Gloria: Historia de una sumisa feliz
Soy una mujer de 32 años, muy amante de su cuerpo.
Mis pechos son grandes y firmes tras mis dos operaciones, de suero, nada de silicona que parezcan dos pelotas, hermosas y bellas a la vista.
Linea de cuerpo muy fina, con vientre plano del tipo Rosario Flores.
Me siento muy orgullosa de ella, máxime después de dos partos.
Mis caderas no son todo lo anchas que me gustaría, tipo mujer playboy, sino mas bien del tipo modelo pasarela.
Mi culo y piernas tienden a quedarse blandos, pero lo combato exitosamente a base de pesas y aeróbic, luciendo finalmente bonitos ambos.
Eso si, algunas estrías me quedaron después de dar a luz en el trasero, aunque el color rojo remitió a un carne discreto que no se ve mucho si no te fijas.
Soy morena de pelo largo y cuidado, mas atractiva que guapa de cara, no guapísima pero si guapa no obstante.
Soy una mujer bella que no obstante, hubiera deseado nacer rubia y alta, con un tipo a lo Bimba Bosé o Naomí Campbell.
Quiero decir de talla alta y porte elegante(bueno este lo tengo, fui modelo aunque soin éxito debido a mi talla precisamente), con pechitos pequeños y redondos.
Los míos eran pequeños pero siendo bajita, pienso que necesitaba unas buenas tetas para destacar(en aquellos momentos era gogo y mas tarde streaper).
En cuanto a mi pelo, probe a cambiar de color pero no me quedaba bien.
En fin, una mujer bella pero con la clase de belleza que ella deseaba realmente.
Desde niña sentí afición al sado, sintiéndome bien cuando era castigada a veces, aunque entonces no sabía era eso lo que ocurría.
Mas mayorcita, ya perdido mi virgo (lo perdí pronto, a los 13 años), ya lo sabía y me entregaba a solitarios juegos masoquistas en la intimidad. Nunca creí tener algún día relacionesd de este tipo, aunque lo deseaba, por momentos o épocas muy fuertemente. Me casé con 16 embarazada.
Todo bien durante meses, le guardaba fidelidad a Luis, del que estaba completamente enamorada y el cual era el padre indudable de mis hijas, depreñándome de la mayor nada mas conocerle casi.
Alguien podría dudar pero asi fue.
Cinco meses después me quedé embarazada de nuevo, de él también.
Éramos unos críos irresponsables que aún vivíamos con nuestros padres y ya estábamos así. La cuestión es que en esos meses comence a ser infiel.
Nos fuimos a vivir a un apartamento propiedad de los padres de Luis nada mas cumplir este los 18 según habíamos acordado, y yo comencé a sentir nostalgia de mis días de soltera y mis flirteos con mis amigas. Pero nunca llegué al sado.
Hasta el año pasado.
Desde entonces conocí dos personas que me llevaron donde estoy ahora. La primera llegó con el mes de septiembre, y casi diriase con mi cumpleaños, un nuevo vecino, un joven estudiante de imagen y sonido de 18 años que llegaba a un piso del bloque compartido con otros compañeros.
Un yogurcito rubio con el que se me caía la baba a mis 31. Obvia decir que me encantan jovencitos. Tengo las ideas claras y es raro que me fige en un hombre de mas de veintipocos, cuando ya empiezan a degradarse la mayoría físicamente, aunque no todos.
Nos llevábamos bien con estos chicos, llegando a salir alguna vez con ellos y entablar una amistad no diré que buena, pero si divertida.
Me insinué a él pícaramemte, esperando que sería tímido y me costaría algo conseguirlo, debido a su edad.
No era el primer jovencito para mí y mis experiencias anteriores me hicieron pensar así.
El caso es que me equivoqué y pronto éramos amantes, yo muy prendada de él. Compartimos secretos conforme avanzo la confianza y creí encontrar al hombre de mi vida. Compartíamos fantasías y gustos muy parecidos y compatibles.
Sado, exhibicionismo, sexo guarro. . .
Llegamos a practicar una sesión sado centrada en mis pezones, pero eso quizá lo cuente otro día, hoy es otro tema el que relataré.
Uno de mis morbos era ser infiel, de la forma mas humillante posible para Juan.
Mi vena sádica asomaba por ahí, mientras ofrecía mi masoquista a Felipe (el chico rubio), esta segunda dominante en mí en un 95% creo.
En realidad creo que la otra es solo una extensión de esta(meter a mi marido en mi sumisión).
Paso el tiempo y unos días antes de fin de curso, un amigo suyo llevo una película que vimos en mi casa en ausencia de mi marido. Trataba de una familia supuestamente la mas guarra del mundo.
La madre debía ser un trans, poco agraciada, era algo extraño.
Al parecer habían tres películas de ellos, de bastante»mal gusto»todas.
Escenas en las que por ejemplo en el cumpleaños de ella le regalaban un vómito en papel de aluminio que ella lamía, o recogiendo cagadas de un caniche que luego comía.
La cuestión es que nos excitó y follamos comentando algunas cosas que quedaban en el aire sin llegar a comprometernos en ella por miedo a llevar muy lejos nuestro morbo:
El día de fin de curso, quedamos en irnos de fiesta para celebrarlo, mi marido incluido. esperábamos hace tiempo una situación como esa para dar un paso mas en nuestros juegos.
Yo me vestí como me gusta vestir cuando salgo, de infarto.
A Luis también le gusta y excita.
Blusita superceñida (me encantan estas blusas, mas que cualquier otra prenda de vestir sexy), blanca a lunares negros y muy fina y ligera, sin sujetador que comprima mis grandes tetas, y minifalda muy mini, de algodón, negra y elástica.
Estuve tentada de prescindir de las bragas, pero al final no lo hice. Medias, liguero y zapato de tacón alto no podía fallar.
Estos últimos los uso siempre que se tercia o la ocasión lo requiere. , odio las plataformas.
Habíamos quedado en emborrachar esa noche a Luis para poder «jugar» delante de él sin que se diera cuenta. él no bebe, y no resultaría difícil. Aprovecho aquí para decir que es hombre de 32 años, 185 y 95 kgs de musculatura.
Guapo, fue fotomodelo y streper conmigo, con el pelo largo y rizado, que lleva colorado de rubio por petición mía. Tengo fijación con el pelo rubio y los ojos claros, la belleza latina no me va, lo siento chicos, es mi preferencia personal. Me adelanto a las cábalas e informo que me satisfacía totalmente en la cama.
Es una fábula lo de las mujeres insatisfechas, al menos en lo que a mi experiencia respecta lo ceo así. Somos infieles por que surge así, punto, como los hombres.
Todos sabían lo que había. Debían ayudarnos a hacerle beber.
Habíamos hablado con insinuaciones del tema y esa noche podía prometer hasta una orgía colectiva conmigo como única hembra.
Nunca experimenté algo así, solo tríos.
Con la excusa de la celebración, no le dejaban opción y cada vez era uno distinto el que brindaba con chupitos de Jack Daniels con él, a veces en grupo. Yo misma participé en ello y hasta el dueño del local, un joven amigo de los chicos.
Al cabo de un rato Luis estaba ya bastante borracho, bastante mas que los demás que también iban algo, hasta yo un poco. Tomamos(nosotros, él no), substancias que todos sabemos y no nombramos, por lo cual bailaba bastante acelerada al ritmo de la musica house(me encanta)por lo cual la fina tela de la blusa pronto anduvo empapada de sudor y transparentando mis tetas en gran medida, mis pezones eran un escándalo.
Mi marido disfrutaba de ello, es bastante pervertido, aunque limitándose a exhibicionirme y poco más.
Yo bailaba con todos indistintamente y Felipe jugaba a tocarme las tetas de forma que todos menos Luis se dieran cuenta, riéndonos de él. En un momento dado dijo que iba al aseo, y yo dije que le acompañaba, mirándole a los ojos con toda la complicidad del mundo. Los chicos que lo oyeron se sonrieron.
Entramos al aseo de los hombres estaba bastante sucio y olía a orina fuertemente. Los charcos en el suelo de meadas y su aspecto general me excitó sobremanera, despuésde haber visto días antes aquella película.
Entramos a un WC juntos y cerramos la puerta. El se la sacó para mear y yo le dije»espera»Me senté en la taza del water.
El alcohol y mi propio morbo eliminaron el asco natural por los restos que en esta se encontraban de quien no sabía apunta bien con su aparato, que humedecieron mi falda:Me metí la polla en la boca y comencé a mamar.
Ambos sabíamos que venía a continuación y comenzó a mear.
Era la primera vez que saboreaba algo así y me gusto mucho.
Posteriormente conocí que cuando el liquido es mas concentrado y amarillo, es muy fuerte su sabor y no puedo tragarlo, pero cuando era mas claro, como en esa ocasión, era fácil y divertido beberlo, con un agradable saborcillo en ese caliente torrente.
No podía beber muy seguido mientras mamaba, así que esperaba a tener la boca llena para tragar. A veces me atragantaba un poco y debía parar.
Él también lo hacía, pues no quería que me perdiera su néctar.
En esas ocasiones, su orina escapaba de mi boca, resbalando por mi barbilla y cuello hacia mis tetas, aunque gran parte caía al suelo directamente, a causa de mi postura inclinada hacia delante al estar sentada en la taza para no hundirme en ella.
Quería todo el líquido que no pudiera ingerir corriendo por mis tetas hacia abajo, por lo cual no dude en arrodillarme ante él, mis piernas en el suelo lleno de meadas.
Eso me puso aún mas caliente y a Felipe también pareció gustarle.
Mamaba como una posesa y tragaba orina como tal. Ahora cuando me atragantaba, la que caía de mi boca iba enteramente a mis senos, a causa de la posición erguida.
Cuando termino de mear, mi blusa estaba totalmente empapada de su meada y yo excitadísima. Me incorporo e hizo agachar sobre la taza, apoyándome sobre el depósito. Rompió mis bragas de tanga y me folló en esa postura.
Al poco de estar así, yo misma me agaché mas para ofrecerle mas mi agujero y para colocar mi cara sobre los bordes de la taza con sus meados anónimos:Estaba histérica y el me follaba con mas fuerza.
En un momento dado me ordenó lamer.
Saqué mi lengua y comencé a pasarla por aquella inmundicia, recogiéndola y tragándola; saboreándola con todo el vicio del mundo. Cuando fue a correrse me puso de nuevo en la postura anterior y me hizo desabrocharme la blusa para recibieren mis tetas su semen.
Adoro el semen y me hubiera gustado que se corriera en mi boca, pero quería que lo llevara allí. Sin esparcirla siquiera me abroche de nuevo.
-Quiero que beses al cornudo en la boca(lo solíamos llamar así por morbo).
Yo solo sonreí.
Cuando salimos fui directamente con él. En su monumental borrachera no notó nada. Los demás si lo hicieron, cosa muy posible aunque no segura por su olor no muy fuerte, no me enteré. Me puse a bailar con Luis.
Vió mis tetas mas transparentadas que nunca y se puso cachondo. No costó mucho besarle. Lamí toda su boca con vicio, pasándole imaginariamente todo el orín que habia bebido. Pero me quede muy caliente.
-Quiero que me comas las tetas-le pedí con una pícara sonrisa
-¿Ahora?-contestó interesado
-Si
Le cogí de la mano y lo llevé de nuevo al aseo, donde me las comió a placer.
Poco mas de media hora después, estaba a punto de caer.
El alcohol le sienta mal y no lo aguanta. Ademas le metieron alguna pastilla en la bebida.
Lo llevaron al coche y lo dejaron allí dormido, seguros de que no despertaría. A partir de ese momento fue una locura.
Felipe y los demás metiéndome mano por todos sitios, aunque estos mas comedidamente que él. El verdadero desfase vino a última hora, cuando ya sin clientes, cerraron la persiana y nos quedamos solos con el dueño.
Felipe me desabrocho la blusa y mis tetas aparecieron en toda su hermosura para ser masajeadas y sobadas. Hasta ahí bien, pero no quise llegara mas con ellos, al menos de momento.
Por ello, pronto se fueron a una discoteca y nos dejaron dentro solos, con las llaves, entrando antes a Luis para no dejarlo en el coche en la calle.
Cuando nos hubimos cerciorado de que no despertaría, tomó mi mano y me llevó rápidamente al servicio de los hombres. Me tumbó en el suelo sobre todas las meadas y me folló con pasión.
En un momento dado, me puso a cuatro patas y de un solo golpe, como me gusta cuando voy a mil, me la metió en el culo, con algo de delicioso dolor.
Al cabo de un rato de furiosas embestidas, me tumbé en el suelo boca abajo, con aquella masa heterogénea de meadas empapando mis tetas bajo la blusa y el lado derecho de mi cara que reposaba en el suelo.
-¡Lame¡Gritó.
En realidad no hacía falta que lo hiciera, pues yo misma lo había pensado, pero siempre era mas delicioso si me lo ordenaba.
Saque mi lengua y comencé a lamer. Para correrse me puso de nuevo boca arriba, tumbada sobre el charco, mi pelo absorviendo el líquido del suelo, y eyaculó de pié sobre mí, meando a continuación.
Para cuando volvieron, no mucho mas tarde, aun no estaba seca. Nos ayudaron a llevar a Luis a casa sin hacer demasiadas preguntas, aunque pensando con toda seguridad que Felipe me había meado.
Acostamos a Luis y se fueron, dejándonos.
Las niñas dormían en casa de una amiga.
Despuntaba el día y nos duchamos. Me folló de nuevo en el sofá del salón y se fue al aseo. Llevaba tiempo con la fantasía de ver a un hombre cagando.
El se negaba siempre, pero ese día no oí el clic del pestillo al cerrarse y supe que era una invitación. Me acerqué. Se oía claramente el sonido de sus zurullos al salir mezclados con el ruidoso gas.
Abrí la puerta con la mas viciosa de mis sonrisas y el olor llegó pastoso, casi palpable a mis fosas nasales.
Me excitó mucho, pero el se cortó un poco y me pidió que saliera. Sin dejar mi sonrisa, avancé y me arrodillé ante él, comenzando a mamar.
El perfume llegaba a mi fuerte y embriagador, volviéndome loca.
Cuando noté que iba a correrse, metí con cierta dificultad por su postura, un dedo en su culo. Eso le encantaba.
Entro fácil y lo note lubrificado de mierda. Se corrió a gusto en mi boca, y yo trague todo con avaricia.
Saqué mi dedo lleno de mierda y continuando de rodillas, lo puse a medio camino de su cara y la mía.
Nos miramos a los ojos, el dedo en medio. Sonreí. Con nuestras miradas nos dijimos»¿lo hago?, !Hazlo¡, y yo lo chupe con glotonería, mis ojos clavados en los suyos con todo el vicio del mundo.
-Abre la boca-me dijo
Me tumbe de espaldas en el suelo y la abrí.
El se puso en cuclillas en mi cara y cagó en mi boca.
Traté de tragar la mayor cantidad posible entre arcadas.
Era un sabor asqueroso, pero lo encontré morbosísimo.
Cuando terminó, limpie su culo con mi lengua y se fue.
Durante unos días me arrepentí mucho de todo esto.
No las infidelidades, sino todo lo heavy que había pasado, como solía pasarme tras experiencias extremas algo tabú digamos , aunque cada vez me duraba menos hasta que desapareció totalmente recientemente.
Esto me lleva a la segunda parte de mi historia, mi final de máxima felicidad, que contaré a continuación. Una aventura por el chat que me ha llevado a conocer a la persona que lo es todo para mí, mas que todo el resto del mundo junto, mi amor y motivo de mi existencia.
Con Luis compartí algunos polvos mas, hasta que volvió a su casa por verano. Yo enamorada como una tonta colegiala (soy muy enamoradiza).
Le llamaba con frecuencia hasta que se fu perdiendo.
El tenía novia allí y yo estaba lejos para competir.
Él dejaba entender que no conservaba el mismo interés en mí y la cosa fue a menos. Volvió con la temporada de estudios cuando yo estaba en Grecia por motivos de trabajo.
Cuando volví lo encontré de nuevo fascinado con mi belleza, como lo había estado antes, pero para entonces ya estaba enamorada de otra persona, alguien que me colmaba y amaba con todas mis fuerzas.
Volví a follar con él, pero por orden de mi ama y ya nunca fue lo mismo.
No obstante, guardo un recuerdo imborrable del que fue uno de mis grandes amores. Si lees esto Luis, cosa no difícil, ahora sabes como te quise, y puedes imaginar como quiero aun mas, mucho mas a Diana.
A los amigos que conocí por chat, especialmente Sir… esta es mi historia.
Básicamente la conocías, pero aquí tienes todos los detalles. Para todos, algunas cosas puede que sean distintas a como os conté, pero tener en cuenta que vosotros mismos me guiabais y muchas veces no me quedaba mas opción que decir lo que queríais oír.
Esta es mi historia repito, espero no defraudar a nadie.
Para todos los que avise de que iba a escribir esto, a mis dos ciber-amigos que me conocieron pero no hubo chispa, a los que llegaron a conocerme por teléfono sólo y los que ni a eso llegaron, solo chat, un beso de esta su amiga.
P:D: Esto es añadido después de tiempo de haber escrito este relato que lo hice poco despuéd de «Gloria; Historia de una hembra»
Entonces no sabía el éxito que iba a tener esta primera y la cantidad de gente que iba a dirigirse a mí con sus emails.
A todos estos temo defraudar ahora, sintiendo un poquito de vergüenza al publicar esto.
Bueno, espero que piensen que nunca pensé llegar a despertar un interés como muchos me han mostrado.
Nunca pretendí ser modelo de nada, solo contar mis intimidades en los momentos que el morbo me empuja a escribirlas.
Siento si ahora puedo causar rechazo a algunos de ellos, pero son simplemente mis vicios ocultos, como los de cualquier mortal, y, siento si me caí de algún pedestal.
NO creo ser la única decidme ¿cuántas fantaseasteis con algo tan sucio?
Incluso ¿cuántos lo habeis hecho?
Seguro que la respuesta es bastante alta para escandalizar a muchos.