Capítulo 5

Nos levantamos a eso de las diez más o menos, después de hacernos arrumacos uno al otro, pero antes de levantarnos, quise desayunarme a Alex y el a mí.

El día anterior aprendí a hacer el 69 y me puse en ello con todo el deseo y el vicio que se puede tener creo.

  • Alex: coño, que rápido aprendes
  • Yo: prendaaaa, he sido alumna aplicada siempre (dije con la boca llena de la polla de Alex)
  • Alex: (también con la boca llena de mis flujos) así me gusta premio para mi chica, dijo incrementando la velocidad en que se comía mi coño y al mismo tiempo, me metía los dedos dentro del culo con movimientos circulares, lo que me estaba poniendo a mil por hora
  • Yo: por mi parte hacía lo propio chupando desesperadamente con los movimientos de mi mano, mi lengua y mi boca, como me había enseñado; le puse un dedo en la entrada de su culo, tuvo una pequeña contracción y le dije: perdona, ¿te he hecho daño cielo?
  • Alex: para nada, es que me has sorprendido, sigue, igual que anoche me entregaste tu virginidad por el culo, hoy te entrego la mía a ti.
  • Yo: seguíamos los dos, cada uno procurando dar al otro el máximo de los placeres, hasta que al final nos corrimos los dos a la vez en medio de gritos de placer, (menos mal que no había nadie en casa)

Nos abrazamos de nuevo, como si fuéramos un solo ser indivisible y así permanecimos los dos un largo tiempo.

Los dos entendimos sin decirnos nada, que debíamos iniciar el regreso a Barcelona, pues ambos teníamos que hacer en la tarde.

Tomamos el coche y salimos de Cadaqués en silencio, durante todas las curvas, hasta llegar a Roses. En ese momento Alex me dijo:

  • Alex: ni en mis mejores sueños contigo, habría podido imaginar esto
  • Yo: ni yo…
  • Alex: por favor, déjame acabar
  • Yo: perdona, continua
  • Alex: no solo siento que eres mía y yo soy tuyo, sino que, estoy seguro, que realmente Dios nos ha puesto a uno en el camino del otro
  • Alex: “si Dios no te hubiera creado, la humanidad, tendría que haberte inventado”
  • Alex: mira cuantas veces me he masturbado pensando en ti, cuantas veces le he dado vueltas a la cabeza de cómo podría aproximarme a ti, sin embargo, el premio ha sido mayor que el euro millón.
  • Alex: jamás mientras viva me olvidaré de ti y siempre te querré.
  • Yo: note que Alex dijo estas palabras embargado por la emoción y tuve que parar el coche, en una de las gasolineras que hay camino de Figueres
  • Yo mirándolo: pero cielo, si estás llorando, lo que acabas de decir es la más bonita declaración de cariño y amor qué nadie puede decir (también a mí, me cayeron las lágrimas, nunca lo imaginé ni por asomo algo así), a pesar del poco tiempo yo también te quiero.

Nos dimos un gran abrazo y un magnífico beso lleno de ternura, por parte de ambos, que de ninguna manera hubiera imaginado.

Nos mantuvimos en silencio, durante todo el camino hasta Barcelona, dejé a Alex por indicación suya en Plaza Bonanova.

  • Alex: Déjame en Plaza Bonanova, no sea que alguien nos vea y tengas un problema luego
  • Yo: No me importa
  • Alex: A mí, si, no consentiría que nadie se atreviera a hablar de ti

Nos despedimos con un beso en la mejilla, a modo de dos conocidos

Llegué a casa y me la encontré cagada por todas partes, pues la chica por lo visto no pudo venir a limpiar (luego me enteré que me había llamado, pero no reparé en ello, mientras conducía de regreso); la llamé y me dijo que sentía no haberme avisado, pues se cayó viniendo a trabajar esta mañana y la tuvieron qué llevar a urgencias, resultado: tobillo roto.

  • Yo: no se preocupe, cuídese mucho
  • Chica: señora me sabe muy mal, creo que puedo venir a hacer la faena, pero más despacio
  • Yo: de ninguna manera, cuídese y repose, yo me paso mañana a traerle unas cosas por su casa, y la ayudo en sus quehaceres.
  • Chica: señora es usted un ángel, muchas gracias

Recogí las cacas de Duc, estaba cerrada la terraza y no había podido salir (ahí empezó mi temor). Fui a la habitación a dejar mi bolsa y la cama estaba hecha como cuando me marché y a partir de ahí, comencé a pensar

  • Yo: ¿tendría Alex razón cuando me dijo que Héctor: “seguro que tiene más de una al mes o cada semana” ¿sería cierta la suposición de Alex?, desde luego Héctor no había venido a dormir.
  • Yo: llamé al despacho de mi padre.
  • Yo: hola Héctor
  • Héctor: si, dime
  • Yo: era solo para decirte que ya estoy en casa, todo ha ido bien
  • Héctor: perfecto, por cierto, la próxima vez te llevas al perro, que me ha dado el coñazo toda la noche y no me ha dejado dormir, espero que no haya hecho ningún desastre y que la chica lo haya dejado todo en orden
  • Yo: si, todo en orden
  • Héctor: por cierto, llegaré tarde
  • Yo: bien, recuerda qué yo hoy esta tarde a las seis, tengo reunión del amigas, igual también ceno con ellas
  • Héctor: ok, chao

Claro está que Héctor no sabía nada del accidente de la asistenta, con cual estaba claro que no había pasado la noche en casa

  • Yo: te pillé (pensé), como en un acto reflejo de buscar protección y refugio, le escribí a Alex de inmediato un sms anónimo (por si sus padres le revisaban el móvil, habíamos acordado hacerlo así)
  • Yo: ¿le interesa trabajar?
  • Al cabo de unos minutos, Alex me llamó
  • Alex: ¿Qué ocurre, ya me echas de menos?
  • Yo: ¿estás en tu casa, puedes bajar?
  • Alex: ya voy, llámame el ascensor a tu piso

Apenas se abrió la puerta del ascensor, me abracé a Alex, lo rodeé con mis brazos alrededor de su cuello y llorando lo besé con toda la pasión que pude diciéndole:

  • Yo: tenías toda la razón
  • Alex: espera ¿qué te ocurre?

Le conté lo sucedido, hecha un mar de lágrimas, él, tan solo me escuchaba en silencio abrazándome y dándome suaves y tiernos besos cortos

  • Yo: fóllame, quiero que me folles ahora mismo
  • Alex: no, así no, (dijo en un tono absolutamente seguro), follar por despecho es lo peor que podríamos hacer ahora, mira yo ya he terminado de comer y tú seguro que aún no has comido así que ponte un vestido guapo y vámonos a tomar algo y de paso te da el aire, venga camina que ya tardas

Me desconcertó con sus palabras frías y serenas, pero en ningún momento faltas de razón y sentido común; así que abrí mi vestier y me puse un conjunto traje chaqueta con falda de tubo, una medias y unos zapatos y bolso a conjunto.

  • Alex, jolines, le voy a decir al imbécil que te ponga más los cuernos, porque estás divina de la muerte, jajaja
  • Yo: tonto, bobo, hasta en un momento así, me haces reír

Bajamos juntos en el ascensor y nos dirigimos a Paseo Bonanova a coger un taxi, sin pensarlo le indiqué al taxista:

  • Yo: por favor: al Jardín de la Abadesa en Avenida Pearson

Al sentarme y llevar la falda de tubo se me subió, y al intentar colocarla bien, Alex me sujetó la mano, diciendo no con un gesto; lo entendí sin hablar ni una palabra, me di cuenta que el taxista (creo que era hindú o paquistaní) me miraba a través del retrovisor constantemente a lo qué respondí a sus miradas con un guiño de ojo, tal y como me había enseñado Alex.

Me puse un poco dándole la espalda a Alex, como si no quisiera que lo iba a hacer se enterara Alex y me desabroché la blusa, abriendo un poco la chaqueta de forma que el pensara que el espectáculo era solo para él, el taxista; mirándolo por su retrovisor le hice un gesto, para que lo moviera y gozara del espectáculo.

Comencé a acariciarme constantemente el pecho, mostrándoselo completo e incluso me daba unos pellizcos para que el taxista la gozara aún más, comencé a sentirme mojada de la excitación qué me producía hacer aquello, cuando sin más llegamos a nuestro destino.

  • Alex: llegamos, anda paga y vamos a tomar algo (Alex se bajó y fue como entrando al recinto del Jardín de la Abadesa
  • Yo: ¿Qué le debo?
  • Taxista: nada señora, le debo yo más a usted por mostrarme lo que posiblemente no volveré a ver. Tenga usted mi tarjeta por si otro día necesita mis servicios
  • Yo: muchas gracias, me ha encantado que le gustara y me bajé del taxi
  • Alex: veo que mejor ¿no? jajaja
  • Yo: serás tonto, jajaja
  • Alex: tonto no, estoy seguro que estás empapada ¿o no?
  • Yo: si, bobo, entremos

Entramos y nos sentamos en la terraza y le conté a Alex con detalle lo de la chica de la limpieza, el descubrimiento de las cagadas de Shira y el hecho de que nuestra cama hecha perfectamente, demostraba perfectamente que Héctor no había dormido en casa esa noche.

Le dije como había ido la conversación con Héctor y que, no tenía dudas al respecto de que tenía razón con lo que me había dicho.

Mientras Alex me escuchaba atentamente y aunque manteniendo las formas, nuestras miradas eran de una total ternura, que demostraban la confirmación de un gran cariño mutuo.

Justo casi cuando iba a pedir la cuenta, apareció una de las amigas del club

  • Amiga: Hola cariño ¿cómo estás? Ayer no viniste.
  • Yo: estuve en Cadaqués por un tema de mis padres y de paso a preparar la casa, me marcho con ellos el día 1
  • Amiga: ¿no me presentas a tu amigo? (el amigo me sonó raro)
  • Alex: me presento: soy Alex y somos vecinos del mismo edificio y hemos coincidido de casualidad, porque yo he entrado después de ir al Abad Oliva para ver cuando salen las notas de selectividad.
  • Amiga: un placer, eres muy guapo
  • Alex: muchas gracias, bueno si me perdonan, las dejo solas
  • Yo: no, espérate y toma algo que luego tomaré un taxi y vamos a casa juntos si quieres
  • Alex: genial, porque estoy más seco que un desierto

Ambas reímos la respuesta de Alex e iniciamos los tres una conversación, sobre todo mi amiga, preguntándole a Alex sobre sus estudios y sus gustos, explicándole que ella tenía una hija de su edad, que también iba a entrar en la universidad, pero en los Estados Unidos, yo, escuchaba e intervenía de vez en cuando (pocas veces, como es habitual en mi), pero vamos estaba más que claro por el postureo de mi amiga que estaba intentando ligar con Alex, quien de tonto no tiene un pelo y se daba perfecta cuenta.

En un momento determinado, Alex se excusó para ir al servicio

  • Amiga: ¿de dónde has sacado este yogurín?
  • Yo: es el hijo de mis vecinos de nuestra casa
  • Amiga: es un bombón, porque estas tú aquí, que si no me lo ligaba fijo
  • Yo: díselo, (mientras yo me iba excitando y ni acordarme ni por asomo de Héctor) al igual te hace caso
  • Amiga: ¿tú crees?
  • Yo: no sé, prueba, mira ahí viene, voy al baño y así le tiras los tejos

Me levanté en dirección a los servicios y alcancé a Alex antes de que saliera

  • Yo: esta zorra va a tirarte los tejos
  • Alex: ¿Qué quieres qué haga?
  • Yo: jódela, pero no te la folles, putéala, la odio
  • Alex: tranquila déjame hacer
  • Yo: ¿quieres quedarte a solas con ella?
  • Alex: no, a solas solo estoy contigo, pero esa se va a enterar

Entré en el servicio y al acabar me demoré un poco al salir al jardín, pero desde los cristales estaba viendo a mi amiga reír y poner la mano en la pierna de Alex, con todo descaro, cada vez más arriba.

Me estaba entrando una mala gaita de impresión y no estaba dispuesta a consentirlo pagué la cuenta y salí

  • Yo: contarme de qué os estáis riendo, así a ver si me río yo también
  • Amiga: nada que Alex es un chico muy gracioso y que le encantan los deportes y eso, me estaba contando una anécdota graciosa de su hermana, ya sé quién es, monta muy bien, de cuando se quedó colgada del caballo y lo que hizo para recuperar el equilibrio
  • Yo: genial, tiene qué ser divertida, al menos no se haría daño
  • Alex: no, pero fue divertida
  • Yo: bueno Alex, yo tengo qué marcharme que tengo una reunión más tarde, ¿te vienes?, ya está todo pagado
  • Alex: sí, claro, vamos, ha sido un placer
  • Amiga: toma mi tarjeta, por si algún día me quieres llamar y me cuentas más anécdotas

Nos levantamos y la muy zorra se levantó y le dio un beso a Alex, casi en la comisura de los labios, que él, intentó esquivar claramente.

Había llegado el taxi, subimos y salimos en dirección a casa

En el trayecto:

  • Yo: será zorra, ¿has visto que te comía con los ojos?, a esta le da igual todo
  • Alex: te lo dije que las pijas estas son así
  • Yo: y yo qué no me creía lo qué contaban en la cafetería del club, tienes qué putearla, haz lo que sea, pero putéala
  • Alex: jolines con mi chica, está de unos celos brutales
  • Yo: no, no es eso
  • Alex: si, si es eso, te lo noto
  • Yo: burro, le dije dándole un sonoro beso en la boca delante del taxista
  • Alex: eso es para que me calle ¿no?
  • Yo: si, y no se habla más, que no estaba de humos y ahora menos (le besé de nuevo, y él aprovechó como no, para meterme mano delante del taxista, lo cual me encantó)

Cuando llegamos cerca de casa, bajamos y caminando me decía que no tomara ninguna decisión respecto a Héctor precipitada, que pensara bien y planeara lo que iba a hacer y que si quería él me ayudaría en lo que estuviera en su mano, que, en este momento, tenía que tener la mente totalmente fría y hacer las cosas bien. Entramos en casa y pasamos dentro a mi casa. Apenas entre salió Duc a saludarnos y le hizo a Alex todas las fiestas de alegría posibles, que fueron correspondidas por él.

  • Alex: vaya, te salió un rival, hoy se me rifan, jajaja
  • Yo: ven aquí y verás quién ha ganado la rifa

Alex, me levantó la falda casi para llegar a la cintura

  • Yo: cuidado, no me la rompas
  • Alex: espera, que nunca has follado vestida

Me dio la vuelta y sin mediar palabra, hizo qué me agachara y me penetró de golpe, metiendo toda su polla, dentro de mi culo y comenzó a bombearme de tal manera con fuerza y vigor, que no tardé ni dos minutos en correrme, cuando él se corrió dentro de mí de nuevo sentí todo el calor de su semen, cuando la sacó, me agaché y le dije que no tenía que ir sucio a casa

  • Yo: ven que te limpio

Era un sabor y olor extraño y nuevo para mí, pero se la chupé de tal forma y con tanta intensidad, que se corrió de nuevo, pero esta vez en mi boca (cada vez me gusta más chuparla) y me bebí hasta la última gota.

Me compuse el vestido y le dije:

  • Yo: por favor Alex, no me dejes sola, estos días mi vida ha dado un giro total y necesito sentir que estás de mi lado, no me defraudes
  • Alex: estaría loco si te dejara sola, no solo no te dejaré sola, sino que pensaré en como desenmascarar al imbécil, se va a cagar
  • Yo: gracias, mi cielo
  • Alex: sería bueno que, ahora fuéramos más cuidadosos todavía, hasta que te libres de ese tipejo, recuerda que la víctima eres tú y no él
  • Yo: de acuerdo
  • Alex: venga, me voy arriba, que tenemos que ir con mi madre a comprarnos ropa de verano mi hermana y yo, vaya cagada
  • Yo: prendaaaa
  • Alex: Jo, a este paso, pierdo seguro

Nos dimos un tierno beso en los labios, mientras llegaba el ascensor

  • Yo: espera: ¿Qué piensas hacer con la zorra de mi amiga?
  • Alex: algo se me ocurrirá, pero haga lo que haga, ni borracho me la follo, igual la llamo para putearla, pero no te preocupes que lo grabaré para que lo veas y escuches
  • Yo: bien hecho, ya me contarás, te quiero
  • Alex: y yo también

Esa tarde fui a una reunión qué tenía programada y procuré concentrarme en los temas, lo cual realmente tuvo un muy provechoso resultado.

Cené en casa sola y después bajé a Duc, con la esperanza de ver a Alex, pero estaba con su madre y su hermana, a pesar de morirme de ganas de besarlo y darle un fuerte abrazo, me tuve que contener al igual que él. Estuve poco rato y me marché a casa a intentar dormir. Al poco sonó el móvil

  • Alex: solo desearte buenas noches cielo, muchos besotes
  • Yo, gracias cielo, que pena no nos quedáramos en Cadaqués, me hubiera evitado darme cuenta de lo que hay.
  • Alex: de eso nada, lo de “ojos que no ven, corazón que no siente” no vale, al toro hay que agarrarlo por los cuernos
  • Alex: lo que tienes que hacer ahora es procurar descansar y mañana será otro día. Buenas noches cielo sueña conmigo que yo lo haré contigo
  • Yo: buenas noches cielo, también sueña tú conmigo

Ya por la mañana, cuando me desperté pensé qué estaría Alex a mi lado, pero no estaba, sino, el imbécil como dice Alex; fui a ducharme y a vestirme, después me fui a la peluquería que, aunque no tenía hora reservada, me atendieron puesto que soy cliente habitual.

Ese momento sonó mi móvil y vi que era Alex que me estaba llamando. Rechacé la llamada Y le envié un mensaje diciendo, te llamo luego ahora no puedo estoy en la peluquería y cuanto salga me voy a ver a alguien, para ver que solución le doy a esto de Héctor.

Alex me respondió: ok, tenme al corriente por favor y no hagas ninguna burrada cielo

  • Yo: ok, no te preocupes, a grandes males grandes remedios, te envío un mensaje para que me llames cuando puedas. Un besote grande
  • Alex: igual, un besote grande

Mientras estaba en la peluquería, estuve buscando referencias de las mejores agencias de detectives que había en Barcelona, como resultado salieron dos, siendo ellas, las de mejor clasificación entre su gremio. Llamé a ambas y en una de ellas me dijeron que me podían atender esa misma mañana sobre las once y media, así que les di las gracias y les confirmé que asistiría a esa hora.

Acudí a la hora convenida y me atendieron cordialmente haciéndome pasar a una salita para esperar la entrevista con el director de la agencia, que luego resultó ser directora, lo cual me gustó mucho.

Le expuse con todo detalle y muy serenamente, el cuadro que me encontré en casa, cuando llegué de Cadaqués, por supuesto omitiendo el hecho y el nombre de Alex, la conversación que tuve con la chica de servicio y la llamada que mantuve con mi marido, así como el hecho de mis sospechas, ahora fundadas de que Héctor tenía un amante o escondía algo más, que trabajaba para la empresa de mi padre y su trato despótico conmigo desde hacía muchos años (ahora lo veo).

La entrevista duró casi una hora y cuarto y al terminar, la directora me dijo que, con mucho gusto si yo quería se harían cargo de mi caso, que lo pensara pues a lo mejor descubrían algo qué realmente no me gustaría y qué podría tener consecuencias inesperadas, según se desprendía de las explicaciones que yo le di; y que si una vez pensado, aceptaba debería aparte, de aportarles lugares que yo conociera donde acudía mi marido normalmente, la dirección del despacho, vehículos qué utilizaba y otros datos que yo creyera de interés para la investigación, además de los números de teléfono que él solía utilizar.

  • Yo: no me hace falta pensarlo, estoy decidida, prepare el contrato y le firmo el contrato de encargo de prestación de servicios y le abono ahora mismo el 50% del importe total
  • Directora: perfecto, ahora mismo se lo preparamos, será rápido porque tenemos un modelo específico.

En cuestión de unos minutos, lo prepararon con todos los datos necesarios, lo firmamos y les proporcioné toda la info que me habían pedido, hice el abono de la mitad, asegurándome la directora que acelerarían la investigación lo más posible. Me dio unas indicaciones de cómo debía actuar o que debía hacer en los próximos días, para que de esta forma provocara que Héctor se quedara solo, en alguna otra ocasión durante estos próximos días, ya que, si era, así como parecía, un caso claro de infidelidad sería mucho mejor para poder demostrarlo.

La directora muy amablemente me invitó a que saliéramos a tomar un café, para poder relajar un poco el ambiente ya que me veía bastante tensa, aunque muy centrada. Casi debajo del despacho de investigación, había una cafetería y nos dirigimos allí, me comentó qué ella misma en su vida privada, se había encontrado en una situación muy parecida, además, que por cierto yo no la recordaba, resulta que ella y su familia también son miembros del Club de Polo y nos conocíamos; hizo especial énfasis en que no contara nadie en absoluto, que había encargado este tipo de investigación sobre mi marido, por supuesto le dije que así sería, que seguiría todas las indicaciones me había dado al pie de la letra.

Al salir subí paseando por la avenida Diagonal y aproveché para enviarle un SMS a Alex, en cuestión de segundos me llamo Álex.

  • Yo: hola cielo, acabo de salir de una reunión ¿cuándo crees que podríamos vernos? es importante
  • Alex: cuando tú digas y donde tú digas
  • Yo: por mí, si quieres ahora mismo ¿conoces dónde estaban los apartamentos Victoria? en avenida Pedralbes
  • Alex: no
  • Yo: no importa, te envío la ubicación, toma un taxi y ven, cuando llegues yo estaré ahí y lo pago
  • Alex: ok voy, hasta ahora cielo

Tomé un taxi, hasta la avenida Pedralbes donde estaban antes los apartamentos Victoria qué ahora hay un Hotel de la cadena AC y una cafetería ajardinada muy tranquila y discreta.

Casi llegamos al mismo tiempo Alex y yo pues yo estaba pagando el taxi y en aquel momento llegó el de Alex lo pagué y entramos. Pasamos a sentarnos en la zona del jardín en un apartado, aunque realmente no había nadie en ese momento pedimos unas bebidas y le expliqué a Alex, lo que había hecho con la agencia de detectives.

  • Alex: lo has hecho muy bien y con muchísimo sentido común, yo no hubiera sabido cómo actuar, así es donde se nota la veteranía jajaja
  • Yo: vaya ya me estás llamando vieja
  • Alex: vieja no, veterana esto es como el chiste del optimista y el pesimista dicen: que un pesimista es un optimista con experiencia jajaja

Tomamos algo para beber Alex una cerveza y yo un campari con soda, yo me pedí un sándwich, pues no había comido todavía.

Le expliqué a Alex, que había ido a una agencia de detectives, de renombre en Barcelona y les había expuesto en mi caso con todo detalle. La mirada de sorpresa por parte de Alex, fue digna de haberla fotografiado, lo sorprendí, pues creo que, nunca hubiese imaginado mi determinación. Le dije que me habían comentado diferentes opciones y que les entregué los teléfonos donde podía localizar a mi marido, las direcciones que yo conocía, así como la matrícula tanto del coche como de la moto que lleva a mi marido. A medida que le iba explicando a Alex, me estaba saliendo la ansiedad por la tensión acumulada y se me aceleraba el corazón debido a que jamás hubiera imaginado esta situación. Él mientras tanto me escuchaba atentamente, tomó mi mano acariciándola y diciéndome que intentara relajarme, que esto no era tan solo una cuestión del imbécil, sino que era una cuestión de ver las cosas como realmente son. Le agradecí profundamente su comentario y apoyé mi cabeza en su hombro y girando la cabeza le di un beso tremendamente tierno de agradecimiento y cariño.

  • Yo: perdona Alex por darte esta paliza y tener que aguantarme, pero es que, aunque me han dicho que no lo dijera nadie, si no te lo digo a ti, reviento; jamás repito jamás hubiera imaginado tal falsedad por parte de Héctor.
  • Alex: Mira no se trata de aguantar o no aguantar se trata de estar a las verdes y las maduras, ¿qué ahora tocan verdes? bueno, después vendrán las maduras, cualquier fruta antes de estar madura está verde.
  • Alex: Así qué no te preocupes, estamos juntos en ello, si tú tienes un problema yo tengo un problema, si tú tienes una alegría yo tengo una alegría, de eso se trata cielo.
  • Yo: no sabes lo que te agradezco tus palabras, demuestras una madurez impresionante que pocas personas incluso de mi edad, ni siquiera alcanzan a tener una muestra de la que tú tienes. Eres fantástico cielo, te quiero mucho y creo que te querré siempre, estoy convencida.
  • Alex: Mira vamos a dejarnos de tristezas (me dijo mientras me besaba) Y vamos a divertirnos, ¿Qué te parece si llamo a la pija de tu amiga y nos reímos un rato a costa de ella? La llamo por videollamada y tú te pones fuera del alcance de la cámara y ves lo que dice y hace. ¿te parece? Seguro que nos vamos a descojonar
  • Yo: prendaaaa, ¿y si te dice de quedar con ella? ¿o seguro que quiere algo más?
  • Alex: de quedar nada de nada; pero seguro que se me ocurre algo para que podamos divertirnos. Dame su teléfono que no sé dónde he puesto su tarjeta

Le di el teléfono de Irene y Alex la llamó con videollamada desde WhatsApp

  • hola Irene ¿cómo estás? soy Álex
  • hola Álex qué alegría que me llames ¿dónde estás?
  • Estoy en una cafetería con unos colegas y se me ha ocurrido llamarte, ya qué me habías dicho qué lo hiciera. ¿Te molesto?
  • Para nada, me encanta que lo hayas hecho
  • Sabes Irene, nunca te había visto en el polo porque si te veo te hubiera tirado los tejos
  • Que don Juan estás hecho, me gusta
  • Es la verdad estás muy buena y perdona qué te lo diga, pero tienes más de un polvo
  • Qué delicia de chico eres, decía Irene mientras se tocaba el cuello y los hombros como soñando e imaginando que era Alex el que la tocaba ¿será zorra? pensé
  • ¿Dónde estás tú, Irene?
  • En la plaza Francesc Maçià, en el Sándor, tomándome un té
  • ¿sola?
  • Si, claro
  • Aléjate el móvil un poco y así te puedo ver entera (así lo hizo Irene) que cuando estábamos con mi vecina, no he podido deparar muy bien en ti y ahora puedo
  • Claro que sí, dijo Irene, alejando el móvil para qué Alex la pudiera verla de medio cuerpo
  • Guau dijo Alex, solo veo tu mitad superior, ¿a ver la inferior?
  • Irene movió el móvil hacia abajo con el fin de hacer lo que Alex le había pedido
  • Tienes unas piernas bonitas o eso me ha parecido antes, así que me lo tienes que confirmar ahora, súbete un poco la falda, le ordenó Alex. Irene se subió un poco la falda y Alex le dijo que más, que quería verle totalmente las piernas y así lo hizo
  • Divinas, le dijo Alex
  • Eres un zalamero contestó Irene, pero me gusta que lo seas
  • Seguro que tienes un montón de amantes ¿no?
  • No, que va, en mi vida solo he tenido tres y ahora solo uno, que es un entrenador del club
  • ¿tampoco ninguno ocasional?
  • Alguna vez, pero pocas
  • O sea, todos pijos, ¿ningún albañil, mecánico, negro nada de eso?
  • Por Dios no, que asco
  • Pues seguro que más de uno te encantaría, porque tienen fama de sementales
  • Ay no sé

Comprendí rápidamente a donde quería llevarla Álex, me miró y nos entendimos solo con la mirada

  • ¿Quieres hacer algo por mí?
  • Claro dime, lo que sea (se notaba que Irene estaba excitándose una barbaridad, tragaba saliva y se acentuaba su respiración)
  • Desabróchate un poco, para que pueda ver tus tetas, que seguro son para pecar con ellas y tócate

Irene sin ningún pudor, pues según ella decía y por lo que se veía detrás de ella, era claramente que estaba en el Sándor, miró hacia un lado y hacia otro y se desabrochó tres botones de su blusa y la abrió.

  • Joder tía no te veo las tetas solo veo tu sujetador, quítatelo anda que pueda haber esos melones que tienes ahí.
  • Espera voy al servicio y me quito el sujetador granuja, consigues de mí lo qué quieres.
  • Ni se te ocurra irte al baño, quítatelo ahí mismo, no quiero perderte de vista no sea cosa que te escapes ¿vale zorra? Te va más la marcha que a un tonto un lápiz.

Ante la insistencia de Alex y por el estado de excitación que tenía Irene, metió sus manos en su espalda y se desabrochó el sujetador, sacándolo totalmente después de quitar los clips de sus tirantes.

  • Vaya par de melones que tienes, más de uno se los va a comer, tócate anda, déjame ver cómo te tocas y tienes un orgasmo ahí, en medio de todo el mundo, puta
  • Dios me has puesto muy caliente nunca me había pasado algo así, ni nadie me había dicho lo que me dices, me encanta
  • Ni se te ocurra tocarte el coño, ese coño es para que lo toquen otros no tú.

Irene estaba jadeando intentando que nadie a su alrededor se diera cuenta, pero realmente estaba tremendamente excitada, hasta el punto que tuvo un orgasmo muy fuerte, tanto que de morderse los labios para aguantarse se hizo una herida.

  • Chico, que maravilla nunca me había sentido así y había hecho algo así en público.
  • No te preocupes ya harás más cosas que nunca has hecho, ya lo verás, te encantara.
  • Solo te pongo de momento dos condiciones, si las aceptas bien, si no, adiós
  • Lo que tú quieras
  • Se acabó tu amante del club, no comparto con nadie, si no lo haces me enteraré y lo pagarás caro, tu misma y segunda de momento, no quiero que te pongas más ropa interior y siempre a cualquier hora con faldas o vestidos, que marquen ese cuerpazo que tienes.
  • Si, lo haré, se acabó te lo prometo y haré lo que me dices
  • No te lo digo zorra, te lo mando ¿está claro?
  • Si, está claro
  • Bueno zorra tengo que dejarte, igual te llamo en estos días o nos vemos en el club, tú no me llames a mí, yo te llamaré. Vete al baño y límpiate, que si no dejarás un reguero con tu corrida. un beso zorra, adiós
  • Yo: Alex: has estado impresionante, es increíble como has conseguido llevarla donde tú querías, ¿cómo has conseguido que hiciera todo lo que te ha dado la gana?
  • Alex: y espera que esto solo ha hecho que empezar, nos divertiremos con ésta. Esas pijas de postureo, son todas unas insatisfechas y reprimidas, solo hay que buscarles la vuelta
  • Yo: espera un momento ya regreso (salí un momento sin decir nada) a lo tonto eran casi las siete de la tarde)
  • Yo: he ido a elegir la cena, tengo hambre, nos avisan en cuanto esté lista
  • Alex: perfecto ya sabes qué yo siempre tengo hambre, tengo que crecer
  • Yo: jajaja, pero si mides casi 1,79, mientras qué yo solo 1,75,
  • Alex, por eso, al menos 5 o 10 cm., más tengo que crecer, por si te pones tacones altos jajaja

Aproximadamente sobre las siete y media, vino el camarero y me indicó que la cena estaba ya preparada.

  • Yo: venga, vamos a cenar
  • Alex: ok

Nos dirigimos al ascensor y marqué la planta 7

Nos adentramos por el pasillo, saqué una llave y entramos

  • Alex: ¡Uah!, ¿Qué es esto?
  • Yo: es una suite, vamos a comer, tienes que crecer
  • Alex: ven aquí

Nos fundimos en un abrazo super tierno

  • Yo: para, primero a comer, que últimamente hemos tenido mucho desgaste jajaja

No recuerdo muy bien, lo qué comimos aparte de caviar y ostras, sé que fue un pescado, más, sin duda teníamos los dos prisa en acabar

Una vez terminamos, le dije a Alex, qué podía servirse el mismo el postre y así fue, como hasta hoy y espero que siempre, maravilloso, me liberé de tal forma (creo que por fin, había perdido cualquier remordimiento qué pudiera quedarme) devoraba su polla como si fuera lo último que iba a hacer, mientras él me pellizcaba y golpeaba cada parte de mi cuero con una fuerza brutal, que me hacía gozar maravillosamente, mis orgasmos eran continuos y Alex se corrió dos veces en mi boca antes de penetrarme. Una vez me penetró por delante, yo le decía que era su puta, que me tratara como tal, que me pegara y azotara los pechos, que hiciera de mi lo que quisiera, pues era totalmente suya pues así me sentía y así me siento, lo cual hacía dándome el máximo de los placeres; después de un alto temporal, me agarró y me llevó hasta el balcón de la terraza y apoyada en los cristales, me penetró por detrás de una forma magistral, me corrí dos veces sintiendo que estaba entregada totalmente y me sentía totalmente plena y feliz.

Acabamos en la cama y a eso de las once de la noche, nos fuimos a casa en un taxi, no sin continuar abrazados dentro del taxi, cuando llegamos a casa subimos cada uno a su casa, no sin antes sin besarnos con ternura al despedirnos

Cuando entré en casa, Héctor aún no había llegado, me desnudé y me puse el pijama y me acosté sin lavarme, pues quería dormirme con el olor de mi hombre.

Sobre las doce treinta, llegó Héctor, me hice la dormida, se acostó a mi lado, sin decir nada como siempre y me dormí pensando en Alex.