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Tres piernas I

Tres piernas I

Me llamo Manu y tengo 37 años, no soy un tipo excepcional ni nada de eso, mi físico es normal tirando a corpulento y desde pequeñito una cosa me distingue, es el tamaño de mi pene, lo que os voy a contar en este y sucesivos relatos es parte de mis experiencias sexuales y las vicisitudes por las que he pasado porque el caso es que el tamaño de mi cosa atrae (y ha atraído) a gente peculiar y especial.

Con catorce años yo era un chaval absolutamente ingenuo que solo pensaba en jugar al fútbol y estaba plenamente desarrollado, mi polla prácticamente tenia las dimensiones que tiene ahora mismo (23 de largo por 8 de diámetro), como estaba todo el día en pantalón de deporte, el bulto de mi entrepierna era de dominio publico, es mas, estaba un pelín acomplejado por las continuas bromas de mis compañeros, mi única experiencia sexual era menearmela y menearmela en compañía de mis colegas, me llenaba de orgullo ser el que la tenia mas grande y el que eyaculaba mas lejos de todo pero ya se sabe lo que pasa con los chavales, cuando sales de lo normal suelen ser crueles y sus bromas tremendas, por lo que cada vez me relacionaba menos con los chavales del barrio (salvo para jugar al fútbol)

Un día, en pleno verano, llegue a casa sudando después de un partido y al llamar a casa nadie respondía, Mary la vecina del primero, una morena oronda y que casi siempre estaba sola (su marido era viajante) estaba fregando el portal y me dijo que mis padres había salido a toda prisa porque un pariente estaba muy enfermo y me dijo que subiera a su casa que podía estar allí mientras mis padres llegaban, al verme sudando me dijo que me diera una ducha, yo acepte un poco cortado (era y soy bastante tímido).

Cuando estaba en plena ducha Mary entro en el baño con gel de baño y me dijo que yo era joven aun para ducharme solo y que ella me enjabonaría, comenzó a hacerlo por todo el cuerpo, sentía como me frotaba y percibía su olor a sudor (hacia mucho calor) en especial me llamaba la atención la mata de pelo negro de sus axilas, yo le daba la espalda bastante cortado y ella me enjabonaba todo, sin tener claro que es lo que pasaba el caso es que me empalme como un verraco mientras ella enjabonaba mis partes pudendas.

Mary agachada y con la cara a pocos centímetros de mi polla no salia de su asombro:

-Chiquillo con la edad que tienes y hay que ver lo que Dios te ha dado¡- me dijo mientras sobaba mis huevos y movía la piel de mi polla de arriba a abajo, yo estaba aturdido pero ya se sabe que en estos momentos la cabeza de arriba no controla a la de abajo y en pocos segundos mi polla escupía leche caliente en todas direcciones, poniendo a la buena de mi vecina Mary pringada entera, ella no había soltado en ningún momento mi verga y miraba atónita la magnitud de la corrida:

-Hay que ver como me has puesto Manu, ahora me tendré que duchar yo también- y dicho esto se quito la bata, se bajo las bragas y se metió en la ducha conmigo, jamas había visto a una mujer desnuda y la impresión de ver a Mary me marco para toda la vida, sus carnes morenas, apretadas y abundantes, sus tetas grandes coronadas por un pezón oscuro y grande y la mata de pelo negro que cubría su coño, al ver mi cara de estupefacción me dijo:

-Venga no te cortes, tócame que no muerdo- el agua bañaba nuestros cuerpos y mis manos circulaban nerviosas por su piel, deteniéndome en sus tetas grandes, en sus pezones hinchados, explore entre sus piernas y me encontré con una gruta caliente y pegajosa, la impresión que me lleve fue tremenda.

Terminamos la ducha, me seco y se seco, se volvió a poner la bata y me puse mis pantalones de deporte, nos sentamos en el sofá y Mary no me quitaba ojo de encima:

-Si quieres te puedo enseñar mas cosas para que te lo pases bien y sepas lo que hay que hacerle a las mujeres para que estén contentas pero tiene que ser nuestro secreto, no quiero ni pensar lo que pasaría si alguien se entera-

-Yo no se lo diré a nadie Mary, sera nuestro secreto-

Mary se quito la bata y me quito las calzonas, se apodero de mi verga y comenzó a masajearla, en segundos palpitaba en toda su dureza, acerco sus tetas a mi boca y me pidió que se las chupara y las acariciara, me gustaba tener sus pezones en los labio y chuparlos y amasarlas en mis manos, se tumbo en el sofá y me puso sobre ella, guiando mi polla con la mano la puso a la entrada de su coño. levanto las nalgas y se metió el capullo dentro, la sensación de humedad, calor y gusto que me dio fue tremenda, apretando mis nalgas contra ella se metió mi polla entera dentro de su coño y comenzó a moverse, en dos minutos estaba corriéndome en el coño de Mary como un semental, maravillas de la naturaleza y de la juventud, mi polla seguía dura y guerrera, estuvimos así casi una hora y yo me corrí por lo menos tres veces mas entre los jadeos de placer de Mary, cuando le saque la polla su coño estaba rebosante de leche, Mary se asusto:

-Ay mi niño, tienes que correrte fuera, mira como estoy, a ver si me dejas preñada, menos mal que estoy en los días que es mas difícil quedarse sino seguro que me haces trillizos, una de las cosas que tienes que aprender es a no correrte en mi raja, aguantarte todo lo que puedas y avisarme-

Asentí con la cabeza baja, ella comenzó a acariciar mi pelo y a darme besos, llegado el momento acerco sus labios a mis labios y metió su lengua en mi boca, al principio sentí rechazo pero en el momento que sentí sus tetas pegadas a mi piel y su lengua seguía buscando mi lengua comenzó a gustarme y decidí, cual monito, imitarla, era mi primer beso, lo recuerdo tan bien o mejor que el primer polvo, sentí que ya era mayor, que ya no era un niño.

Mi polla estaba otra vez dura y dispuesta (cosas de la edad) y Mary sorprendida:

-Chiquillo que poderío, eres incansable- me dijo con una mirada tierna y maternal y acercándose mi polla a sus labios me dijo: -esto no se lo he hecho ni a mi marido pero es que tu eres tan lindo- y se metió mi polla en la boca, el gusto que me dio mi primera mamada fue tremendo, la vista se me nublaba, las piernas me temblaban, ver la cara de Mary, con los ojos cerrados y mi polla entrando y saliendo de su boca era lo mas bonito que me había pasado en mi vida, a pesar de mis corridas anteriores mi eyaculación fue de nuevo copiosa y abundante, le llene la boca de leche que se derramaba por la comisura de sus labios.

Mareado y sin fuerzas me senté en el sofá mientras Mary se enjuagaba la boca, cuando salio del baño sonriendo me pareció la mujer mas hermosa del planeta, ese día me enamore como solo un chaval puede hacerlo, me despidió con un beso y me puse mi camiseta y baje a mi casa, mis padres ya habían llegado, tome la merienda me fui al váter y me hice una paja pensando en todo lo que me había pasado, dormí esa noche como un angelito.

El verano fue tórrido, todas las tardes después del almuerzo le decía a mis padres que me iba a jugar con los amigos, Mary dejaba su puerta entreabierta, yo miraba a todos lados para que nadie me descubriera y me metía en su casa donde ella me esperaba ansiosa, follábamos de la forma mas inocente y primaria, ella abajo y yo arriba, nos besábamos, me la mamaba y volvía a casa o con mis amigos, mi personalidad se transformo, era ahora mas reservado y maduro, una semana de sexo intenso llevábamos cuando al entrar en casa de Mary, ella me recibió preocupada:

-Estoy con los días mas fértiles, tienes que tener mucho cuidado y no hacértelo dentro.

Dos polvos nos pegamos y yo intentaba retirarme pero casi siempre de forma tardía, tenia la certeza, y la preocupación de que algo quedaba dentro, al tercer polvo Mary me dijo que íbamos aprobar de otra forma en la que no había peligro de embarazo, se puso a cuatro patas y me dijo que se la metiera por el ojete, yo obediente apunte mi polla a la entrada de su culo y empuje, le metí la cabeza pero Mary grito de dolor:

-Para¡¡ para¡¡ que me partes¡¡ para¡¡

Se la saque asustado, su culo estaba mas abierto ahora y ella tenia lagrimas en la cara, armándose de valor se puso de nuevo a cuatro patas y me pidió que lo intentara de nuevo pero que lo hiciera lentamente y con cuidado, le metí el capullo y me pidió que estuviera quieto, poco a poco comencé a metérsela mas y ella a mover sus nalgas, después de diez minutos y mucho esfuerzo todo mi troncho estaba dentro del culo de Mary, al principio me movía poco pero poco después mi polla salia casi la mitad y volvía a entrar aunque con algunas dificultades, Mary jadeaba como una perra, sentía la humedad de su flujo en mis pelotas y el calor de su culo apretando la polla, me gustaba mucho, ademas no se por que haciéndoselo por el culo tardaba mas en correrme, el caso es que cuando lo hice Mary callo en el sofá casi sin conocimiento, la saque preocupado pero ella abrió los ojos y me dio un abrazo muy fuerte diciéndome:

-Ay mi niño si supieras como te quiero¡¡

A partir de ese día casi siempre lo hacíamos por el culo y me acostumbre a los desmayos de placer de Mary pero la cosa empezó a estropearse, Mary cada día era mas celosa, me reprendía cada vez que me veía hablar con una chica de mi edad y yo empece a tener conciencia de que las cosas no iban bien (ya tenia conciencia de que nuestra relación no era precisamente lo que se entendía por correcta) el fin del verano supuso mi ingreso en el instituto y mi madre, (creo que sospechaba algo) me mando a pasar el curso a casa de mi abuela que estaba mas cerca del centro de enseñanza, solo volvía a mi casa algunos fines de semana que coincidían con las visitas del marido de Mary por lo cual la relación se corto, alguna vez la vi recibiendo a su marido con cara de infinita tristeza mientras me miraba, en Navidad la vi un par de veces y me dijo que estaba embarazada y segura que el niño era mio, que su marido estaba encantado de tener descendencia después de diez años de buscarla y que se mudaban de barrio, jamas volví a ver a Mary pero su recuerdo esta imborrable en mi mente, ella me enseño a  amar y follar.

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