Cuando empezó a meterla sentí como si estuviera entrando un puño y no se como, pero entró hasta la base y empezó a meter y sacar repetidas veces hasta que la saco y un río de leche cayo sobre mi vientre, acompañado de un prolongado orgasmo de mi parte.
Luego estando en posición de perra, dejo de dilatarme el ano, se puso detrás de mí en posición de luchador de sumo y me metió su inmensa verga y empezó a bombear, lo que me hizo sentir en la gloria, que rico era ser puta pensé, que delicia comerse tantas vergas a la vez.
Arrodíllate y mámame la verga, me dijo y por fin iba a saber que era meterse la verga de un hombre en la boca, así que primero lo lamí para saber que sabor tenia y luego la metí toda en mi boca y el me agarraba la cabeza haciendo que se moviera de atrás hacia adelante.
En un momento me dijo, ahora te voy a enseñar otra manera de seguir siendo virgen y me volteó boca abajo y del cajón de la mesita de noche sacó una tapita de vaselina, la cual unto en mi ano metiendo su dedo índice para que quedara bien lubricado.
El jefe aprovecha la situación de este jugador empedernido y hace que ponga de garantía a su mujer...