Capítulo 4

Hola, amigos y amigas, espero nos recuerden, nos quedamos en la narrativa de mi encuentro con Ana y quedaba pendiente la continuación de la semana esperando nos platicáramos que habíamos hecho y quien ganaba la apuesta, yo ya tenía preparado mi relato, así que a esperar..

Día 5. La mañana la ocupé en verificar la mudanza y que no quedara nada en la oficina, esperé al servicio de limpieza para que quedará vacío y limpio para hacer la entrega al día siguiente, por la tarde pase a la vinatería por un par de botellas de vino tinto para nuestro viernes de resultados…

Antes de la cena, llegó mi cuñada por las niñas para llevarlas al cine y a cenar, con la promesa de llevarlas al día siguiente después de medio día, le guiñó un ojo a María y salieron más que disparadas las tres…

Una cena ligera, dos copas de vino, ella con una falda escocesa y una blusa blanca, exhalaba deseo por cada uno de sus poros…..

“y que tal tu semana de mudanza, imagino que de locos¡

“por supuesto, ya sabes que es difícil sobre todo decidir qué guardas y que tirar, pero ya se acabó¡¡, mañana entrego la oficina y a empezar de nuevo,

“no te preocupes, vendrán tiempos mejores, es temporal el cambio a ese edificio, ya verás que pronto te recuperas de ese mal negocio y volverás a tener una oficina igual o mejor a la que tenías, tiempo al tiempo,

“seguro, con tu apoyo como siempre, lo haremos pronto, -mientras nos servía la tercera copa, le pregunto- “y como vas con la apuesta?”

“mmm, dejemos que la suerte decida quien platica primero sus avances, te parece?

“perfecto¡, juguemos una partida de dominó y el que pierda a 100 puntos, platica sus avances primero,

En lo que ella levantaba las cosas de la mesa y la dejaba libre, yo fui por el dominó y una libreta de anotaciones para empezar a jugar, en 4 rondas ya le había yo ganado dejándola con cero puntos, por lo que me dispuse a dibujar un zapato en la libreta¡ -“te toca platicar, así que vayamos a la recámara para ponernos cómodos y disfrutar de la historia.- nos dirigimos a la habitación, y sin cambiarnos de ropa nos recostamos para empezar las narraciones, cada quien con su copa de vino y una botella más que estaba en la mesita de noche…

“pues, como empiezo, el fin de semana pasado, ya no hicimos gran cosa, así que iniciemos con el lunes (día 1), le llamé por teléfono a Jorge, como algunas otras veces con el pretexto de saludar y saber cómo estaba; por supuesto que no faltó la invitación para comer o tomar un café lo que yo prefiriera, siempre que hablamos, la propuesta surge casi inmediatamente y la respuesta es la misma, NO, no sé si por eso, se ha vuelto recurrente, pero se quedó sorprendido cuando le dije SI, cuando y donde nos vemos; lo tomé por sorpresa, ya que no esperaba esa respuesta, luego de unos segundos me dice –

*es en serio, no me estas bromeando*-

“claro que no, sabes que no sería capaz de bromear con algo así, ponle fecha y lugar y te prometo que ahí estaré¡¡, -le repliqué- le oí hablar al otro extremo del teléfono con alguien en la oficina y siguió-

*nos podemos ver el viernes?, voy regresando de vacaciones y me cuesta trabajo salir en estos días

“sin explicaciones, por favor, nos vemos el viernes, piensa a donde me llevarás

“a tomar café?, a comer?

“algo ligero, pero tengo tiempo para platicar contigo, o toda la mañana o toda la tarde, ajusta tus horarios por favor y me avisas

“por supuesto mi niña, yo te marco.

“Con esa perspectiva empecé la semana, luego de la llamada, me puse a revisar mi ropa, buscando algo que fuera provocativo, pero no descarado, para estimular su deseo desde que me viera, (casi siempre que hablamos o nos llegamos a ver, me sugiere que “hagamos el amor”, que siempre me ha deseado, que nos vayamos lejos, que se hace cargo de mis hijas) pensando en que no necesitaría mucho para excitarlo, de todas formas, le dediqué varias horas del lunes a esa tarea.

“el martes, me ocupé en revisar mi lencería y me costó trabajo decidir cuál sería la que ocuparía, ya que podría ser la única ocasión que estuviéramos juntos, quería que no la olvidara, en esta tarea, cada que me ponía un juego, para ver cómo se me veía, que si el borde, que si la marca, en fin cosas que ustedes jamás entenderían; sentía como me empezaba a humedecer de solo imaginar sus ojos al verme lucirlo para él, mis pezones se ponían duros de pensar en que me desnudara y descubriera mis senos para tocarlos, justo me estaba probando un juego negro, de encaje, cuando timbró el teléfono, era Jorge, (eso decidió, que ese, sería el que ocuparía), el sentirlo al otro lado de la línea, y yo casi desnuda, hizo que mi vagina empezara a producir más humedad, no pude evitar tocarme encima de la ropa imaginando que sus manos recorrían mi cuerpo y acariciaban mis senos, mi panocha, mis nalgas, mientras yo seguía tocándome, me dice –

“niña mía, como has estado?, yo no dejo de pensar en ti, desde que me dijiste que nos veríamos, ya hice los arreglos necesarios, ¿nos podemos ver el viernes temprano?

“excelente, yo tampoco dejo de pensar en ti, hace mucho que no nos vemos, tengo ganas de platicar mucho contigo, (mientras metía mi mano por debajo del bikini y acariciaba mi panochita, buscando mi clítoris con la punta de mis dedos)

“en donde quieres que pase por ti?

“mmm, (mientras mi dedo seguía estimulando mi clítoris y poniéndolo duro), nos vemos en el metro General Anaya?, a que hora?

“a las 9.00 está bien?, tengo tiempo hasta las 4 de la tarde

“mmmm, (de solo imaginar que era su mano la que estaba acariciando mi panocha y sus dedos mi clítoris estaba a punto de venirme), me parece… perfecto … nos vemos… entonces … a las 9.00 en la entrada … del lado que … va … hacia … el centro…

“estas bien, te oigo rara.

“si todo bien, solo que me … emociona saber que .. te voy a ver…

“a mí también me emociona, sabes que deseo estar contigo y me gustaría hacerte el amor¡

“ – – – – – – – — – – (justo eso hizo que me viniera y tapara la bocina para que no me escuchara)

“si, ya que se no es posible, pero nada pierdo con decirlo, igual que desde hace 20 años,

“que te digo, (recuperándome), nunca digas nunca,¡¡

“es una promesa??

“NO, solo digo, que dejes que las cosas sucedan como deban ocurrir. Sale, nos vemos el viernes.

“Le colgué, porque estaba en los últimos estertores del orgasmo y a punto de provocarme el segundo, así que seguí tocándome, acariciando con más fuerza mi clítoris y metiendo dos dedos en mi vagina hasta que alcancé el segundo orgasmo, más intenso que el anterior que mis piernas se doblaron, haciéndome caer sentada en la silla a un lado del teléfono.

“El miércoles es día de mil y una actividades de compras y preparar todo para que el viernes no le hiciera falta nada a las niñas cuando regresaran de la escuela,

“El jueves se me hizo interminable, no encontraba en que mantener mi mente ocupada, así que colgué mi ropa seleccionada, una falda escocesa, una blusa blanca, de botones con cuello, manga tres cuartos, mi juego de lencería negra de encaje, medias y liguero del mismo color, un saco sastre azul marino, zapatillas azules y les volví a revisar, tres veces, para que no tuvieran ningún defecto de planchado o costura, todo listo dije, (a estas alturas eran las 12.00 del día) no lo puedo creer, como avanza lento el tiempo, ya quisiera que fuera de noche¡

“Me metí a dar un baño, con toda conciencia, dándome un tratamiento de la piel, para humectarla, me recorté el vello del pubis, para dejarlo corto, y que no apareciera nada a los lados del bikini, revisé hasta el último detalle del vello de mis piernas, y depilé el que encontré de más, cuando salí del baño apenas eran las dos de la tarde, sonó el teléfono y me hizo brincar, del susto y excitación, pensando en que sería Jorge para cancelar o algo parecido, era él efectivamente, pero solo para confirmar que nos veíamos a las 9.00.

“Afortunadamente llegaron las hijas de la escuela, lo que, entre la comida, la plática de sobremesa de sus acontecimientos del día (varias veces me repitieron lo que me decían, de tan distraída que me encontraba) qué en algún momento, me preguntaron si me sentía bien. Las tareas y pendientes de compras para la escuela, se acabó la tarde, no sé si la excitación anticipada o la semana intensa, terminaron por rendirme y cerca de las 9.00 de la noche estaba muerta, me recosté en la cama a esperarte, y cuando desperté ya estabas acostado a mi lado con la luz apagada, vi el reloj y me di cuenta de que eran las 3.00 de la mañana, me puse mi ropa de dormir y regresé a la cama, a dar vueltas y vueltas, confiando en no despertarte.

“Viernes¡¡, 5.00 hrs, suena el despertador y me levanto de la cama para iniciar el día corriendo para preparar los desayunos, paso por la recamara de las niñas para verificar que ya están despiertas y preparándose para irse a la escuela, terminan de desayunar y les digo, “voy a salir, no sé a qué hora regrese, pero les dejo comida preparada en el refrigerador, por favor no me esperen a comer, su tía quedó de venir por ustedes a las 8.00 para ir al cine, no quiero que dejen pendientes de tareas, por favor. Quince minutos después, como todos los días, saliste del baño y en ropa sport, comentamos que ya terminarías la mudanza para entregar la oficina al día siguiente y saliste con rumbo al trabajo para terminar temprano. 6.30. todos salieron de casa a tiempo para sus respectivas actividades, disponía de una hora para salir, me metí a bañar, ahora ya había cubierto todos los detalles, así que simplemente fue el baño diario sin embargo, me esmeré en lavar a la perfección mi vulva, metí un poco de jabón íntimo en mi vagina y terminé mi aseo; continué con la crema humectante, me fui colocando, primero el bikini y el bra, haciendo un ajuste perfecto, una gota de perfume atrás de las orejas, (por si me besa), las medias y el liguero, una rociada de perfume en el pecho, (por si me abraza) y una rociada encima de mi pubis, (por si se pasa), me puse la blusa, verificando una vez más, que no tuviera defecto alguno, la falda, y por último el saco, nuevamente me vi al espejo y mi mirada aprobó lo que veía, disponiéndome a salir de casa.

“7.45, caminando me dirigí a la esquina más cercana al condominio y esperar a que pasara algún taxi, no tenía ganas de ir en transporte público, ya que al menos haría hora y media al metro, así que me di a la tarea de cazar uno, 8.00, aparece un taxi desocupado por la entrada de la calle, le hago la señal con el brazo extendido, se orilla preguntando a donde quería ir, -“Metro General Anaya”, le digo, pone a funcionar su taxímetro y empieza a conducir, no tarda más de 5 minutos en tratar de iniciar una conversación, pero yo voy sumida en mis pensamientos, sin siquiera oírle, sigo ensimismada pensando en Jorge, en que han pasado 20 años desde la primera vez que me propuso hacer el amor, y que hoy después de todo ese tiempo, se le cumplirá su fantasía, mis pezones empiezan a ponerse duros y mi chochita empieza a reaccionar, produciendo una escasa cantidad de humedad, siento como empieza a calentarse y mi mente viaja más rápido que el taxi, sintiendo sus manos recorriendo mi cuerpo, sus labios sellando los míos, su lengua explorando mi boca, jugando con la mía …. 8.25 Coapa, no puede ser, el tránsito esta insufrible, solo espero que no tengamos un accidente que nos detenga más, la imagen de Jorge besando mis senos, mamando mis pezones, llena mi pensamiento, y cada vez produzco más y más humedad,8.45, Miramontes, ya casi, cuando más me acerco a Tlalpan, más aumenta mi excitación, 9.00, estamos dando la vuelta en Taxqueña y mi panocha empieza a palpitar, 9.10 por fin entramos a Tlalpan, ya solo unos minutos más. 9.15,

“llegamos señito”- .. .. .. “señito?”, “ya llegamos, está bien aquí?”,

“si, perdone, aquí tiene, quédese con el cambio, muchas gracias.

“Me bajo del taxi y empiezo a buscar a Jorge, su auto está cerca del paradero de microbuses, camino hacia donde esta y le toco la ventanilla, rápidamente se baja para abrir la portezuela, me da un beso en la mejilla:

“Mi niña, tan guapa como siempre¡

“Me subo al auto, cierra la portezuela y da la vuelta para volver a ocupar el sitio del conductor, una vez dentro del auto me dice:

“adonde quieres ir mi niña, como que se te antoja para desayunar?

“vamos a donde TÚ quieras¡, -contesto, haciendo énfasis en el TÚ, provocando que volteara a verme a los ojos,

“no me digas eso, tú sabes lo que deseo, no juegues conmigo

“no estoy jugando y mejor avanza antes de que me arrepienta y me baje

“No necesito más, encendió el motor del auto y fue manejando sobre la calzada Tlalpan, sin decir nada, simplemente seguíamos avanzando, ya casi llegando a Viaducto, voltea a verme y me dice,

“estás segura, mi niña?,

“después de 20 años, ya lo pensé lo suficiente, por favor no me hagas pensarlo más,

“en el primer cruce, nos dimos la vuelta regresando a la Avenida Tlalpan en sentido hacia el sur y se metió en un autohotel, se levantó la pluma para facilitar el acceso y esperamos a que apareciera una chica, luego de intercambiar unas palabras con Jorge, que yo no entendía, ni oía, nos fue dirigiendo hacia la habitación indicada, y una vez que acomodó el auto, se cerró la mitad de una cortina que aísla completamente del resto del edificio; yo sentía que la cabeza me giraba, no sabía si arrepentirme o continuar con esa locura, Jorge siempre me ha querido y no quiero que esto alimente falsas ilusiones en él, por otra parte, mi excitación estaba a tope, sentía que la piel se me erizaba, mis pezones me dolían de la excitación y mi panocha a estas alturas secretaba una gran cantidad de flujo..

“desean algo de tomar, de comer,

“Por favor 4 croissants con mermelada, una jarra de café y dos tazas

“enseguida se los traigo, en la mesita están unos condones, si necesitan más, no duden en llamar.

A estas alturas del relato, mi verga ya estaba dura, grande, y empezando a rezumar lubricante, me levanté a rellenar las copas que ya habíamos vaciado, aproveché para darle un gran beso llenando su boca con mi lengua y buscando con mi mano su entrepierna, la que solo alcancé a tocar su bikini negro, completamente húmedo, mientras cerraba sus piernas evitando que la siguiera explorando.

“Calma, que aún falta mucho.

“La chica se retiró y nosotros subimos unas escaleras que conducían a la habitación, esta se encuentra encima del estacionamiento donde quedó el auto, entramos y el cerró la puerta, me di la vuelta y lo besé en la boca, metiendo mi lengua profundamente enredándola con la suya, me abrazó y me empezó a acariciar la espalda, quitándome el saco y depositándolo en una silla que se encontraba cercana a nosotros, me zafé de sus brazos y fui bajando, besando su pecho, hasta quedar arrodillada frente a él, desabroché su cinturón y baje el cierre de su bragueta, bajo su pantalón se sentía una verga dura, grande, metí la mano y encontré un calzoncillo que la dejaba en completa libertad por debajo, la acaricie por encima y seguí explorando, hasta liberarla de esa prisión, al tiempo que sus pantalones caían hasta sus tobillos, su verga en estado de erección inicial, y definitivamente más gruesa, la tomé entre mis manos y la llevé a mi boca, besando su cabeza y acariciando con mi lengua ese pequeño orificio que la corona en la punta, poco a poco, haciendo un esfuerzo por el grosor que tiene fui  metiéndola en mi boca, primero dando lengüetazos alrededor de ella, iniciando con una succión suave, lenta y tratando de meterla cada vez un poco más, entre más la metía, sentía como se hacía más gorda y larga, ocupando rápidamente todo el espacio libre en mi boca, haciéndome salivar, cada vez más, metiéndola y sacándola lentamente, él se había quedado inmóvil, no sabía cómo responder, solo me dejaba hacer, yo seguía intentando que la punta de su verga atravesara mi garganta, pero era cada vez más grande su cabeza, y me resultaba realmente imposible tragármela, empezó a secretar más humedad por la punta, mezclándose con mi saliva, formando espuma entre su verga y mis labios, cayendo por mis comisuras hasta llenar mi barba. Poco a poco empezó a responder moviendo las caderas hacia adelante y atrás y así fue como esa verga fue traspasando mi garganta metiéndose un poco más y chocando con la pared posterior, haciéndome tener una arcada que por poco me vomito encima de él. La sacó para dejarme respirar y que pasara el reflejo. Pero yo me apoderé de ella nuevamente y me la volví a tragar, ahora entró más fácil, hasta el fondo, sus movimientos de cadera se hicieron cada vez más rápidos, me tomó de la cabeza para mantenerme en una posición mientras me cogía por la boca, cada vez más rápido, mi garganta se abría y cerraba alrededor de su glande hasta que me la clavó hasta el fondo y empezó a venirse copiosamente en mi garganta, en mi boca, su leche escurrió por los lados y fue cayendo en mi blusa, tragué lo que pude, pero fue increíblemente intenso, una venida de 20 años de deseo¡¡, una acumulación que hoy Jorge veía al fin hecha realidad; quiero decirte, que mientras estaba mamando su gran verga, empecé a recordar sueños y fantasías que habían pasado por mi cabeza, pero que las había mantenido tan profundamente ocultas, que no siquiera yo era consciente de haberlas tenido, pero en ese momento, recordé como me había visto haciendo justamente eso, mamando su verga y teniéndola hasta lo mas profundo de mi garganta, tu bien sabes que nunca me había gustado sentir tu leche en mi boca y menos tragármela, pero desde que probé la de Marcelo y luego la tuya, este momento se ha hecho muy especial, y sobre todo porque en esas fantasías y sueños con Jorge, lo había hecho”

“durante la mamada, la chica que nos atendió tocó por una ventana y aviso, que dejaba el desayuno, por supuesto que ninguno de los dos le hicimos caso, una vez que terminé de tragar su leche y que la verga empezó a reducir su volumen la fui chupando, para rescatar los vestigios de leche que aún quedaban en su piel, quedó brillosa de mi saliva pero sin una gota de leche encima, me ayudo a ponerme de pie y me besó en la boca, con un beso profundo lleno de pasión y deseo satisfecho, durante varios minutos, sin hacer algo más que ese beso, sintiendo su sabor en mi boca.

“Eres fabulosa mamando, nunca pude imaginar mejor inicio para hacerte el amor, que lo que me acabas de hacer, pero ahora me toca a mí darte placer, así que déjame hacer.

“empezó por desabrochar mi blusa, poco a poco, uno a uno fue abriendo cada botón, hasta tener mi blusa totalmente abierta, disfrutando de la imagen que le daba mi sostén de encaje negro, sin quitarme la blusa, aprovechó que el bra tiene broche al frente y lo hizo botar ágilmente, descubriendo mis senos y acariciándolos suavemente recorriendo desde el borde inferior marcando un círculo en todo el contorno de ambas chiches, acercándose progresivamente hacia el centro hasta alcanzar los pezones, los que oprimió cual si fueran timbres, para después darles un beso a cada uno, sorbió el derecho, metiéndose casi toda la areola en su boca, oprimiéndolo con los labios, haciéndolo crecer todavía más, -ya te imaginarás como estaba mi panocha a estas alturas, totalmente encharcada y deseosa de verga- le dio unas mordiditas al pezón para besarlo y luego cambiar de lado y hacer el mismo tratamiento con el izquierdo. Sus manos empezaron a viajar por mi espalda, mis costados, bajaban de vez en vez hasta mis nalgas y volvían a subir por mi espalda, mi blusa empezó a resbalar ayudada por sus manos en esos movimientos de subir y bajar, hasta que terminó en el suelo, junto con mi bra. Ahora sus manos tenían total libertad de tocar mi piel y su boca de recorrer todo mi torso, trazando líneas con su lengua subía y bajaba desde mis pezones hasta el ombligo, alternando izquierdo, derecho, sus manos fueron a mi cintura y ágilmente quitó el broche de la falda y la hizo caer, disfrutando por el espectáculo descubierto, mis muslos enfundados en un bikini negro, enmarcados por un liguero y unas medias negras también, después de hacerme girar para disfrutar de todo el panorama, metió sus dedos entre mi piel y el elástico superior del bikini, haciéndolo descender suavemente, despacio, lentamente, descubriendo cada centímetro de mi región pélvica, hasta llegar a separarlo de mi entrepierna, y seguir su viaje por los muslos, cuando llegó a la rodilla, levanté mi pierna derecha para ayudar a quitármelo, luego la izquierda, se lo llevó a la nariz para aspirar profundamente el aroma de mis jugos que tenían empapado mi calzón.

“me recostó en la cama, separando mis muslos, besándolos desde el borde de las medias, y subiendo poco a poco hasta llegar muy cerca de mi labio derecho, pero sin llegar a tocarlo, mi pelvis empezó a moverse buscando su boca, pero se hacía a un lado evitando tocar mis labios, cambio de lado y ahora fue el muslo izquierdo el que recibió sus caricias primero con los labios, besos pequeños a cada centímetro de mi piel, luego fue la lengua la que se fue aproximando a mis labios, para volver a dejarme con las ganas de sentirla acariciarlos, ya estaba literalmente gimiendo y gritando de placer, pero él se negaba a tocar mis labios, cuando por fin su lengua rozó mi labio derecho y fue subiendo por el para llegar a mi botoncito, exploté en un orgasmo intenso, mis muslos se contrajeron oprimiendo su cabeza entre ellos y mis manos estrujaban su cabello buscando que esa lengua no se separara de mi clítoris, fue largo, prolongado, y mi chochita, mi culito y mis muslos se contraían en espasmos rítmicos durante no sé cuánto tiempo, pero terminé con las piernas totalmente abiertas y expuesta a su mirada, mientras continuaba con lo que parecían más ataques que un orgasmo…

“unos minutos bastaron para tomar aire y que la conciencia volviera, me encontré en una cama de hotel con la chocha al aire y mostrándosela a Jorge, quien de frente a mí, con la verga parada y lustrosa disponiéndose a clavármela, sabía que no había marcha atrás, 20 años pasaron antes de que me la ensartara, muchos intentos de su parte por hacerlo, miles de pretextos míos para que no ocurriera, hoy por fin me doy cuenta que siempre lo estuve deseando, su cabeza destilando gotas de líquido se acercaba lentamente hacia la entrada de mi pucha, esta palpitaba prediciendo el placer que obtendría, cuando llegó a la entrada de mi raja y se recargó en medio de mis labios, lo rodearon besándolo, abriéndose para recibirlo con calidez, humedad y un gran deseo de ser poseída, en esa primera vez que mis labios rodearon su glande y este rozó mi clítoris, volví a subir al cielo, menos intensamente que el anterior, pero al mantenerme más despierta, el placer fue sumándose haciendo pequeñas olas, que lo convirtieron en un gran orgasmo, largo, constante, permanente, él seguía insertando suavemente ese tronco de carne, duro, grueso, caliente, sentía su progresión dentro de mí, abriendo mi carne y penetrando con una lentitud pasmosa que me hacía gozar como loca, mis caderas empezaron a subir para encontrarse con su pelvis y favorecer la penetración, su boca buscó mis senos para mamarlos y hacer que mis pezones se pusieran rojos, duros, sus mamadas eran tan intensas que sentía que me arrancaría parte de los pezones, sentía su verga llegar hasta lo más profundo de mi vagina, la sentía chocar con mi matriz y empezó ese movimiento de meter y sacar, rozando cada vez más frecuente y rápido mi clítoris, con lo que el orgasmo no daba señales de terminar, mis ojos se nublaron y solo oía mi voz, sin la conciencia de ser yo la que hablaba, que repetía constantemente, -“mas, dame más- sus movimientos se hicieron más y más rápidos hasta que en un movimiento fuerte me la metió hasta la mayor profundidad posible, yo sentía que quería salir por mi garganta, me sentía totalmente ocupada, llena, y empezó a inundarme la vagina con su leche, mientras mi orgasmo subió de nivel y alcancé niveles nunca antes sospechados, mi vagina adquiría vida propia y en un movimiento de succión aspiraba la leche que salía de su verga, envolviéndolo y apropiándose de cada centímetro que tenía adentro, no supe más de mí, no sé cuánto tiempo pasó, ni cuando se salió de mí, solo sé que quedé en un estado de letargo, profundo, extasiada de haber entregado tanto placer, solo entonces, su peso encima de mí y mis muslos en un estado tal de apertura que las caderas manifestaron incomodidad, moviéndome para cambiar de posición, se levantó, me terminó de desnudar suavemente, me ayudó a recostarme bien en la cama y acomodándose a mi lado, me abrazó tiernamente, me arropó y nos quedamos dormidos……..

“tres horas después, me despertó, con un suave y tierno beso, su mirada igual que hace 20 años, –

“hola mi niña, descansaste”-

“sí, claro -dije estirándome y abrazándolo, correspondiendo al beso, pero no tierno, ni suave, sino lleno de lujuria y pasión, mi lengua penetró su boca buscando la suya en una declaración de entrega y sumisión-

“desayunamos?

“me levanté al baño y regresé fresca, con la cara mojada y dispuesta a consumir opíparamente esos ricos cuernitos de fresa con un café que, a esta hora, ya estaba frío, pero que nos supo a gloria”

“son las 12.00, no sé cuánto tiempo más dispongas para mí?

“todavía irás a la oficina? O me regalas otras dos horas?

“tengo que ir, pero quedé de llegar a las 4.00 así que no tengo problema.

“perfecto – terminé de comer mi panecillo y mi café y así desnuda como estaba, empecé a bailar en el centro de la habitación, moviéndome sensualmente, me acariciaba los senos, las caderas, dando vueltas, le mostraba las nalgas y las tocaba, separándolas suavemente para insinuar mi surco entre ellas, por supuesto que esto surtió efecto y su verga empezó a dar señales de vida, nuevamente, me subí a la cama y arrodillándome entre sus piernas empecé a mamar esa verga rica, apetitosa que tenía impregnado el sabor de su leche y de mis jugos, dándome aún más placer al recordar los orgasmos que acababa de tener, mi boca, ya conociendo su longitud, no tuve problemas para llevarla más allá de mi garganta y tragar tramo por tramo de ese pedazo de carne que me tardé tanto tiempo en probar, fui girando mi cuerpo sobre la cama king size hasta llevar mis muslos cerca de su cara y brincar encima de ella, para ofrecer mi panocha y mi culo a su vista, mis muslos separados uno a cada lado de su cara, dejaban libertad de acción para que iniciara cuando quisiera a poseerme con la lengua, no tardó mucho y lentamente hacia el recorrido desde mi clítoris hasta mi culo, de un lado y de otro, subiendo y bajando, a veces por fuera, otras por dentro de mis labios, recogiendo en el trayecto la humedad que se encontraba, cuando subía, se entretenía haciendo círculos alrededor de mi culito, el cual le agradecía abriendo y cerrando su entrada, volvía a bajar hasta llegar a mi clítoris y entonces le dedicaba unos instantes a saborearlo, sorberlo, mamarlo.

Mi boca saboreaba cada centímetro que me metía, mis manos sobaban sus huevos y los oprimía sintiendo como palpitaban entre mis dedos. Sus manos acariciaban mis nalgas, separándolas para favorecer su trabajo lingual, en uno de sus recorridos, su lengua regresó a mi culito, llenando de saliva toda su periferia, dejándolo húmedo, regresando hacia mi chochita, la que lamió con más intensidad, mientras uno de sus dedos alcanzaba mi agujerito y aprovechando la saliva dejada por su lengua insinuó la punta de su índice en la entrada haciendo una presión suave, sostenida, hasta que la primera falange atravesó la resistencia del anillo que protegía la entrada, al sentir la invasión de mi trasero, mi boca se abrió y me tragué una buena cantidad de carne, llegando su cabeza profundamente en mi garganta, atravesando con facilidad y llegando hasta el fondo, rozando con mis labios los vellos de su pubis, no lo podía creer, tenía toda la longitud de su verga dentro de mi boca, me había podido tragar esa gran verga larga y gorda, toda, no sentía arcadas, al contrario me estaba llenando un enorme placer que nacía desde mi cuello y subía hacia mi cara y bajaba hasta mi pelvis, su dedo ahora ya estaba la mitad dentro de mi culo empezando a hacer movimientos suaves de mete y saca, resbalando, su lengua sorbiendo nuestras humedades y trabajando febrilmente en mi botoncito de placer, seguí cogiéndome su verga con mi boca disfrutando enormemente la profundidad que alcanzaba y nuevamente empecé a sentir esa marea que sube hasta inundar toda la razón en un nuevo orgasmo que me hizo sacar la verga de mi boca, para gemir, cada vez más intenso, hasta gritar de placer y contorsionarme haciendo que su dedo entrara profundamente en mi culo, quería más, no lo podía evitar, me moví, saque su dedo de mi culo, y poniéndome a su lado en la misma posición que estaba le pedí a gritos que me metiera la verga por el culo, estaba desesperada por tenerla dentro, “dámela ya, -le gritaba- la necesito ahí, ya¡¡¡, se levantó, se acomodó entre mis piernas, mientras yo separaba mis nalgas con las manos apoyó su cabeza, aún húmeda por mi saliva, en la entrada de mi agujero y sin más, empujó  firmemente su pito contra mi ano, el que se fue abriendo lentamente, albergando en el interior esa gran cabeza, produciendo un dolor-placer que poco a poco pedía mas, se fue insertando profundamente dentro de mi culo su verga dura, gruesa, larga, nuevamente ese orgasmo, lento, continuo, inacabable me ocupo, subiendo ahora desde mi agujero dilatado hasta invadir cada uno de mis poros, haciendo que ese oscuro cuarto de hotel se iluminara con una luz brillante, sus huevos chocaron una y otra vez con mi pucha hasta que se encajó profundamente sus movimientos rítmicos entrando y saliendo de mi agujero posterior mi hicieron ver la luna, el sol y las estrellas todas juntas en un solo instante hasta que sentí un empujón más fuerte y me llenó de leche caliente, espumosa, nos derrumbamos en la cama y haciendo un gran esfuerzo no nos volvimos a quedar dormidos…

“recuperado el aliento, se metió al baño a ducharse, “gustas?”- me dice- “como crees, no puedo llegar a mi casa, recién bañada, y oliendo a jabón chiquito¡¡ solo me limpio y listo, dúchate rico¡¡ -mientras él se bañaba, me fui vistiendo, quitando los restos de humedad de mis muslos, pero tratando que nada se saliera de mi culo ni de mi panocha para que pudieras apreciarlo estando juntos.

“salimos del hotel a las 15.00, me llevó nuevamente al metro General Anaya, donde esperé un taxi para venir a la casa………. Y así fue mi semana de apuesta, misión cumplida hoy, viernes¡¡

“excelente amor, ahora me dejarás oler y saborear su mezcla de líquidos o me vas a contener hasta que te platique?

“yo también estoy caliente, pero si te dejo oler y saborear ya no me platicarás, así que aguanta, que yo también haré el esfuerzo.

 

La próxima, les platicaremos la continuación de esta singular aventura,

Escríbanos sus comentarios y sugerencias….

Continúa la serie