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Atado con una corbata II

Atado con una corbata II

(J) La verdad me gusta hacer el papel de dominado, pero quería ver qué se siente estar del otro lado. Realmente tenía ganas de ver cómo es llevar la voz de mando. Para ser sincero, me gusta más ser el que obedece, pero igual fue divertido. Definitivamente, prefiero que me dominen.

(P) A mí me gustó mucho. Mandar está bueno, pero que te controle el otro tiene su sabor. Sin embargo, insisto en que dominar a un chico con un físico mayor que el mío me da mucho morbo.

(J) Yo conseguí unas esposas porque no sé hacer nudos; me daba mucha vergüenza, pero al final fui a un sex shop y las compré.

(P) Juan estaba en casa mientras yo me bañaba. Cuando tenía la cabeza llena de shampoo, sentí que entraba en la ducha, pensé que quería que le hiciera el amor; no era así.

(J) Yo me di cuenta que ese era el mejor momento; como soy más grande que Pablo, sumado al factor sorpresa, era presa fácil.

(P) Cuando me torció el brazo, me sorprendí, pero al instante entendí el juego, quería hacerme lo que yo le había hecho. Decidí seguir el juego, resistirme un poco, pero también dejarme llevar. De todas formas, me estaba doliendo mucho el brazo, aunque no quisiera, iba a tener que hacer lo que él dijera. No veía nada, no podía abrir los ojos, porque me ardían por el shampoo.

(J) Cuando le puse la esposas, yo tenía muchísima excitación; tan entusiasmado estaba que me metí a la ducha con ropa y todo. Me bajé la cremallera y lo penetré sin ningún preámbulo.

(P) Cómo duele que te penetren de esa manera, de un solo empujón y sin lubricante. Me dolía, pero me excitaba el hecho de estar siendo poseído sin ninguna consideración por parte de Juan. Las esposas le agregaban mucho morbo.

(J) Lo embestí con fuerza y sin lástima, me salió la bestia de adentro, lo mordí por el cuello, la espalda, las orejas.

(P) Me estaba doliendo, pero realmente disfrutaba esa rudeza.

(J) Lo agarré del pelo, y mientras lo embestía ponía su cara bajo la ducha, estaba bueno verlo con la boca así, abierta.

(P) Me daba mucho morbo que dispusiera de mi cuerpo; me penetraba, me sacudía, me cambiaba de posición.

(J) Cuando estaba por acabar, lo empujé con fuerza contra la pared de la ducha, para que sintiera con más fuerza las últimas embestidas.

(P) Me sentía aplastado, no tenía ni un milímetro para moverme; sentía mi verga contra la pared, era obvio que él estaba acabando, aseguro que ahora me iba a masturbar a mí.

(J) Me fui de la ducha y lo dejé con las ganas; me acosté en la cama así, con la ropa empapada; chorreando agua sobre las sábanas. Sabría que no demoraría en venir.

(P) No sabía que hacer, tenía una erección de campeonato y no me podía masturbar; salí de la ducha, y lo encontré en mi cama, acostado y empapado.

(J) Cuando vino me senté en la cama y le chupé la pija y le acaricié los huevos hasta sacarle hasta la última gota de leche. Después me desnudé, él estaba temblando de frío, lo envolví con la toalla, y me acosté detrás de él y nos quedamos así abrazados.

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