Capítulo 1

Este relato es real…

“Hola Raúl, solo te escribo para decirte que nos encantan tus relatos”

Así empezó un fin de semana intenso, con un correo que recibí el martes…

“Gracias, pero me gusta que cuando alguien me escribe por lo menos se presente”

Es algo que saben todos los que me han escrito, a mí no me importa contestar, y doy por sabido que el que me escribe sabe cómo soy, que gustos tengo, que soy directo y no me ando por las ramas, algo que siempre dejo claro en mis relatos. Hay quien me vuelve a contactar y muchos que no, y a mí no me va la vida en ello, y a través de mis relatos he hecho gran cantidad de amigos. Con este pensé que era de los que solo escriben para decirme que les gustan mis relatos y tampoco sabía si era hombre o mujer, el correo solo eran una iniciales. El jueves cuando me levante vi que sobre las dos de la mañana me habían vuelto a escribir, por lo que creí que no residían en España, algo muy normal, por la gran cantidad de latinos que hay en esta página, y donde he hecho muchas amistades, pero estaba equivocado.

“Buenas noches SEÑOR, perdone que le escriba a estas horas, me ha costado decidirme, cuando le escribí el martes, lo hice empujada por mi pareja, pero él después se ha echado para atrás. Mi nombre es Noelia, 50 años, de Granada como creo que es Usted por sus relatos, pienso que soy o, mejor dicho, sé que soy sumisa, y hasta que no descubrí esta página no supe distinguir esa apatía sexual que hasta me hizo perder a mi ex, a pesar de que hacía todo lo que me pedía, pero sexualmente, en mi vida había tenido un orgasmo, hasta que como le he dicho antes, descubrí esta página y los relatos de sumisión. Mi actual pareja y yo, nos queremos, nos llevamos muy bien y yo pensaba que ambos éramos asexuales, porque entre que yo no sentía nada y él no hacia intención de tocarme, nuestra vida sexual era nula, algo que ya había aceptado, porque también había leído que existen personas totalmente asexuales. Un día lo pille leyendo sus relatos y masturbándose, él no sabía que yo estaba en casa. Se abrió a mí, me conto que el solo se excita sintiéndose humillado, siendo sumiso, pero que nunca lo había hecho realidad. Hablamos bastante y me animo a leer el relato que en ese momento tenía en la pantalla, “Mi sumisa traía regalo”, y conforme iba leyendo me iba humedeciendo, algo que para mí era nuevo, sentía mis bragas húmedas, tanto que delante de él me desabroché los pantalones y metí mis manos en mi vagina, masturbándome por primera vez en mi vida, y teniendo mi primer orgasmo y no el último, porque desde ese día lo hago o lo hacemos, porque compartimos las lecturas, siempre que mis hijos no están en casa. Poco a poco él me ha ido incitando a escribirle, y cuando lo he hecho se ha echado atrás, pero yo ya no quiero, quiero experimentar, quiero saber si lo que siento o mejor dicho como me siento, es real.”

Lo leí y me dejo alucinado y excitado a la vez, y le conteste…

“Hola Noelia, por ahora te llamare así, luego ya veremos, me has dejado alucinado con tu historia, y nunca es tarde para descubrirte, mal por tu pareja, porque tenía que haber sido sincero contigo, pero eso es algo que no me importa, si quieres hablar conmigo agrégame a telegram, en mis relatos tienes mi Nick, pero no hablare más por correo”

A los diez minutos más o menos, sonó el móvil y vi un mensaje por telegram de @Noxxxxx.

“Buenos días SEÑOR, gracias por contestar”

“De nada Noelia, siempre es un placer hablar con alguien de mi tierra y una sorpresa claro, ahora estoy trabajando, y como no es la primera vez que quien está detrás no es quien dice ser, desde hace tiempo que tengo una norma, y es que el que quiera contactar conmigo tiene que hacer un pequeño video saludándome, no pido que sea desnuda, no te equivoques, solo que se te vea, que sea o no de cuerpo entero te lo dejo a tú elección, mi nombre como ya sabrás es Raúl, si no es así, no pasa nada, pero dejaremos de hablar”

“Estoy decidida así que no es un problema SEÑOR, solo que ahora estoy en el trabajo, en cuanto me quede sola en el despacho se lo envío”

“De acuerdo Noelia, y si a las seis de la tarde no lo he recibido, entenderé que no quieres seguir, te eliminare y borrare toda la conversación”

No hubo contestación, por lo que seguí trabajando, aunque no deje de darle vueltas, después de mucho tiempo se había puesto en contacto conmigo alguien de mi ciudad, porque, aunque teletrabajo y como he dicho en otros relatos casi toda mi vida dentro de este maravilloso mundo ha sido en Madrid, ya que para mí la discreción es muy importante. Sobre las doce de la mañana volvió a sonar mi móvil con el sonido que le había puesto a ella, algo que hago para no tener que estar mirando el móvil cada vez que suena.

“Perdón por la tardanza SEÑOR, no me he quedado sola hasta ahora mismo”

Acompañado por un pequeño video de escasos segundos, donde me daba los buenos días, aunque en vez de decir mi nombre dijo SEÑOR. Y al verla me quede algo impactado, la conocía, y la conocía muy bien, porque como suelo decir en mis relatos no reales, siempre tienen algo de real, sobre todo en los personajes, aunque no en los hechos. Y es que Noelia no era ni más ni menos que la prima de mi primera novia, de la que hablo en “Humille a mi ex con ayuda”. Rubia, ojos verdes, media melena, y aunque no se le veía en la foto, un culo de infarto y unas tetas lo suficientemente llamativas sin ser grandes, algo que se porque, aunque llevábamos tiempo sin cruzarnos, por lo menos una vez al año coincidíamos en el mismo sitio, y siempre le he tenido cariño. Me dio que pensar, porque lo mismo, si había leído todos mis relatos y me había relacionado y sabía quién era yo, pero estaba claro que, si me conocía o no, no había hecho mención de ello, y se había mostrado, por lo que viendo sus ganas, tense la cuerda.

“Me gusta lo que veo Noelia, y como tú lo deseas, no voy a andarme con rodeos, y sin comprometerte a nada, esta tarde en la Isla del Zaidin a las seis y media, coge una mesa y me esperas, hablamos en persona, nos tomamos un café y si luego te quieres ir y no seguir adelante con tus deseos, por lo menos conmigo, tan amigos, también te diré que puedes ir con tu pareja, no tengo problema en conocerlo”

Vi que lo leyó al instante, y al no ver que escribía, volví a dejar el móvil y seguí con mi trabajo.

Media hora más tarde…

“Perdón por tardar nuevamente SEÑOR, al decirme que no le importaría que me acompañara mi pareja, he querido hablar con él antes de contestarle, advirtiéndole que yo voy a ir, que solo se lo decía porque Usted me lo ha dicho, y aunque no me ha respondió aun, le dire que con él o sin él, yo estaré allí”

“Perfecto Noelia, allí nos vemos”

Ya no hubo más contactos, por lo que me concentre en mí trabajo, aunque me costó concentrarme. A las seis me dirigí a la cafetería, quería llegar con tiempo, para verla llegar sin que ella se percatara de mi presencia. Casi que nos encontramos, porque ella también llego con tiempo y solo lo evito que íbamos por distintas aceras.

Iba muy elegante, y aunque yo siempre la recordaba con pantalones, o había cambiado, o se había vestido para mí, sabiendo que había leído mis relatos, sabía muy bien cómo debía presentarse, llevaba una falda negra a las rodillas con vuelo, una camiseta blanca, medias negras y sobre sus hombros una cazadora vaquera, con unos zapatos de tacón negros, aunque el tacón no era muy alto, supongo que al ser ella alta, es más alta que yo, o no tendría más altos, o había considerado que esos estaban bien. Iba a entrar tras ella, pero me pare en la puerta, ya que se dirigió al servicio, así que me salí y esperé a verla salir a través de las cristaleras. No tardó mucho en salir, y como no había mucha gente, la vi comprobar que mesa le venía mejor. Conforme se sentó, entre y me acerqué.

-Hola Noe -siempre le había llamado así, y ahí me di cuenta de que no sabía que yo era su cita-

-Hola xxxx, -me llamo por ni nombre-, me alegro de verte, perdona que no te atienda mejor, estoy esperando a alguien…

No la deje terminar, sentándome…

-Jajajaja, lo se Noe, yo soy a quien esperas, soy Raúl o Sire Leo.

Se puso de todos los colores.

-Veo que has venido sola, puedes estar tranquila, nos tomamos el café y nos vamos cada uno por su lado.

-No, no es eso, solo que me ha sorprendido, vamos que si me pinchas no sangro.

-Jajajaja, pues pensaba que me habías conocido, por alguno de mis relatos.

-No, y tampoco los he leído todos, solo he leído y releído las dos últimas series.

-Luego te diré a qué relato me refiero, ¿Qué quieres tomar?

-Una tila, jajajaja, no perdona, un café solo.

Se acerco la camarera y le pedí para los dos, me tomé mi tiempo para esperar a que se relajara.

-Que nos conozcamos, no quita que tú seas o desees o te sientas sumisa y que yo sea Dominante, porque yo sí que estoy seguro de lo que soy.

-Estoy aquí porque sé que soy sumisa SEÑOR -me gusto-, a mis cincuenta años por primera vez se lo que es el deseo, la excitación, y -ruborizándose- un orgasmo.

-Me alegro, así que doy por supuesto que aun siendo yo deseas seguir…

-Perdón que le interrumpa SEÑOR, y espero que esto le convenza de que sí.

Diciendo eso alargo su mano y mirando a los lados, dejo en la mesa una bragas de encaje negras. Me sorprendió y ella lo noto, aunque las cogí y me las llevé a la nariz, notando que estaban húmedas. Las deje en la mesa arrugadas como ella me las había dado, y esperé a que nos pusieran los cafés.

– ¿Y esto?

-Sé que a Usted le gusta SEÑOR, y quería dejarle claro que no voy a dar un paso atrás, creo que he desperdiciado muchos años.

– ¿Querías?

-Y quiero, me da igual que me conozca.

-Está bien PERRA.

-Ufffff, como deseaba sentir eso de su boca SEÑOR, he soñado tantas veces con sentirlo, no con leerlo solo en sus relatos.

-Vamos a relajarnos, jajajaja, por lo que veo al final has venido sola.

-Si, pero lo sabe, sabe dónde estoy, y sé que se ha quedado con ganas, jajajaja, lo he visto en su pantalón.

-Vamos que se ha quedado empalmado, pensando en que se va a convertir en un cornudo.

-Me da igual, lo que piense o como se sienta, no me malinterprete SEÑOR, lo quiero, pero no siento atracción sexual hacia él, y como lo acepta, él se lo pierde.

-Tranquila que no se lo va a perder, te garantizo que también lo voy a humillar PERRA.

-Me gustaría SEÑOR.

– ¿Y los niños?

-Jajajaja, ya no son tan niños…

-No te preguntaba específicamente por ellos, te preguntaba, porque por lo que me has escrito, viven contigo.

-El chico, bueno, el chico tiene 20 años, está estudiando en Barcelona, y la niña tiene 26 años, trabaja y vive conmigo, aunque este puente se va a casa del padre a Huelva, que es donde vive, por eso me decidí a escribirle.

-Vamos que ya tenías decidido que si o si ibas a conocerme o por lo menos intentarlo.

-Ya le he dicho que estaba convencida SEÑOR -esto lo dijo ruborizándose-

– ¿Así que a partir de mañana te tengo a mi disposición?

-No, me tiene a su disposición desde ya, aunque mañana trabajo, ya sabe Usted donde es y cuál es mi función, así que si lo desea mañana podemos irnos a mi piso en Motril y pasar allí el puente, ya que nosotros el dos, como el uno y el tres son fiesta aquí, vamos a cerrar.

-Vamos a dejar las cosas claras PERRA, aquí solo decido yo, y aunque no tengo problema para irnos a donde sea, porque yo teletrabajo, no hago puente y para mí no es fiesta el tres.

-Perdón SEÑOR, no era mi intención, me pueden las ganas, y ufff la excitación…

-Está bien, y no vamos a ir a la playa, por lo menos mañana, mañana vamos a ir a tu casa, vas a presentarme al cornudo de tu marido y a decirle que vas a pasar el puente conmigo.

-Si SEÑOR.

– ¿Cuándo se va tu hija?

-Mañana después del trabajo, esta noche duerme en casa, hoy le he dicho que llegare tarde, que iba a salir con unas amigas.

-Jajajaja, veo que lo tienes todo pensado, ¿y no has pensado que yo te puedo rechazar PERRA?

Le cambio la cara, se puso seria y hasta agacho la cabeza.

-Lo siento SEÑOR, lleva razón, discúlpeme, son tantos años de sentirme rara que…

-Tranquila, que no lo voy a hacer, pero quiero que te quede claro quién manda, quien decide, y todo lo que puedo hacer contigo, creo que no hace falta que te lo diga, porque lo has estudiado o me has estudiado muy bien. ¿No tienes miedo?

-Miedo no, respeto sí, y no sabe de verdad, no sabe, lo que es sentirse una inútil, echarme la culpa de que mi ex me dejara, de sentir hablar a mis amigas de sexo, y sentirme un bicho raro.

– ¿Y el cornudo de tu pareja?

-No sé qué decirle, a ratos agradecida, a ratos enfadada, y no le puedo echar la culpa, y en el fondo le estoy agradecida, pero ni yo le puedo dar lo que necesita, ni él a mí, y si él quiere seguir con sus masturbaciones, yo no, yo lo quiero sentir, quiero vivir, quiero ser SUYA.

-Está bien, mientras pago, y voy al coche a coger unas cosas, tú vas a ir al hotel que ahí aquí detrás, coges una habitación y si te la dan antes de que llegue, te subes y me mandas el número de habitación, aunque creo que llegaré antes.

– ¿Solo para hoy, o para más días?, no me puedo quedar toda la noche, prefiero que mi hija no me haga muchas preguntas, y mañana a partir de las dos de la tarde estaré a su entera disposición.

-Solo para hoy, porque por lo menos mañana vamos a dormir en tu casa PERRA.

Lo dije esperando a ver como reaccionaba, su respuesta fue mejor de lo esperado.

-Como quiera, sé que Usted será el dueño de todo, y el cornudo se puede ir o quedarse.

-Ve a coger la habitación, luego hablaremos sobre eso.

Se levanto y salió, mientras me fui a la barra a pagar los cafés y a mi coche a coger la bolsa con mis accesorios. Cuando entré en la recepción del hotel, estaba aún allí, terminado de hacer la entrada, por lo que me acerqué y pillándola de improviso, la besé, le gusto porque cuando me retire, hizo intención de buscar otra vez mis labios, y al darse cuenta donde estábamos, se paró. Subimos a la habitación, y conforme entramos, echo la cazadora en el portamaletas, se desabrocho la falda, dejándola deslizarse sobre sus piernas, y se sacó la camiseta, quedándose solo con las medias los zapatos y el sujetador negro. Solo la veía de espaldas, pero ufffff, sus piernas y su culo, hicieron que me empalmara. Se dio la vuelta y mirándome a los ojos, se desabrocho el sujetador, dejándolo caer también al suelo, dejando al descubierto dos preciosos pechos, que aún se mantenían muy bien, pero lo que más me llamo la atención, eran sus pezones enormes y de punta.

Se puso de rodillas…

-Soy suya SEÑOR, puede hacer con esta PERRA lo que desee, como si quiere echarme al pasillo desnuda.

-De pie PERRA, apoya las manos en la cama y saca el culo sin doblar las rodillas, lo primero que vas a recibir es un castigo, por haber intentado decidir por mí sobre lo que iba a pasar estos días.

Se levanto de golpe y sin hablar, sin levantar la cabeza, se puso en la posición que le indique.

-Te voy a dar veinte azotes, espero que sepas que decir.

Saqué mi regla de cuero, acercándome, sin miramiento y fuerte le di el primer azote.

-Uno SEÑOR, gracias por poner a esta PERRA en su sitio.

Me gusto, para que mentir, y antes de dar el segundo, lleve mi mano a su coño, totalmente depilado, y aunque no hacía falta, se veían caer los jugos por las piernas, metí tres dedos y los saque chorreando, llevándoselos a la boca, y sin decirle nada se los metió, dejándolos limpios.

– ¿Puedo Hablar SEÑOR?

Pensé que me iba a pedir que no le diera tan fuerte, y no podía estar más equivocado…

-Se que no puedo correrme sin su permiso, pero sé que al siguiente azote no voy a poder aguantarme, por favor SEÑOR, deme su permiso, por favor…

-Puedes correrte tantas veces como desees durante los azotes, siempre que cumplas PERRA, cada vez que no lo hagas sumaré dos azotes más.

-Gracias SEÑOR.

Al quinto azote no pudo aguantar más y exploto en un orgasmo de una intensidad tal, que hasta a mí me asusto, cayendo desvanecida en la cama, con las pulsaciones a mil. Me senté en el sillón de la habitación, y esperé a que fuese recuperándose, a que sus pulsaciones bajasen y a que abriese los ojos. Espere durante unos diez minutos, cuando de repente abrió los ojos y se asustó, pego un bote de la cama y se puso de rodillas ante mí, con las lágrimas saltadas.

-Perdón SEÑOR, no sé qué me ha pasado, no lo he podido evitar, en mi vida había sentido algo así, ha sido increíble, y siento no haber aguantado, aceptare cualquier castigo que Usted mi imponga.

-No pasa nada PERRA, han sido muchos años de abstinencia y no es lo mismo masturbarse con relatos y fantasías, a ser tú la protagonista. Claro que te voy a castigar, ¡desnúdame! Empezó a desnudarme, conforme lo iba haciendo iba besando cada parte de mi cuerpo que iba quedando desnuda. Ya llevaba un rato empalmado y con ganas de correrme, y aunque lo que le paso era inevitable, yo jamás perdono un castigo, lo puedo cambiar, pero jamás perdonar. Me puse de pie para ayudarla a sacarme el pantalón y el bóxer, y como estaba de rodillas…

– ¡¡¡Chupa PERRA!!!

Alzando la mirada hacia mis ojos…

-No lo he hecho nunca SEÑOR, espero que me guie y me enseñe.

-Lo hare PERRA, ahora solo chupa, usa la lengua, humedécela.

Se le notaba, tampoco quería correrme, solo que la humedeciera, para recibir su castigo, porque siempre me había gustado su culo.

-Se nota que no tienes experiencia, pero aprenderás, sal de la cama, las manos en la cama y el culo hacia fuera PERRA.

De un salto hizo lo que le ordene.

Ya tenía en la cabeza su culo, y no iba a cambiar de idea y sin decirle nada y viendo que tenía el culo también húmedo de sus propios jugos y que yo tenía la polla llena de su saliva, me acerqué y con una mano la cogí de los pelos, y de un golpe la penetré. No grito, y sí que vi cómo se agarraba con fuerza a las sábanas, y a través del espejo del armario que quedaba enfrente, pude vislumbrar unas lágrimas. Yo me hice daño, así que se el daño que estaba ella sufriendo en silencio, porque estaba estrecho muy estrecho, y aunque estaba lubricado, no lo estaba lo suficiente.

-Ufffffff, que placer PERRA, como me gusta desvirgar un culo.

-Es todo suyo SEÑOR, puede hacer lo que desee, que placer…

– ¿Y dolor?

-Mucho SEÑOR, ufffff, como decírselo, me gusta… ufffff…

No pudo decir nada más, porque nuevamente empezó a correrse, y esta vez no la deje derrumbarse, la cogí fuerte del pelo y como ya estaba acoplada a su culo, empecé a entrar y salir imprimiéndole cada vez más fuerza, hasta que me corrí…

Al salirme, se incorporó y se tumbó en la cama llorando.

-Gracias, gracias SEÑOR, no sabe lo que significa esto para mí, no sé ni cómo explicarlo.

-Límpiala PERRA, no esperaras que lo haga yo ¿no?

La verdad es que estaba sucia de su culo y tenía un poco de sangre, pero no dijo nada, solo se limitó a limpiarla con su boca y dejarla limpia.

-Túmbate en la cama, boca abajo.

Saqué de mi bolsa los brazaletes y cuatro cuerdas y le até las manos y los pies en cruz, dejándola totalmente expuesta. Cogí un antifaz y se lo puse, cegándola totalmente.

-Sabes que ahora puedo hacer contigo lo que desee, y como es la primera vez, solo tendrás que decir que pare, y todo esto habrá acabado, me iré y tan amigos, pero no habrá segunda oportunidad.

-No le voy a decir que pare, sé que estoy segura con Usted, y puede y debe hacer conmigo lo que desee SEÑOR.

-Está bien.

Saque de la bolsa varias velas con distinto grado de cera, según sea la pureza de la cera, el calor es más o menos intenso, además de la altura desde que se la deje caer en el cuerpo. Empecé por la más suave y desde bastante altura, para ir bajando, aunque al notar las primeras gotas se sobresaltó, no dijo nada, así que seguí, y fui cada vez subiendo la intensidad. Estuve más de media hora, en la cual ninguno de los dos hablo, le deje la espalda, el culo y las piernas llenas de cera. Cuando di por terminada esta parte, acerqué mi mano a su coño que estaba chorreando.

– ¿Cómo te sientes? Se sincera.

-Difícil de contestar SEÑOR, es un mar de sensaciones, placer, dolor, quemazón, pero no siento miedo, si es eso lo que quería oír.

-Voy a quitarte la cera.

No le dije como, saqué un flogger y sin miramiento empecé a azotarla por todo el cuerpo, haciendo saltar la cera, que iba cayendo en la cama.

-Me corroooooooo…

Vi como la parte de la cama donde estaba apoyado su coño se iba manchando de sus jugos. La solté de manos y pies, pero no le quite el antifaz, la cogí de la mano y la ayude a levantarse, y sin mediar palabra la lleve al baño.

-Quítate los zapatos.

Sin soltarse de mi mano se los saco, y tirando de ella la metí en la ducha.

-De rodillas PERRA.

Apoyándose en mi mano, se puso de rodillas.

-Abre la boca.

Cuando lo hizo, empecé a mearme en su boca, su cara y su cuerpo.

-Ya puedes quitarte el antifaz, dúchate y te espero en la cama PERRA.

Sin esperar contestación me fui a la cama, aunque preferí sentarme en el sillón y esperarla. Cuando salió, lo hizo a lo grande, salió andando como la PERRA que es, y aunque no le había ordenado nada, se había duchado con las medias puestas, por lo que hasta me saco una sonrisa, porque tenía una bien puesta y la otra por los tobillos. Al estar frente a mí, se incorporó hasta quedar de rodillas.

-Como no me ha dicho nada, no me he quitado las medias SEÑOR, espero haber acertado.

-No hacía falta, pero me gusta PERRA, acércate y chúpamela.

Fue a cogerme la polla…

-Sin manos PERRA.

Se la metió en la boca, y empezó a lamer y chupar…

-Los huevos también. -No era una experta, pero consiguió volver a ponérmela tiesa- En pie PERRA, quiero probar tu coño, y vas a ser tú la que me folle.

Me tumbe en la cama…

-Métetela.

Se subió a la cama y abriéndose de piernas, se fue sentando sobre mi polla.

-Ufffffff, SEÑORRRRR, ufffffff, me voy a correrrrrrr

Estaba bastante estrecho y eso que había tenido dos hijos.

-Aguanta PERRA, ni se te ocurra hacerlo sin mi permiso.

-Agggggg, lo siento SEÑOR, lo voy agggggg, lo voy a intentar, la última vez que entro algo en mi coño, uffff, fue cuando me quede embarazada de mi hijo y ufffff, ya tiene 20 años.

Creo que hablaba porque si paraba se iba a correr, porque sentía sus jugos resbalar por mi polla. Mientras le iba pellizcando los pezones cada vez con más fuerza.

-Agggggg, si sigue no voy a poderrrr, ufffff.

Cuando note que me iba a correr…

-Vas a saber cuándo hacerlo PERRAAAAA.

Diciéndoselo empecé a correrme… No hizo falta más, empezó a gritar y a convulsionar, dejándose caer sobre mi

-Gracias, gracias, gracias…

La deje recuperarse y viendo la hora que era…

-Vamos a la ducha PERRA, que nos vamos a cenar.

Salto de la cama y fue a ponerse de rodillas.

-No hace falta, vamos a la ducha.

Entramos los dos y empezó a lavarme con delicadeza y dándome besos, y cada dos por tres las gracias. Yo hice lo mismo cuando termino conmigo, empecé a lavarla a la vez que le iba mordiendo cada parte de su cuerpo, y para premiarla por lo bien que se estaba portando, poniéndome de rodillas, llevé mi boca a su coño. Empezó a gemir y a suspirar, era tanto su placer que se tuvo que agarrar a mi cabeza para no caerse, cosa que aprovecho para apretar más mi cabeza a su coño. No tarde nada en sentir como se corría, en sentir toda su corrida en mí boca.

-Gracias otra vez.

Termine de ducharme y salí, y mientras me secaba observe con mucho placer como se quedó en la ducha apoyada en la pared sintiendo el agua correr por su cuerpo.

-Vamos, termina, sécate y vamos a cenar.

Fui a vestirme y esta vez cuando salió de la ducha lo hizo totalmente desnuda, se acercó a su bolso y sacó un conjunto de ropa interior nuevo, digo nuevo porque tenía aun las etiquetas puestas, de color negro y lila de encaje, y unas medias transparentes con costura atrás.

-Espero que le guste, las he comprado hoy antes de venir, sé que le encantan.

-Me tienes alucinado.

Me acerque y cogiéndola del pelo, aun húmedo, la bese, la bese con ganas, placer y satisfacción.

-Vámonos a cenar…

CONTINUARÁ…

Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.

Mi Skype es ra_ul1967, mi correo ra_ul1967@hotmail.com y mi Telegram @Amo_Leo, hablo y respondo a todo el mundo, siempre que lo haga con respeto.

Continúa la serie