Capítulo 13
- Chantaje a mi puta perra I
- Chantaje a mi puta perra II
- Chantaje a mi puta perra III
- Chantaje a mi puta perra IV
- Chantaje a mi puta perra V
- Chantaje a mi puta perra VI
- Chantaje a mi puta perra VII
- Chantaje a mi puta perra VIII
- Chantaje a mi puta perra IX
- Chantaje a mi puta perra X
- Chantaje a mi puta perra XI
- Chantaje a mi puta perra XII
- Chantaje a mi puta perra XIII
- Chantaje a mi puta perra XIV
- Chantaje a mi puta perra XV
- Chantaje a mi puta perra XVI
- Chantaje a mi puta perra XVII
- Chantaje a mi puta perra XVIII
- Chantaje a mi puta perra XIX
- Chantaje a mi puta perra XX
- Chantaje a mi puta perra XXI
Me volví a desnudar y me metí en la cama, mientras observaba a Lu desnudarse, quedándose solo con la medias, ufffff, me estaba volviendo a excitar, pero tenía que descansar, el sábado iba a ser un día largo e intenso.
Se estaba metiendo en la cama, cuando sonó un aviso de whatsApp en mi móvil…
-Acércamelo Lu.
Me lo dio, y al abrirlo vi que era de Ana…
Así terminó el último capítulo…
No ponía nada, solo me reenviaba el video que acababa de recibir de su cuñada, sinceramente sabía que lo iba a mandar, pero no esperaba que fuese tan pronto. Lo abrí, y no me dejo nada indiferente, había puesto el móvil en el lavabo y se había sentado en el wáter, se la veía abierta de piernas, con una mano en su coño y la otra masajeándose, pellizcándose sus enormes pezones, subí el volumen para que también lo oyera Lu.
“Acepto SEÑOR, acepto a Ana como mi tutora, acatare todas y cada una de sus órdenes, para que me convierta en una buena puta para usted”.
Lo decía entre gemidos y suspiros, porque con la última palabra se corrió.
-Lu. – ¿Puedo hablar SEÑOR?
-Por supuesto Lu.
-Lu. -Espero que no se moleste conmigo, ¿no va a ser mucho lio para mañana?
-No me molesta, y pienso como tú, pero ya veremos como sale todo conforme vaya avanzando el día. Ahora vamos a dormir.
Después de un día ajetreado, los dos nos quedamos dormidos al instante, no sin antes decirle a Lu que apagara o le quitara el sonido a su móvil y quitándole el sonido al mío.
Dormimos del tirón, porque al abrir los ojos y mirar la hora, me di cuenta de que eran casi las once. Junto a mí y totalmente dormida estaba Lu, no quise despertarla, me levanté y lo primero que hice fue llamar al servicio de habitaciones y pedir una jarra de café y otra de leche así como un par de sándwich. Cogí mi móvil y vi que tenía varios whatsApp de Jara, uno de Julio y otro de Ana. Los de Jara eran para decirme que como su hermana tenía el móvil apagado que suponía que no iba a ir a trabajar hoy, así que se iba con Mimi a la tienda, que si no necesitaba nada, que ya nos veríamos en la boda.
En otro me decía si tenían que ir a la iglesia o directamente en la celebración. Le conteste que no tenían que ir a la iglesia, que cuando cerraran la tienda que se viniesen al hotel y que descansaran, que si necesitaba algo de ella la llamaría o le escribiría.
Julio solo me preguntaba si lo necesitaba para algo, que hoy le iba a costar poder estar con nosotros, su hija no se le despegaba, que lo disculpara y perdonara. Le conteste con un escueto ok, porque aunque él no lo sabía, no iba a dejar de usarlo para mis planes, con o sin hija. El de Ana sí que me intereso más…
“Buenos días Amo, estoy deseando verlo, pero no le escribo por eso, le escribo porque mi cuñada ya me ha llamado y escrito varias veces y me tiene de los nervios, sé que es mi responsabilidad, y como hoy va a estar la cosa complicada y no la voy a ver hasta la boda y en la iglesia, no puedo hacer nada, y para serle sincera, no sé cómo actuar, por lo que cualquier castigo que usted me imponga lo aceptare.”
Decidí llamarla…
-Buenos días Ana, ¿Qué le pasa a tu cuñada?
-Ana. -Buenos días AMO, que no quiere seguir, que si me mando el video fue por el calentón del momento, y que no ha pegado ojo, que no puede engañar así a mi hermano, que no le mande el video, ya me ha llamado varias veces para ver si he hablado con Usted.
– ¿Le has dicho que ya me has mandado el video?
-Ana. -Si AMO, por eso me llama cada cinco minutos, para ver si me ha dicho algo.
-No te preocupes, lo voy a solucionar ahora mismo.
-Ana. -Lo siento AMO, aceptare cualquier castigo.
-No lo dudo PERRA, nos vemos en la iglesia, y si te llama antes de que hable con ella, dile que ya has hablado conmigo y que yo le daré la respuesta.
Colgué sin despedirme, porque en ese momento llamaron a la puerta. Me puse un pantalón corto y abrí, llevándome la sorpresa que la que traía el carrito con el desayuno era Yolanda.
-Buenos días, ¿Cómo tú haciendo de camarera?
La deje pasar cerrando la puerta tras ella.
-Yolanda. -Buenos Días SEÑOR, se les ha complicado el tema de personal y me han pedido que haga un extra de camarera hoy.
Como había cerrado la puerta, me quite el pantalón.
-De rodillas y chupa PERRA.
Sonrió, se arrodillo y llevándose la manos a la espalda se metió mi polla en la boca, que como todas las mañanas estaba ya dura.
-Uffff, como me gustas…
La deje chupándola y como aún tenía el móvil en la mano, llame a Isa.
-Buenos días PERRA, ¿Dónde estás?
-Isa. -Buenos días AMO, en la habitación de Susana, no esperaba su llamada…
No la deje seguir…
– ¿Dónde está la GUARRA de tu consuegra?
-Isa. -Ahora viene AMO, estaba en la peluquería, pero esta al llegar…
-Ok, voy para allá, si llega antes que yo, ni se te ocurra decir que hemos hablado.
Colgué sin darle tiempo a contestar.
-Ufffff, para PERRA…
Vi que Lu se había despertado y no perdía detalle de la mamada que me estaba dando Yolanda.
-Tengo que salir Lu, desayuna tranquila, hoy no tienes que ir a la tienda.
-Yolanda. -Tendría que irme SEÑOR.
-Por supuesto, me hubiese gustado que te fueras con mi corrida en tu boca, pero los planes han cambiado, supongo que nos veremos en la boda.
Volví a ponerme el pantalón, seguía empalmado, sé que hasta que no meo no iba a bajar.
– ¿Quién va a hacer las habitaciones hoy?
-Yolanda. -Mi amiga Carmen SEÑOR, pero como le dije ayer, es discreta de más.
-Perfecto, te acompaño.
Me acerque al armario, saque una camiseta y de la mesita cogí la llave de la habitación de Susana. Salimos y entre directamente en la habitación de la novia. Al entrar casi me doy de bruces con Juani que acaba de llegar y que se puso de todos los colores al verme.
Susana estaba sentada en uno de los sillones hablando con alguien por teléfono, llevaba puesta una bata blanca de seda, su madre estaba de pie junto a Juani, con un blusón como los que usa en su casa, estaba descalza, pero sí que llevaba unas medias beige, mientras que Juani llevaba unos leggins negros, una blusa blanca que le llegaba por debajo del culo, y unos zapatos de tacón negro.
-Buenos días PERRAS.
Solo me contestaron Susana y su madre…
-Juani. – ¿Cómo?, ¿tú también? ¿y mi hijo?
Susana dejando el teléfono se puso de pie…
-Susana. – ¿Yo que ZORRA?, no te atrevas a enjuiciarme, o que te crees, que no sé de tus chanchullos y de quien te ha sacado de tus líos, la PUTA de mi madre me ha puesto hoy al día de todo.
Cada vez me intrigaba más el secreto de Juani, aunque por las palabras de Susana, supe que no era nada de carácter sexual.
-Juani. – ¿Isa como has podido?, siempre te he guardado las espaldas…
No la dejo seguir…
-Susana. -Y eso ha hecho esta GUARRA, te lo ha guardado muy bien, pero hoy cuando me ha puesto en antecedentes de todo lo que paso ayer, la he obligado a contármelo.
-Juani. – ¿Cómo le hablas así a tu madre?, por dios que es tu madre…
-Susana. -Jajajaja, porque es una GUARRA, pero no creas que tú no lo eres, y no lo digo por lo de ayer, porque lo que no sabe MI AMO y la GUARRA de mi madre es como te gusta lamer el interior de los zapatos y ni se te ocurra decirme que es mentira, porque este verano vi como lo hacias con una sandalias mías que me acaba de quitar. Si algo de dignidad le quedaba, esta confesión de Susana termino con ella.
-Ahora entiendo ese gusto tan exquisito por los zapatos que tienes, pero no estoy aquí para eso PUTA GORDA, nadie te ha obligado a mandar el video, lo has hecho porque has querido, te di la oportunidad de olvidarlo todo, hoy tenía pensada una mañana tranquila, pero no es posible, y el de menos soy yo, es que le has dado el día a Ana.
-Juani. -Lo siento, no lo pensé, no volverá a pasar, -haciendo intención de irse-, ya no os molestare…
-De eso nada, antes vas a pagar lo que has hecho PUTA GORDA, y luego podrás volver a tu misera vida.
-Juani. – ¿Qué quieres de mí?
-Susana. – ¿Puedo AMO?
-Si
Se levantó y se puso delante de Juani, llevo una de sus manos a los leggins e introduciéndola…
-Susana. -La PUTA de mi suegra está chorreando, jajajaja, y no lleva bragas la muy GUARRA -sacó la mano y se la llevó a la boca…-Chupa PUTA GORDA, deja mis dedos limpios de tus jugos.
Ni se lo pensó, le gustaba chupar, cogiendo la mano de Susana se la metió entera en la boca con ganas, hasta con desesperación diría yo.
-De rodillas PUTA GORDA.
Sacándose la mano de Susana de la boca y totalmente vencida por la perversión se puso de rodillas. Me puse delante de ella y quitándome el pantalón del todo, empecé a mearme, sin importarme que se manchara la tarima del suelo. La muy GUARRA me sorprendió, porque abrió la boca y buscaba mi meados.
-Susana. -Jajajaja, mírala, la que no quería, que CERDA.
-Límpiala.
No dudo y eso me hizo darme cuenta de que lo que más le excitaba era todo lo guarro, porque sin yo decirle nada, se tiró a lamerme los pies, a limpiar las salpicaduras de mis meados que habían caído en ellos.
-Susana. -Ufff, menuda CERDA que ha encontrado AMO.
No quería estropearle el peinado, ya que era la madrina de la boda, pero a ella no parecía importarle.
-Para GORDA, ufffffff como me pones, voy a follarte PUTA.
-Susana. -Ufffff, ¿puedo usar a la PUTA de mi madre AMO?
-Por supuesto, hoy eres la protagonista, y tú GORDA a la cama.
Se levantó, no sin trabajo del suelo, y con una cara de vicio como jamás había visto, Susana se volvió a sentar y abriéndose de piernas insto a su madre a comerle un coño que se veía muy brillante de excitación. Cambie de opinión, no en follarme a la GORDA, sino por donde me la iba a follar.
-No te subas GORDA, apoya las manos en la cama y saca el culo.
Me acerque y bajándole los leggins hasta los tobillos, y aprovechando que tenía la polla aun mojada de la saliva de esta y comprobando que tenía la altura perfecta, enfile mi dura polla a su enorme culo y con trabajo pero sin miramientos, quería hacerle daño, se la metí de golpe…
-Juani. -Aggggggggggggg, nooooooo, por ahí noooo.
Estoy seguro de que el grito se escuchó en toda la planta.
-Ufffff GORDA DE MIERDA, este es tu castigo por hacerle pasar un mal rato a la PUTA de tu cuñada, ufffff, me voy a correr.
Me vacié, estaba tan excitado que fue una corrida intensa y larga, sintiendo como hundiendo su cara en la cama se corría también. Me salí y viendo que del peinado le quedaba poco, la cogí del pelo y tirándola de mala manera al suelo.
-Déjala limpia GORDA.
Se la metió en la boca, he de decir que no salió muy sucia, empezó a chupar y a dejarla limpia.
-Susana. -Ufffff, como me pone verlo usar a estas GUARRAS, AMO, me corroooo…
Dando un grito se corrió, casi ahogando a su madre con su coño, la tenía agarrada con fuerza de la cabeza.
-Ahora haz lo que quieras GORDA, no te voy a usar más, eres libre.
-Juani. -Noooo, por favor, perdóneme -lo decía con lágrimas en los ojos-, úseme como quiera, hare lo que me pida, por favor, pero no me eche.
Me gusto porque no me tuteo, me trato con respeto y entrega.
-Está bien GORDA, por ahora te aceptare a prueba, ¿acataras todos mis deseos y órdenes?
-Juani. -Lo hare SEÑOR, gracias.
Susana seguía en el sillón aún recuperándose del orgasmo que le había provocado la situación y su madre, mientras esta última estaba aún en el suelo, sentada sobre su culo, abierta de piernas y masturbándose.
-Isa. -Se que no lo merezco AMO, pero déjeme correrme por favor.
-Hazlo.
No había terminado la frase cuando empezó a correrse.
-Me voy a la habitación, necesito descansar, nos veremos en la iglesia, tendrás que volver a la peluquería, jajajaja.
Por primera vez se rio, mientras se subía los leggins.
-Juani. -Jajajaja, cierto SEÑOR, pero ha merecido la pena.
Me puse los pantalones y me fui a mi habitación, donde estaba esperándome Lu, que ya estaba vestida y preparada para salir.
-Lu. -Me he arreglado AMO, no sabía cuánto iba a tardar, y si no me necesita para nada tengo cita en la peluquería.
-Por supuesto, voy a darme una ducha y saldré a dar un paseo.
Me metí un rato bajo la ducha, me vestí y salí a dar un paseo, a despejarme a pensar en lo que iba a acontecer esta misma tarde. El paseo me llevó a una terraza donde me senté, y aunque era tarde me tomé un café, el de la habitación allí se había quedado y aunque tenía hambre, preferí esperar un rato y ya sentarme a comer.
Ese rato a solas me vino bien para decidir sobre los pasos a seguir esa tarde, en principio descarte a Raquel, Isa y a Susana, aun sabiendo que a ellas no les iba a gustar, Yolanda estaba descartada porque iba a estar trabajando, me daba cosa por Ceci y Gema, y sobre ellas decidiría en el momento, por lo que descarte a Mimi, con ella ya tendría tiempo, por supuesto no podía prescindir de Jara, más por su vena dominante y de Ana y Lu, porque tenía entre ceja y ceja desvirgarlas analmente, y de la que estaba seguro que no iba a prescindir era de Juani, mi mente perversa la quería humillar y mucho, sabiendo que ella lo iba a disfrutar. Se me vino a la cabeza Julio, me había pedido no participar, pero iba a necesitar su ayuda, quisiese o no él. Me volví al hotel a comer algo y retirarme a descansar, la boda era a las seis y había decidido ir a la iglesia. Entre directamente al restaurante y estaban casi todos. En una mesa estaban Isa, su marido Diego, Juani con su marido y el cornudo del hijo y en otra mesa Jara, Lu y Mimi. Me hice el loco y me fui sin saludar a nadie, directamente a la mesa de Jara.
-Buenas tardes chicas.
Me senté sin pedirles permiso.
– ¿Cómo lleváis el día?
-Jara. -Hola…
No la deje seguir.
-Sin tratamientos Jara
-Jara. -Hola Raúl, la mañana ha estado liada pero productiva.
-Me alegro, ¿habéis pedido ya?
-Lu. -No Raúl, acabamos de sentarnos.
-Pide por mí, sé que vas a acertar.
Se acercó un camarero y Lu pidió por todos.
-Cuando comamos iros a descansar, tú te vienes conmigo, tenemos que hablar, así que Lu quédate con Mimi.
-Lu. -Tendré que subir a tú habitación, pensando en que me iba a quedar contigo he llevado mi ropa, Raúl.
-No, no hace falta, como tienes llave, cuando llegue la hora de arreglarte te subes, yo si voy a ir a la iglesia.
Comimos bien, para eso Lu tenía buen ojo, lamenté no poder dar mejor uso a la botella de vino que pidió, pero quería estar fresco.
-Vámonos Jara, vosotras quedaros y pediros el postre.
Llame al camarero y le indique que la comida la cargaran a mi habitación.
-Camarero. -La comida esta pagada Señor, han sido invitados por aquella mesa -lo dijo señalando a la mesa de Isa-.
-Gracias.
Me levanté seguido de Jara y al llegar a la mesa de Isa, les di las gracias por la invitación y seguí mi camino sin detenerme. Al llegar a la planta donde estaban nuestras habitaciones, me extraño ver a Carmen la compañera de Yolanda en la puerta de Susana, con las manos en los bolsillos de su camisa de trabajo y sobre todo lo nerviosa que se puso al vernos a Jara y a mí.
-Buenas tardes Carmen, porque te llamas Carmen, ¿verdad?
-Carmen. -Si Señor.
– ¡Pasa algo?, ¿está usted muy nerviosa?
-Carmen. -No, no pasa nada, ya he terminado de hacer las habitaciones, solo estoy esperando a mi compañera que salga de esta habitación.
Me di cuenta de que sabía lo que estaba pasando en la habitación, al igual que yo, porque la que estaba con Susana no podía ser otra que Yolanda. Carmen era una mujer que rondaría los cuarenta años, nada guapa ni atractiva, más por estar dejada que por ser fea, además de bastante gorda, con unas gafas de pasta enormes y el pelo bastante largo para lo bajita que era, recogido en una cola. Como dio la casualidad de que cuando salí me guardé en un bolsillo la llaves de la habitación de Susana y de Jara, sin darle tiempo a reaccionar, abrí la puerta y dándole un pequeño empujón entramos en la habitación, seguidos de Jara que cerro tras entrar ella. Se quedo blanca y tiritando de los nervios…
-Tranquila Carmen, como ves tengo la llave.
La deje en medio de la salita y me dirigí a la habitación de donde salían los inconfundibles gemidos de Susana. Al entrar me vino a la cabeza el día que conocí a Yolanda, Susana estaba tumbada en la cama y tenia a Yolanda entre sus piernas comiéndole el coño.
-Susana. -Ufffffff, hola AMO, lo siento pero estoy muy caliente, no sé qué agggggg, sigue PUTA, -había hecho intención de dejar de comerle el coño- lo necesitaba, lo echo de menos. Agggggg me corroooooooo.
Soltó la cabeza de Yolanda que se incorporó.
-Yolanda. -Hola AMO, no podía negarme…
-Jajajaja, ni tampoco te habrá dado opción, no pasa nada, hoy tiene carta libre, es la dueña y señora de todos.
-Susana. -Gracias AMO, no sabe que ganas tengo que sea usted el primero en usarme cuando este casada.
-Ya veremos PERRA, ahora me interesa más hablar con Yolanda, porque me dijiste que tu amiga era discreta, pero no que hasta te cubre, porque no me puedes negar que no sabía que pasaba aquí.
-Yolanda. -Es verdad, ¿Dónde está?
-Tranquila, está ahí fuera con Jara.
-Yolanda. -Ya sabe que le dije que era muy discreta AMO, y nos lo contamos todo, bueno en este caso casi todo, porque sí que le conté lo que me paso con su PERRA, pero no el resto, antes de que se enfade AMO, se lo conté el mismo día que paso, no esperaba llegar hasta donde he llegado.
-No me enfado, pero sí que me lo tenías que haber contado en su momento, y eso te va a reportar un castigo.
-Yolanda. -Lo se AMO y siento no haberlo hecho.
-Susana. -AMO, en media hora estará aquí la peluquera y la estilista.
-Tranquila PERRA, nos vamos.
Íbamos de sorpresa en sorpresa porque al salir no encontramos a Jara sentada y a Carmen de rodillas en el suelo, sin el uniforme de trabajo, solo con unos pantys negros que le llegaban hasta las tetas, y unas bragas y sujetador enormes feos y beige.
-Jara. -Espero que le guste AMO, cuando ha entrado usted, me he acercado por detrás y como vera, no sin trabajo he llevado mis manos a su peludo coño y la muy guarra estaba chorreando.
-Nos tenemos que ir Jara y ellas tendrán que seguir en lo suyo.
-Yolanda. -No AMO, he terminado hasta las seis y ella también, pero no puede irse, está de guardia por si se necesita una camarera de habitaciones.
-Vamos a mi habitación.
Carmen se levantó, no se la veía incomoda y si nerviosa, no se atrevía a levantar la mirada, solo hizo intención de ir a vestirse.
-Jara. -Quien te ha dicho que te vistas PEDORRA.
Cada momento me gustaba más la vena dominante de Jara.
-Jara. -Coge la ropa y síguenos.
-Carmen. -Pero ¿y si me ve alguien?
-Jara. -Ese es tu problema no el mío.
Salimos los cuatro de la habitación y casi nos damos de bruces con Juani e Isa.
-Buenas tardes señoras.
Las dos se quedaron mirándonos y su cara de sorpresa al ver a Carmen, me hizo reír. Al entrar en la habitación Jara se quitó el abrigo que llevaba, la blusa y la falda negra, quedándose en un conjunto de encaje negro de braga y sujetador y unas medias negras, así como unos zapatos negros. Yolanda al ver lo que hizo Jara, se sacó los zapatos, los pantalones y la camisa negra que llevaba, quedándose con unos pantys negros y unas braguitas y sujetador deportivo negros. Metió su mano entre sus piernas y rompió los pantys por la parte de su coño.
-No tienes que hacerlo, sabes que respeto mucho el trabajo y además necesito descansar, pero vamos a aprovechar a Carmen ya que está aquí.
Me desnude de cintura para abajo, me acerque a Carmen…
-Chupa GORDI.
Ni lo dudo, se la metió en la boca, y uffff, sabía, sabía hacerlo muy bien.
-Ufffffff, como lo hace, va a hacer que me corra enseguida, sigue GORDI, ufffff.
La cogí de la cola y ya no deje que fuese ella, me la folle yo con fuerza, con ganas, y no pare hasta que me corrí, y no lo quería hacer en su boca, me ponía mucho hacerlo en su cara, en sus gafas.
-Aggggg, me corroooo.
Sin decirle nada me la dejo reluciente. Me retiré y vi como su respiración estaba agitada y sus gafas, su cara y hasta su pelo, llenos de mi leche.
-PERRA, de rodillas junto a tu compañera y límpiala.
Se arrodillo y con su lengua empezó a limpiar a Carmen, hasta que termino en un morreo.
-Ya vale PERRAS.
Cogí a Carmen del pelo, la levante y tirando de su coleta la saque al pasillo, Jara que venía tras de mi con su ropa se la tiró al suelo.
-Ya tendrás noticias mías GUARRA por medio de Yolanda.
Cerra la puerta y me fui directo a la cama.
-Al final tampoco voy a ir a la iglesia, ¿puedes estar aquí?
-Yolanda. -Si AMO, estando a las seis en el office, no tengo porque darle cuentas a nadie, solo tengo que ponerme la camisa blanca y la corbata.
-Escríbele a Carmen, pregúntale como está y dile que a las cinco y media te suba la camisa y la corbata.
Vamos a sentarnos.
– ¿Queréis un café, un té o una copa?
Las dos me pidieron Té, llamé al servicio de habitaciones y pedí un café con leche y dos tes.
-Aprovecha y descansa Yolanda, mientras hablo con Jara.
-Yolanda. – ¿Puedo echarme en la cama?
-Claro que sí, pero espera y te tomas el té.
-Yolanda. -Si AMO, me vendrá bien, ¿no le importaría que me escondiese cuando vengan a traer los cafés?
-Por supuesto, metete en el baño.
No nos habíamos sentado cuando llamaron a la puerta, me levante a abrir, dejando pasar al camarero, que casi se le cae la bandeja que traía al ver a Jara, que no había hecho por esconderse ni taparse, a mí se me escapo una carcajada.
-Es que no tengo nada suelto, ya tienes tu propina, jajajaja.
Se fue por donde vino, pero no podía apartar la mirada de Jara. En eso salió Yolanda, con el móvil en la mano y riéndose.
-Yolanda. -AMO ya me ha contestado Carmen.
Me dio el teléfono y lo leí en voz alta para que lo escuchara también Jara…
CONTINUARA…
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