No debí probar la verga, ahora me volví adicto, ¿Tengo salvación? Parte 1*
Todo empezó hace 4 años, mi novia me invitó a un bautizo y la posterior celebración en su casa, todo iba normal, muy tranquilo y me estaba divirtiendo mucho, los tragos poco a poco empezaron a surtir efecto, ella se emborrachó y empezó a tener una actitud rara con su primo, todo el mundo lo notó, pero yo pensé que solo estábamos malinterpretando las cosas, yo me la llevaba muy bien con el y sus demás primos, también con sus tres hermanos y casi con toda su familia ellos siempre me trataron con mucha familiaridad, incluso creía que su primo era gay o algo así porque tenía la mala costumbre de darme nalgadas y apretarme las nalgas, a veces hasta me abrazaba y con disimulo me ponía una mano en mis nalgas, pero esa actitud es normal entre algunos hombres heterosexuales, varios me habían nalgeado antes (aunque no tengo unas nalgas muy exageradas, si son un poco más grandes de lo normal, al menos en un hombre y pues desde niño siempre me decían que era muy nalgon, así que muchos de mis amigos y amigas me daban nalgadas o me las apretaban) pero con el había algo raro y diferente, pasados unos minutos mi cuñado mayor de unos 33 años Jhon (para ese entonces yo tenía 25) estábamos tomando afuera y al entrar vimos como mi novia se besó con su primo y le tocó la verga, varias personas lo vimos, yo simplemente me salí y a lo que me iba a ir Jhon me detuvo y me consoló, me dijo que fuéramos a beber en su casa, fuimos y tomé tanto que me emborraché por completo, mis recuerdos a partir de allí son difusos, recuerdo que el se desnudó, también estaba súper borracho así que se cayó al piso un par de veces en el intento, yo me burle y el me pidió ayuda, no se en que momento pasó pero el ya me había quitado casi toda mi ropa, solo me quedaba el boxer y mientras el me lo quitaba yo lo intenté detener pero me ganó, me acostó boca abajo en su cama y se me acercó con unas toallitas húmedas, sentí que me empezó a limpiar el culo, yo me intenté levantar pero el me contuvo, luego me empezó a besar las nalgas y me decía que tenía un culo muy bonito, yo le dije que me quería ir e intenté levantarme pero su lengua empezó a moverse por culo y sentí como entró en mi ano, yo me sentía raro pero extrañamente eso me estaba gustando, me empecé a excitar y cada vez me gustaba más lo que me estaba haciendo, me sentía muy extraño pero ya no quería que se detuviera, me chupó el culo durante un buen rato, parecía como si mi culo tuviera un sabor exquisito porque le daba lengua de una manera tan bestial que sentí que me iba a desmayar, yo solo abría mis piernas para que esa lengua llegara más al fondo, luego puso una especie de lubricante y me empezó a meter un dedo al principio me dolió un poco pero el se detuvo sin sacarlo y lentamente lo iba moviendo, me fuí acostumbrando, se intercalaba entre el dedo y la lengua y sentí el segundo dedo, allí grité, el lo sacó, me limpio y me empezó a dar lengua de nuevo yo me volví a tranquilizar, el volvió a meterme un dedo y lo movía rápidamente, eso me estaba gustando, luego metió el segundo dedo, me volvió a doler pero está vez no lo sacó, los dejó adentro mientras me lamía la zona perianal y poco a poco empezó a mover sus dedos, sentía dolor pero a la vez placer, no se cuánto tiempo pasó pero recuerdo que empecé a jalar su mano para que sus dedos se movieran más rápido, llegó el momento en el que ya casi no sentía sus dedos dentro de mi, pensé que solo tenía uno, le agarré la mano para hacer que me metiera otro dedito pero tenía los dos dedos entre mi culito, el se levantó y trajo un consolador, lo llenó de lubricante y me lo metió casi hasta la mitad, lo empezó a mover y yo gemía, después de un rato nuevamente jale su mano, está vez para que me metiera todo el consolador pero ya no había nada por fuera, todo estaba adentro, había transcurrido poco más de una hora desde que todo empezó y en ese transcurso yo ya tenía un consolador de más o menos unos 17 centímetros completamente dentro de mi y aún así sentía que era pequeño, sentía que mi culo estaba vacío, quería algo más grande, el me sacó el consolador, me acomodó unas almohadas debajo de mi abdomen y me dejó una posición en la que mis nalgas estaban inclinadas y mi cabeza sobre la cama, sentí que algo cálido se deslizaba por mi ano, ardía un poco pero era bastante placentero, cuando sentí el primer empujón pegué un grito, pero no era de dolor sino de placer, luego vino el segundo, el tercero, el cuarto.. ya llevaba unos 10 o 12 y empezó a aumentar el ritmo, no se cómo describir lo que estaba sintiendo, NUNCA había sentido un placer tan grande como ese, hasta ese momento no se me había pasado por la cabeza la idea de estar con otro hombre, ni siquiera había pensado que esa era una opción, estaba completamente seguro de mi orientación sexual solo me gustaban las mujeres, nunca me había imaginado a un hombre en el sentido sexual y mucho menos penetrandome pero en ese momento tenía la verga de un hombre en mi culo y no quería que me la sacara, solo deseaba que no se detuviera, el me volteó boca arriba, puso mis piernas en su cintura, unas almohadas debajo de mi cadera y me empezó a penetrar de nuevo, yo lo jalaba con mis piernas y mis manos, el me empezó a besar y a mi no se me pasaba por la cabeza que estaba con un hombre, simplemente estaba disfrutando del momento y no quería que se acabara, él vió mi cara de felicidad y la manera en la que lo jalaba para que me diera más duro, me estaba dando con todas sus fuerzas y me estaba haciendo gemir de una manera alocada pero yo aún quería más, sentí como se corrió dentro de mi, eso también me gustó, ese semen calentito recortiendome por dentro, esa sensación me fascinó y me vine segundos después, me lo sacó, me limpió y nos quedamos dormidos, después de unas horas sentí como me lo metía de nuevo, yo estaba de ladito, cuando abrí los ojos el lo tenía todo dentro de mi, luego me acomodó para que yo me le montara, no sabía que hacer, solo empecé a mover mis caderas y saltar, su cara de placer era evidencia de que le estaba gustando, yo me seguí moviendo, el me tocaba por todas partes, me derramé rápido pero seguí soltando, quería su semen recorriendo mi ano, el se volvió a venir dentro de mi, yo no me quería levantar me quedé allí sentado sobre el con su verga aún un poco dura dentro de mi y su semen buscando por donde salir, seguí saltando pero esta vez me empecé a masturbar pero ya me había corrido, me levanté y sentía su semen saliendo de mi culo y recorriendo mis piernas, me dí una ducha para irme a mi casa, ya eran más o menos las 10 de la mañana, mi cuñado me preguntó; ¿cuando vuelve a venir para seguirmele comiendo ese culito tan rico que tiene? yo me sentí apenado y a la vez culpable de que me haya gustado tanto, no sabía que me daba más pena, si el hecho de que mi cuñado me había pegado dos culeadas o el que yo quería que me volviera a coger, me fuí sin decir ni una sola palabra, en el bus y sentía que todo el mundo me miraba, como si todos supieran que había tenido relaciones sexuales con otro hombre, sentía que murmuraban diciendo que me habían dado por el culo, yo solo me escondía, pero sin querer mi mirada se desviaba hacia sus vergas, era inevitable, solo me imaginaba como eran, llegué a la casa temblando, maldecía a mi cuñado por lo que me había hecho, no podía sacar de mi cuerpo y de mi mente el placer que había sentido, hasta lloré de la impotencia, me dije a mi mismo que era un asqueroso, comí algo y me acosté un rato, cuando me levanté ya eran las 4 de la tarde y no había parado de imaginar que otros hombres me cogían, me puse a llorar de nuevo y a maldecir a mi cuñado pero las imágenes no se iban y mi culo a pesar de haber sido desvirgado hacia solo unas horas, estaba deseoso de tener otra verga adentro, me puse a buscar en internet «como dejar de ser gay» y una cosa llevó a la otra, terminé leyendo sobre aplicaciones de citas, entre ellas Grindr, decidí descargarla por curiosidad, ví un par de videos de sexo gay y sin darme cuenta terminé metiéndome los dedos dentro de mi culo, sentía un poco de ardor e inflamación pero también placer, en ese momento recapacite, me saqué los dedos, me tomé un par de pastillas y me dí un baño, fuí a la farmacia por una crema para las hemorroides y también pase por algunas cervezas y licor, me puse bastante crema y empecé a tomar hasta que sentí que ya estaba borracho, unos minutos después tocaron la puerta, abrí y era el primo de mi novia, el me dijo que quería hablar contigo, lo dejé ingresar, me estuvo explicando que el y mi novia antes habían tenido relaciones sexuales pero que hacía años de eso, me pidió que lo perdonara y que el no quería perder la amistad contigo, yo no me podía concentrar en lo que decía, mis ojos se iban hacia su pene, estaba borracho y fué demasiado evidente que quería, ví como se le movía en el pantalón, solo pasaba saliva, yo tenía una pantaloneta y puse una de mis manos en mis nalgas, solo sentí como el me agarró las nalgas y me jaló hacia el, yo simplemente me dí media vuelta y me incliné un poco, el me lo estaba restregando, yo me me bajé la pantaloneta, no tenía ropa interior, me limpié el exceso de crema, lancé mi mano para tocarle la verga y el ya la tenía por fuera, voltee a mirar y era más grande que la de mi cuñado, la agarré y la restregue en mi ansioso culo, el escupió y así contra la pared me la empezó a meter, entró más de la mitad y yo grité, el se detuvo y se empezó a mover lentamente, ya iba un poco más de la mitad, yo volví a gritar, el nuevamente se detuvo y se quedó así por un rato, yo me empecé a mover, el me empezó a besar el cuello, sentí como entró toda, el me empezó a besar la boca y me apretaba, me guío hacia el mueble, se sentó y yo así de espalda, empecé a saltar, recordé todo el porno que había visto y empecé a acomodarme, el me puso boca arriba y me empezó a dar con todo, mi cuerpo se estremecía, me puso de un lado y de otro hasta qué sentí su semen dentro de mi, nos seguimos besando por un rato, luego simplemente nos quedamos acostados y yo empecé preguntarle que si eso me hacía gay, le conté sobre lo que había pasado antes, el me consoló pero decía que no podía creer que solo llevara un día y pues tenía razón, todo eso había sucedido en menos de un día pues mi primera vez fue como a las dos de la madrugada más o menos, la segunda fue a las 9 y algo de la mañana y apenas eran pasadas las 8 de la noche y ya iba en la tercera culeada, yo aún con pena le empecé a hacer preguntas pero no era capas de mirarlo, me sentía culpable, sentía pena y miedo, pero también curiosidad, yo estaba dándole la espalda pero tenía una cobija que me tapaba el cuerpo completo y gran parte del rostro, mi vergüenza era mayúscula cada vez que me intentaba tocar para hablarme yo me ponía tenso y nervioso, el me contó todo lo básico, me habló sobre los lavados, sobre como usar las aplicaciones, sobre los roles sexuales, las orientaciones y demás, también me dijo que a el y a mi cuñado les gustaba hacer tríos comiéndose a chicos pasivos, en eso se nos fueron unas cuantas horas, ya eran poco más de las 10 de la noche, las historias sobre las cogidas que el y mi cuñado le daban a otros hombres me hizo erizar la piel, lancé mi mano hacia atrás, agarré su verga, lo empecé a meter entre mis cobijas y acomode su pene en mis nalgas, me puse bastante saliva y yo mismo me la empecé a meter, tiré las cobijas a un lado, subí una de piernas por encima de el y lo empecé a jalar hacia mí, sentí que me daba muy despacio así que acomodé una mano por encima de el quedando casi acostado pero con una inclinación y me empecé a mover, toda esa vergota entraba y salía de mi culito, yo gemía del placer, luego me le monté encima y me empecé a mover, sus gemidos me hicieron ver hacía atrás, su rostro de satisfacción me indicaba que mis movimientos le estaban gustando me empecé a mover más rápido, después de un rato el me puso en 4, uffff el sonido que produciamos era alucinante, el me tenía por las caderas y metía y sacaba toda su vergota de mi insaciable culo, yo estaba que me desmayaba de la felicidad, como era posible que eso se sintiera tan delicioso, quería más, mucho más, el notó mi felicidad y me empezó a preguntar que si me gustaba, yo solo le decía que me diera más duro, me siguió penetrando pero a un ritmo más lento, yo lo empujé y me le monté encima y empecé a saltar su cara lo decía todo, lo estaba disfrutando tanto o más que yo, mis piernas me dolían, estaba agotado pero su verga aún estaba tan erecta como al principio y yo estaba lejos de estar satisfecho, le decía que no se fuera a venir todavía, seguí saltando hasta que me vine, pero no dejé de saltar y minutos después se vino el, yo seguía allí sentado sobre su ya flácida verga, para cuando me levanté ya estaba completamente dormida, me levanté, me tomé una cerveza, le llevé una a él y me metí a bañar, ya eran casi las doce de la noche así que según mis cálculos, me dió verga por más de una hora o algo así, le serví un poco de comida, el comió, se baño y se fué, yo me acosté desnudo y a eso de la una de la madrugada sentí que el culo me ardía, fuí y me revisé y lo tenía inflamado, me tomé un naproxeno, calenté algo de agua e hice baños de asiento, cuando sentí que el ardor había disminuido me aplique más crema y me acosté a dormir, fué una noche un poco incómoda porque el dolor siempre era fuerte, llegó la hora de trabajar, por lo general trabajo desde casa pero ocasionalmente me toca ir a la oficina a llevar documentación, firmar algunos documentos y recoger papelería y/o reuniones, ese día era uno de reunión así que tenía que asistir si o si, me dolía hasta para sentarme, pero logré llegar al trabajo, sentía que todo el mundo me veía raro, al parecer sospechaban que me estaba empezando a obsesionar por las vergas, sentía que yo estaba actuando como una mujer, intenté ponerme más varonil pero eso me hacía ver aún más extraño, mis compañeros me hablaban pero no podía míralos a la cara, tuve que decir que me sentía enfermo para disminuir la presión, afortunadamente salí rápido y aproveché y fuí a la farmacia más lejana que conseguí y compré lidocaína y crema para las hemorroides, les dije que era para mí novia, entré a un centro comercial y me puse una cantidad algo exagerada de crema pero empecé a sentir un poco de alivio, me fuí para la casa y me dije a mi mismo que jamás dejaría que me volvieran a dar por el culo, pero tres días después de ese juramento mientras estaba en la panadería, ví a un chico del barrio que venía de jugar fútbol, tenía una pantaloneta y se le podía ver un enorme bulto en medio de sus piernas, traté de disimular pero era demasiado llamativo la forma en la que se le marcaba, cuando el se movía esa verga también se movía de un lado para el otro y yo estaba embobado, claramente algunos de los chicos se dieron cuenta, entre ellos el, con todos ellos nos conocíamos, ya habíamos jugado fútbol varias veces, también habíamos jugado billar ido al Xbox y bebido un par de veces, no éramos amigos como tal pero nos conocíamos y habíamos pasado tiempo juntos, ido de paseo, ya habían entrado a mi casa a jugar Xbox, a comer y beber, el chico tenía más o menos unos 19 años, se llama Diego, es costeño pero de esos malandrosos, no era muy simpático que digamos pero alto, tenía buen cuerpo y una enorme verga que no había notado hasta ese día, el me llamó, yo aunque con un poco de nervios me les acerque, hablamos un rato, los demás se fueron, el me preguntó que iba a hacer, yo le dije que estaba preparando el almuerzo, el me preguntó que si le iba a dar, yo de los nervios le pregunté, ¿que cosa? el solo se rió y me dijo vamos pues, yo pagué la cuenta y nos fuimos para su casa, pasé un rato a la cocina y el hizo un comentario, dijo, «tengo tantas ganas de culear que se lo meto a lo que se me atraviese sin piedad» yo lo voltee a mirar y el se lo estaba tocando, no pude alejar mi mirada, me le acerqué y se lo empecé a tocar, era incluso más grande que el del primo de mi novia el me dijo que lo chupara, yo le dije que NUNCA lo había hecho que solamente había estado con dos hombres y que únicamente me lo habían metido y ya, el me dijo que no importaba, y me bajó, sacó esa cosa enorme, tenía un fuerte olor a sudor pero eso extrañamente me gustó, me puso de rodillas, me pidió que abriera la boca y me cubriera los dientes, que no lo fuera a tocar con los dientes porque lo iba a lastimar, lo puso en mi boca y me fué explicando, a mí me gustó, empecé a recordar lo que las mujeres con las que había estado me hacían a mi, empecé a chupar sus huevos, escupía su verga, recordé que me encantaba cuando se lo tragaban todo, se lo hice a el, casi me vomito en tres o cuatro ocasiones pero lo hice bien después, el me jalaba la cabeza y se movía, de repente gritó, venga se lo meto, me acomodé en el mueble, el me escupió el culo y me empezó a meter esa vergota, era muy grande así que le pedí que fuera más despacio, el me metió casi la mitad y me empezó a apretar las nalgas, me daba nalgadas y me apretaba duro, eso me excitó y el a ver mi excitación se empezó a mover, yo soltaba gritos mientras lo miraba el me seguía nalgeando, y luego la sentí toda dentro de mi, el dolor era mucho mayor al que había sentido en mis anteriores culeadas le dije espere, pero él no tuvo compasión, me apretó más duro y me gritó que aguantara como un hombre y me daba nalgadas duro yo me empecé a mover y el me empezó a penetrar con mas intensidad, terminé acostado en el mueble pegando gritos, le decía espere, espere pero el seguía dándome con su vergota yo me revolcaba del placer y del dolor, luego el dolor simplemente se fué, el me volteó dejando mis piernas en sus hombros y me empezó a dar con todas sus fuerzas, yo me mordía mis hombros mientras mis brazos lo jalaban a el para que me diera más duro, me mordía los labios, le empecé a arañar la espalda y no se aguanto y me empezó a besar yo entre los susurros le decía más duro, más duro pero el se vino y me dejó el culo lleno de semen, cuando me la sacó sonó como si hubieran destapado algo que tenía mucha presión, el semen empezó a salir de mi ano, el se tumbó sobre mí y me dijo que rico gonorrea, así es que me gusta culear, yo estaba agitado y con respiración irregular, con mi voz temblorosa le dije, a mí también pero seguía respirando con agitación, cuando ambos recuperamos el aliento nos levantamos y yo así desnudo y con las piernas aún temblorosas seguí preparando el almuerzo, le serví y ambos comimos desnudos, al terminar el se me acercó y me dijo, mañana vengo y me le vuelvo a comer ese culito, yo le dije si quiere venga más tarde, el respondió que no podía porque tenía que verse con su novia, pero me dijo que mi culito le gustaba mucho, se fué, yo entré a ensuciar y bañarme para quitarme todo el semen que tenía encima, me puse crema y me acosté desnudo para dejar que le callera aire a mi adolorido culito, mientras estaba acostado recordé la aplicación, revisé y me estaban pidiendo fotos así que me tomé algunas, mi culito aún se veía muy abierto pero eso me gustaba, ya eran más o menos las tres de la tarde cuando me llamó el primo de mi novia para decirme que iba a ir con mi cuñado, yo le dije que sí…
Bueno si les gusta está parte entonces les contaré sobre mi primer trío y también como me comieron 7 manes en un solo día jejeje 😅