Capítulo 1
- Chantaje o placer I
- Chantaje o placer II
- Chantaje o placer III
Dicen que las ocasiones las pintan calvas y a mí se me presentó la ocasión de devolverle a la pija de mi amiga la soberbia con la que me trataba.
Así comenzó esta historia…
Tenía un par de amigos que se casaron hace ya unos años, a los cuales presente, por razones que no vienen al caso, dejaron de hablarme y cuando coincidíamos en reuniones de amigos, ni se dignaban a saludarme, él se llama Carlos y ella Ana. Ella había tenido un novio antes que la dejó y por el cual seguía colgada muy colgada, tanto que corrían rumores de que de vez en cuando quedaba con él a tomar café o lo que fuese, solo eran rumores o eso creíamos… Mira por donde el lunes santo por motivos de trabajo me retrasé en llegar a donde habíamos quedado los amigos, buscando aparcamiento me tuve que meter por unos callejones estrechos y oscuros, por fin encontré un aparcamiento en un sitio que no molestara, demasiado oscuro, cuando iba a salir del vehículo, entraron en el callejón dos personas, al no verlas bien me quedé dentro del coche, cuando estaban cerca se pararon y se empezaron a meter mano como desesperados, en ese momento no sabía si salir y cortarles el rollo o esperarme. Él la empuja hacia abajo para que se la chupara y en ese momento, su cara queda a escasos metros de la mía y veo que es Ana, mi «amiga» Ana, sin pensarlo dos veces salí del coche con el móvil en la mano y le tiré una foto, ella al ver el flash del móvil volvió su cara. Rápidamente se puso de pie con la cara descompuesta, su ex se guardó la polla, solo atinaba a decir que me olvidara de esto, me limité a guardar el móvil en mi bolsillo e irme a buscar a mis amigos. A la media hora de llegar donde habíamos quedado, llegó, venia con el rostro desencajado, tanto que todo el mundo le preguntó si le pasaba algo. Es guapa, morena, 1.65, unas tetas no muy grandes, si muy firmes, lo mejor su culo y sus piernas, además de ser muy pija, ese día iba con unos vaqueros ajustados, una blusa también ajustada y unos zapatos planos, que a mí no me gustan para nada. Varias veces trató de acercarse para hablar, me limitaba a esquivarla y sentir indiferencia, así la tuve hasta última hora, cuando me iba a marchar, disimuladamente me acerqué.
-Mañana te quiero con falda y algo de tacón ZORRA.
Le tiré un pellizco en el culo, dándome la vuelta y echando a andar, sin mirar atrás, aunque notaba que me estaba mirando. Durante la noche y parte de la mañana me llamó varias veces y mando mensajes, no contesté a nada. Por la tarde habíamos quedado a las seis, ella no se presentó a esa hora, pensé que no iba a venir, pero a eso de la media hora apareció, por supuesto con falda y zapatos de tacón, la ZORRA sabe vestir bien, venia con pantys o medias, que no supe en ese momento, llegó y saludó a todos, se acercó dónde estaba sentado, que cuidadosamente y esperando que se presentara le había dejado un sitio vacío junto a mí y pegado a la pared, con el ruido que había, le podía hablar tranquilamente sin que nadie se enterase de lo que hablábamos.
-Hola PUTITA, ¿Cómo le va a sentar a tu marido el saber los cuernos que le estas poniendo?
-Por favor, no se lo cuentes, ni a él ni a nadie, haré lo que me pidas, siempre que sea razonable.
-Lo harás, jajajaja, a partir de ahora vas a acatar mis deseos como órdenes, te voy a convertir en más PUTA de lo que ya eres.
-Te daré dinero u otra cosa que me pidas, pero jamás me acostaré contigo, ¿Quién te crees que eres?
-Jajajaja, ¿piensas que es solo acostarte conmigo?, jajajaja, no es solo eso, vas a obedecerme en todo, hasta en la forma de vestir. ¡¡¡Basta de chachara!!!, tú eliges, me voy y se entera todo el mundo, o vas al baño, te quitas las bragas y me las das con disimulo. Si me voy, lo primero que voy a hacer es buscar al cornudo de tu marido en el próximo relevo, contárselo y por supuesto enseñarle la foto.
Se levantó y fue al servicio, muy digna, conmigo esa dignidad se había acabado. Tardó bastante, tanto que pensé que había salido por la otra puerta, pero no, la vi aparecer por el pasillo, con algo en la mano y muy colorada, cuando pasó delante mía para sentarse se puso de cara a mí, tapando la vista al resto y me entregó las bragas, poniéndose colorada como un tomate, con todo descaro las cogí y me las llevé a la nariz, poniéndose más roja, olían muy bien y como comprobé luego de encaje y muy bonitas.
– ¿Por qué has tardado PUTA?, me gusta que las PERRAS como tú, me obedezcan rápidamente.
-Llevo pantys y he tenido que hacer malabares para no mancharme, el servicio no es que este muy limpio.
– ¿Vas depilada?
-No, solo lo hago en verano.
-Por hoy hemos terminado ZORRA, mañana iras a trabajar sin bragas, totalmente depilada y si llevas pantys me da igual, tú sabrás como quieres que acaben.
Sabía que trabajaba hasta mediodía, se había pedido las tardes de esa semana libres. El resto de la tarde noche la deje tranquila, ella no hacía nada más que mirar y agachar la cabeza cuando cruzábamos la mirada, como Amo que soy eso me gusta y estaba empezando a disfrutar de esa PERRA. Cuando me levanté al día siguiente, lo primero que hice fue llamarla, y me sorprendió pues me lo cogió al primer toque, mis instrucciones fueron cortas y precisas, así es como me gusta tratar a mis PERRAS.
-A la una y media le dices a tu compañera que se vaya que tú cierras, que estas esperando a un amigo que llega más tarde para verle la vista.
Colgué sin decirle nada más. Esos días los tenia de vacaciones como todos los años y a las dos menos unos minutos llegué a su trabajo.
– ¿Estás sola?
-Si.
-Cierra, estaremos más tranquilos.
Más de una vez lo había comentado que había atendido a fulanito de tal o de cual después de cerrar. Nos metimos en un pequeño despacho que tiene y cerré la puerta, no hacía más que mirarme a ver que le iba a decir o pedir. Lo primero que hice fue meterle las manos bajo la falda y comprobar que llevaba pantys.
– ¿Crees que por venir con pantys vas a conseguir pararme?
Bruscamente la cogí del pelo y le hice poner las manos sobre la mesa, el culo hacia fuera, le subí la falda y con mis manos le rompí los pantys, le metí un dedo sin avisar en el coño, para mi sorpresa estaba húmedo, la hija de puta estaba excitada, le saqué el dedo del coño…
– ¿Qué te pasa?, jajajaja, vas a ser más PUTA de lo que creía, jajajaja, te gusta que te trate así.
-No, no me gusta nada, pero llevo toda la mañana pensando en ti y el no llevar bragas me tiene en este estado sin querer. Haz lo que tengas que hacer y déjame tranquila.
-Este es el principio, te voy a convertir en una más de mis PUTAS, te usaré a mi antojo y te aseguro que cuando acabe contigo, serás tú la que me busque ZORRA.
La volví a poner con las manos en la mesa y el culo hacia fuera y se la metí en el coño de golpe, empecé a follármela, deprisa y bruscamente, tirándole del pelo.
-No, para. No me gusta.
Su respiración y sus jadeos, que trataba de ocultar, decían lo contrario.
– ¿Qué puta?, ¿te está gustando no?, ¿ves cómo eres una ZORRA?, pija pero muy ZORRA, te voy a convertir en eso, empezó a jadear sin disimular.
-Me voy a correrrrrrr, uffff, no aguanto más.
Paré y se la saqué de su puto coño, se volvió con la cara descompuesta de placer.
-Noooo, por favorrrrrrrr, no pares ahora, no me dejes así.
-Te correrás cuando yo lo ordene, a partir de ahora solo lo podrás hacer con mi autorización.
No muy consciente de lo que decía…
-Lo haré, pero ahora no me dejes así, por favor, uffff, no puedo más, necesito correrme, llevo todo el día así, no sé porque, por favorrrrrrrr.
La cogí del pelo, la hice ponerse de rodillas y empecé a follármela por la boca, me encanta, empezó a tocarse el coño rompiendo aún más los pantys, poniendo una cara de zorra que me excito más.
– ¿Por favor me puedo correrrrrrr?
Viendo que también me iba a correr…
-Hazlo.
Empecé a correrme en su boca sin avisarle.
-Trágatelo todo, las PERRAS no deben de derramar ni una gota de la leche de su AMO.
Estaba tragando cuando explotó en un orgasmo, que se tuvo que sentir en la calle. Me separé y me quedé mirándola, estaba de rodillas, los pantys destrozados, la falda en la cintura y el pelo revuelto. Se tranquilizó me miro…
-Dame el móvil para que borre la foto.
-Te he dejado muy claro que me perteneces y a partir de ahora solo podrás correrte con mi autorización.
Me miro con cara de asustada.
-Lo he dicho sin pensar, en un estado…
Le terminé la frase…
– ¿En un estado… un estado de placer PERRA? ¿me vas a decir que esa corrida ha sido fingida PUTA?
Agachó la cabeza y supe que le había ganado su voluntad, una parte se resistía, la otra reconocía que había disfrutado. La puse de pie, le fui abriendo la camisa hasta descubrir un sujetador de encaje negro precioso, me gustan, se lo puse encima de sus pechos, no son grandes, si muy apetecibles y bien formados, sin decirle nada me llevé a la boca un pezón y con la otra mano le empecé a pellizcar el otro, al principio lo rehuía, conforme iba lamiendo iba cediendo, me di cuenta de que ese era su punto débil, metí la mano en su coño y estaba empezando a destilar jugos, saqué la mano y se la di para que me la limpiara.
-¡¡¡No!!!, me da asco.
Sin mirarla me incorpore la cogí del pelo y la obligue a abrir la boca y chupar los dedos.
-Es la última vez que pido algo y lo rechazas.
Asintió con la cabeza, seguí chupando sus tetas, mordiéndolas, alternativamente, con una mano masajeándole el clítoris, empezó a suspirar y jadear.
-No puedo más, no aguanto, ¿déjeme correrme?
-Espera PERRA, voy a dejarte que te corras muy a gusto.
La cogí, la tumbé en la mesa y se la metí de un golpe seco y duro, estaba muy excitado, empecé a follármela.
Solo decía tres o cuatro palabras.
-No te corras dentro, dame permiso para que yo lo haga.
-Aquí mando yo PERRA, córrete.
La saqué de su puto coño y me corrí en su barriga, cara, tetas y pelo, lo que hizo la muy PUTA me sorprendió, cogió con sus manos mi semen y se lo fue metiendo en la boca. Di por acabada la sesión, la ayudé a levantarse, iba a recomponer su ropa.
-Mi polla siempre ha de quedar reluciente PERRA.
Lo entendió muy bien, se arrodilló y me la limpio entera hasta que me volví a empalmar, la muy zorra la sabe chupar muy bien, ya era tarde para ella, la esperaba el cornudo de su esposo para comer, se fue al servicio y fui detrás de ella, cuando cogió toallitas para limpiarse.
-Solo la cara y el pelo, ni se te ocurra limpiarte te quiero así de GUARRA, hasta que vayas luego a tu casa a cambiarte.
Me miró con cara de susto y obedeció.
-Déjame quitar los pantys.
-Con la falda no se ven como están, solo alguna que otra carrera, jajajaja.
Cuando ya estaba arreglada, es un decir, olía a zorra un montón, me acerqué y le comí la boca, al principio no la abría, luego de un par de mordiscos en los labios la abrió, vaya si la abrió, luego no se despegaba, si digo de follármela otra vez lo hubiese hecho encantada. Mientras íbamos hacia su coche y viendo su comportamiento, me la jugué.
-Si no quieres seguir, eres libre, esto no se repetirá y borraré la foto, piénsalo bien, ya has visto como has disfrutado y como te gusta ser tratada como una PERRA, de ti depende.
-No soy ninguna PUTA, si es verdad lo que me acabas de decir, borra la foto, porque no se repetirá y jamás volveré a dirigirte la palabra.
Sin alterarme lo más mínimo, saqué el móvil, busque la foto y delante de ella la borre.
-Estoy tan seguro de que vas a volver, que no tengo problema en borrarla. Tienes de plazo hasta esta tarde cuando nos veamos, si te quieres convertir en MI ZORRA SUMISA, respetare tus compromisos tanto laborales como matrimoniales, el resto del tiempo me pertenecerás.
-Ni en sueños me volverás a tocar.
Ya llevábamos un rato junto a su coche y no se despegaba ni se metía en el para irse.
-Si esta tarde te presentas con falda, más corta, medias, tacón y una blusa pegada, entenderé que aceptas mi oferta, si no vas así, o ni siquiera vienes, no te molestaré más.
Se subió en el coche…
-Olvídame y olvídate de todo esto, no quiero saber nada de ti en la vida.
Me retiré y me dirigí a mi coche, muy tranquilo y satisfecho y a esperar a las siete y media que habíamos quedado…
CONTINUARÁ…
Soy Amo, me encanta la dominación, me gusta tener, someter y humillar a parejas y a quien se quiera iniciar, necesitar un tutor o conocer este estilo de vida.
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