Hombre femenino en Paris

Mi nombre es Ronald, tengo 24 años y vivo he vivido en Francia los últimos 9 años de mi vida.

Durante los primeros años en esta ciudad, viví con mi hermana mayor que es casada con un Francés muy atractivo, llamado Yves. Él trabajaba como profesor de educación física en una escuela para jóvenes adinerados.

Mi hermana se la pasaba en casa todo el día, viendo la televisión y leyendo revistas.

Cuando Yves llegaba, mi hermana lo encontraba siempre con ropa muy sexy, comían juntos y luego se iban a tener sexo y a dormir.

En pocas palabras, mi hermana era una mantenida y lo único que hacia era satisfacer los caprichos sexuales de Yves, y este le pagaba todo lo que ella le pedía.

Desde mis primeros días en Francia, envidie a mi hermana Raquel, no solo por que tenia todo lo que quería sin trabajar. sino también porque tenia un hombre muy guapo que le daba sexo a diario.

Hace mas de 7 años cuando aun era menor de edad, gracia a un anuncio en el periódico, conocí a un hombre que buscaba un hombre para trabajos domésticos en su departamento.

Después de leer el aviso, me presente a la dirección indicada y pude conocer a Monsieur Laflame, quien me contrato en seguida, para que yo le mantuviera su casa limpia y le preparara la cena.

Desde tan dichoso día, vivo en un lujoso departamento, situado en pleno corazón de París y en seguida les platicare un poco de mi vida cotidiana al lado Mi Patrón, Monsieur Laflame.

Mis días comienzan un poco tarde, cuando me despierto ya mi patrón se a marchado a trabajar como director de una importante firma de abogados » Laflame et associes».

Lo primero que hago es tomar un baño de agua caliente y por lo general lo tomo en la tina, acompañado de una buena copa de vino.

Después me cambio con mi ropa de trabajo, que consiste principalmente en ropa muy femenina que mi patrón me compra.

Tengo muchos trajecitos sexis, desde los mas atrevidos como hechos en cuero y zapatillas a taco alto, «tops» muy escotados y mini-faldas ajustadas, hasta los mas infantiles y tiernos como uno muy lindo que tengo de Winnie the Pooh, que me pongo con calcetas amarillas y mis pantuflas de osito.

Mi colección de sandalias es enorme, ya que a mi patrón le gusta mucho ver mis pies delgados pero masculinos en sandalias a tacón alto y con mis uñas muy bien arregladas.

Bueno, después me dedico a limpiar un poco el departamento, aunque en realidad el trabajo no es mucho ya que con el dinero que mi patrón me da, le pago a dos bellos sementales que vienen los martes y jueves a hacer la limpieza desnudos y de paso me dejan que les chupe sus respectivas vergas y que me las meta en el culo.

Yo no tengo complejos ni limitaciones así que de vez en cuando también se las meto en sus hermosos y duros culos rosados y franceses.

Me gusta mucho ver películas porno, de hombres obviamente, y tengo una colección de mas de 300 videos, desde las mas románticas y eróticas hasta las mas sucias y fetichistas.

Me paso la mitad del día viéndolas, acariciándome el pene e introduciéndome mis diversos juguetes en el ano.

Mi colección es realmente enorme, de hecho tengo un cuarto del departamento destinado única y exclusivamente a mis consoladores, videos y revistas.

Otro cuarto aun mas grande, lo tengo lleno de vestidos, ropa interior y por supuesto zapatos de todo tipo.

Es realmente raro, que tenga alguna actividad que no este relacionada directa o indirectamente con el sexo.

Suelo pasear por las calles de París con un pequeño consolador metido en mi ano, aunque la mayor parte del tiempo me vista con ropa de hombre.

Recibo una cantidad de dinero suficiente para poder adorar todos mis caprichos y lo único que debo dar a cambio es un buen servicio de pedicura a mi patrón, quien es un real fetichista y adora que le ola y le chupe sus dedos, plantas y arcos.

El tiene 42 años y es lindo, pícaro e incansable.

-M Laflame se viste siempre muy elegante para ir a trabajar, traje por lo general negro, corbata, pantalón formal y siempre calcetines negros o blancos que se acentúan perfectamente a la forma de sus pies.

Yo como siempre lo espero con mis faldas provocativas que resaltan mis delicadez piernas, mis sandalias femeninas que contrastan con mis delgados pero masculinos pies, y con mi pene ya muy erecto y listo para la acción.

Procuro dar un buen entrenamiento muy severo a mi pene, y su mantenimiento requiere de diversos cuidados como; acariciarlo al menos 5 horas continuas al día, aplicarle diferentes clases de aceites y otros productos naturales, constantemente verlo en el espejo, tomarle fotos, maquillarlo…. en fin muchas cosas con el fin de mantener su ego siempre en alto y que su condición física sea siempre la envidia de todos.

Mi ano por su parte no se queda atrás, ya que se mantiene la mayor parte del día con alguna clase de consolador metido.

De tal manera que si te acercas a el podrás sentir un olor a consolador de hule, además de eso su capacidad para recibir toda clase de vergas es casi infinita.

Me encanta que me hagan «fisting», apuestos musculosos con los brazos grandes y fuertes, sentir los puños de sus manos topando en lo mas profundo de mi recto.

Como pueden ver toda mi vida cotidiana gira en torno al sexo y al fetichismo, soy el sirviente lamedor de pie de M. Laflame.

Me encanta quitarle los zapatos cuando llega de trabajar, sentarme en el piso y jugar con ellos.

Acariciarlos, olerlos, lamerlos, chuparlos, masajear masturbarme con ellos, hacerle la pedicura, morderle los dedos, pasarlos por mi cara, metermelos en el culo.

Este es mi único trabajo y mi única fuente de ingresos, así que tengo que hacerlo bien y no descuidar nunca sus enormes pies de macho ejecutivo. Ahora es miércoles, y les contare mas o menos lo que hice en el transcurso del dia….

Me levante a las 10:45 de la mañana, saque el pequeño tapón que introduzco en mi culito todas las noches y que se a convertido en mi peluche favorito, lo tome en mis manos y le di una pequeña lamida para saber con que sabor había amanecido.

El olor a ano estaba un poco fuerte ya que el día anterior había estado haciendo unos enemas y había regado mucho liquido anal en mi cama, entonces decidí tomar el teléfono para llamar a mi sirviente domestico, para que se encargara de lavar mis amarillentas sabanas.

Lugo me levante oficialmente, y me metí en el baño para orinar y tomar una ducha. Me vi en espejo para asegurarme que mis implantes seguían en su lugar y si mi figura estaba siempre masculina con toques femeninos como tanto le gusta a mi patrono.

Después tome una ducha con mi pene siempre erecto debido al contacto de mis manos con el resto de mi cuerpo.

Salí de la ducha me seque, me dispuse a limarme las uñas de los pies y a pintarlas de color rosado, me coloque mis anillos tanto en mis dedos de las manos como en los de los pies, y me quede desnudo escuchando la televisión.

Después fui a la cocina para preparar algo de comer, portando mis sandalias rojas decoradas con pequeñas chongos en la punta. Me sentí a comer viendo la televisión y acariciando por momentos mi pene con las plumas de mi brazalete rosa que había dejado tirado en el sillón.

Después me fui a mi cuarto para buscar algún materia porno para distraerme e inspirarme un poco. escogí una película de fetichista un tanto atrevida que trata de un maestro de karate obsesionado por los pies desnudos de sus jóvenes alumnos.

En el transcurso del film, se observan distintos tipos pies y de vergas que no hacían mas que alegras mi emocionado pene que deseaba meterse en todos esos culos. Bueno, ya era hora de vestirme para recibir al joven del aseo que había llamado temprano;