La curiosidad ha seguido mis rumbos a través de mi existencia y no solamente a nivel sexual y erótico, también en el conocimiento cultural y educativo.
Quiero seguir contándoles algunas anecdotas tanto de mi adolescencia, así como en mi vida ya de maduro. Parte de la historia ya la publique aquí mismo.
La pasión por los cuerpos masculinos me ha marcado siempre, pero no quiere decir que sea un putico o una loca. Toda mi vida me he comportado muy varonil y esto es lo que mas les ha gustado a las parejas que he tenido, pues es mejor conquistar a un macho, porque la mision es mas dificil y luego compartir sábanas es un gran triunfo.
Cuando contaba con 14 años, fui monaguillo de la parroquia y allí con la sotana que usaba mientras se celebraba la misa, debajo ocultaba un gran bulto…Una extraordinaria erección causada porque la mente volaba e imaginaba mil cosas y deseaba a otros monaguillos muy hermosos que estaban junto a mí y sabía que ellos andaban de calenturientos también y en algunas ocasiones me pillaban sobandome la verga debajo de la sotana y esto nadie lo veía, porque estábamos tapados por la mesa del altar.
Una vez fui a casa de Ricardo, mi compañero de clases, para hacer un trabajo de literatura, pero el rato se nos fue en hablar de sexo, pues fui yo quien le explicó todo, porque el aun era inocente y ni de pajas sabía. Cuando estaba narrandole acerca de la masturbacion y que uno bota leche, lo mire a la entrepierna y vi un bulto enorme que crecia y crecia; se puso rojo e incomodo (apenas tenía 13 años y yo 14) y para calmarle su vergüenza le mostré mi paquete que ya se había hinchado también. Le toque por unos minutos, cerró los ojos, le agarre la mano y la puse en mi paquete y se estremecia de la felicidad, pero mas fue su sorpresa cuando la vio afuera. Mi verga mide 18cms x 4 diam, soy circunciso y la cabeza muy grande y desde los 11 años ya estaba muy bien formado y mi primera rasurada de cara fue a los 12 y hoy en dia soy muy velludo, me dicen el oso.
No se si realmente Ricardo nada sabía del sexo o estaba mintiendo, porque cuando mi verga estaba fuera del pantalón lo primero que hizo fue sobarmela y la metió toda en su boca y con ella me hacía una paja bien deliciosa como todo un profesional y no me escuchó cuando le avise que mi leche ya venía y sin inmutarse se la trago toda y dejó la cabeza limpia de cualquier rastro de semen. Yo debí esperar un buen rato, hasta que tuve alientos otra vez de tener una ereccion y ahí sí le di la mamada que se merecía para corresponderle a la suya.
A los 17 años fue mi graduacion de bachiller y como premio me regalaron un viaje a las bellas playas de Cartagena en Colombia y para mi dicha me fui con el amor que tenía para entonces, Esteban, un chico demasiado serio y el más «pinta» o sea el más atractivo en muchas cuadras a la redonda y que me tenía locamente enamorado, pero aun no había pasado nada entre los dos y soñaba ya con la idea de estar solo con el y compartir la misma cama, verle su cuerpo (solamente lo había visto sin camisa), pero quería verlo en traje de baño y mi mente se iba más osada: verle desnudo en mis brazos.
Mientras llegaba la fecha del viaje, fueron muchas las pajas que me hice pensando y soñando en los momentos que iríamos a pasar juntos, ya imaginaba situaciones y se las comunicaba, lo que le causaba a él también una gran alegría y nerviosismo. En cierta forma nuestra relación era como un amor platonico, pues había demasiado respeto mutuo y nos cuidabamos de que nadie viera o sospechara algo de lo nuestro y esto hacia que todo fuera más bonito, más romántico y un reto. Ya les contare como fue todo alla en Cartagena…