Soy un hombre de cincuenta y tres años, alto, complexión normal, ésto que os cuento me pasó cuando contaba con diecinueve años y entré en un almacén de colchones a trabajar,los primeros días todo muy bien hasta que un encargado que no estaba muy allá, con barriga, bigote aunque no era muy feo.

Yo no había tenido sexo ya que me preocupaba por trabajar y otras cosas. Pues el encargado barrigón y bigotudo empezó con tocamientos a lo tonto, yo empecé a darme cuenta y no decía nada para que no me despidiera, hasta aquel día que me tocó horario nocturno, llevaba dos horas en el trabajo cuando se presentó el encargado, nos saludamos y entablamos conversación, yo estaba colocando un colchón de espalda a él cuando me rodeó con sus brazos, le dije que qué hacía y me contestó que no me hiciera el estrecho, que tenía pinta de puta y que el culo me lo tenía que follar, intenté zafarme pero me tenía bien sujeto.

Me empezó a desabrochar el pantalón y la cremallera sin aflojar su abrazo, allí me encontraba a punto de ser violado por el encargado,mis pantalones ya bajados hasta los tobillos junto con el calzoncillo, tenía mi culo a disposición, pasó a sujetarme por las muñecas y me imaginé que se había puesto de rodillas y así fue,ya que sentí su aliento en las cachas de mi culo, después sentí su lengua lamerme éstas, hasta llegar a mi ojete,lo lamió, yo le decía que no me hiciera aquello, que me dejara tranquilo pero nada, siguió lamiendo y escupiendo en mi agujero.-«Tengo una verga grande y gorda para tu culo de puta, verás como te gusta mucho y vendrás tú solito a buscar que folle más veces éste culito tan rico.»- Se incorporó sin soltar mis muñecas y sentí la punta de su verga rozando mis nalgas, hasta que se colocó en mi raja, luego dió con mi ojete y empujó despacio, sentí la cabeza taponar mi agujero y sentí un leve dolor, cuando me empezó a doler fue cuando fue metiéndome el tronco hasta el final, yo gritaba que me dolía que no siguiera,me dolía mucho el ojete pero el hijo de puta me empezó a follar más fuerte.

Para mi asombroso sentí que del dolor pasé a tener en el cuerpo una cosa extraña, tanto que me empezó a gustar la follada que me estaba dando el barrigón bigotudo del encargado, además era verdad que tenía tremenda verga,al menos veintiún centímetros o veintidós a parte de que era bien gorda.

Aunque me estaba gustando ahora que me diera por el culo no lo demostré, siguió follandome rico durante un buen rato hasta que me dijo -«te preño puta,te inyecto mi leche dentro de tu ojete, me encanta tu culito zorritaaaa-» y sentí unos chorros,al menos cinco, de leche de su verga, aquello fue una sensación maravillosa y excitante.

Aunque me palpitaba el ojete y todo el agujero del dolor y el gustazo las cosas bien dichas sean, aunque me pareció un puto cerdo barrigón y bigotudo cerdo por lo que me iba a hacer al principio ahora era mi verga gorda y larga y me gustó mucho estar así, bien folladito,jeje. Sacó la gran verga de mi culo y con un pañuelo de papel se la limpió, luego cogió otro y me lo paso por todo el culo limpiándolo, después se marchó, Me quedé pensando un rato cuando sería la siguiente vez, aún me palpitaba el ojete y sentía todo mojado de su leche por dentro.

Al día siguiente creí que me buscaría a lo largo de la mañana para darme verga, me había obsesionado con aquella noche,no lo vi en toda la mañana así que lo empecé a buscar como perra en celo por la tarde y al asomarme a uno de los reservados lo encontré, con la camisa abierta y desnudo de cintura para abajo, sólo tenía zapatos y calcetines, allí veía por primera vez su hermosura de verga y güevos redondos,gordos.-«Sabía que me buscarías para recibir tu dosis de leche putita» -, miré hacia sus cojones y le contesté: -«Veo que se le llenan los güevazos de leche muy rápido, habrá que vaciarlos»-. El suelo estaba muy limpio así que me arrodillé, estaba nervioso pues no sabía si lo haría bien, abrí la boca y poniendo mis labios en la punta de la verga y empecé a echar su piel hacia atrás tragando y tragando, escuché su voz:-«joder putita, te la has tragado toda, hasta atrás»-.

Abrí los ojos y me encontré su pelambrera,rebufaba por la nariz, pero tantas ganas de chupar la verga que me la tragué toda, empecé a mamar güevos y verga, ya resbalaba mi saliva por sus güevos, entonces escupí en mi mano, me mosté el ojete hasta que chorreaba saliva y le dije que se sentara encima de la tapa de la taza del váter y después cogiendo su rabo duro me lo fui metiendo en el ojete empezando así a follar aquella poya «-uuuuuummmm sssiii, así, me encanta tu verga dándome, uuuuuummmm sssiii así, así»-, cabalgaba su verga a buen trote,no tardó mucho en ponerse a temblar, le venía la corrida, así que me saque la verga del ojete y poniéndome de rodillas me la volví a tragar, chupando con ganas de saborear por vez primera su leche,-«Tomaaaa,traga mi lefa guarra, que te gusta mucho»-la leche salió disparada a mi boca y comencé a tragar, también soltó unos cinco chorros, la saboreé y me gustó su sabor fuerte y dulce a la vez, uuuuuummmm.

Desde entonces soy gay y muy caliente.Hasta otra amiguis.