Hoy me toca hacer una pequeña confesión. Igual a muchos se les hará poca cosa.
Pero da la casualidad que esto ni yo me lo esperaba.
Resulta que mi amiga y yo fuimos a una graduación de una prima de ella. Y como era algo retirado nos fuimos a dormir a una casa de su propia familia que estaba ya en vísperas de ser comprada. Incluso ya estaba casi vacía. Juntamos algunos colchones y con el alcohol que ya habíamos bebido, nos quedamos dormidos rápidamente. A muchos de ellos no conocía.
Recuerdo que estaba teniendo sueños hot, con un chico que conocí en la fiesta, lo extraño fue que sentía las caricias muy reales. Estaba teniendo un faje muy realista. Como me tenía contra la pared mientras manoseaba mis tetas hasta sacarlas de mi vestido de fiesta que tenia ese día. Como retorcía mis pezones y me tapaba la boca con la otra mano, mientras escuchaba en mi oído su respiración agitada.
Lo mejor vino cuando el chico de mis sueños levantó mi vestido y sentí como recorría mi tanga a un lado y su verga se masturbaba entre mis nalgas y pasaba su verga en mi vulva masturbándome. Yo no paraba de gemir. Y con la mano que tapaba mi boca me metió dos dedos, yo los chupaba con deseo. Yo deseaba ser penetrada.
Pero, un azote de puerta me despertó. Di un brinco y note que en esa habitación, ya solo quedaba yo, ya el resto de la familia habían despertado.
Note que mis pechos estaban fuera del vestido de fiesta con el que me dormí. Y mis pezones estaban hinchados de tanto retorcerlos. Me dio mucha pena imaginar que esa gente que ni conocía de seguro me escucharon gemir mientras tenia mi sueño húmedo y yo me manoseaba sólita. Como pude me incorpore y note algo extraño… entre mis nalgas tenía algo…
«Esto es semen?» Me pregunte… y en efecto… era semen…
En realidad había alguien a un lado mío que no lo había notado…él se hacía el dormido y aún tenía el pantalón desabrochado.
En eso abrió la puerta mi amiga para podernos ir de ahí. «Despertó» al señor qué estaba ahí.
«Tío, vamos Tío Nachito, debemos irnos»
Tío Nachito??!! Dije con sorpresa. Mi amiga me había hablado mucho de él. Un hombre que todos querían mucho y a todos mundo ayudaba, casi casi un santo.
Él nos llevó en su coche y repartió a todos a sus respectivas casas. Yo fui la última y antes de irme, el Tío Nachito me dio un fuerte abrazo mientras me decía.
«Es un honor de conocer a la mejor amiga de mi sobrina, espero volverte a ver»
Me quedé en shock… ese señor en verdad era el que estuvo manoseándome y eyaculo entre mis nalgas?
Lo más seguro es que si. Pero al inicio me enoje mucho pero ahora me da cierto morbo imaginar que un hombre de 50 años y con fama de integridad haya desatado en mi tanta calentura.
Si hay actualización les contaré.