Un Trabajo
Necesitaba dinero y en casa cada vez era menos lo que me daban y me alcanzaba para comprar muy pocas cosas. Decidí buscar empleo y fui a las calles de centro de la ciudad, aunque había algunas ofertas las rechacé porque era un horario muy incómodo para andar sola por las calles del centro. Entré a un sitio más a curiosear que a buscar empleo pues hacía ya rato que me había dado por vencida.
El lugar era oscuro pero me llamó la atención porque decía «Videos y más». Un poco indecisa me dispuse a entrar, miré a un lado y a otro. La multitud de las doce del día me garantizaba el anonimato así que me introduje a ese pasillo que conducía a una pequeña puerta blanca de madera.
Toqué y me abrió una señora de unos cuarenta y cinco años. Aquello era un sex shop pero según me dijeron de clientela muy exclusiva y de contacto telefónico pues entregaban a domicilio penes de hule, vaginas eléctricas, muñecas y revistas entre otras cosas.
Entré a curiosear y me llamaron la atención la cantidad de películas porno que tenían en la pared. Había gay, sado, hetero y de zoofilia. ¿Quieres ver alguna? me preguntó la señora. Nnnno – respondí me dio tímida-. Si quieres ver algunas la video está allá al fondo – me dijo la señora y continuó- Te dejo porque voy a llevar al mensajero unas entregas, no tardo.
Cuando cerró la puerta un cosquilleo me invadió. Había espiado en el cuarto de mis primos y había visto muchas revistas y algún video porno pero no tantos como ahora y todos a mi disposición. Tomé uno al azar y lo puse en la video. Eran historias muy calientes, no estúpidas como la mayoría del porno, sino situaciones creíbles que hacían coger a primos, criadas, profesoras y muchas gentes que vestía común, es decir no con la parafernalia propia del porno.
Me gustó tanto que saqué un pene de su empaque y empecé a metérmelo hasta que me vine, pero en eso llegó la señora y me dijo que nunca se había ido y que me estuvo observando. Me dijo que necesitaba alguien como yo para que le ayudara y a así como encontré empleo. Me llevé un par de películas a casa y claro mi pene para masturbarme en mi cuarto.
No había nadie en casa así que puse la peli y empecé mi penetración. En eso sonó el timbre, era mi prima. Entró y le platiqué todo pues con ella tengo mucha confianza ya que nos hemos masturbado juntas viendo las porno de sus hermanos. Me pidió que le enseñara mi juguetito y así lo hice. Lo olió y me preguntó que si lo había estado utilizando. Sonreí y puse la peli otra vez.
Estaba un jardinero cogiéndose a la esposa de su patrón en un pequeño cuartito donde guardaban la herramienta. La mujer llevaba un traje sastre gris, pues iba a trabajar y el jardinero un overol de mezclilla y no llevaba ropa interior. Mi prima se puso tan caliente que me empezó a chupar la vagina.
Lo que más me gustaba de ella era su mata negra de vellos. Recuerdo que una vez que fuimos a la playa se tiró a dormir boca arriba sobre una toalla con el bikini puesto y los pelos le asomaban descaradamente. Esa vez pude notar más de dos erecciones de los tipos que pasaban frente a ella.
En otra ocasione se metió en mini al metro y sin ropa interior. Era una caliente. Me ha contado cómo se la han cogido entre tres tipos en su salón pero ahora me estaba chupando con fuerza mi clítoris por lo que no tardé en venirme. Sonó su teléfono celular al poco rato, era su novio que pasaba por ella.
Caliente como estaba supuse lo que iría a hacer. Le dijo al novio que viniera a mi casa, lo metió hasta mi cuarto y pronto estábamos las dos, sí, las dos chupándole la verga. Cuando me levanté por la mañana nunca pensé tener tanto sexo en un solo día. Dejé a mi prima chupar y me dirigí a la cara de él. Le ofrecí mi vagina y me la chupó suavemente y con lengua lamía todos mis fluidos.
De Walter, que es como se llama, tengo el recuerdo de una vez que fui a una fiesta a su casa, pregunté por el baño y al entrar no me di cuenta de que él estaba adentro y pude verle su gran verga negra y peluda en estado de reposo mientras se la sacudía porque acababa de orinar. No me hice la loca y me le quedé viendo a su cosa.
Él se dio cuenta y tardo más de un minuto en meterla aun cuando ya había terminado, ese día no resistí y me abalancé a chupársela y en poco tiempo se vino adentro de mi boca y eso, por supuesto nunca se lo había contado a mi prima.
Cuando volteé mi prima estaba clavada en Walter galopando y casi me desmayo cuando levanté la vista y vi a mi hermano cruzando la puerta. Al verlo mi prima de zafó de Walter y se puso en pie, con los pelos de la vagina húmedos y casi goteando. Pudo ver la erección de mi hermano bajo el short y le tocó el paquete, mi hermano no decía nada, ella bajó, le hizo a un lado el short y empezó a darle una mamada tremenda mientras él cerraba los ojos. Yo me senté en la cara de Walter e hicimos un 69 pero pronto me metí en aquel animal negro que tanto me gustaba y así terminamos cogiendo gran parte de la noche los cuatro.
Llegué a mi trabajo el día siguiente y la señora me dijo que teníamos una entrega especial. Partimos en su coche y llegamos a un edificio de tres niveles. Ella dijo, llegamos un edificio nudista, así como hay playas, este es un edificio nudista. Pasamos la recepción, previa identificación de la señora, cruzamos dos puertas más y de pronto la señora se quitó la blusa dejándome ver sus pechos morenos con los pezones negros y suculentos, se sacó la falda que llevaba y pude verle su panocha con una mata de vellos negros y maduros, no como los de mi prima, estos se veían más excitantes todavía. Se me quedó viendo y dijo si quieres espérame porque aquí tienes que andar en cueros. Cuando abrió la puerta vi algo que me asombró, todos andaban dentro sin ropa, mujeres hombres, trabajadores de limpieza. Eso me puso muy caliente. Por una rendija alcanzaba a ver cómo pasaban frente a mi vergas de todos tamaños, senos blancos negros, pequeños, enormes, gente muy atractiva y otra no tanto pero todo igual de excitantes por su desnudez pasó media hora y yo había soltado fluidos de mi vagina como loca. Empujada por la cachondez me quité la ropa y crucé la puerta. Nadie me volteó ver pues era lo normal. Yo me senté para cubrirme un poco, pero nadie lo notó. Pasados diez minutos me deleité viendo cómo la gente caminaba de aquí a allá sobre la alfombra gris, la empresa supongo que era algo rara pero sí, estaban trabajando. Me dispuse a buscar a la señora y me di cuenta de que no se portaban tan bien como aparentaban ya que los baños eran un verdadero mar de jadeos. Tomé el ascensor y habían dos tipos con sus vergas erectas, me metí y los tipos al instante comenzaron a manosearme y uno fue directo y me penetró, yo estaba a mil y me empujaba hacia atrás para que me metiera más su verga, el otro me agachó y ensartó su basto en mi boca. Así estuvimos cogiendo hasta que se vinieron, salieron del ascensor y no dijeron palabra. Yo seguía caliente y me propuse coger con el primero que encontrara. Abrí una puerta y vi a la señora con un tipo cogiéndosela por atrás y a otro bombeando su boca, no creí justo así que fui con el de la verga en la boca y lo jalé por la cintura, al verme sonrió , caminamos hasta un sofá , él se sentó y yo me abrí a su pene, mientras me chupaba los senos y yo a él su cuello. No me di cuenta hasta después que estábamos siendo grabados y eso lo descubrí hasta que vi el video junto con ni prima y su novio mientras cogíamos los tres en mi cuarto.