Dennis: confesiones verdaderas I
Eran las 11 de la mañana y mi marido se disponía a salir a trabajar como todos los días, la nena ya estaba en el colegio y yo me quedaba toda la tarde sola.
Realmente mi matrimonio no era el mejor, es más estaba bastante mal ya que llegamos al punto que ni discutíamos, apenas nos dirigíamos la palabra y el sexo era muy ocasional y frió.
Para tratar de salvar nuestro matrimonio, o tal vez matar el aburrimiento, habíamos incursionado en el ambiente swinger.
Pero esa es otra historia que mas adelante voy a contar.
Lo que yo quería contarles hoy era como yo mataba el aburrimiento todas las tardes o casi todas que me quedaba sola.
Ni bien se marchaba mi marido al trabajo, yo comenzaba a llamar por teléfono a unos amigos que tenia de la infancia, ellos siempre fueron mas que amigos y en mi momentos de soledad siempre los recordaba con mucha cariño.
Conversábamos largamente hasta que pasaba una hora ahí cortaba y llamaba con cualquier pretexto a la oficina de mi marido, al hablar con el ya sabia que tenia el terreno libre para hacer de las mías.
Llamaba a mis amigos y les decía que podían venir a casa.
Ellos llegaban enseguida ya que no vivían muy lejos, y ahí comenzaba yo realmente a disfrutar de la vida.
Mis amigos eran amigos entre si así que estaba todo mas que bien y no tenían problema de dejar lo que estaban haciendo para atender mis necesidades.
Compartíamos la cama siempre los tres juntos, además yo amaba eso por que realmente no estaría satisfecha con uno solo ya que siempre ame y soy una practicante ferviente de las dobles penetraciones.
También me calienta mucho que me filmen o saquen fotos.
No me importaba hacerlo con ellos total si me sacaban fotos yo siempre tenia a mano una peluca y lentes para encubrirse así ellos después podrían mostrársela a quien quisiera sin que me reconocieran.
Ellos llegaban al medio día y se marchaban antes de las cuatro que era la hora que mi hija salía del colegio. Así que disponíamos de bastante tiempo para satisfacer nuestros deseos sexuales.
Ni bien llegaban yo ya los esperaba con una muy sensual ropa intima y con botas de cuero hasta la rodilla. Ni bien pasaban comenzaban a desnudarse siempre dejando sus ropas y pertenencia en un mismo lugar, «no va a ser cosa que se olvidaran algo».
Entrábamos en la pieza que para mi en las noches era un lugar totalmente frió y sin embargo a la tarde se convertía en una caldera. Sin sacarme mi ropa interior me arrodillaba en la cama, ellos se mantenían parados para que sus penes semi-erectos quedaran a la altura de mi boca.
Comenzaba a besarlos muy despacio, y a medida que lo hacia los masturbaba con mis manos.
A medida que sus miembros bien dotados crecían yo los iba succionando cada vez más fuerte, primero a uno y después a otro.
Cuando ya los tenían bien erectos comenzaba la primer parte del espectáculo, es algo que fui aprendiendo con la ayuda de mis amigos, abriendo mi boca lo más posible comenzaba a tragarme uno de los penes, lograba bien hacerlo hasta la mitad pero cuando tocaba la campanilla de mi garganta ahí tenia que respirar bien hondo tragar saliva y soportar las arcadas que me provocaba esa sensación, una vez hecho ese ritual rápidamente lo agarraba bien fuerte de las nalgas al dueño del pene y lo empujaba hacia mi bien fuerte y sin titubear, así lograba tragarme todo el pené y eso que eran largos y gordos, como a mi me gusta.
Una vez que lo sentía dentro de mi garganta era como un pequeño orgasmo de placer, ahí mismo lo retiraba y volvía a hacer lo mismo, mi garganta se transformaba momentáneamente en una vagina estrecha.
Ellos amaban que yo les hiciera eso ya que ninguna mujer se los hacia. Pero yo amo el sexo extremo, talvez no tenia una vida muy feliz, pero con respecto al sexo creo haberlo experimentado todo y eso me hace sentir muy feliz.
Seguía con un pené y cuando sentía que iba a acabar seguía con el oto, ellos realmente explotaban de excitación y más de una vez sintiendo que iban a acabar me sujetaban bien fuerte la cabeza contra sus penes para que yo no pudiera soltarme y acababan cataratas de espermas directamente en mi garganta.
Eso a mi me ahogaba porque no me dejaba respirar pero lo soportaba, porque aunque no lo crean ,ellos llegaban a llorar de felicidad después de esos orgasmos.
Después de terminar con las mamadas venía la penetración anal directamente.
Primero me ponía en cuatro en la cama y uno de ellos me chupaba el ano hasta que este comenzara a dilatarse un poco.
Luego me acomodaba de espaldas a él, encima de su pene, quedando en cuclillas para lograr una delicada penetración, esto lo hacía bien despacio porque en esta posición es un poco dolorosa la penetración anal, una vez que el pene llegaba hasta el fondo me recostaba de espalda sobre mi amante dejando el terreno libre para mi otro amante, ahí comenzábamos con la doble penetración, que linda sensación tener los dos miembros dentro mío aparte bien erectos y duros después de bancarse sin acabar semejante mamada.
Mi ano me dolía un poco al comienzo de la doble penetración pero luego todo era placer. Que momento hermoso seria que entrase mi marido y me viera así con mis dos amante, aunque el ya me había visto haciéndolo con otros, pero al hombre no le molesta eso sino el hecho de no enterarse de lo que hace a escondidas su esposa.
Mas de una vez el me ha llamado por teléfono y yo e atendido mientras me estaba cogiendo salvajemente, y tenia que inventar un ridículo pretextó, de que estaba agitada porque fui corriendo al teléfono.
Una vez que entrábamos en ritmo tratábamos de no acabar rápidamente así gozábamos mas aunque yo no soy de orgasmos fácil, ya a esa altura había acabado un par de veces.
Teníamos bastante tiempo para seguir gozando. Intentamos varias veces con éxito doble penetración vaginal y anal, pero eso requiere de mucho tiempo y paciencia. Cosa que teníamos así que lo solíamos practicar.
Traían un gran pote de vaselina del baño y lo untaban en mi ano, luego hacíamos la misma pose que para la doble penetración tradicional nada más que el otro pene lo ponían también en mi ano con trabajo y paciencia, digo así porque la mayor parte del trabajo lo hacían mis amigos.
Si la doble penetración era vaginal no era necesario vaselina ya que yo tengo una vagina bien flexible donde me e llegado a introducir varios elementos de dimensiones descomunales.
Una tarde estando con mis amigos les dije que quería tratar de hacer una triple penetración, ellos me tiraron la idea de usar un consolador como tercer pene, pero yo les dije que no, porque quería sentir carne fresca no un plástico.
Les sugerí la idea de contratar un taxi boy, les gusto mucho la idea y hasta estuvieron dispuesto con gusto a correr con los gastos.
Pero les pedí que contraten a alguien que tuviera un miembro bien descomunal ya que siempre me gustaron los penes bien grande.
También les dije que quería dejar pasar unos días, así podía acumular calentura para sentirme más dispuesta ese día.
A la otra semana toda la rutina marchaba perfecta la nena en el colegio mi marido que se marchaba al trabajo y yo que lo llamaba para controlar que realmente estuviera ahí.
Llame a mis amigos y no tardaron en llegar, pero no vinieron con el taxi boy sino con un amigo de ellos que me dijeron que iba ser el que filmaría todo, no me pareció mala idea y al preguntar por el otro invitado solo me dijeron que llegaría un poco mas tarde.
Decidimos empezar sin el y comenzamos nuestro jueguito amatorio mientras el tercer chico nos filmaba.
Mientras estaba terminando de mamarles los penes suena el timbre, me asuste un poco por quien pudiera ser y espié cautelosamente por la ventana al ver que era un muchacho corpulento me puse una campera de cuero y así desnuda como estaba lo fui a recibir.
Al hacerlo pasar pude observar bien el ejemplar, era un moreno muy atlético de casi 1,90, sin dejarlo ni decir «a» lo dirigí a la habitación donde inmediatamente se desnudo y dejo ver su atributo. Realmente mis amigos habían contratado a un buen dotado, el miembro estaba flácido y alcanzaba los 30 cm era espectacular y tendría unos 7 de ancho, realmente era digno a un monumento al macho de verdad, mis amigos quedaron boquiabiertos y el muchacho que filmaba no dejaba de filmarle el miembro.
Sin perder tiempo me lo puse en mi boca, que placer inmenso el pene estaba totalmente flácido y bien carnoso dentro de mi boca, y podía sentir como latía para tomar rigidez.
Comencé a trabajar sobre ese pene como lo hacía con el de mis amigos hasta dejarlo totalmente al palo, realmente mas que un ser humano parecía un burro por el semejante miembro.
Decidí abrir mi boca e intentar tragarlo aunque no mas sea un poco pero todo intento fue en vano.
Yo realmente estaba hirviendo de calentura, la abstinencia había hecho resultado por demás, y decidí no perder mas tiempo e ir a los papeles.
Como haríamos para hacer la triple penetración, no era problema de inserción sino de cómo se acomodarían los chicos para penetrarme.
El morocho dijo que les hagamos caso a el que nos iba a guiar, así que después de untarme bien mis orificios con vaselina, uno de mis amigos comenzó a penetrarme analmentre como siempre lo asíamos, el recostado y yo dándole la espalda así quedaba espacio para los otros dos, el negro se recostó a la inversa de mi amigo, apoyando su cuerpo sobre los pies de mi amigo y acercando su miembro bien a mi ano, al ser largo este llegaba sin dificultad, yo tuve que acomodarlo con ayuda de mi otro amigo para que pudiera entrar, mientras yo lo tomaba con mis manos, mi amigo mientras me penetraba también insertaba sus dedos en mi ano y lo estiraba par que pudiese entrar , realmente mi culo se estaba partiendo en dos pero ningún dolor en ese momento me molestaba, solo quería ese instrumento dentro mío.
Una vez que entro el glande ya el resto era historia me comenzó a penetrar hasta casi desaparecer el miembro dentro mío junto con el de mi amigo. Ya tenia los dos dentro mío ahora venía lo más fácil ya que le quedaba todo el terreno libre al tercer amante para penetrarme vaginalmente.
Mientras el muchacho filmaba sin cesar yo me di cuenta que no me había puesto ninguna peluca ni anteojos para ocultar mi identidad, pero en ese momento no me importo. Estaba siendo penetrada por la vagina quedando frente a frente con mi amante, mientras mis dos amante restantes estaban acostados debajo mío haciendo su trabajo con mi ano.
Una vez que sentí los miembros bien dentro mío acomode mis brazos hacia atrás para sostenerme y poder moverme rítmicamente pero muy despacio para que nada se saliera de su lugar.
Que delicia me sentía completamente llena. Ya a esa altura el camarógrafo tenia colocado un trípode por que volaba de calentura y comenzó a desnudarse, yo seguía con mis movimientos y volaba de fiebre y realmente quería mas y mas, estaba muy insaciable .
Al ver al cuarto muchacho desnudo le dije que acercara su miembro a mi boca y comencé a succionarlo con mucha calentura.
Los muchachos emitían quejidos de placer mientras yo seguía mis movimientos pero ahora con la boca ocupada.
Por un instante se me paso por la cabeza la frase «donde entran dos entran tres y donde entran tres…» , no me dije para mi misma estas loca cómo harías para meterte otra pija, aunque pensándolo bien mi vajina aún tenia buen resto para dilatarse.
Como si el camarógrafo me estuviera leyendo la mente me saco el miembro de la boca y se interpuso entre mi amigo y yo, que en ese momento me chupaba mis grandes pechos.
Dejándome caer hacia atrás apoyando mi cabeza en la cara de mi otro amigo, le deje un lugarcito al cuarto amante.
Se logró acomodar y comenzó a forzar la cuarta penetración.
Mi amigo que estaba recostado debajo mío respiraba con dificultad por que soportaba mi peso y el peso de mis otros amantes.
El camarógrafo ahora amante comenzó a penetrarme y muy despacio como si se tratase de algo que se esta por romper, es que realmente era todo una locura estaba siendo ensartada por cuatro penes a la vez y eso si que no era un chiste, claro que la posición no era la más cómoda pero si era muy excitante para mi.
Una vez que todo quedo en su lugar y bien adentro, suspire y tome un breve descanso podía sentir como una maraña de penes latía en mi interior.
Ahora la prueba final seria que me acabaran adentro.
Cómo podían los cuatro acabarme? eso seria hermoso pero casi imposible.
Comencé a moverme cada vez más fuerte, pero sin sobresaltos para que nada se saliera de su sitio.
Mis movimientos comenzaron a dar sus frutos y logre tener un orgasmo infernal a la vez que uno de mis amigos me acababa adentro de mi atormentada vagina, seguía moviéndome y sentía como mi ano comenzaba a inundarse de esperma que por los gritos eran del negro después siguió mi amigo y por último el camarógrafo, realmente me sentía un escalón mas arriba que la peor de las putas.
Nos quedamos recostados en la cama y yo ni tenia noción ni de la hora ni el día realmente estaba exhausta.
Cuando sonó el teléfono, era mi marido que me decía que iba a llegar tarde por la noche por que tenia problemas en la oficina, mientras hablaba con el aún estaba envuelta entre los brazos de mis amantes, colgué y me quede mas tranquila ya que mi hermana iba a buscar a mi hija al colegio y la llevaba a su casa.
Me quedé con mis amantes abrazados en mi cama matrimonial descansando luego de tan exhausta actividad.
Así terminó ese día tan victorioso para mi.
Y esa fue solo una de mis historias tan increíbles que nadie se atrevería a llevar a cabo.
Solo yo lo puedo hacer porque para mi el sexo es parte fundamental de mi vida.