estaba tan sorprendida como yo; – Nunca se me puso así.

Deje que mi nariz se pasee por su vagina y mi lengua se dirigió a su ano.

Sentí que había acertado en esa maniobra.

La mía y a su vez la iba penetrando con mi dedo, igual que ella lo había hecho antes. Saque mi mano y le di de probar su culo… beso, chupo y me lo volvió a su culo…

No dejé que su mano se apartara y le propuse sin palabras que ella misma se introduzca su dedo y lo hizo…

Yo lamía su culo e introducía mi nariz en su vagina, mientras ella se auto penetraba por el culo… sus gemidos me pusieron a mil y a diez mil…Me incorporé, pero ella no dejaba de penetrarse… no era un dedo eran tres.

Se los corrí y sin más la fui cogiendo por su culo… muy despacio,,, Su Panza apenas llegaba al colchón y sus tetas colgaban duras y gigantes… cuando estuve todo dentro me dedique a tocarlas…

Todo lo que yo hacia parecía encenderla más, ya que con su mano tocaba mis huevos y los mojaba en su vagina.

Ella se movía frenética y quieto sentía que acababa… Y me corrí con profundos chorros calientes que le entregaron un placer que la hizo acabar a ella…

Caímos de costado y mi pija salió dejando un charco de leche alrededor de su pierna…

Mis manos siguieron acariciándola como nunca lo hubiera deseado hasta esa tarde… ella sonreía y me decía cosas lindas…

Tiempo después supe que se mudó y yo dejé mi trabajo y nunca más volví a saber de ella…

No compartía ninguna amistad con ella…

Han pasado más de 10 años… pero si ella llegara a leer este mensaje sabrá que es su historia…

Si yo tuviera la suerte de que la lea y se haría realidad mi deseo…

«Paula» escribime que tengo muchas ganas de verte otra vez…