Síguenos ahora en Telegram! y también en Twitter!

La entrega

Tenía todo listo para retirarse del trabajo, después de una semana entero de soportar al baboso de su jefe, ya venía la recompensa del descanso del fin de semana.

Tomo su cartera se puso un saquito que le combinaba a la perfección con el atrevido trajecito de secretaria, que su propio jefe le impuso usar.

Cuando salía de su oficina y mientras pensaba en como disfrutaría junto con su novio de los días de descanso, siente a su jefe que la llama y le dice – Señorita tiene que entregarme este sobre urgente a esta dirección, después puede dirigirse a su casa.

Ella tomo el sobre de mala gana mientras observaba la dirección que estaba escrita en el mismo, no conocía el lugar, pero no era muy lejos de ahí, podría ir a pie.

Mientras su jefe buscaba su mirada y le dijo – Espero que disfrutes muy bien del fin de semana.

Ella solo contestó con un gracias en tono muy seco.

El suplico en un tono muy baboso – No te vas a despedir con un beso.

Ella levantó la mirada y observo a los ojos a su jefe y vio a un hombre adulto y arrugado que vivía fantaseando con ella le dio lastima y pensó que más allá que él siempre la cargoseaba sexualmente no era tan mal tipo y que siempre valoro bien el trabajo de ella.

Pero le daba mucho asco el hecho de pensar que podría ser su abuelo.

Ella se acercó y le dio un beso en la mejilla. Luego se marchó directo a su nuevo destino.

En la calle hacía mucho calor, no era como en la oficina con el aire acondicionado todo el día encendido. Sentía como sus grandes pechos comenzaban a transpirar y sin pensarlo se sacó el saquito y desabrocho un par de botones de su camisa como queriendo dejar entrar todo el aire posible.

No le importaba si alguien la veía atrevida, además ya era tarde y había poca gente en la calle.

Llegó a su destino y observó que era un edificio bastante viejo, hasta parecía abandonado, miró otra vez el sobre y si era la misma dirección, entró y apenas podía ver porque las luces estaban apagadas y solo veía por la poca luz que entraba desde la calle, que era poca puesto que ya estaba anocheciendo.

Llegó al ascensor que era de esos viejos y grandes de rejas que funcionaban en el centro de la escalera principal, ella no podía creer que aún existiesen. Subió con un poco de miedo, otra opción no tenía puesto que no pensaba subir 10 pisos por la escalera.

Cuando el ascensor comenzó a ascender sintió ruidos en el hall del edificio, como si estuviesen cerrando con llave la puerta principal, que hasta hace unos minutos estaba abierta de par en par.

Mientras el ascensor subía cada vez era menos visible todo, pero podía observar que en uno de los pisos había luz, mientras tanto el trayecto de ida hacia ese lugar era todo oscuro y ya no se podía ver nada.

Ella comenzó a sentir miedo, escalofríos, pero ya faltaba poco.

Cuando llego al piso ya podía ver con claridad, antes de salir del ascensor agacho su cabeza para leer bien el número del departamento, pero nunca llego a leerlo, pues se apagaron todas las luces, quedando todo completamente a oscuras, comenzó a sentir pasos subiendo la escalera y por el pasillo, que se dirigían hacia ella, en vano fue intentar apretar los botones del ascensor pues ya alguien se había abierto las rejas del mismo.

Todo el mundo se le vino debajo de un segundo al otro, todas los malos presentimiento que tenia se estaban por cumplir.

Ella intento escapar fuera del ascensor, pero fue empujada hacia adentro, en el forcejeo dejo caer su cartera y su saco en el piso, podía sentir que eran más de dos personas las que la atacaban puesto que se sentía toda manoseada, como grandes manos recorrían su cuerpo arrancando su camisa como si fuera de papel, sentía como varias manos manoseaban sus pechos que tenía aún el corpiño semi puesto, otras manos recorrían sus piernas y subían rápidamente hasta sus genitales.

No sabía cuántas personas había en el ascensor, pero era bastante, y el ser grande no les facilitaba las cosas a los violadores.

No se escuchaba ni un susurro solo los movimientos de los tipos y el llanto desconsolador de la pobre secretaria.

La tomaron de pies y manos dejándola en el aire, abriéndola bien de piernas comenzaron a penetrarla por la vagina que se encontraba muy seca, esto le provocaba a ella un dolor desgarrador, sentía el miembro que la invadía por completo ya que sus piernas estaban totalmente abiertas, el movimiento era muy fuerte y continuo, y no tardó en descargarle el semen que tanto aprisionaba ese pene caliente que contrastaba con la vagina seca y fría de la víctima.

Luego fue el turno de otro atacante, sin soltarla de las piernas ni los brazos era incapaz de defenderse, solo podía mover su cuerpo y eso le resultaba más excitante a los atacantes, pues el movimiento les ayudaba a penetrarla aún con más facilidad a la víctima.

Así se fueron turnando todos, claro que después de la segunda penetración la lubricación vaginal no era necesaria, puesto que la misma desbordaba de semen.

Mientras era salvajemente violada, ella comenzaba a rendirse, era imposible luchar contra todos sus atacantes, dejo caer su cabeza hacia un costado y observó entre las penumbras a una persona sentada fumando en las escaleras observando todo, el cigarrillo encendido era la única fuente de luz que se veía y le permitió ver a otra persona para junto a esta con lo que parecía una filmadora ya que veía una pequeña luz que salía de la misma, sería de las infrarrojas, pensó.

Esa imagen sirvió para olvidarse solo por un segundo que estaba siendo violada en el ascensor de un edificio que estaba semi abandonado.

Cuando se cansaron todos de cogerla en esa posición, la apoyaron contra la reja justo enfrente de los que la miraban, sus pechos desnudos quedaban apretados contra la misma como queriendo salirse para afuera, ella atinó a amarrarse bien fuerte de las rejas para no lastimarse contra ellas, ahí le arrancaron la falda, y sintió como uno de la tomaban del cuello con una mano y le susurraban al oído – Si te dejas no te vamos a forjar más, sino te agarramos entre todos y te lo hacemos igual.

Ella pensó por un momento y el violador sin esperar respuesta se escupió la otra mano y la paso por el ano de su víctima, que ya a esta altura sabía bien lo que le iban a hacer, sintió como el pene grueso y duro comenzaba a abrirse camino en su ano aún sin dilatar, sentía milímetro a milímetro la penetración y cerrando bien fuerte los ojos resistió el dolor, ella se dio cuenta que el atacante estaba siendo más delicado, aguanto el dolor y no opuso resistencia para nada.

El violador le soltó el cuello y la tomo por la cintura y comenzó su vaivén, ella siempre había deseado tener relaciones por el ano, claro que le hubiera gustado en otras circunstancias, pero su novio nunca quiso.

El atacante era uno solo esta ves los demás esperaban pacientemente su turno, mientras nuestra dulce víctima comenzaba a relajarse y a gozar, abrió sus ojos cansados de tanto llorar y pudo distinguir como el tipo que la observaba se masturbaba mirando la escena que tenía enfrente.

La contextura era de una persona entrada en años y el que filmaba podía distinguir que era un muchacho joven.

Seguía observando cómo se masturbaban y la filmaban, mientras su cuerpo se movía en un vaivén y sus grandes pechos acompañaban el ritmo de su cuerpo que era impulsado por la mano fuerte del violador.

Luego comenzó a sentir como sus intestinos eran inundados por primera vez de semen y realmente puedo disfrutarlo un poco, el hombre comenzó a sacar muy despacio su pene y ella sentía que era como que una parte del cuerpo de ella era expulsada hacia fuera.

Sin permitir que el ano vuelva a contraerse otra visita vino por detrás y ella ya entregada totalmente le pidió por favor que la penetre despacio y así fue. Uno por uno fue pasando y dejándole al igual que un su ovario, todo el intestino lleno de semen.

Ella había perdido la noción del tiempo, y de la cantidad de veces que se la cogieron. Al terminar el ultimo se retiraron todos del ascensor y comenzaron a descender por las escaleras.

Ella quedó sentada en el piso totalmente desnudo y con sus dos agujeros llenos de semen, exhausta sin poder pararse, siente que una persona más entra en el ascensor.

No podía distinguir quien era, pero supuso que era el tipo que se masturba fuera del ascensor, puesto que aún seguía fumando.

Tiro el cigarrillo al piso bajo su bragueta y puso su pene justo en la boca de la víctima. Esta sin resistirse y con ganas de que finalice todo abrió su boca y comenzó a hacerle una mamada.

El pene era grande pero no estaba muy erecto, estaba más bien flácido.

Ella siguió chupando un buen rato y sabía que tendría que hacerlo acabar sino no se ira más, así que comenzó a masturbarlo y a chuparlo como si fuera el ultimo pene del mundo.

Así estuvo un buen rato hasta que sintió que las manos del tipo le sujetaban la cabeza como queriendo dejar todo el pene dentro de ella, el mismo busco lugar en su garganta y pese a las arcadas que esto le generaba a ella él no la soltaba.

Ella se estaba quedando sin aire y comenzó a sentir los borbotones de semen invadiendo su garganta. Intentando respirar trago todo lo que salía por ese conducto fálico. Así fue que el la soltó y ella pudo respirar tranquila.

Quedo adormecida por un buen rato, al despertarse aún no se veía nada.

Estaba completamente desnuda y haciendo tacto encontró su cartera y el saquito las demás prendas eran solamente trapos destrozados.

Se puso el saquito tomo instintivamente su cartera y salió corriendo por las escaleras.

Al bajar sentía como el semen que salía de su ano y vagina iba recorriendo por sus piernas hasta llegar a sus talones.

Así semidesnuda salió del edificio se subió como pudo en un taxi y se dirigió a su casa, olvidando su auto que estaba a pocas cuadras.

Ya el clima no le importaba estaba totalmente en shock.

Al llegar a su casa lo primero que hizo fue ducharse, el fin de semana paso mientras ella dormía y teléfono sonaba y los mensajes morían en el contestador.

Pensaba que es lo que sucedió y no podía comprender, solo se levantó otra vez para tomar su cartera y tomar el sobre que estaba dentro.

Lo miro y recordó el pasado, sollozando lo abrió y descubrió lo que contenía.

Nada, absolutamente nada, ahí se dio cuenta de que era lo que el jefe quería que entregue.

¿Qué te ha parecido el relato?


Descubre más desde relatos.cam

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo