Me he vuelto una cachonda
Siempre he sido muy puritana para el sexo, lo consideraba casi un tabú debido a la educación recibida y la experiencia con mi esposo tampoco ha sido muy amplia ya que el siempre ha podido copular conmigo cuando ha querido y nunca hemos variado mucho las posturas.
Mi sexo con el era bastante aburrido, pero lo poco que había probado me gustaba.
Me vuelve loca la sensación de sentirme acariciada, abierta, notar como me chupan mis pequeños pechos, ser sobada por todas partes, con los dedos de un hombre tocándome por todas partes, en mi piel, en mi chochito.
Me llamo Sylvia como podéis comprobar, tengo media melena negra y lisa, con flequillo y labios finos y cara mas bien redondeada, ojos grandes, un cuerpo fino y esbelto, piernas largas y firmes sin celulitis y un culito apretado y firme que se que encanta a los hombres.
Como mi marido es muy celoso no suelo vestir en plan provocativo aunque de vez en cuando me pongo minifaldas de medio vuelo que dejan ver la mitad de mis muslos.
Como nunca he tenido mucho sexo tampoco estoy acostumbrada a que se hable de ello y por eso me ruborizo cuando oigo a amigos y amigas hablar de pollas, de follar, de chupar, etc aunque a mi me encantaría ser la protagonista ya que me escita mucho esa conversación, tanto que siempre termino cachonda y muy mojada.
El caso es que tenemos un matrimonio con el que nos llevamos muy bien, ella es guapa y rubia de grandes melones, pekito corto, gafas lujosas y he notado que mi marido será celoso pero el muy cabrón se pone empalmado cuando la ve y no le quita ojo a sus melones y cuando volvemos a casa viene tan caliente que me mete su gran tranca de 14 cm y me folla y se corre enseguida de lo caliente que esa guarra le pone.
Por mi parte he de decir que ver a mi marido caliente con la tetuda de mi amiga hace que me fije en su marido un chico de metro noventa y ojos azules, morenazo, y que es un calentorro y siempre esta sobándole las tetas a su mujer incluso delante de nosotros y a mi siempre me esta haciendo insinuaciones y lanzándome indirectas lo que me pone muy caliente y no se corta aunque este mi marido delante y me pone toda mojada.
Debido a esta situación he empezado a ponerme caliente y a vestirme mas sexi cuando vamos a verles y me encanta imaginar que es el quien me clava su polla en mi chocho, me imagino chupándosela que el dice que es algo que le encanta que le hagan y imagino que se la mamo hasta que se corre en mi cara que por lo visto es lo que mas caliente pone a los tíos.
Y como el dice yo tengo una buena cara para corrérseme en ella ya que además de ser ancha mis ojos oscuros y mi pelo negro le dan el mejor contorno.
El me ha preguntado si yo se la chupo a mi marido y si me gusta follar y que me enculen, que mi culo es perfecto para petármelo y le replico medio ofendida que yo no hago esas cosas, que soy muy decente y le miro insinuando para que me siga hablando ya que el nota lo caliente que me pone.
El sigue hablando y me roza con su brazo la cintura, me lleva a bailar y me susurra al oído que estoy buenísima y que le pongo muy caliente y que se hace pajas por mi, que porque no echamos un polvo y cosas así, pero siempre en plan de broma.
Me encanta esa situación, de hecho he empezado a sobar a mi marido delante de el para que vea que yo también soy una zorra como su mujer, a el le encanta que sea muy mimosa y muy niña bien, o niña de papa y me mira y me derrito con sus ojazos azules.
En un baile, me estuve agarrando tan cerca que mientras me hablaba y me ponía caldosa yo llevaba minifalda muy corta y el me había piropeado las piernas y estábamos tan cerca que notaba su pollona en mi coño, palpitando y rozándome, sus manos bajaban en el ritmo del baile y me rozaba el culo, le deje hacer y me acaricio mas descarado frotándome la raja del culito, yo estaba que me derretía.
Me beso una oreja y me dio lengua en el cuello, le dije que siguiera que me gustaba, el me sujetaba el culo con fuerza y sin recatarse, yo ya tenia el tanga completamente mojado y notaba mis jugos resbalando por mis muslo, se lo dije y me metió un dedo en medio de la pista en mi coño, me dije que era cierto, lo saco y me lo metió en el ojete del culo para ver si también me corría en el culo.
Me hablaba suave y yo me corrí solo con su voz, me apretaba las tetas, frotándome los pezones y me corrí en medio de la pista de lo caliente que me había puesto.
Le puse mi mano en su polla y se la acaricie, no se parecía a la de mi marido.
Me llevo a una esquina y me saco la tira del tanga y me masturbo con sus dedos tanto en el coño como en el culo, me beso y morreo y me puse cachonda perdida, estaba deseando que me follara como a una puta.
Al acabar la música volvimos con nuestros esposos y nos estuvimos acariciando y sobando toda la noche mientras ellos no nos veían, volvió a pajearme otra vez en otro baile y termine dándole mi tanga.
Al llegar a casa, me folle a mi marido y le pedí que se imaginara que era la puta de mi amiga, me follo complacido y se corrió en mi cara ya que se lo pedí.
No le dije que estaba caliente tras el manoseo de su amigo.
Desde entonces estoy caliente como una perra salida y tengo siempre ganas de encontrarnos con ellos, ojala algún día quiera follarme en plan puta y quiera darme por el culo y correrse en mi cara de guarra de lujo como el dice, lo estoy deseando, me corro, ahhhhhhh!